QUANTUM TWILIGHT – Hypersonic Demolition 🇺🇸 (Album Review)

  • 🎸 Speed/Power Metal
  • 💿 Independiente
  • 🌎 Estados Unidos
  • 📆 5 de Agosto, 2022

Por Michael Prado

UN LEGADO QUE HA SIDO TACHADO DE TODO, Y QUE A PESAR DE TODO NO HA GENERADO TANTOS RETOÑOS COMO SE ESPERARÍA

Creo que si hay una banda que tuvo una repercusión importante en el Power Metal en la década de los 2000 (y que a su vez ha generado todo tipo de reacciones, sean positivas o negativas), ésa sería la famosísima agrupación londinense, Dragonforce.  Y no es para menos, dado que este grupo, que nació en el año 1999 bajo el nombre de Dragonheart con una alineación de diversas nacionalidades (siendo el guitarrista Sam Totman y el bajista Diccon Harper los únicos oriundos de la gran nación británica), sentó un precedente con su sonido tan particular, llevando la velocidad del Power Metal a límites increíbles, y aunado a ello, lo impresionante que sonaban los solos de guitarra en manos de Sam y su compinche en la otra hacha, el nacido en Hong Kong, Herman Li.

Curiosamente, y al contrario del fenómeno que se desató, primero a nivel italiano, y luego invadiendo cual pandemia el mundo, gracias a la manía que generó Rhapsody a partir de su grandioso “Legendary Tales” (1997), no hemos visto algo similar en el caso de Dragonforce, que haya conseguido el ver más agrupaciones siguiendo su legado.  Los casos que podrían venírsenos a la mente son realmente escasos comparados con lo que ocurre en el caso de los italianos con sede en Trieste.  Como los ejemplos más comunes siempre tenemos a los estadounidenses Cellador, los polacos Pathfinder (¡saquen pronto su tercer disco, carajo, aunque sea con ese nuevo vocalista!), los también británicos Power Quest, la agrupación germana Victorius (aunque por lo visto fue nada más fiebre de un par de discos este caso en particular), los sinfónicos neoyorquinos ShadowStrike, el One-Man Project noruego March Against The Tides, y el caso que exploraremos en este artículo.  Oriundos de Washington D.C., estos son QUANTUM TWILIGHT.

LO MISMO… PERO MÁS ORGÁNICO Y NO TAN SOBREPRODUCIDO

Para los que ya contamos una o dos décadas mínimo siguiendo el Power Metal, sabremos la de críticas que le han acaecido a Dragonforce por su forma tan particular de hacer música, la cual ha sido acusada (justa o injustamente, quedará en el criterio de cada quién) de que su sonido es muy específico del estudio, o sea, que a la hora de llegar a concierto no logran un resultado cuando menos similar a lo que consiguen en sus discos de larga duración (algo más que nada fundamentado -de manera muy sesgada a mi humilde parecer- debido a un par de actuaciones en vivo allá en la gira del laureado y criticado por parejo “Inhuman Rampage” (2006), donde tuvieron problemas en varias de las canciones y eso los estigmatizó delante de mucha gente -y creo que, aún a 16 años después de eso, ese estigma, aunque ya no tan fuerte, todavía persiste en algunos-).

Pues en el caso de este dúo estadounidense, conformado por el multiinstrumentista Greg Russell y el cantante Jarrad Biron Green (quien aparte es actor de voz, cosa que muestra en su canal de YouTube), estos chicos han buscado en su disco debut, al que han dado el nombre de “HYPERSONIC DEMOLITION”, ir por una senda donde no se haga tanto manoseo al sonido de las guitarras como ocurre en el caso de los londinenses, sino más bien preparar un resultado más “orgánico y natural”, por así decirlo.  Quizás así haya una puerta de apertura para que inclusive los que todavía miran de reojo la propuesta artística de Dragonforce (con todo y que ha ido cambiando con los años, sobre todo con la entrada del cantante Marc Hudson en 2011) le den su chance y vean que no todo ahí es tan demeritable como les parece.

Greg Russell (guitarras, bajo, teclados y programación de batería) y Jarrad Biron Green (voz)

VELOCIDAD Y NATURALIDAD, PARA UN RESULTADO INTERESANTE

Desde el inicio de la primera canción, “Never Surrender”, nos daremos cuenta del gran protagonismo que tendrá la guitarra en este disco, así como quizás más de uno, sin enterarse primero de quiénes conforman el grupo, podrán pensar de manera errónea que quien canta es una chica (me imagino a Jarred saliendo con el chiste de “¿estás asumiendo mi género?”, jejeje).  Claro, también nos daremos cuenta de que la calidad de producción no es la más pulida del mundo, pero es efectiva para el resultado que buscan generar en este primer esfuerzo.  Ahora mi duda es, ¿seguirán afines a trabajar así conforme lleguen nuevos trabajos, o buscarán algo que, si bien sonará más limpio, los hará ser todavía más “clon de Dragonforce”?  No que me queje, pero hoy día a quien busque asemejarse tanto a una agrupación famosa le llueve parejo por “falta de originalidad”.

La ejecución de las canciones es correcta, podríamos decir que el bajo es perceptible, aunque por momentos se pierde entre los instrumentos, y las performances vocales de Jarrad son adecuadas, usando el amplio abanico de opciones que le brinda su rango vocal, donde podemos distinguir desde cantos donde predominan los graves como es el caso de “Champions”, cantos aventureros como los que interpreta en “Heroes Of Assur”, una labor melódica muy encantadora como en “Intergalactic Onslaught”, momentos más épicos que encontraremos en “Beyond The Walls” o agudos desenfrenados como en el estribillo de esta misma pieza (junto con el tremendo grito final de esta hermosa pieza), además de crear ambientes muy agradables con una muy bien elaborada labor de coros, sobre todo en los estribillos (labor en la que es complementado por Nayeli Abrego y Zack Karjnyak).  También hay momentos donde hasta su canto es acelerado como en algunas partes de “Overdrive”.

Un pero que pondría a este debut es que, de no ser por las escalas musicales que varían según la pieza en cuestión, las mismas son muy similares una de la otra, con un tempo que no cambia entre canciones.  Y recalco este punto en mi crítica constructiva siendo alguien que le gustan más los discos donde la velocidad está presente, sino en todo el disco, al menos en la mayoría de las canciones que lo integran (vamos, que en este caso que nos concierne ni siquiera consideraron hacer una balada, algo que uno que otro “trve” que critica el que existan baladas en los discos de metal agradecerá).  Eso sí, se agradece que haya álbumes todavía en estos tiempos (donde parece que el Power Metal se diluye poco a poco en los álbumes de bandas que presumen de hacer este tipo de música) que apelen a la potencia y velocidad totales en su entereza (donde inclusive hasta tenemos blast beats como los del inicio explosivo de “Temple Of Evil”).  Claro, hay momentos para ciertas distinciones musicales, como es la hermosa pausa acústica antes del brillante y enloquecido solo de guitarra que nos ofrece “Beyond The Walls” (para mí uno de los highlights de esta placa), o el más melodioso creado para “Temple Of Evil”, que luego desata mayor aceleración en su segunda parte.

Eso sí, uno de los puntos más fuertes en este debut es el destacado trabajo de guitarra que el señor Greg Russell ha creado para cada canción, y no solamente me refiero al apartado de los solos, sino también a los riffs, donde tenemos desde propuestas graves y tralleras, hasta algunos más melódicos, como los que introducen la pieza “Intergalactic Onslaught”.  Hablando de los solos, estos presentan mucha elaboración, y uno que otro artilugio que se ha vuelto la carta de presentación para los renombrados Totman y Li (mismos que brillan más en la pieza final del disco, “Game Over”), aunque, eso sí, acá la producción hará que no tengan tanta preponderancia como ocurre en Dragonforce.  Quizás este punto podría desanimar a quienes son fans de los veloces británicos.

Otra cosa que les podría generar un tanto de miradas reacias por parte del gran público a estos norteamericanos es que el sonido de la batería es programado por el señor Russell.  Dígolo con conocimiento, dado que conozco gente que, después de haber escuchado un disco, poniendo como ejemplo el caso de “Axes Of The Universe” (2011), el explosivo debut de los instrumentales fineses Tiluland, arrugan la cara cuando les digo ese aspecto de la batería.  Claro, yo siento que la verdad en el caso de Quantum Twilight habría que pecar de muy quisquilloso para despreciarlos solamente por este asunto, dado que (al menos desde mi perspectiva, discúlpenme si no soy tan bueno para distinguir entre una batería real y una programada) no se siente tan artificial el trabajo de los tambores y platillos en este redondo.  Claro, ojalá logren integrar a un hombre detrás de los parches para que solventen esa falencia.

Donde sí debo recalcar que Quantum Twilight no solamente rescata, sino que hasta podría decirse que calca con buen tino el espíritu de Dragonforce es en la estructura de los estribillos, que suenan tan similar en cadencia y sentir a los de la aclamada banda europea.  Y eso que no he mencionado que el famoso “so far away” que caracteriza a estos veloces ingleses aparece un par de veces en las canciones de estos estadounidenses.

Finalmente, hablemos del arte de tapa, el cual me parece muy adecuado para la propuesta lírica de estos chicos, donde nos cantan sobre batallas que acontecen en el espacio sideral.  Sé que muchos no son muy fans de este tipo de arte digital, pero me parece que en esta ocasión el resultado final creado por Dan Goldsworthy es muy elegante (y lo digo sin traer al recuerdo de mi anterior reseña que un disco con portada donde los azules predominen captura mi vista y atención).

Si alguien se quejaba de que hacían falta más bandas que emulen o busquen tener como influencia el sonido de Dragonforce, pues Quantum Twilight nos trae una propuesta que se distingue del resto por el hecho de presentarnos en este debut un sonido no tan sobreproducido y que busque mayor naturalidad en su ejecución.  Claro, eso podría o no ser del agrado de mucha gente, y quizás siento que pudieron hallar un mayor equilibrio a nivel de producción para lograr un sonido más bien logrado, porque por ahí algún mal pensado podría decir que podría pasar como “un demo apócrifo de Dragonforce.  Pero, en fin, así inicia la historia de este dúo, al cual, reitero, ojalá se les una un batero (e inclusive más integrantes, digo, para que Greg Russell no tenga que jalar con toda la carga de ejecuciones instrumentales en estudio, donde él se encarga de guitarras, bajo, teclados y programación de batería).  Un debut correcto, con ciertos aspectos mejorables, que esperamos se dejen ver en un segundo álbum. Eso sí, aplaudo tanto el entusiasmo de este dúo (mismo que se hace manifiesto en cada canción) como el atrevimiento de trabajar en esta forma para su carta inicial de presentación. A esperar qué les depara el futuro.


QUANTUM TWILIGHT - Hypersonic Demolition

Basados en el estilo de Dragonforce (que, contrario a lo que algunos piensan, es un estilo no tan explorado, como por ejemplo, el que nos legó Rhapsody), Quantum Twilight apuesta con su primer disco a una sonoridad no tan sobreproducida que estoy seguro dará de qué hablar, tanto para bien como para mal..
8.2

Producción

7.5/10

Composición

8.5/10

Replay Value

8.5/10

Valoración Personal

8.2/10

Pros

  • Un disco totalmente cargado de velocidad. Ni una balada (que no es que sea malo, eso sí).
  • Nadie había buscado usar el estilo de Dragonforce sin que sea tan sobreproducido, y ellos lo han hecho acá
  • La voz de Jarred y los solos de guitarra son muy buenos

Cons

  • La producción en sí es mejorable. Podían seguir sonando naturales aún mejorando ese aspecto un tanto más.

Michael Prado

De Costa Rica para el mundo. Fan de la música DE VERDAD, hecha con sentimiento y verdadero amor al arte, sin importar el género, aunque debo admitir que doy amplia preferencia a lo que ha sido creado en Metal, Rock, música Celta, Clásica, soundtracks de Videojuegos, Electrónica y demás. Un abrazo y bendiciones para tod@s.