Tan grandes como la vida misma y potencialmente más ruidosos, Kiss se ha convertido en una institución del rock and roll estadounidense durante más de cincuenta años en el epicentro de la atención y, con ello, han influenciado a miles de artistas consagratorios posteriores, y han sido galardonados como uno de los exponentes más lucrativos de todos los tiempos.
Pero antes de que fueran omnipresentes, los miembros de la agrupación “Beso”, Paul Stanley, Gene Simmons, Ace Frehley y Peter Criss, eran simplemente otra banda en apuros de la ciudad de Nueva York; armada con grandes sueños musicales, defenestrados comúnmente por la crítica, y contando con un as bajo la manga: la influencia de la moda glitter y el shock rock, los cuales jugaron un papel fundamental en su carrera, y cimentaron la idealización de los personajes maquillados que funcionaron a la perfección.
Han pasado del maquillaje al desenmascarado, del hard rock al rock pop, pasando por el progresivo y luego al glam rock, y han sido una de las bandas más importantes del mundo durante décadas, lanzando una gran cantidad de álbumes clásicos de estudio y en vivo a lo largo del camino. En otras palabras, clasificar la discografía de Kiss no es un trabajo para los débiles de corazón, pero en esta entrega de peor a mejor, haremos nuestro mejor intento, mientras ordenamos la carrera de “la banda más caliente del mundo”.
Los años ochenta no habían tratado a Kiss como sí lo había hecho la década anterior, y es su último lanzamiento de esa década la prueba fehaciente de la decadencia de una banda que supo estar en la cima del mundo. Si bien los teclados y la súper producción pop de «Crazy Nights» (1987) felizmente quedaron atrás, las cosas se volvieron demasiado primitivas aquí, dando como resultado a un álbum difícilmente memorable. Más allá de algunos momentos fuertes (como los encontrados en ‘Rise to It’, ‘Betrayed’ o ‘Silver Spoon’), aquí se encuentra demasiado relleno en esta abrumadora colección de quince pistas producidas por los mismos Stanley y Simmons.
Si creen que estoy exagerando, permítanme señalar que la mejor canción aquí, la almidonada ‘Forever’, fue coescrita por Michael Bolton (cantautor y productor asociado mayormente al pop rock y soft rock). ‘Hide Your Heart’ (coescrita por Desmond Child) también fue una canción sólida pero mayormente ligada al perfil más comercial, claramente buscando el éxito en las radios y la rotación en MTV. Afortunadamente, la banda se volvió a conectar con su encanto en vivo de los años setenta en la gira de apoyo, y su renacimiento en el estudio estaba a punto de llegar.
Calificación: 6.5 / 10
#19. Crazy Nights (1987)
Kiss ha sido meritoriamente culpable y comúnmente señalado cómo artistas camaleónicos por cambiar, demasiadas veces a lo largo de su carrera, para adaptarse a las tendencias del momento: disco a finales de los setenta, grunge en los noventa, etc. Pero nunca ha habido una peor combinación para ellos que las capas pegajosas de los teclados pop metal que dominan este álbum instantáneamente anticuado. El cuarteto pasó a fórmulas predeterminadas de hair metal (como hacían Def Leppard, Whitesnake o el mismo Alice Cooper, entre muchos otros) en «Crazy Nights», de 1987.
Tan solo escuchar los sintetizadores en ‘My Way’ y ‘Turn on the Night’ para dar cuenta de lo expresado previamente. Pero los fanáticos no se dejaron engañar por un cobro tan obviamente cínico, y la breve muestra del éxito de los ochenta de la banda entró en declive casi de inmediato, aunque no sin antes ofrecer algunos empaquetadores de arena más útiles en el corte principal y la súper balada ‘Reason to Live’ (digna de Foreigner), sin pasar por alto una probada rockera y pesada en ‘I’ll Fight Hell to Hold You’ o el virtuosismo símil Van Halen en la introducción de la canción ‘No No No’.
Calificación: 6.6 / 10
#18. Carnival Of Souls: The Final Sessions (1997)
Después de trabajar duro y cosechar el merecido éxito con el triunfante y redentor «Revenge», de 1992, aparentemente Kiss decidió intentar superarse en el estudio para lo que sería el álbum sucesor durante 1994. Hay muchos riffs geniales aquí, pero en general las cosas se desvían demasiado hacia el territorio sombrío del grunge/heavy doom. Era evidente que (nuevamente) las modas temporales eran vistas de reojo por los mismos Stanley y Simmons, como por el productor escogido para dirigir la obra Toby Wright (Alice in Chains, Korn, entre otros).
Cuando la formación clásica del grupo se reunió para el concierto Unplugged de MTV del año 1995, y la inevitable gira de regreso durante los años 1996/97, fue un pequeño milagro que estos restos de la “era grunge” vieran la luz; y esto es debido a la alta rotación que la cinta conllevó en formato bootleg, provocando que finalmente la banda decidiese lanzarlo de manera oficial recién en 1997. Además de mostrar una dimensión diferente pero agradecidamente pesada de Kiss (y algunas canciones muy buenas como ‘Jungle’, ‘Master & Slave’ o ‘Childhood’s End’), «Carnival of Souls» les dio a los fans una última dosis de la grandiosa formación que incluye al eximio guitarrista Bruce Kulick y al versátil baterista Eric Singer.
Calificación: 6.8 / 10
#17. Music From The Elder (1981)
Luego del sacudón en la incursión disco/pop que vio a la banda perder a una gran parte de la base más sólida de sus fans, éstos se preparaban para retrucar el juego. Quizás Gene y Paul (y no olvidemos al flamante nuevo percusionista Eric Carr y a un ensombrecido y saliente Ace) no tenían por qué encargarle al productor del emblemático «Destroyer» (1976), Bob Ezrin, que hiciera por ellos lo que había hecho para Pink Floyd en el clásico y laureado «The Wall»; porque los temas conceptuales pesados y a medias explorados en «The Elder» casi hundieron la carrera de la banda por completo.
Con su carrera al borde del fracaso total, Kiss comenzó aquí con la intención de hacer un álbum “de regreso a lo básico”, y de alguna manera se convencieron de lanzarse a las hordas con un álbum conceptual, orquestado y ciertamente experimental, ambientado en la época medieval. Aquí hay más experimentos exitosos de lo que podríamos recordar, como los hallados en ‘The Oath’, ‘I’, o la balada de medio tiempo ‘A World Without Heroes’; pero incluso esos son un triunfo del tipo de joya de culto a los que solamente los fanáticos más devotos y acérrimos podrían volcarse a escuchar de vez en cuando.
Calificación: 7 / 10
#16. Monster (2012)
La mayoría de las bandas necesitan lanzar nuevos álbumes con material original para justificar oportunidades de gira, por lo que no es difícil entender por qué se molestaron siquiera en editar un conjunto de temas para el prescindible «Monster», de 2012; a menos que quisieran culminar su discografía con una veintena de álbumes de estudio. Por supuesto, esta placa terminaría pasando casi desapercibida dentro del último trecho de existencia de esta banda, y es que en el segundo álbum de estudio del nuevo milenio se puede encontrar ciertos atisbos faltos de inspiración y una cuestionable producción musical.
Siguiendo con la fórmula que hizo de «Sonic Boom» de 2009 un regreso bienvenido y triunfante, Kiss presenta aquí un conjunto de canciones un poco más diversas pero menos consistentes. Los aspectos más destacados incluyen el alucinante ‘Hell or Hallelujah’ y el ciertamente juvenil ‘Take Me Down Below’, en el que Simmons y Stanley intercambian alegremente alardes sexuales en una canción inspirada en AC/DC. ‘Shout Mercy’, ‘All for the Love of Rock n Roll’ y ‘Outta This World’ también presentaban momentos memorables, pero la falta de inspiración mermaría la gira de promoción del mismo, prontamente concluyendo a posteriori en una gira de aniversario que justificaría otra (lucrativa) vuelta alrededor del mundo.
Calificación: 7.3 / 10
#15. Animalize (1984)
La corriente hair metal comenzaba a golpear con fuerza en los mercados de Norteamérica, y Kiss comenzaba a pisar la década de 1980 queriendo enarbolar esa bandera, intentando acoplarse y liderar el movimiento. Con el único otro miembro fundador restante de la banda (Gene Simmons) persiguiendo una carrera cinematográfica, Paul Stanley tuvo que cimentar el regreso de Kiss a principios de los ochenta, colocándose al hombro él solo la marca de la banda con este álbum. Pero sin la participación total de Simmons, el resto del álbum resultó en un producto un tanto unidimensional y carente de diversificación.
«Animalize», de 1984, mostró las impresionantes dotes del guitarrista principal Mark St. John en su única participación en un álbum del grupo, antes de que fuera tristemente marginado por una rara condición artrítica llamada síndrome de Reiter, pero no antes de que contribuyera con su talento para hacer brillar el diapasón en éxitos como ‘I’ve Had Enough (Into The Fire)’ y ‘Under the Gun’, o fuera testigo de uno de los momentos más “románticos” de Gene en ‘Burn Bitch Burn’, y aportase su granito de arena en uno de los mayores éxitos de la carrera de Kiss más allá de la década de 1970, ‘Heaven’s on Fire’.
Calificación: 7.5 / 10
#14. Psycho Circus (1998)
El primer álbum de la formación original en casi veinte años, «Psycho Circus», resultó ser la prueba definitiva de que estos cuatro muchachos simplemente ya no podían trabajar juntos, ya que Ace y Peter apenas contribuyeron, mientras que Paul y Gene se cargaron la mayor porción de atribuciones ante la visión definitiva que tenía el productor Bruce Fairbairn. Con una producción bastante cuestionable, reuniendo pistas que parecían extirpadas de diferentes álbumes y diferentes eras de la banda, y contando con el conocido “trabajo fantasma” de músicos externos, «Psycho Circus» no estuvo exento de polémicas y críticas.
Un álbum que se esforzó demasiado en ofrecer el ideal de lo que debería ser un álbum de reunión del Kiss original, pero inevitablemente no logró alcanzar dichas expectativas. Dicho esto, este álbum tiene varios puntos brillantes; la grandilocuente canción principal fue una enorme pieza de rock, ‘Into the Void’ fue la melodía de Space Ace que los fanáticos habían anhelado por años, y la poderosa ‘Within’ parecía ser un retazo de las sesiones del álbum «Revenge» (1992). Pero, lastimosamente, el álbum también contenía algunos arreglos demasiado forzados como pueden ser los encontrados en ‘You Wanted the Best’ o la balada ‘I Finally Found My Way’ (un clarísimo intento por replicar el éxito de ‘Beth’).
Calificación: 7.8 / 10
#13. Dinasty (1979)
Para este punto, la credibilidad de Kiss pendía de un hilo: ya se habían separado para lanzar cuatro álbumes en solitario en 1978; protagonizaron una cuestionable película cinematográfica, y ya habían explotado la mercadotecnia tanto en comics como en juguetes y accesorios. No vamos a lanzar una campaña anti-disco, pero después de probar la libertad individual durante la realización de sus álbumes en solitario, parecía que Kiss estaba demasiado fracturado y disperso para volver a unirse como equipo. La gira de «Dinasty» se denominaría como la “gira de regreso de Kiss”, tras casi dos años sin lanzar material nuevo.
En defensa de Kiss, si vas a vender tus entradas para una discoteca demoníaca, también podrías llegar hasta el final con un éxito innegable como ‘I Was Made for Loving’ You’. Sin embargo, realmente no hay excusas para gran parte de «Dynasty», que se regodea en su propio desbalanceo (ver ‘Sure Know Something’ de Paul, el crudo rockero de ‘Dirty Livin» de Peter, el insufrible ‘Charisma’ de Gene, y el genial ‘Save Your Love’ de Ace) hasta que finalmente se puede rescatar algo de respeto con la impecable grandeza del rock pesado de ‘Magic Touch’ y el mejorado cover de los Rolling Stones, cantado por el propio Space Man, ‘2000 Man’.
Calificación: 7.9 / 10
#12. Unmasked (1980)
Si uno puede ignorar el irritante cambio de cebo del título de este álbum (todavía faltaban tres años para un verdadero desenmascaramiento) y la producción inusualmente brillante, «Unmasked» es posiblemente el más exitoso entre los desvíos periódicos de Kiss hacia la corriente principal de la música de corte más comercial, y es, a su vez, el disco menos apreciado de todo el catálogo de la banda. Por supuesto, el sonido power–pop pulido está a kilómetros de «Destroyer» o «Love Gun», pero la composición es consistente y pegadiza al extremo.
Producido por el ingeniero y músico Vini Poncia, y contando con el don de Paul Stanley para crear hits en temas como ‘Tomorrow’, ‘What Makes the World Go Around’ y ‘Shandi’; éste último siendo un rotundo éxito en las listas de éxito en Australia, lo que provocaría una exitosa gira por dicho país, contando ya con Eric Carr (personificado como El Zorro) en las labores de batería, suplantando a un alienado Peter Criss. ‘Is That You’, compuesta por Gerard McMahon fue otra exitosa pista, que se coló entre lo mejor de Kiss por aquellos años, mientras que Ace seguía ofreciendo ofertas más que dignas (‘Talk to Me’, ‘Two Sides of the Coin’, ‘Torpedo Girl’), que ayudaron al álbum a sostener su costado rockero.
Calificación: 8 / 10
#11. Asylum (1985)
La comprensión y la enorme asimilación de Kiss sobre el fenómeno del hair metal de los ochenta (que por supuesto fue liderado por grupos mucho más jóvenes como Ratt y Mötley Crüe) se estaba volviendo cada vez más evidente con álbumes como «Asylum», de 1985. Y algo que siempre ha caracterizado a Kiss es el trabajo “fantasma” que tanto músicos como productores han aportado a las composiciones y a las obras de la banda; en este caso incluyendo al líder de Plasmatics, Jean Beauvoir, como a Desmond Child o a Howard Rice.
La inconsistencia el los álbumes de Kiss comenzaba a aparecer fuertemente en este época, teniendo a uno de los líderes de la banda (Simmons) alejado del foco de atención que la banda demandaba. No obstante, en este álbum nos entregan una propuesta bastante pareja, dónde el propio Gene aporta una buena dosis de pistas destacables. Aunque sea uno de los álbumes más subestimados, aquí se encuentran manteniendo un pie en el sonido comercial de la década que les daría una reproducción crucial en MTV con temas como ‘Tears Are Falling’, como también hubo espacio para recibir un regreso a la sensibilidad de los años setenta en canciones como ‘King of the Mountain’, ‘Radar for Love’ y ‘Any Way You Slice It’.
Calificación: 8.2 / 10
#10. Sonic Boom (2009)
Después de las sensaciones y devoluciones mixtas del álbum de “reunión” de 1998 («Psycho Circus»), Gene y Paul, cautelosos, esperaron más de una década para grabar nueva música con el baterista ya conocido por su labor en «Revenge», Eric Singer y el reemplazante en guitarra solista (e “imitador” de Ace Frehley) Tommy Thayer. Luego de muchas giras mundiales, y variados lanzamientos en directo, el cuarteto se adentró al estudio de grabación, junto al ingeniero de sonido Greg Collins, para grabar, y posteriormente lanzar, uno de las mejores placas de la agrupación de los últimos cuarenta años.
Cuando regresaron al estudio, Paul Stanley tomó firmemente el control, insistiendo en que él produjera, que la banda tocara junta en el estudio y que las baladas quedaran en la sala de montaje. Estas reglas aparentemente simples produjeron resultados sorprendentemente placenteros, particularmente con su mejor sencillo en años, ‘Modern Day Delilah’. En pocas palabras, el álbum sonó tal como los fanáticos querrían que sonara un LP clásico de Kiss sonara, y la composición, por una vez, estuvo generalmente a la par con el revuelo masivo, incluidos nuevos favoritos como la ya mencionada pista de apertura, ‘Never Enough’,‘All For the Glory’ o ‘Danger Us’. Un triunfante lanzamiento a tan avanzado punto en su carrera.
Calificación: 8.4 / 10
#09. Revenge (1992)
Así como «Creatures of the Night» había sido un reinicio de su carrera después de los fracasos del pop y el art rock de Kiss, «Revenge» rectificó el reciente salto de vagón de hair metal de la banda, acercando a la banda a los valores grunge repentinamente dominantes y a una corriente mucho más heavy metal, de mayor demanda tanto instrumental como compositiva. Aun así, y a pesar de la nube oscura de la trágica muerte de Eric Carr, el rock pesado, enganchado pero musculoso de Kiss, estaba de regreso, gracias a su renovado enfoque en la composición de las canciones.
Trabajar en equipo con el destacado productor de «Destroyer», ayudó a Kiss a entregar exactamente el álbum sin concesiones y sin tendencias que sus fans habían estado esperando durante más de una década. En su mejor momento con el grupo, Bruce Kulick desata una interminable pila de grandes riffs y una de sus mejores versiones guitarrísticas. Mientras tanto, Gene Simmons como Paul Stanley recuperan sus personajes de gran tamaño gracias a las mejores composiciones de la banda desde 1983. El abridor ‘Unholy’, así como el single ‘Domino’, el himno ‘God Gave Rock ‘n’ Roll to You II’ o la explícita ‘Take it Off’, daban a la banda el carácter de credibilidad que urgentemente estaban necesitando.
Calificación: 8.5 / 10
#08. Dressed To Kill (1975)
Si bien Kiss ya había lanzado sus dos primeras placas discográficas en 1974, el presente de esta incipiente y polémica banda se encontraba en un punto crucial, y su futuro parecía incierto. Si bien sus primeros tres trabajos pudiesen ser considerados como “clásicos”, las ventas no acompañaban, es entonces que desde el sello discográfico Casablanca Records intiman a la banda a lanzar «Dressed to Kill». El mismo, producido por el propio jefe del mencionado sello, NeilBogart, por un claro capricho de desesperación y prisa, mermó claramente la producción del mismo; dotándolo de una cruda y precaria mezcla y masterización final.
«Dressed to Kill» duró apenas treinta minutos, pero a pesar de esos problemas de producción y algunas canciones un tanto aburridas y poco memorables, el álbum sí logró producir el autoproclamado himno de Kiss en ‘Rock and Roll All Nite’, tema eternamente recurrente en sus presentaciones en vivo, como presente en todos sus futuros lanzamientos compilatorios. Junto con varias joyas menores en el catálogo de la banda como ‘Room Service’, ‘Rock Bottom’, ‘She’ y ‘C’mon and Love Me’, Kiss se encontraba volviéndose más sofisticado, y la madurez de la formación clásica y más añorada comenzaba a escribir su nombre a fuego en la rica historia de la música rock.
Calificación: 8.6 / 10
#07. Rock And Roll Over (1976)
Luego del exabrupto éxito que supusieron tanto su primer LP en vivo, «Alive!», como el subsiguiente «Destroyer», y teniendo en cuenta el trasfondo con el que rápidamente la banda se explotaba a sí misma, la mayoría de las canciones de este álbum pertenecían a las sesiones del álbum anterior, por lo que no parecieron ser una mejora en el nivel de las mismas en la comparativa. Un esfuerzo “profesional” según los estándares de la época dorada inicial de Kiss en los años setenta, «Rock and Roll Over», sigue siendo la quintaesencia de Kiss y, por lo tanto, no debe subestimarse ni pasarse por alto a obra de tan buen porte.
Aparentemente sintiendo que las cosas se volvieron demasiado ornamentadas en su LP anterior, Kiss despojó las cosas para su segundo álbum de 1976, grabando el disco en una sala de conciertos vacía. Este sonido más duro se combinó con sus perfeccionadas habilidades de composición para lograr un efecto fantástico en clásicos instantáneos. Temas escritos por Paul como ‘I Want You’ y ‘Makin’ Love’ siguieron acumulando potencia de fuego, ‘Calling Dr. Love’ y ‘Ladies Room’ catapultaron la personalidad “pervertida” de Gene a nuevas alturas, y ‘Hard Luck Woman’ fue un vehículo perfecto para la voz conmovedora y la interpretación sincera de Peter.
Calificación: 8.7 / 10
#06. Lick It Up (1983)
La decisión de quitarse el maquillaje puede haberse visto como una mera estrategia de marketing, pero la verdad es que funcionó a la perfección. Vinnie Vincent había aportado escritura a gran parte del nuevo álbum, y dotaba al sonido de la banda de un estilo más virtuoso al que había hecho famoso al propio Hombre del Espacio. Si bien Vincent protagonizaba la personificación del Guerrero Egipcio, fue el mismo Ace quien apareció en la portada del álbum anterior, dotando de muchas dudas a una banda que comenzaba a tambalear su credibilidad, pero que con «Lick it Up» reafirmarían su estatus de banda heavy/rock.
«Lick it Up» finalmente cumplió con las amenazas ocasionales de Kiss de ser desenmascarados, pero eso no logró que la banda perdiera el nivel, musicalmente hablando, manteniendo el ritmo e incluso mejorando la vitalidad e intensidad revividas en «Creatures of the Night». Aquí la banda lanzó una serie de excelentes pistas rockeras en ‘Exciter’, ‘Gimme More’, ‘All Hell’s Breaking Loose’ (¡en el que Paul realmente rapea!) y la exitosa canción principal. La “era desenmascarada” de Kiss comenzaba con el pie derecho, pero lanzamiento tras lanzamiento, iría perdiendo la consistencia que caracterizaba a otros enormes colegas del rubro que “surfeaban” la década de los ochenta con mayor integridad.
Calificación: 8.8 / 10
#05. Hotter Than Hell (1974)
Grabado a las apuradas, el segundo álbum de estudio de Kiss veía la luz tan solo algunos meses después de su genial pero pasado por alto disco debut. Calumniado durante mucho tiempo por su pobre y precaria producción y mezcla final, «Hotter Than Hell» ha disfrutado de una lenta pero constante rehabilitación en los últimos años, a medida que los fanáticos y críticos vislumbran cada vez más a través de su atolladero sonoro al honesto catalizador de futuras bandas y estilos, debido a lo influyente que esta placa resultó ser.
Particularmente más oscuro y más serio que su antecesor, «Hotter Than Hell» gozaba de una mayor sutileza y elevada destreza instrumental. La turbia producción musical no puede ocultar el poder de los pegadizos temas de Paul Stanley como ‘Got to Choose’ o ‘Comin’ Home’. Simmons, por su parte, ofrece su mayor perfil de maldad en la lenta ‘Goin’ Blind’ y su costado más rock n roll en ‘Let Me Go Rock n Roll’. Mientras que Frehley deja que su amigo Peter Criss cante en el tema casi psicodélico ‘Strange Ways’. En otro orden, los temas ‘Parasite’ y ‘Watchin’ You’, significaban una dirección mucho más pesada a lo acostumbrado, abarcando sus primeras incursiones en lo que se conocería como heavy metal.
Calificación: 8.9 / 10
#04. Love Gun (1977)
Como dijo una vez el autor, crítico y notorio aficionado al hard rockChuck Klosterman; “Love Gun es Kiss en su máxima expresión«, lo que significa que éste resume toda la épica lograda por la banda en los gloriosos años setenta. Siendo el primer corte de larga duración de la banda en alcanzar el “Top 5” del Billboard200, quizá la anterior afirmación sea superada solamente por el compilado de “grandes éxitos” que lanzarían tan solo un año después, el laureado «Double Platinum»: el cual significó una conjunción perfecta de todo lo que Kiss era y representaba en su era más entrañable.
Todo lo previamente expuesto se puede apreciar claramente en la canción principal y en ‘I Stole Your Love’, mostrando a Kiss en su forma más grandilocuente. ‘Christine Sixteen’ es Gene en su forma más lasciva, mientras que Ace Frehley supera su timidez para ofrecer su primera voz principal en la magnífica ‘Shock Me’; ciertamente, el éxito de su disco solista de 1978, significó una elevación de confianza y madurez para el guitarrista. Por su lado, PeterCriss se despachó con solamente una canción: la cruda ‘Hooligan’. La era dorada de Kiss llegaba su fin; mientras los vicios, el ego, y el dinero, separaban a la banda, por entonces, más grande del mundo.
Calificación: 9 / 10
#03. Creatures Of The Night (1982)
El álbum más pesado de Kiss no está exento de fallas importantes, desde canciones coescritas con Bryan Adams (sí, ese Bryan Adams), hasta la inclusión de Ace en la portada a pesar de que Vinnie Vincent tocó en la mayor parte del álbum; pero, sin embargo, fue crucial para reparar los pecados musicales cometidos durante el reciente período pop de la banda. Kiss se tornaba en su primer faceta realmente heavy con «Creatures of the Night», y más allá del involucramiento de (quizás) demasiados compositores externos; en esta oferta de canciones tenemos el álbum definitivo de la banda de la década de 1980.
Este monstruo de álbum podría haberse posicionado más alto en la lista, pero todos sabemos que los años dorados de la banda estuvieron estampados en la década de 1970. Con su carrera hecha jirones, la mitad original restante de Kiss (Paul Stanley y Gene Simmons) dejaron la tontería y contaron su historia real, narrando su lugar en el mundo del rock con el inquebrantable ‘Rock and Roll Hell’, además de la apasionante canción principal, la pesada ‘War Machine’, el clásico de MTV‘I Love it Loud’ y tal vez la mejor balada poderosa de la banda, ‘I Still Love You’, entre otros.
Calificación: 9.2 / 10
#02. Destroyer (1976)
Si bien «Alive!» los convirtió en súper estrellas, Kiss aún necesitaba probar que tenían futuro en el estudio de grabación, y para el año 1976, la banda edita el laureado «Destroyer». El primer álbum de la banda en llegar a estatus de platino, habiendo sido producido por el mítico y experimentado Bob Ezrin (Alice Cooper, Pink Floyd, entre muchos otros), quien utilizó métodos de sargento instructor para lograr que el grupo agregara sutileza y dinámica, para así alcanzar por primera vez una producción más que grandiosa, la cual convertiría al proyecto en un álbum bisagra en la carrera de esta joven banda.
Muchos fanáticos de Kiss reconocerán que, si se tienen en cuenta los golpes de menor intensidad hallados en ‘Great Expectations’, y las entradas agotadas que provocó el mega éxito pop‘Beth’, «Destroyer» bien podría verse como el más comercial de los primeros seis álbumes seminales de la agrupación enmascarada. Pero, a pesar de ello, se convirtió en sinónimo de la mitología de la banda, al poseer en el mismo piezas emblemáticos como ‘King of the Night Time World’, ‘God of Thunder’, ‘Shout it Out Loud’ y ‘Detroit Rock City’, porque «Destroyer», por debatible que sea, fue un punto de ascenso crucial en su magnífica e indomable carrera meteórica.
Calificación: 9.4 / 10
#01. Kiss (1974)
El debut auto titulado de Kiss se estableció como una propuesta visceral y directa de rock que, influidos por el shock rock, presentaban una batería de cortes clásicos que permanecerían en sus sets en vivo durante las siguientes cinco décadas. Simmons estimó que todo el proceso de grabación y mezcla tomó tres semanas, mientras que el coproductor Richie Wise afirmó que solo tomó trece días. Finalmente decidimos colocar el disco que contiene más clásicos de todos los tiempos que cualquier otro (el debut homónimo de Kiss) en el puesto número uno.
Incluso si la producción fue algo deficiente y la visión de gran tamaño de Kiss tal como la conocemos ahora todavía estaba dentro de algunos años en el futuro, simplemente no puedes equivocarte con los pilares de su carrera como ‘Strutter’, ‘Firehouse’, ‘Cold Gin’, ‘Nothin’ to Lose’, ‘Deuce’, ‘100.000 Years’ y ‘Black Diamond’. Es cierto que todos sonarían mucho mejor el año siguiente como parte del emblemático «Alive!», pero quedó claro desde este comienzo primitivo que Kiss tenía las canciones para respaldar su imagen escandalosa y su grandilocuente reputación venidera. La alineación de cuatro fenómenos de Nueva York (Paul, Gene, Ace y Peter) comenzaba a tallar su inmenso legado de oro en los más grandes anales de la historia de la música y el espectáculo.
Aficionado a la música, sobre todo a géneros dentro de la ramificación del Rock n' Roll, ya sea Heavy Metal o Hard Rock. Coleccionista de álbumes y misceláneas relacionadas a lo mismo.
Seguidor y simpatizante de la cultura pop en lo que respecta a películas clásicas, series y animaciones.