SHROUD OF DESPONDENCY – Air of Abrasion (Album Review)

Por OzGa

Que tal amigos, en esta ocasión la aguja de la ruleta del Metal apunta hacia los terrenos más viscerales y bestiales. Ahora toca turno a una veterana banda que lleva ya varios años, nada más y nada menos que 23 años de vida, vamos a adentrarnos a su complejo mundo del ahora dueto, afincado en la ciudad de Wisconsin en Norte América.

La banda se formó en el ya lejano 1999 y ha tenido una larga y fructífera carrera, aunque teniendo una vida interrumpida por un rompimiento en el año 2015, aunque no fue del todo aplazado el regreso ya que en ese mismo año retomaron sus actividades y editando 2 placas en ese mismo año, vaya forma de cerrar un ciclo y abrir otro,  sólo este par de obsesionados a la música podían hacerlo.

La banda a tenido una carrera, como ya mencioné muy fructífera en estos más de 20 años,  apilando 17 placas con la que hoy nos presentan, 4 Ep’, 7 Splits,  2 Live albums y 4 Demos, sumando un total de 34 producciones eso habla de una intensa hiperactividad compositiva en el seno de la banda.

A lo largo de estas producciones su estilo también a ido mutando o transformándose, por lo que no ha sido estático dentro del Black Metal,  ya que sus inicios se centraron en una propuesta muy bestial y directa, mostrando la influencia de bandas extremas como MARDUK, IMMORTAL, DARK FUNERAL combinada con ritmos más densos como los de DARKTHRONE, poco después agregaron técnica instrumental a su propuesta, con cambios de ritmo complejos que los hacían deambular en el Progresive Black Metal, sin perder ese toque de bestialidad,  y desde hace unos años a la fecha su estilo a sido un poco más diverso al agregarle elementos Post Metal,  Post Rock, voces limpias, acústicas y atmósferas, transformando su propuesta como una banda que gusta de arriesgarse.

Como prueba esa última placa que en lo personal no puede repetir nuevamente «Godnighth, no Kiten«, que es totalmente acústica, con voces limpias  cantadas, algo que ya se podía ver desde su placa anterior *Brumation» del 2020, considerándolo entonces como un Post Black /Progresive Metal que dividió a los seguidores más puristas de los que están ávidos de experimentaciones.

Su alineación no ha sido muy estable a lo largo de estos años, para no profundizar en ello solo diré que actualmente están como dueto desde hace algunos años,  quedando en la alineación con el multi instrumentista Rori Heikkila (PREZIR) quien es miembro fundador, acompañándole desde el 2011 el vocalista Ron Blemberg (APOCALYPTIC SESSION), colaborando el productor de este álbum en la batería Dan Klein (GRAVELUST, etc.)

Su nuevo álbum está plagado de cambios de ritmo y múltiples elementos que adornan su compleja estructura, construida de forma tal que nos llevan por un va y ven de melodías, conduciéndonos por cambios de ritmo muy bien cuidados, también los elementos progresivos y elementos Post Rock nos acompañaran en esta travesía de 5 temas que exceden los 40 minutos, cabe mencionar que el sonido y la mezcla son muy buenos de tal forma que permite apreciar cada detalle de esta obra. Así que vayamos a desmenuzar pieza por pieza.

1 –  A boy called erosion

El tema que apertura la placa, es de los ritmos más bestiales, combinándose con  complejos cambios de ritmo por esa base rítmica que protagonizan con una  complejidad bien cincelada, mostrando una increíble habilidad y precisión en el ejecución el Sr. Rori,  debo hacer notar que dicho tema está empapado de melodía y que armoniza el tema, en tanto la voz de Ron, se conduce de acuerdo a la melodía, sonando áspero y por momentos gritando sin llegar a sus límites. Quiero puntualizar que si el tema fuera instrumental sería igual de interesante, dándome a la tarea de seguir únicamente la instrumentación y con la voz agregada por supuesto que también es muy buen corte.

2 – From the stomach

Me ha sorprendido gratamente la habilidad de estos chicos para ejecutar sus temas. La guitarra de Rori aquí juega un papel fundamental, pareciera que es un Guitar Héroe al mostrarnos su habilidad y técnica al tocar las cuerdas y deslizar sus dedos por el mástil, sin desmeritar por supuesto la base rítmica que se mantiene igual de compleja en los cambios de intensidad. Durante la evolución del tema podremos encontrar pequeñas participaciones secundarias de

3 –  The machine that grinds on is the machine that needs blood

Un corte donde nos ofrecen una parte de la evolución de esta banda,  recibiéndonos con unos coros de tipo eclesiástico (y que van teniendo pequeñas apariciones a lo largo del tema) que oscurecen el ambiente a terrenos densos, en tanto la base rítmica suena veloz. La participación del teclado con arreglos sinfónicos discretos adorna el ambiente creado y que es abrumador, en tanto la voz de Ron suena más lacerante y agónica. A decir verdad amigos sus 9 minutos de duración no se hacen en absoluto extensos.

4 – Water in the cementery

Este tema va dirigido a los que gustan de nuevas experiencias y que como dije inicialmente ya mostró la banda en algún par de placas pasadas. El Rock hace acto de presencia y lo primero que acude a mi mente es PINK FLOYD, esos ritmos suaves de guitarras acústicas y de melodías decadentes, así como muy emotivas, voz limpia de Ron y cantando, son  los que se muestran una vez que inician a correr los primeros minutos. Debo confesarles que aún no logro engranar esta mezcla de estilos a pesar de que he escuchado varias bandas así. Por lo que es un tema que para mí gusto está de más, respetando claro esta los gustos de cada quien.

5 – Entropy divine

Finalizan con el tema más largo en duración, sus casi 15 minutos nos llevan por diversos ambientes. Recibiéndonos el Post Black con unas guitarras acústicas que se enfrascan en una melodía suave y muy romántica, acompañadas de una base rítmica discreta. Cerca del minuto se integra la voz de Ron escupiendo sus agónicos gritos, creando una atmósfera agónica y dolorosa, de forma gradual la instrumentación va cobrando fuerza, endureciendo sus base rítmica, agregándose los riffs de guitarra que se mezclan con las acústicas, formando un caos melódicos donde termina ganando la batalla el Black Metal con sus ritmos progresivos. Conteniendo esa furia, maldad y melancolía en su estructura. Rori vuelve a dejarme con un buen sabor de oído con sus notas por la ejecución de la guitarra, todo un groso este hombre.

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