Review Clásico: SHADOWSTRIKE 🇺🇸 – Legends Of Human Spirit (2019)
Por Michael Prado
Hay algo que he notado en mis años de andanza escuchando el bello género del Metal, y yéndonos a lo que es la propuesta de Power Metal que se hace en Estados Unidos de América, pues tenemos la particularidad de que resulta ser una auténtica lotería lo que tenemos acá. A como puedes encontrar discos que son realmente desilusionantes en varios (o todos los) aspectos, puedes hallar joyas que uno no se explica cómo no llegan a tener mayor relevancia en el mundo del arte. En este respecto hoy quisiera rescatar a través de esta reseña, sobre todo con el fin de que más gente lo conozca, al álbum debut de la banda neoyorquina ShadowStrike, misma que le reseñamos hace un par de semanas su reciente EP “Fables And Folklore” (ACÁ puedes leer la reseña respectiva).
Como dijimos en la anterior reseña, el grupo inició con un demo de nombre “Push Start” en el 2012, con un Power Metal lleno de influencia Chiptune (sonidos clásicos de los videojuegos Old-School), llegando a tener en su EP debut “Infinite Power” (2014) un sonido que los haría muy cercanos a lo visto en Dragonforce. Así, pasaron 5 años y esta agrupación, conformada en ese entonces por el cantante y guitarrista Matt Krais, su hermano y bajista Jon Krais, el también guitarrista Sean Walls, el tecladista Ryan Patane y el batero Alex Coughlin (miembro del grupo hasta ese año), pone en el mercado su primer LP, en el cual, no contentos con la velocidad extrema en sus composiciones, quisieron ir más allá, añadiendo una cuota verdaderamente sublime de orquestaciones que harán el deleite de quienes amen la mezcla del Power Metal con esas composiciones dignas de ser interpretadas en teatros bien encopetados. Dicho LP lleva el interesante nombre de “Legends Of Human Spirit”, mismo que para su servidor fue parte de lo mejor que tuvimos hace 2 años al momento de escribir esta reseña (ocupando la novena posición en mi top 10).
La banda no quiere dejar cuestión ninguna respecto a su propuesta y desde la tremenda inicial “Heart For Yearning Journey” nos brindan una dosis nutrida de manera espectacular de velocidad y melodía que nos lleva en un viaje sublime y épico, en donde la voz de Matt Krais se funde con la interpretación de una voz soprano al llegar el estribillo (donde Matt apela aparte a tesituras más líricas, acrecentando la epicidad). El virtuosismo de los instrumentistas quedará más que manifiesto al llegar el trepidante segmento instrumental. En términos generales, una pieza perfecta para iniciar esta travesía energizada.
Posteriormente a tan tremendo arranque nos espera un breve interludio de minuto y medio intitulado “Ascension”, que nos va introduciendo a la historia que nos narra este álbum.
“Fly With Me” prosigue el viaje majestuoso con una dosis que no baja en lo absoluto las revoluciones, sino que les adiciona pasajes de teclado que adornará bastante bien la travesía (eso sí, los sonidos altos de “campanitas” podrían echar para atrás a algunos escépticos). Otra gran virtud que podemos comentarle a este número es que su estribillo es guerrero y pegadizo in extremis. De nuevo el esplendor del talento que poseen Matt Krais y Sean Walls con las guitarras y Ryan Patane al teclado se hacen sentir (sobre todo por parte del último, nada extraño siendo éste el creador de esta pieza) en el duelo de solos que tanto esperamos los melómanos.
Ahora llega turno para un número más enfocado en las guitarras y un sonido heavy como lo es “Fields Of Valour”, en donde la atmósfera deja un tanto ese espíritu alegre y motivado para volverse más retador y digno de presentar un campo de batalla, cosas que tanto los instrumentos como la exquisita interpretación vocal de Matt nos hacen sentir en cada segundo de esta espectacular pieza, donde pusieron todo su esfuerzo para que el dúo de 6 cuerdas sea más frontal de lo que hemos visto hasta este momento, siempre sin perder el sentido de epicidad y grandilocuencia.
Este disco tiene la característica de que varias de sus piezas son de relativamente larga duración, superando los 7 minutos, y “The Fiery Seas And Icy Winds” no escapa a este detalle, sobrepasando los 8 minutos, mismos que afortunadamente serán de amplio disfrute y sentiremos que se nos pasarán veloz, no siendo específicamente por el alto octanaje que el grupo hace manifiesto en sus composiciones, sino porque, en definitiva, cuando disfrutas algo pues el tiempo se pasa veloz. Debo acotar que esta pieza podría ser la más cercana a un propósito más progresivo que las anteriores, sin dejar en lo absoluto archivada la intención de alcanzar velocidades que nos fundirán el cuello al intentar seguirlas en nuestro headbanging. No perdamos detalle en la magnífica labor en las voces de Matt, que de forma indiscutible es parte de los más destacados elementos que presenta el grupo, y también en las maravillas que Ryan Patane logra con su teclado (nada que envidiarles a maestros de años en estos menesteres, como Alex Staropoli o Jens Johansson). Y la parte instrumental en esta pieza… ¡Dios, de lo mejor! Creo que nada más quienes se quejen del exceso de virtuosismo en un grupo saldrán vomitando arcoíris, jejeje.
Bueno, de una pieza “extensa” pasamos a otra similar, pero esta vez con un inicio más pausado (vamos, que nuestros cuellos no son de acero). “Where Sleeping Gods Await” recopila el sentir épico que bandas han ido gestando en sus obras desde que en 1987 hiciera su majestuosa aparición en los aparadores el legendario “Keeper Of The Seven Keys Part I” de nuestros amados Helloween. Un comienzo de sentir plenamente medieval quizás algo extendido (minuto y medio se llevaron en eso) para que, posteriormente a ello, voces de soprano en medio de un ambiente cargado de la potencia y velocidad melodiosos y una coral masculina nos den paso al lado más metalero de la pieza, donde nuevamente agarra el protagonismo vocal Matt Krais, cuyas estrofas son acuerpadas de manera sólida por la misma coral (¿no te gusta lo épico? ¡toma tres tazas de epicidad!, les dirían estos chicos a sus detractores -si los hubiera-). Quizás estamos ante los momentos más inmaculadamente grandilocuentes que el grupo ha labrado en este disco, si no fuera porque todavía queda senda por transitar y hay más qué destacar al respecto. ¡Y esperen! Que hay oportunidad para que hasta un saxofón tenga su parte en esta pieza. ¡Carajo, estos músicos quieren de veras comerse al mundo con su propuesta! ¡ESTO ES LO QUE NECESITA EL MUNDO ARTÍSTICO, GENTE QUE SE LA CREA COMO ELLOS!
¡Qué tramposos son estos neoyorquinos! Cuando todo parecía que nos adentraríamos a un número más calmo, “Forever As One” nos choca de frente y nos pasa el ferrocarril por encima con otra dosis electrizante, magna, poderosa y abrumadora de música trepidante en velocidad, mística, melodía y fantasía a tope. El canto épico de Matt Krais será inevitable de seguir (ese sentimiento no te lo da hoy día cualquier cantante, en especial cuando hace esos cambios a tono lírico tan repentinos). Y ni hablar nuevamente de la parte instrumental, todo un goce de notas conjuntadas en armonías preciosas. Es lo que, por ejemplo, algunos desearíamos que fuera el sonido actual de Rhapsody Of Fire (sobre todo si no hemos quedado a gusto con los singles que nos preparan a su futuro lanzamiento discográfico).
Cuando una pieza inicia con sonidos ambientales algo tétricos, uno piensa que debe prepararse para temer lo peor a nuestro alrededor, pero con estos chicos no hay nada qué temer, puesto que “Voice In The Night” resulta ser un número musical que destila epicidad como una luz en medio de las tinieblas. Otra vez hay que decirlo, y sonaré a disco rayado, pero Matt Krais gana tremendo puntaje con su magnífico performance una vez más, en especial en el estribillo donde demuestra que podría haber sido perfectamente tomado en cuenta cuando Rhapsody andaba buscando sustituto a Fabio Lione posterior a su salida. Claro, los instrumentistas tampoco quieren sentirse menos, y cuando llega su turno, nos regalan nuevamente su porción de derroche talentoso que extasiará a los fans de la melodía y empachará a los que buscan más rudeza en el arte. Mas no contentos con todo esto, de nuevo hace aparición una coral imponente entonando unas estrofas rebosantes de epicidad. El que dude sobre la epicidad de estos artistas, pues no sé qué más querrá.
Hasta ahora no habíamos tenido sonidos de teclado con intención más “modernista”, por así decirlo, y dicho ingrediente llega a “A Dream Of Stars”, afortunadamente sin empañar en lo absoluto el viaje, sino más bien como un agregado bien apropiado para esta canción en específico, que no pierde el sentir aventurero y desafiante, mismo que se refleja de manera extasiante en el epiquísimo estribillo (quizás el más espectacular del álbum). No cabe duda que Ryan y Matt se complementaron bastante bien a la hora de elaborar esta pieza, que otra vez presumirá de alto virtuosismo en los solos de guitarras y teclado.
Para nadie es un secreto que tanto la canción inicial como la de conclusión son puntos sumamente importantes de un disco, y bien, estos estadounidenses decidieron dejar la canción más larga y ambiciosa del álbum, intitulada “Gales Of Winter”, como décima y final pieza, donde, al que no le quede energías, pues que vaya a ver de dónde las saca, porque si hemos tenido velocidades incendiarias a lo largo del disco, en este número alcanzarán magnitudes que volverán locos a la mayoría de músicos en este planeta. La verdad veo humanamente dificilísimo interpretar esta pieza en vivo, inclusive más que piezas de Dragonforce tachadas de ser “imposibles de ejecutar” (como la popular “Through The Fire And The Flames”), especialmente para el baterista Alex Coughlin (en ese entonces), quien ha sido de los que más se le ha demandado en este viaje impresionante. La interpretación vocal de Matt será corta pero imponente, dado que el momento instrumental será el que se lleve el protagonismo a partir del minuto 5, donde empieza una parte muy heavy y desenfadada por parte de los guitarras Matt y Sean Walls (creadores de la musicalización de este número de 10 minutos y 14 segundos), que luego se torna más melodiosa, pasando a una parte de teclados que luego se transforma en bestiales blast beats por parte de Alex y de vuelta a melodías abundantes que salen de las 6 cuerdas tanto de Matt como de Sean, hasta que al faltar 2 minutos para el final nuestro cantante retoma la senda del fenomenal estribillo, para finamente construir un epílogo que es un tremendo clímax auditivo con el cual dan cierre al álbum en su versión para este lado del mundo.
Digo “para este lado del mundo” porque sí, NUEVAMENTE tenemos esa INJUSTA (a mi criterio) jugarreta de darles a los amigos de Japón un bonus track, que en esta ocasión es “Live For Fight!”, que resulta siendo una pieza más sencilla en su estructura, pero siempre apantallante por la velocidad y virtuosismo de los 5 integrantes de la agrupación. Dichosos los nipones que pueden disfrutarla, mientras los mortales de este lado del mundo deberemos gastar de más para importar esa versión del disco nada más para eso.
Del lado de la producción debemos decir que los elogios no alcanzan para hablar sobre la labor tan encomiable que lograron en este respecto Linus Corneliusson y Jens Bogren en los estudios Fascination Street para lograr un sonido que le brinde una vida y magnitud tan brillantes a este álbum, algo que enaltece sobremanera cada una de las composiciones del mismo. Cuesta hallar álbums debut que suenen tan bien trabajados.
Lo dije cuando salió este disco en el 2019 y lo sostengo: ShadowStrike a partir de este álbum decidió dar un salto impresionante en cuanto a calidad musical en su propuesta se refiere, sobre todo si lo comparamos con sus 2 trabajos anteriores. Y sí, no están reinventando la rueda ni mucho menos, pero cuando lo que buscas es una experiencia espectacular, creo que ellos cumplen y con creces. Tienen todo en sus manos para seguir creciendo y convertirse en otro gran referente del Power Metal, no solamente en su país de origen (donde, por cierto, rompen el estereotipo de cómo debe ser el Power Metal labrado en esas tierras, yéndose más por la senda creada en Italia, que prioriza el sonido de las orquestaciones y el sentimiento épico) sino en el mundo entero. El cielo es el límite para estos chicos. Ya demostraron este 2021 con el lindo EP “Fables And Folklore” que son capaces de seguir generando arte de gran calidad, y esperamos lo mejor de lo mejor por su parte de cara al futuro.
Dios, ¿cuántas veces dije la palabra “épico” en esta reseña?
Sello: Autoeditado
Lanzamiento: 12 de Julio, 2019
Género: Symphonic Speed/Power Metal
«Legends Of Human Spirit» track-listing: