Los Discos Más Decepcionantes de 2021

Los elementos electrónicos y comerciales dominan por sobre el Heavy/Power Metal que vio nacer a la banda que alguna vez fue la nueva promesa del género. Tras dos discos soberbios como fueron “Berserker” (2017) y “From Hell With Love” (2019) (el primero más que el segundo), llega este “Dark Connection” y nos baja las expectativas tremendamente. Claro, es un disco entretenido y lleno de hits que harán las delicias de algún baile pesado, y si desenchufas el cerebro estamos ante un divertido “feel good record”, pero el sentimiento general es que las canciones se tornan poco memorables, repetitivas y con poco aliciente metálico que lo rescate del tedio. Un disco que dividió las aguas y para muchos resultó ser genial, pero lamentablemente me encuentro del otro lado de la orilla.

Una opinión diferente por Michael Prado

La cuarta entrega del proyecto de Metal Opera del (alguna vez) maestro de la guitarra Timo Tolkki es el perfecto ejemplo de Metal Melódico Prefabricado al que debemos huir rotundamente. Composiciones frías y genéricas con un puñado de intérpretes elegidos tanto por ruleta como por popularidad del momento o nivel de influencer o youtuber de turno. Y lo peor es que el propio Timo Tolkki admitió que ya poco aporta a las composiciones, recayendo en su mayoría en el guitarrista, compositor y productor finés Aldo Lonobile (Secret Sphere). El resultado es un disco de Power Metal bastante estándar y olvidable, que no le hace justicia a la suma de sus partes y quedará sepultado entre un mar de lanzamientos más relevantes más temprano que tarde.

La opinión similar de Sergio Mejía

Hace muchos años que el legendario y virtuoso guitarrista Yngwie Malmsteen no saca nada que me llame la atención, y el más reciente “Parabellum” no es la excepción. Un disco que se reparte entre los clásicos instrumentales de corte neoclásico que son marca registrada del maestro, y otros esfuerzos que siguen más un formato canción en donde él mismo se encarga de las vocales (para torturarnos más de lo normal). El disco está pésimamente producido, y uno no puede evitar pensar como en pleno 2021 y para un artista con tantos recursos disponibles, pueda salir un trabajo de tan baja calidad musical y sonora. Otro traspié que se suma a una larga línea de elementos descartables para el sueco.

A esta altura sabemos que los discos de Mago de Oz se dividen en aquellos que se tornan muy ambiciosos y complejos, generando historias conceptuales, canciones extensas y de gran virtud técnica y un sentimiento emotivo con mensajes transgresores, y por otro lado esos discos alegrones y fiesteros que están hechos para sacarnos más de una sonrisa y un baile en momentos distendidos, sin demasiada inversión por detrás. A este último bando pertenece el más reciente esfuerzo “Bandera Negra”, que después de un discazo que retornó a la gloria como fue “Ira Dei” (2019), se siente un gran paso en falso que divierte pero que nos deja con sabor a poco y con olor a relleno para facturar esos necesarios billetes. Que se venga el próximo, please.

Una opinión diferente por Michael Prado

Esta banda alemana tiene ya más de 20 años de trayectoria y diez discos de estudio en su haber, pero nunca trascendieron lo suficiente y se han convertido en una banda más del montón en el ámbito del Symphonic Folk Metal europeo. Con “Atmosphere” la cosa no mejora demasiado y supone una escucha amena y entretenida, pero que peca demasiado a plagio de Nightwish en varias de sus canciones, logrando un producto chato, genérico y falto de identidad. Ah, y lo editaron en Diciembre, eso no se hace.

Palabras no tan duras por Michael Prado

Luego de un par de discos recomendables como fueron “Dim Days of Dolor” (2016) y “Arcane Astral Aeons” (2018), llegó en 2021 un nuevo álbum que completa la primer trilogía junto a la vocalista Emmanuelle Zoldan. “Riddles, Ruins & Revelations” apuesta por un sonido más comercial y electrónico, con los elementos de Pop que en cierta forma siempre estuvieron presentes, pero profundizando acá en el aspecto bailable y con rasgos de Modern Metal que no le sienta bien al ensamble noruego. Una banda que siempre jugó en segunda y un disco que no le hace justicia y sigue precipitando el descenso.

Una opinión diferente por Sergio Mejía

Entrevista con Morten Veland

El trascendental artista progresivo inglés Steven Wilson editó a principios de año su sexto disco solista “The Future Bites”, uno que indudablemente dividió las aguas de fans apostando por un sonido totalmente arraigado en la electrónica, el trip-hop y el art-rock, eliminando casi que por completo los rasgos progresivos que hicieron gloriosa su música en el pasado. Quienes busquen algo similar a “The Raven that Refused To Sing” (2013) o “Hand. Cannot. Erase.” (2015) pueden seguir de largo tranquilamente, ya que Steven apostó a la comercialidad y a la inmediatez, en un disco que empecé aborreciendo, después le tomé cierto cariño, pero finalmente se convirtió en una colección de canciones que cayeron en la irrelevancia. Y creo que hasta él sabe que le salió mal el experimento, ya que finalmente se anunció la tan ansiada reunión de Porcupine Tree para 2022.

¿Alguien se acuerda que Korpiklaani editó un disco este año? Tu respuesta probablemente sea No, y esa es la razón por la que se encuentra en esta lista. Luego de tres años de su predecesor “Kulkija” (2018), “Jylhä” llegó para mostrar que los alguna vez abanderados del Folk Metal finés hoy se encuentran en el ocaso de su carrera, generando canciones que en principio se tornan agradables pero luego caen en el enorme vacío de la irrelevancia y se pierden ante otros exponentes del género que están ganando cada vez más peso. Una banda que ha caido en la bolsa del desgano y el cansancio (que también se traduce a sus insípidos shows en vivo), así como le ha pasado a sus coterráneos de Sonata Arctica.

En los últimos años estos italianos que arrancaron su jueguito parodiando bandas como Manowar y Rhapsody (de ahí la combinación bizarra de sus nombres), tuvieron una rápida evolución hacia el estrellato, con un fichaje de Napalm Records incluído, lo cual les permitió ampliar más el abanico de autoparodia y propuestas bizarras, entrando hasta en los terrenos poperos y (*se persigna*) reggeatoneros. “Italian Folk Metal” trata de hacerlos entrar justamente en los terrenos del Folk cantado en italiano, y la verdad es que el experimento no podría haber resultado más irrelevante y desesperanzador. Gente, vuelvan al Power y a los videos de 2 pesos, lo grande no les queda bien.

Este “supergrupo” por el cual han pasado grandes figuras del Rock, actualmente cuenta en sus filas a grandes como Doug Aldrich (Whitesnake, Dio), Tommy Clufetos (Ozzy Osbourne, Black Sabbath) y el fenomenal Glenn Hughes (Deep Purple, Black Country Communion) en las vocales, por lo cual no se explica como un rejunte de músicos tan grosos puede parir una obra tan genérica y chata como “Holy Ground”, el quinto disco de esta banda que se editó a principios de año y ya nos olvidamos completamente de su existencia. En un 2021 con grandes exponentes de Hard Rock, no hay lugar para el reciclaje o la falta de ideas, y menos si viene de estrellas tan consagradas como estas. Mejor suerte para la próxima.