DREAM THEATER: Albums Ranked
Por Alejandro Melgar
UPDATE 25-10-2021: Agregado el más reciente álbum «A View from the Top of the World».
A esta altura nadie puede discutir el impacto que Dream Theater tuvo para la música progresiva, ayudando a gestar una corriente que tomaba elementos de la movida metalera de fines de los 80 como Metallica y Megadeth, con el virtuosismo, los desarrollos extensos y el dramatismo de bandas como Rush, Yes o Queensrÿche.
Hoy ordenamos de peor a mejor los 15 discos de estudio de Dream Theater en el episodio más extenso de Albums Ranked hasta la fecha. ¿Estás de acuerdo con la selección? ¡Háznoslo saber en los comentarios!
Anteriores Albums Ranked
#15. When Dream And Day Unite (1989)
Unos jóvenes estudiantes del laureado Berklee College of Music reúnen sus talentos innatos y dan los primeros pasos para la que sería una de las mayores bandas de Metal Progresivo de la historia. Era el comienzo de Dream Theater y su disco debut “When Dream And Day Unite” es un testimonio de una época aún turbulenta y de incertidumbre para el género. Un álbum que está a años luz con respecto a la calidad de trabajos posteriores, pero que resulta fundamental para entender el génesis y la importancia de todo lo que vino después.
Sería el único álbum junto al vocalista Charlie Dominici antes de la llegada de James LaBrie para el siguiente disco, y con el resto de los integrantes haciendo magia, el equipo de ensueño ya estaba pronto para presentarse al mundo en un trabajo discreto pero esencial, con una producción bastante precaria y canciones que al día de hoy no son tan memorables, pero nunca podrían prever todo el éxito que vendría en los años posteriores.
Calificación: 7.6 / 10
#14. The Astonishing (2016)
El segundo disco conceptual de Dream Theater se ha vuelto con los años una pídlora densa y difícil de tragar. Con una duración de más de 2 horas repartidas en dos discos, y una historia distópica y fantástica que tienes que seguir para no perderte y comprender la música, “The Astonishing” es un disco que cuesta revisitar. Admito que en su momento el álbum me encantaba y lo escuchaba muy seguido, pero el factor de replay value fue disminuyendo cada vez más al pasar el tiempo, llegando hoy en día a ser una placa que rara vez protagonice mis reproducciones.
La ambición de construir algo grandioso y atípico llevó a la banda a crear un concepto que trascendería lo musical, generando también una novela complementaria y hasta un videojuego, pero si evaluamos esta obra como un disco propio de Dream Theater, “The Astonishing” tiene pocos momentos de brillo y memorabilidad, perdidos en una Rock Opera de inmenso alcance, infinidad de movimientos y una historia atrapante pero bastante predecible. Podría decirse que este disco es solo para fans, pero más bien sería un álbum solo para fans en momentos precisos de su vida.
Calificación: 7.8 / 10
#13. Dream Theater (2013)
Se tardaron doce discos y casi 30 años, pero finalmente Dream Theater editó ese famoso álbum autotitulado que pretendió ser una declaración de principios y una manera de mostrarle al mundo “aquí estamos, esto somos”. Pero más allá de la intención clara, “Dream Theater” dista de ser el disco introductorio a mostrar para el curioso que quiera acercarse a la banda sin saber de qué trata su propuesta. Bajo una producción de John Petrucci que se apoyó mucho en la mezcla de Richard Chycki, el disco sufre de una sobresaturación y un sonido de batería bastante robótico que no permite apreciar las peripecias de Mike Mangini, ya afianzado totalmente a la banda.
Aún así hay algunas joyitas intachables en este álbum como el cierre con la épica “Illumination Theory”, que se ubica bien arriba en el podio de las larga duración de la banda, y otros momentos emotivos a destacar como la melancólica “The Bigger Picture” o la pesadita “The Enemy Inside”, en contradicción con otros elementos poco inspirados como la instrumental “Enigma Machine”.
Calificación: 8 / 10
#12. Systematic Chaos (2007)
Hay que entender que Dream Theater venía de un contexto muy prolífico y un backlog intachable de discos memorables, por lo que es comprensible que para 2007 y luego del mastodonte que fue “Octavarium”, las revoluciones bajaran un poco y las expectativas se moderaran en pos de una vara que había quedado demasiado alta. “Systematic Chaos” es el producto de este hype infinito que se había generado por la banda, esperando que cada disco resulte en una obra maestra, y desafortunadamente este no fue el caso.
Un álbum que se presenta lleno de momentos interesantes, contiene algunos de los temas más pesados del grupo (escuchar esa locura frenética que es “The Dark Eternal Night”), una épica espectacular con “In the Presence of Enemies” (con el sello una vez más metiendo sus narices y siendo molestamente dividida en dos partes), un ejercicio tremendamente emotivo y vivaz como es “The Ministry of Lost Souls”, y la versión más introspectiva y opethesca de la Suite de los 12 pasos de Mike Portnoy en “Repentance”. El resto del disco peca de intrascendente y poco memorable.
Calificación: 8.2 / 10
#11. A View From the Top of the World (2021)
“A View From the Top of the World” es un álbum complejo y difícil de tragar. No te va a llegar a la primera (y tal vez ni a la quinta o décima), pero representa una faceta ultra técnica que Dream Theater parece desesperada en demostrar. Tal vez para desviar la atención de una pobre y monótona perfomance de James LaBrie, o tal vez para mostrarnos que la química instrumental está intacta y más latente que nunca. Un disco técnico, pesado y lleno de momentos sublimes, pero que tampoco escalará demasiado alto en un ranking ni se volverá algo memorable a medida que pasen los años.
Si alguna vez Dream Theater nos miró desde la cima del mundo, la distancia y el tiempo nos están mostrando que la caída es inminente y que se necesita un drástico cambio de eventos para que no se vuelvan simplemente una escena de una memoria.
Calificación: 8.5 / 10
#10. Distance over Time (2019)
Tras el traspié que significó “The Astonishing” (2016) en términos de alcance y densidad, Dream Theater se redime ante sus fans y ante su propia esencia, entregando un disco directo, pesado y sin relleno, donde cada tema tiene su justificación y cada composición genera momentos memorables como no se veían desde hace muchos años. Los gigantes progresivos relegan virtuosismo en favor de formato canción, y dan en el clavo con una fórmula que recuerda a etapas emblemáticas de la banda, mostrándose ajustadísimos, melódicos y emotivos.
Un disco enfocado y de menos duración a lo que estamos habituados, situándose por debajo de la hora, y que contiene algunos temas memorables como la épica “At Wit’s End”, esa oda progresiva emocional que es “Barstool Warrior”, un rebaje espectacular con la segunda sección de “Fall into the Light” o el ejercicio de virtuosismo extremo que es “Pale Blue Dot”. Sin ir más lejos, es el disco que les devuelve la gloria y el que recuperará a los escépticos. Si Distancia / Tiempo = Velocidad, el nombre acierta en muchos niveles, porque se termina tan rápido que siempre te deja queriendo más.
Calificación: 8.6 / 10
#9. Black Clouds & Silver Linings (2009)
Los gigantes progresivos entregan para su placa número 10 un disco muy especial por varios motivos. Para empezar, poco se sabría en ese momento que este sería el último disco de la banda junto a Mike Portnoy antes de su partida repentina en 2010. Además en este disco se cerrarían muchos ciclos y se daría paso a una nueva etapa de la banda. Un álbum de pocas composiciones pero potentes, épicas y llenas de sentimiento, con algunos clásicos que serían eternos.
Para empezar, el tono gótico y oscuro llena de melancolía una composición como ‘A Nightmare to Remember’, un futuro clásico en donde el mismo Portnoy se anima a unas voces guturales por primera vez en su carrera; una hermosa y sentida balada como ‘Wither’, que sin saberlo se convertiría en el símbolo de la despedida del baterista; con ‘The Shattered Fortress’, Portnoy termina finalmente y de manera increíble su “12-Step Suite” comenzada años atrás en ‘Six Degrees of Inner Turbulence’ (2002); y un hermoso tema muy inspirado en Rush como es ‘The Best of Times’, dedicado al padre de Portnoy que falleció poco antes de editado el disco. Pero la verdadera cereza es ‘The Count of Tuscany’, un relato épico y macabro sobre un excéntrico viaje con un deselnace redentor que nos emociona en cada escucha.
Calificación: 8.7 / 10
#8. Falling Into Infinity (1997)
Posicionándonos en los turbulentos años 90, Dream Theater ya había probado la revitalización del género progresivo y se encontraban jugando en las grandes ligas luego de bombazos indiscutdios como “Images and Words” (1992) y “Awake” (1994), y la constante fluctuación de movimientos musicales que se gestaba por la época hicieron que la discográfica EastWest metiera demasiado sus narices en el proceso de composición y mezcla, resultando en un álbum disparejo y que no representa la visión que la banda tenía en ese entonces, optando por canciones de enfoque más radio-friendly.
Más allá de esto, no deja de ser un discazo con canciones que pasarían a la historia y que en más de una ocasión nos deja preguntando si las intervenciones del sello habrán sido o no correctas. Temas como “Peruvian Skies”, la balada de ensueño “Hollow Years”, el perfecto instrumental “Hell’s Kitchen” o las impecables épicas “Lines in the Sand” y “Trail of Tears” no hacen más que confirmarnos el talento indiscutido de estos músicos, siendo esta placa la única que contaría con los talentos del tecladista de background más rockstar, Derek Sherinian.
Calificación: 8.7 / 10
#7. Awake (1994)
Después de un mastodonte indispensable como fue “Images and Words” (1992), disco que abrió innumerables puertas para Dream Theater y los puso al frente de la movida progresiva, su sucesor tuvo la nada fácil tarea de estar a la altura, y para ello la banda puso fuerte énfasis en el aspecto metálico de su propuesta, logrando uno de sus discos más pesados y enfocados, que poco a poco se fue convirtiendo en favorito de los fans.
“Awake” sería el último disco junto al enigmático tecladista Kevin Moore, y su impronta se siente muy latente en maravillas como “6:00”, “Erotomania” y especialmente el cierre con esa joya melancólica y angustiante que es “Space-Dye Vest”. Temas como “Voices” o “Scarred” muestran el lado épico de la banda de gran manera, y otros como “Lifting Shadows Off A Dream”, “Lie” o “Innocence Faded” representan la faceta más comercial y directa, sin perder virtuosismo y complejidad. Un álbum muy completo para una banda que seguía en amplio crecimiento.
Calificación: 8.8 / 10
#6. A Dramatic Turn of Events (2011)
Como el disco que significó la prueba de fuego para la banda luego del alejamiento de su baterista fundador Mike Portnoy el año anterior, ‘A Dramatic Turn of Events’ tenía mucho que probar y aunque algunos escépticos y mentes cerradas digan lo contrario,estamos ante un disco fenomenal de Dream Theater, uno como no se veía en mucho tiempo. Y eso no es debido a la incorporación de Mike Mangini en la batería, ni a la producción que pasaría a cargo de John Petrucci en su totalidad. El gran motivo por el cual ADTOE funciona son lisa y llanamente las canciones. Sin buenas canciones no tienes nada, y por suerte este disco las tiene de sobra.
También es cierto y muchos argumentarán las similitudes en estructura y composición con cada una de las canciones de aquel intocable ‘Images and Words’ (1992), pero eso no deja de ser un dato anecdótico que no influye en la experiencia general y la gratificación que implica escuchar el disco de principio a fin. Temas como ‘Breaking All Illusions’, ‘Bridges in the Sky’ o la inmensamente prog ‘Outcry’ se convirtieron en nuevos clásicos épicos inamovibles, y baladas como ‘This is the Life’ y especialmente ‘Beneath the Surface’ ponen la piel de gallina y emocionan como nunca. Dream Theater tenía que probarse a sí mismo que podían salir victoriosos luego de un bajón tan grande, y sin duda salen ganando con este discazo.
Calificación: 9 / 10
#5. Octavarium (2005)
Los neoyorkinos seguían revolucionando el panonama progresivo con uno de sus discos más ambiciosos, esta vez centrándose en la númerología y en las referencias internas y externas para crear algo que necesita analizarse de la manera más minuciosa. Con ‘Octavarium’, Dream Theater lleva la obsesión por el detalle a niveles insospechados, en parte producto de los TOCs de Mike Portnoy que en esta ocasión se ponen a prueba en cada estrofa, cada efecto sonoro y cada círculo que se cierra. Los números 5 y 8 se encuentran presentes en todo momento en el disco, y las referencias son tantas queinvita a ser escuchado una y otra vez para descubrir cada detalle.
Muchos podrán declarar que varias de las canciones no son de las más inspiradas, sin embargo tenemos ‘The Root of All Evil’, que continúa la saga AA de Portnoy de manera soberbia, la demostración superlativa de técnica en ‘Panic Attack’, o la tragedia del 9/11 llevada a una canción hermosa y potente como ‘Sacrificed Sons’, pero todo palidece en comparación con el tema título; ‘Octavarium’ es una oda al Rock Progresivo en toda su magnitud, con infinidad de guiños y secretos escondidos, y un verdadero testamento a la longevidad y esencia de Dream Theater. Es en mi opinión, la mejor y más completa canción del grupo.
Calificación: 9.2 / 10
#4. Train of Thought (2003)
Casi dos años después de un álbum tan ambicioso y majestuoso como ‘Six Degrees of Inner Turbulence’ (2002), Dream Theater se puso en campaña para lanzar un disco con canciones que funcionaran muy bien en el ámbito de los shows en vivo. “Sabemos que hay muchas canciones que explotan en vivo. ¿Qué pasaría si tuvieramos todo un álbum lleno de ellas?”. Esta fue la premisa que la banda declaró al reunir las ideas para la construcción de ‘Train of Thought’, el disco más pesado, oscuro y riffero de Dream Theater hasta el momento.
Con canciones largas y extensas secciones de instrumentales llenas de solos y cambios de ritmo, la banda demuestra su poder interpretativo y compositivo en un disco que no te da respiro y entrega bombazo tras bombazo, lo cual pudo alejar a algunos puristas Prog que seguían buscando el sonido clásico, pero a la vez atrajo al público más metalero y sediento de canciones rápidas, hasta violentas. Himnos como ‘As I Am’, ‘This Dying Soul’ (clásico que continúa la “12-Step Suite” de Mike Portnoy), la gema preciosa ‘Endless Sacrifice’ (para muchos el punto de entrada a la banda), el excelso instrumental ‘Stream of Consciousness’ o el cierre épico por todo lo alto con ‘In the Name of God’, hacen de este disco uno fundamental, distinto, arriesgado y sobresaliente.
Calificación: 9.3 / 10
#3. Six Degrees of Inner Turbulence (2002)
Luego del impresionante y definitivo ‘Metropolis pt. 2: Scenes From A Memory’ (1999) la vara estaba muy alta para que el quinteto neoyorkino entregara un sucesor digno años más tarde. Pero los gigantes progresivos sorprendieron al mundo con su primer disco de estudio doble en la forma de ‘Six Degrees of Inner Turbulence’, un mastodóntico disco de metal progresivo donde Dream Theater se despacha con seis composiciones tan disímiles como imprescindibles, abarcando todo el espectro de la música por la que se hicieron famosos.
Lleno de momentos icónicos como el inicio de la “Twelve-step Suite” de Mike Portnoy con ‘The Glass Prison’ (saga de canciones temáticas que retratan la superación del alcoholismo del baterista) en uno de las canciones más pesadas de la banda hasta el momento, la emotiva y brillante ‘Misunderstood’, o el tema título que se convierte en la canción más larga en la historia de la banda (característica que se mantiene hasta hoy), con 42 minutos divididos en ocho tracks mostrando el lado más ambicioso y sinfónico del grupo. Sin dudas otro highlight en la carrera de Dream Theater, quienes continuaban haciendo historia y mostraban su mejor momento.
Calificación: 9.3 / 10
#2. Images And Words (1992)
Llegó el año 1992 y en una década liderada por los cambios en los paradigmas musicales, nadie pudo prever el éxito que Dream Theater y su reivindicación del Metal Progresivo tendrían en la escena mundial. Con su segundo álbum “Images and Words” y en particular el éxito que les dio su primer (y único) gran hit “Pull Me Under”, los titanes progresivos se comerían al mundo y daría inicio real una carrera fructífera y llena de genialidad.
Sin dudas un disco adelantado a su tiempo, “Images and Words” contiene algunos de los momentos más inspirados del quinteto, como estas joyas atemporales que son “Take the Time” o “Learning to Live”, la melancolía exquisita de Kevin Moore en “Wait for Sleep”, un James LaBrie entrando por la puerta alta con performances de ensueño en “Surrounded” o “Another Day”, el showcase de habilidades musicales por las nubes en esa explosión sonora que es “Metropolis Pt. 1: The Miracle and the Sleeper”, o la majestuosidad de una canción enorme como “Under A Glass Moon”. Un disco excelso que aún permanece en lo más alto del podio de una década de grandes cambios para el Metal.
Calificación: 9.8 / 10
#1. Metropolis Pt. 2: Scenes From A Memory (1999)
¿Y qué decir de esta obra maestra atemporal que no se haya dicho ya? Diré que no es solo mi álbum favorito de Dream Theater, sino que también es mi disco favorito de todos los tiempos, en la historia de la música, ever. Si eso no capta tu atención, estás en el artículo incorrecto. Tras un traspié a nivel creativo con “Falling Into Infinity” (1997), donde la disquera influyó mucho (demasiado) en el proceso de creación del álbum, resultando en un producto totalmente diferente a la visión que tenía la banda, Dream Theater no permitió que nada similar pasara con su sucesor, y así comenzó la construcción sin barreras de “Metropolis Pt. 2: Scenes From A Memory”, el pináculo creativo de la banda y un álbum que trascendería todos los límites de la música.
Como una secuela a aquella espectacular canción del “Images And Words” (1992), el disco es el primer álbum conceptual de Dream Theater, retratando una historia de amor, traición y tragedia que tiene lugar en dos épocas diferentes e incluye componentes intrigantes como la regresión a vidas pasadas y la vida después de la muerte, en un relato lleno de giros inesperados que te mantendrá tan enganchado como la música que se oye detrás. Es también el primer álbum junto a Jordan Rudess (quien ya tenía un background con DT y su proyecto paralelo instrumental, Liquid Tension Experiment), dotando de una excentricidad y pirotecnia más loca que la impronta solemne de Kevin Moore y el background más rockero de Derek Sherinian.
Dividido en dos actos bien diferenciados y con una duración de 77 minutos, “Metropolis pt. 2: Scenes From A Memory” está lleno de momentos memorables y no tiene ni un segundo de sobra, adquiriendo un instantáneo estatus de culto y convirtiéndose en favorito de los fans, quienes sabemos de memoria cada estrofa, cada lírica y cada cambio de ritmo de esta fabulosa construcción contemporánea. En mi historia sonora como ávido consumidor de música, he escuchado a esta altura miles de discos, y rara vez un álbum obtiene una calificación perfecta de 10 sobre 10. La cantidad de discos que se hicieron de este galardón no llega a la decena, ¿y qué creen? “Scenes From A Memory” no solo es un 10, sino que es el mejor 10 de todos los 10. Ahí lo tienen.
Genial Review, de acuerdo con tu listado.
Puedo discrepar con el orden, pero estoy al 100% en el puesto número 1, pero además en toda la descripción que das. En la perfección perfecta, el mejor disco que he oído en mi vida, y peino muchas canas ya. Curiosamente fue el primer disco completo que oi de la banda, que llegó a mis manos al poco de salir a la venta. Mi cara de asombro al escucharlo… Sólo puedo sentir envidia sana de quien se tope con ese disco por primera vez, y rememorar todo lo que me hizo sentir….
Gracias por tu comentario y por compartir tan linda anécdota, Pablo! Sin dudas es un disco que marcó a varias generaciones y por eso sigue siendo hasta el día de hoy mi disco favorito de toda la historia!
Awake es muchísimo mejor que TOT, que Octavarium, y sin mencionar la porquería con Mangini de ADTOE. Awake debería ser el 3er mejor álbum (y aún así peleándole el 2do puesto a IAW)
Yo no diría que ADTOE es una «porquería». Para mí es un discazo fenomenal que es injustamente menospreciado. Aparte, es el gusto personal de Alejandro, y es algo que, guste o no, debería ser respetado (si es que buscas que también se respete tu punto de vista, pues yo creo que ya es suficiente de creer que la opición personal de uno es la verdad absoluta).
Totalmente de acuerdo
Como dijo otro por ahí, quizás no estoy de acuerdo con algunos lugares de la lista pero el 1 sin duda es para Scenes, el disco que me mostró lo que era DT y el que asocié a primera escucha con Dark Side of the Moon por complejidad y emocionalidad. Excelente artículo.
¡Muchas gracias por tu comentario Daniel! Sin dudas fue un disco que revolucionó el Metal Progresivo y un pilar del género. ¡Gracias por leer!
Awake en el 7, hermano!! En el 7!! Por qué!!?
Hola, muy abajo el awake en mi opinión