WHITE STONES del bajista de OPETH MARTIN MENDEZ lanzará el álbum ‘Dancing Into Oblivion’

Como bajista de las leyendas del prog OPETH, Martín Méndez ha ganado popularidad mundial y ahora regresa con otro virtuoso triturador de death metal que captura el miedo, la pérdida de control y la desesperación del encierro en ocho nuevas pistas. Para «Dancing Into Oblivion«, su proyecto WHITE STONES va más allá en el camino del metal extremo progresivo con gruñidos inquietantes, intermezzi inducidos por el jazz y un increíble nivel de perfección técnica.

WHITE STONES ha revelado su primer videoclip de la canción «Chain Of Command«. Influenciada por John Coltrane y Wilbur Harden, la pista permite que múltiples géneros coexistan y armonicen entre sí mientras crean una amenazante atmósfera de metal extremo de miedo y aislamiento: la banda sonora perfecta para bloquear.

«Dancing Into Oblivion» se lanzará en CD, vinilo (transparente y jaspeado en negro/rojo) y en formato digital.

WHITE STONESDancing Into Oblivion

«Dancing Into Oblivion» tracklist:

  1. La Menace
  2. New Age Of Dark
  3. Chain Of Command
  4. Iron Titans
  5. Woven Dream
  6. To Lie Or To Die
  7. Freedom In Captivity
  8. Acacia

Cuando WHITE STONES lanzó «Kuarahy«, se convirtieron en la primera banda española en firmar con Nuclear Blast Records, consolidando su primer álbum como un hito sin precedentes. Ahora, con «Dancing Into Oblivion«, la banda regresa con un sonido más compacto, después de haber trabajado duro asegurando la máxima atención a cada detalle para un resultado que es incluso mejor que el primer disco.

Los temas tratados en este segundo disco se basan en los sentimientos que el propio Martín afirma haber vivido durante el encierro impuesto por la pandemia del COVID-19.

«Comencé muy tranquilo en marzo cuando ‘Kuarahy‘ fue liberado y comenzó el encierro», dice. «Escribí el nuevo disco y fluyó muy bien. Es mi punto de vista, de los sentimientos que tuve durante el período de bloqueo, en este año extraño. Aproveché el momento y me siento emocionado por ello».

Los altibajos emocionales que genera una situación como esta quedan reflejados en este registro. Como dice Méndez:

«Es una mezcla de sentimientos durante el encierro, sentimientos que van del miedo a la incertidumbre, además de pasar por la confusión cuando no sabes del futuro y sientes casi como si el tiempo se hubiera detenido. el último que regresará al trabajo y no tenemos señales de un regreso más temprano, lo que genera una gran incertidumbre. Tengo una familia y tengo que cuidarlos. Esta situación crea una sensación de incomodidad que puedo sentir en el álbum», confiesa, y agrega que «de lo contrario, ha sido agradable tener tanto tiempo en casa con la familia y esos pequeños y tranquilos momentos también están en la música. He optado por incluir algunos interludios entre las canciones por lo que hay un mayor contraste y hace que sea más fácil apreciar los diferentes sentimientos a lo largo».

Los elementos musicales más destacados de este nuevo disco son los géneros dispares que logran convivir. Hay un elemento de agresión, que se puede ver asomando la cabeza en un frenesí instrumental, así como delicados y suaves entresijos que desarrollan una atmósfera que envuelve al oyente. Hay distintas dinámicas entre las canciones, con interludios que permiten a los que escuchan tomar un respiro y apreciar lo que están escuchando.

Al describir el tipo de música, Martín dice:

«Es difícil definir el estilo de este álbum. No me gusta etiquetar la música. Esto es metal para mí. Tiene elementos de mi interpretación del death metal pero tiene otros, influencias conscientes de otros géneros también. Me muestra como músico y muestra mi gusto musical dentro de la inquietud de intentar hacer algo diferente».

Méndez recuerda el proceso de escritura de este disco:

«La primera [canción] que escribí fue ‘Chain Of Command‘, donde tuve la idea de escribir canciones más atrevidas que en el disco anterior donde me restringí y no quise tocar algo demasiado técnico, solo quería crear algo que fuera más agradable para el oído. En este, quería hacer algo un poco más elaborado y técnico, musicalmente, para agregar algo de color. La primera influencia que tuve para ‘Chain Of Command‘ fue de un álbum de John Coltrane y Wilbur Harden, mientras que en ‘New Age Of Dark‘ la influencia vino al escuchar a DEICIDE, por lo que las influencias son realmente muy variadas en este disco». Algo que la banda buscaba deliberadamente en este álbum era brevedad. El vocalista Eloi Boucherie afirma cómo él y Méndez piensan: «Es mejor un disco que quieras volver a escuchar que un disco que quieras terminar antes de que acabe», luego «te deja con ganas de más».

El proceso de escritura de «Dancing Into Oblivion» ha sido bastante similar al anterior «Kuarahy» pero con algunos cambios claros. Martín compuso todos los instrumentales del disco pero, como él mismo dice:

«He dejado secciones abiertas a la interpretación de cada uno de los otros músicos, tanto en la batería como en la voz. Eloi escribió la letra esta vez y nosotros luego los trabajé juntos mientras trabajaban las partes vocales para obtener el resultado final en el estudio».

WHITE STONES vuelve a grabar en Farm Of Sounds Studios (Barcelona), propiedad de su cantante Eloi. Quedaron satisfechos con el sonido de «Kuarahy» y la experiencia de la grabación de ese disco y la comodidad de hacer todo con sus propias herramientas lo hizo todo más fácil.

«Todo ha sido ‘casero’ porque es una forma de trabajar y una filosofía que me gusta. Tienes más control y puedes hacer valer mejor tus ideas», Méndez -quien también creó la portada de «Dancing Into Oblivion» junto a Sandra, su socio durante muchos años – explica.

La mezcla final y masterización de este segundo disco la hizo Jaime Gómez Arellano en Orgone Studios (Reino Unido) porque la banda estaba más que satisfecha con el trabajo que hizo en «Kuarahy» y querían repetir esa gran experiencia. Eloi, como cantante y también el tipo que grabó la música enviada a Orgone Studios, reconoce que:

«la grabación tuvo más experiencia y una mejor calidad de sonido porque tomamos mejores decisiones durante la preproducción gracias a un mayor nivel de autoconciencia de nosotros mismos como banda. Jaime también nos conocía mejor, así que eso simplificó el proceso y, a su vez, ayudó a que ‘Dancing Into Oblivion‘ fuera lo mejor posible».

El cartel se ha reforzado con la participación del polifacético Joan Carles Marí Tur a la batería (que también toca en otras bandas como FACE THE MAYBE). Los solos de guitarra fueron obra de Joao Sassetti (que ya formaba parte de la formación de gira de WHITE STONES). Sassetti vive en Portugal y no podía estar en el estudio de Barcelona, ​​así que grabó sus solos y los envió digitalmente para integrarlos en las canciones finales. La grabación de los instrumentos ha sido más orgánica y como dice Boucherie, «El sonido original se ha conservado tanto como ha sido posible en todos y cada uno de los elementos» y ha aportado un toque natural/crudo para «Dancing Into Oblivion» al igual que la banda. había esperado y esperado.

WHITE STONES es:
Martín Méndez – Bajo, Guitarras
Joao Sasseti – Solos de guitarra
Eloi Boucherie – Voz
Joan Carles Marí Tur – Batería

Carlos Castillo

Metalhead a morir, coleccionista de discos, me encanta ver deportes, series, películas; Informático de profesión, entusiasta y aprendiz de Diseño e Inglés.