Review Clásico: AYREON – 01011001 (2008)

Por Alejandro Melgar

¿Cómo se sigue después de una obra maestra insuperable? Esa es la pregunta que debió hacerse Arjen Anthony Lucassen cuando llegó el momento de pensar en el sucesor de “The Human Equation” (2004), el disco que pare muchos (incluyéndome) implica el momento cúlmine de Ayreon y es una joya que se ganó un lugar entre los álbumes más grandes de Rock Progresivo de la historia. La vara estaba muy alta y las expectativas por las nubes, pero si hay alguien que pude salir victorioso ante esta difícil situación, ese es Arjen. Un genio contemporáneo y una máquina de generar relatos increíbles interpretados por un sinfín de personalidades fuertes de la escena que dan vida a composiciones inigualables.

Pasaron casi cuatro años del lanzamiento de tan impresionante trabajo y los Ayrenoautas volvimos a tener entre nosotros una nueva joya. Con el peculiar título de 01011001” (explicaremos el porqué en un momento) y como es costumbre en el universo de Lucassen, ve la luz un álbum doble con más de una hora y media de música, en donde nada sobra y la ambición es infinita. Un disco que significó un quiebre en la manera de trabajar de Arjen, apostando cada vez aún más a lo grandioso y a lo inalcanzable, logrando generar otra obra que sobrevive el paso del tiempo con una gracia remarcable.

Esta vez la trama vuelve a girar fuertemenete entorno a la ciencia ficción y al universo ficticio creado por el maestro Lucassen, volviendo a la historia que se originó en aquel lejano debut ‘The Final Experiment’ (1995), pero con una ambición y un nivel de detalle que van mucho más allá de todo lo generado hasta el momento. Para que se hagan una idea, si ese nombre les genera curiosidad, la representación en binario del valor “01011001” en la tabla ASCII (código estándar de caracteres universal) da como resultado la letra “Y”, y el “Planeta Y” juega un papel fundamental en toda esta historia, siendo el lugar de origen de los llamados ‘Forever’, seres actuáticos estelares y protagonistas de este relato. No vamos a entrar en detalles pero la trama entremezcla situaciones que involucran la llegada de estas criaturas a la Tierra hace millones de años, con historias cotidianas de gente común y sus vínculos tangibles con estos seres fantásticos. ¿Intrincado, no? Así le gusta a Arjen y así nos gusta a nosotros los nerds espaciales que buscamos satisfacer nuestra cuota de ciencia ficción a través de un buen disco de Prog Rock.

El elenco de estrellas invitadas es siempre uno de los platos fuertes en cada lanzamiento de Ayreon, y para este disco se cuenta con una de las mejores alineaciones hasta la fecha, pudiendo convocar un sinfín de vocalistas de renombre que además se encontraban en su mejor momento. Podemos citar a Bob Catley (Magnum, Avantasia), Tom S. Englund (Evergrey), Anneke van Giersbergen, Daniel Gildenlöw (Pain of Salvation), Floor Jansen (ex-After Forever, futura Nightwish), Hansi Kürsch (Blind Guardian), Jorn Lande (ex-Masterplan, Avantasia), Jonas Renkse (Katatonia) y Simone Simons (Epica), entre otros. Sin dudas una lista que hará suspirar a todos los metaleros melódicos del mundo entero, asegurándose un equipo ganador desde el primer momento.

Si bien un desfile de vocalistas de primer nivel garantiza gran parte del partido ganado, todo estaría perdido si esto no fuera respaldado por un material de calidad con el que lucirse. Y acá es donde01011001” sale ganando por goleada: las quince canciones que componen el disco están dentro de lo mejor que ha dado el holandés, y la duración extendida de la placa permite que los temas se desarollen en grandes extensiones, generando climas épicos y autocontenidos en todo momento. Esto queda claro desde el vamos con la imponente Age of Shadows’, un testamento a la épica progresiva sci-fi, que con sus más de 10 minutos de duración sirve de introducción a la historia y a los personajes, con casi todos los vocalistas haciendo aparición y teniendo un momento para brillar y romper todos los esquemas. Un arranque por todo lo alto que nos anticipa una placa superlativa.

La cosa se pone introspectiva con ‘Comatose’, track que a esta altura podemos considerar un gran clásico, con un dueto antológico entre Anneke y Jorn Lande que nos pone los pelos de punta. Atmosférico, teatral y sombrío, un perfecto prefacio macabro para lo que vendría. Un riff bien pesado y mala onda protagoniza la espectacular ‘Liquid Eternity’, y mientras los versos van generando un clima etéreo y ambiental, el estribillo explota con una emoción y una fuerza pocas veces vista, logrando hacerte cabecear en cada quiebre. Ocho de los vocalistas participan en esta rendición de cuentas progresivas que nos lleva hacia el más allá. Interpretaciones impecables y emocionales, riffs bien gancheros y pesados y el sello de Ayreon generando climas espaciales son algunas de las mejores características de esta gran canción. ‘Connect the Dots’ nos lleva a la Tierra y a esas pequeñas conexiones con el más allá, donde los humanos comienzan a despertar y se nos pinta un panorama de relajación en una fuerte canción de Rock bastante directa y sin vueltas, donde los vocalistas protagonistas esta vez serán Ty Tabor (King’s X) y el propio Arjen Lucassen.

Beneath the Waves’ es otro de esos temazos que nos quedaría en el recuerdo para siempre, otra épica compuesta de 5 partes y donde muchos de los vocalistas se lucen ampliamente. Gildenlöw con su característico tono emocional y sentido, Catley con su portentosa voz de leyenda del Rock narrativo, la dulzura de Anneke iluminando cualquier ambiente sonoro, la introspección de Steve Lee (Gotthard), la potencia inhumana de Jorn Lande derribando todo cual topadora vocal sin frenos, un enorme Hansi Kürsch al que se le unen varios vocalistas más en un estribillo ensordecedor, y en el fondo por ahí está Floor Jansen adornando con su versatilidad una explosión de sonidos y matices. Todo en este tema es perfecto y debe ser venerado hasta el fin de los tiempos, o sucumbiremos ante el meteorito de la Quinta Extinción. Bueno, me estoy adelantando…

Con una duración similar de casi ocho minutos, ‘Newborn Race’ contrasta con la canción anterior con un arranque a pura guitarra acústica con un Gildenlöw luciéndose ampliamente y Floor entonando las estrofas con su registro más dulce. La cosa avanza y se pone pesada, solos de guitarra psicodélicos (de la mano de Lori Linstruth, invitada especial y colaboradora de Arjen en múltiples ocasiones), la estruendosa batería de Ed Warby, y la vasta inmensidad del espacio cobrando vida ante nuestros oídos, todo con un saborcito a Folk Metal que le da el toque perfecto. ¿Podrá ser que estemos ante otro clásico sin dejarnos respiro del anterior? Sí, es posible, otro temazo con muchas partes, idas y vueltas, cambios inesperados, lo tiene todo.

Y para no aflojar en el ritmo trepidante y en la avalancha de clásicos, llega el single ‘Ride the Comet’, otra demostración de poder breve, concisa y totalmente pegajosa, guiada por un repiqueteo de batería incesante, versos intrigantes y un estribillo que rompe todo y nos hace gritar a los cuatro vientos, con especial énfasis en la fuerza que le pone la debutante ayreonauta Magali Luyten, vocalista belga que dará que hablar más adelante como parte del Ayreon Universe. Mucha garra y ovarios. Y mientras vamos terminando el primer CD, calmamos un poco las revoluciones mientras se da paso a la única participación de la exquisita Simone Simons en el álbum, en una balada muy dulce como es ‘Web of Lies’ . Representando un intercambio por cartas entre dos personas, Simone hace dueto con el neoyorkino Phideaux Xavier en una hermosa y breve canción que nos prepara para la segunda parte mientras nos hacemos un tecito.

El segundo CD también arranca con una épica de más de 10 minutos y todo un desfile de emociones, ‘The Fifth Extinction’ la rompe toda, desde su arranque etéreo y psicodélico en donde se destaca la amorosa performance de Anneke y la solemne presencia vocal de Jorn en modo introspectivo, hasta su quiebre totalmente pesado y ‘headbangeador’ que llega en su segunda parte, con un riff entrecortado que si no te hace cabecear es porque tenés problemas en el cuello. El clásico estribillo que arranca con “in the world of tomorrow dreams…” nos hace levantar el celular prendido y mover los brazos al unísono desde una platea imaginaria en el estadio de la vida, y por si fuera poco aparece sorpresivamente un solo bien enfermo de teclado de la mano de Derek Sherinian (ex-Dream Theater, futuro Sons of Apollo) que nos deja la mente echando humo. Secciones instrumentales extendidas que pasan por todos los estilos: Folk, Heavy, música clásica, un sinfín de referencias musicales que nos vuelven a dejar extasiados.

La viajadora ‘Waking Dreams’ supone el absoluto momento de brillo para el inmenso Jonas Renkse, si no fuera por los efectos ambientales en forma de sonidos espaciales y clásicos ruiditos ayreonautas, podríamos decir que estamos ante un tema de Katatonia, especialmente en su última etapa más Prog y melancólica. Esto hasta que aparece Anneke a impregnar de amor un estribillo de ensueño. Y otra aparición sorpresa: un intrigante y bizarro solo virtuoso de sintetizador de la mano de Tomas Bodin, quien supo ser el emblemático tecladista de The Flower Kings hasta 2015. En definitiva, si lo que estás preguntándote (además de cuándo se va a terminar esta reseña) es si estamos ante otro temazo: la respuesta es sí. Una joya tras otra.

En un tono más “folk hippie” sabemos que se viene otra participación vocal del Sr. Lucassen, vislumbrado en la agradable ‘The Truth is in Here’, otra canción con potencial de single radial donde no nos podemos sacar esa melodía pegadiza de la cabeza. Aquí también aparece la desconocida vocalista Liselotte Hegt, de la banda holandesa Dial (donde también está Kristoffer Gildenlöw, hermano de Daniel). Luego llega ‘Unnatural Selection’, otro de esos ejercicios bien pesaditos, donde se destaca la participación de la bestia de Tom Englund, el vocalista de Evergrey posee una potencia vocal que eleva cualquier canción a otros límites. Es una gran canción pero si vamos a lo global, palidece en comparación contra todos los clásicos que encontramos a lo largo del álbum. Y en otra de las breves canciones encontramos uno de los mejores ejemplos del folk más bombástico: con claras reminiscencias a ‘The Human Equation’, la increíble ‘River of Time’ nos muestra a un Hansi Kürsch haciendo lo que mejor sabe dotando de grandeza la hermosa canción en un perfecto dueto con Bob Catley, mostrando como dos leyendas de la música fantástica se unen para dar vida a un himno de taberna antológico.

Otra bellísima y potente incursión llega de la mano de ‘E = mc2’, donde la famosa ecuación de Einstein cobra vida ante nuestros oídos, y lo curioso de este tema es que las vocales están a cargo de dos desconocidos: las estrellas del pop holandés Wudstik y Marjan Welman, que hacen un gran trabajo con mucha carga emocional. Es admirable ver como Lucassen le da un papel protagónico a estos artistas de los que seguramente nunca sentiste nombrar, aún teniendo tantos grandes nombres en la nómina del disco. La canción es alegre, armoniosa y con un estribillo épico y emocional. Por si no fuera poco, la cereza del postre es un magnífico solo de guitarra del legendario Michael Romeo (Symphony X), que aporta todo su virtuosismo y destreza para cerrar la canción de la mejor forma. El cierre viene dado por la canción más larga del disco, y como decimos en mi país, acá “tiraron toda la carne al asador”, ya que ‘The Sixth Extinction’ representa todo lo mejor del álbum en un combo magnificente, donde casi todos los vocalistas hacen su aparición (¡incluídos unos guturales de ultratumba del mismísimo Jonas Renkse!). Cada uno se hace cargo de una frase alternándose en uno de los momentos más potentes del disco, hasta el detalle de la frase “the meaning of life is to give life meaning”, que queda resonando hasta el día de hoy en nuestros corazones. Todo sazonado con otro enfermizo solo de sintetizador de la mano de Joost van der Broek, otro eterno colaborador de Lucassen. Cierre por todo lo alto y broche de oro para un disco que si bien tiene una gran duración, no aburre ni se hace largo en ningún momento entregando momentos frescos, emotivos y de gran carácter emocional.

Como dato curioso, la historia de los Forever sería revisitada en el disco más reciente de Ayreon, ‘The Source’ (2017), pero en forma de precuela, con el final de dicho disco enganchando directamente con este ‘ 01011001’. Con la historia cerrada, la sexta extinción concretada y el círculo completado, llegamos al final de otra placa superlativa para el maestro Arjen Lucassen, que supo hacerle frente a su propia reputación logrando un álbum doble que, si bien no supera a su antecesor (poca cosa en la música logrará eso), podemos decir que estamos ante uno de los mejores discos de Ayreon hasta la fecha, con todos los ingredientes que lo transformaron en el clásico que ya puede considerarse hoy en día, a 12 años de su edición. Más allá de que no te acuerdes de su nombre dígito por dígito (podés decirle “el 01” que está todo bien, yo lo hago), sabes que lo que acabas de escuchar es otro pedazo de historia progresiva de la que no te vas a olvidar nunca.

Género: Progressive Rock, Progressive Metal
Lanzamiento: 28-01-2008
Sello: InsideOut Music

Ayreon - 01011001
  • 9.5/10
    Producción - 9.5/10
  • 9.6/10
    Composición - 9.6/10
  • 9.4/10
    Replay Value - 9.4/10
  • 9.5/10
    Valoración Personal - 9.5/10
9.5/10

Otra placa superlativa para el maestro Arjen Lucassen, que supo hacerle frente a su propia reputación logrando un álbum doble que, si bien no supera a su antecesor (poca cosa en la música logrará eso), podemos decir que estamos ante uno de los mejores discos de Ayreon hasta la fecha, con todos los ingredientes que lo transformaron en el clásico que ya puede considerarse hoy en día, a 12 años de su edición.

Alejandro Melgar

Absoluto entusiasta del Metal en casi todas sus variantes y sub-géneros. Melómano, coleccionista de discos y experto en armar documentos, listas y rankings. La estructura me garantiza paz y organización. Amo las series, películas y estoy muy arraigado en la cultura pop, además de disfrutar la naturaleza y el aire libre. Y a pesar de todo esto, soy muy sensible.