LETHARGUS 🇪🇸 – Eclectia (Album Review)

Por Michael Prado

Hay algunas cosas que nunca entenderé de quienes son escuchas de metal, y una de esas es algo que tienen ciertos escuchas de habla hispana, que es el repudio y rechazo a obras hechas en su idioma.  Me resulta difícil de entender el por qué ocurre eso, máxime cuando en nuestro idioma se han grabado obras tan hermosas y de gran renombre como “Volumen Brutal” de Barón Rojo (que tuvo tan enorme e inédita recepción en Inglaterra en su momento), Rata Blanca con su “Magos, Espadas y Rosas”, el potente “Tierra de Lobos” que nos brindó Saratoga, “Los Poetas Han Muerto” con un Avalanch renovado por completo, “Telón de Acero” por parte de Muro, en fin, obras de obras que al menos en mi caso no paro de disfrutar desde que las escuché por vez primera.

En fin, una lástima esa cerrazón mental que tienen algunos en contra de cosas grabadas en nuestro idioma (quizás porque están demasiado acostumbrados a escuchar música, ya sea en inglés o en otros idiomas inclusive, y podría resultarles en cierta medida chocante el resultado de tener metal en español -ése ha sido el argumento que más me he encontrado por parte de quienes reniegan de estos grupos-).  Porque por esa actitud obcecada se han perdido de discos de gran calidad que han salido, y siguen saliendo, como el que vamos a analizar a continuación.

En 2018 surge en Madrid una nueva banda de nombre Lethargus, la cual elabora un muy potente Heavy/Power Metal que nos recuerda lo que otras importantes bandas españolas como Saratoga, Sphinx, Centinela, por mencionar algunas (mismas que recomiendo encarecidamente a todos si no les han pegado el oído aún), añadiendo algunos toques progresivos muy interesantes.  Para el año 2019 lanzan su debut, intitulado “Origen”, en el cual tuvieron como voz al cantante Alfonso de Lope, el cual deja la banda el mismo año, siendo sustituido por el ex cantante de Iridium, Bella Bestia y Nocturnia (más bandas que recomiendo montones), el señor César Ortiz, con quien el grupo ha grabado su segundo álbum que será lanzado en los siguientes días, que lleva por nombre “Eclectia”, mismo que iremos describiendo a continuación.

Sergio Martínez (bajo), Miguel Bueno (guitarras), César Ortiz (voz), Eduardo Cervera (batería), Juanjo Alcaraz (guitarras) y Elena Alonso (teclados)

La cabalgata musical inicia con un sonido atrayente de teclados mágicos, tras lo cual el grupo (compuesto, además de César Ortiz a las voces, por Juanjo Alcaraz y Miguel Bueno a las guitarras, Sergio Martínez al bajo, Eduardo Cervera a la batería y Elena Alonso en los teclados) cae con todo el peso con el que debe arrancar una buena pieza de inicio de un álbum, que en este caso sería “Destino Cruel”, que si bien no es como comúnmente suele ser en este subgénero del metal, que el grupo entra con todas las revoluciones a tope, no deja de ser un número inicial cargado de mucha fuerza, donde hasta intervención de voces guturales le pusieron y todo.  Eso sí, el estribillo entra con tremenda potencia (máxime con el impulso que le pone César Ortiz con su agresiva voz), y ni se diga el solo de guitarra, calidad magnífica.

Ya entrando con los tacos de frente y sin guardarse nada (sobre todo con tremendos guturales en esa inauguración) nos adentramos en “A Vida o Muerte”, pieza que tiene un interesante trabajo de teclados por parte de Elena Alonso, que da una ambientación tensa en conjunción con los riffs de guitarra, en tanto que César Ortiz nos lleva de la mano con su voz en esta travesía un tanto bizarra que nos describen las líricas de la canción.  Ojo el interludio instrumental, donde Elena muestra su gran virtuosismo en el instrumento, tras lo cual las guitarras derraman notas en un intensísimo blast beat no muy habitual en este tipo de música.

Juanjo y Miguel rasguean con furia sus guitarras al accesar en el inicio de “Quiero Odiarte”, tercera pieza en este álbum tan poderoso, en donde hasta podemos percibir el buen trabajo de bajo por parte de Sergio Martínez (ojo, no es el mismo Sergio que es parte de Ankhara y que tocó con Mägo de Oz en su momento, sino que es el que fuera bajista de Phoenix Rising / Fire & Ashes).  Acá escucharemos a César alcanzando tonos muy altos, algo que demanda esta canción, escrita en Si Menor (escala que será muy usada a lo largo del disco) y que nos describe ese sentimiento de rencor que es inherente a la raza humana (nos guste o no) de una forma muy particular.  Nuevamente recalcar el tremendo protagonismo de ambas guitarras, que luego nos deleitan con otro tremendo solo.

Un inicio suave pero contundente (paradójicamente) nos espera al llegar el turno de “Estrella Fugaz”, la pieza de mayor duración en este redondo (prácticamente 8 minutos).  Más allá de la duración podemos decir que es la pieza que tiene más matices progresivos entre todas las que le acompañan, donde hay momentos que inclusive nos podrían recordar trabajos de bandas como Vanden Plas o Symphony X.  La letra contiene una muy directa y a la vez elegante crítica social a males que tiene nuestro mundo hoy día.  Debo decir y recalcar que la belleza del pasaje instrumental es demasiado bien labrada.  Pero lo mejor está al llegar la conclusión de la pieza, donde se entona un canto a capella tremendo, que siempre me pone los pelos de punta por la emotividad que tiene.  Definitivamente la mejor canción en este gran álbum a mi humilde criterio.

La mitad del disco ha llegado y con ella la que es posiblemente la pieza más potente del mismo, de nombre “La Noche Más Oscura”, que la banda de manera muy acertada decidió usar como sencillo promocional del mismo.  Nuevamente Elena mostrando sus armas desde las 88 teclas, en tanto que la batería en manos y pies del señor Eduardo Cervera toma todavía más protagonismo del que ha tenido a lo largo de esta travesía de notas sonoras.  Definitivamente que quien no agite, aunque sea un poco su cráneo con este tremendo piezón es porque o tiene tortícolis o porque es de piedra.  ¡Y Dios, que la parte instrumental se lucen todos los instrumentistas!  Siempre he dicho que cuando en esa parte si hasta el bajo se luce es porque la pieza es MARAVILLA PURA, y sí, hasta tiene su momento de gloria don Sergio Martínez a las 4 cuerdas de entonación grave.

El asunto se pone más serio en “Marioneta de un Dios”, pieza grabada con entonación de Si Menor nuevamente, que por momentos me recordó a la también tremendamente poderosa “Ave Fénix” de Saratoga, y no solamente por el esquema musical, sino por la intención lírica, que dispara directo y firme a la manipulación del fanatismo religioso y la hipocresía que reina de manera no poco constante en el mismo.  Si bien podría decirse que hace referencia clara a la época de los templarios y todo eso, pues tristemente como que esa hipocresía que va de la mano de una fe mal guiada sigue reinando en este día de hoy, sin necesidad de ir a hacer matazones.  Pero volviendo al lado instrumental, tremenda ejecución instrumental sin necesidad de poner el metrónomo a velocidad máxima.  Ojito al sonido sintetizado de flauta al adentrarnos en el interludio instrumental, le brinda todavía más emotividad al asunto.

“Hacia Ningún Lugar” prosigue el viaje dibujado en las 5 líneas del pentagrama, trayéndonos nuevamente sonidos progresivos que inclusive nos llegarán a hacer remembranza de nuestras escuchas de lo mejor que nos ha brindado Dream Theater al escuchar los teclazos tan virtuosos de Elena Alonso (sí, lo acepto, me ha encantado montones su trabajo a lo largo del álbum, demostrando que tiene poco que envidiarles a grandes teclistas de su país como Sergio “Kiskilla” Cisneros o Manuel Ramil).  Y cuidadito, que también tenemos quizás el mejor trabajo vocal de César Ortiz en este disco, donde inclusive eleva su voz a tonos casi imposibles para el hombre estándar, ¡y con intención operática y todo! (tiembla, Tarja, que César Ortiz puede opacar tu carrera si se lo propusiera, jejeje).

Este disco nos ha brindado de todo, virtuosismo, caña, emotividad, y para “Más de Mil Años” siguen haciendo bárbara conjunción de lo mismo, cuando desde el mero inicio se entrelazan de manera tan acorde las 2 guitarras y el sonido del teclado.  Con una intención más desenfadada de lo usual en este álbum (que no ha escatimado esfuerzos en ello, sobre todo al tirar a la hipocresía de nuestro mundo), la pieza nos relata la nostalgia de perder a un ser querido, donde su ausencia se vuelve tan pesada para el protagonista que para él “un día son más de mil años desde que te has marchado”.

Poco a poco el grupo se ha ido armando de una reputación que de seguro dará mucho de qué hablar en los años venideros. ¡A seguir así, chicos!

Al llegar el final del álbum, el grupo saca su lado más heavy, con una pieza que lleva el ritmo que hizo historia en 1982 con el tremendo “The Number of the Beast” de Iron Maiden, y es que “Vivir en un Sueño” es una pieza que bebe quizás más de lo deseado del legado de nuestra amada Doncella de Hierro (misma que sacó recientemente disco, cuya reseña puedes leer AQUÍ).  César Ortiz saca de la chistera vocal parte de su mejor repertorio para una interpretación que no podremos sacarnos de la cabeza debido a su tremenda calidad, mientras nuevamente Juanjo Alcaraz y Miguel Bueno muestran que no en vano se le da el mote acertado de “hachas” a las guitarras, dado que nos caen con todo el filo en su máximo temple posible, en tanto marca de manera gratamente sabrosa el señor Eduardo Cervera en cada uno de sus batacazos.  Tremendo número con el que nos despedimos de este álbum, y que termina con una declamación donde el grupo nos hace toda una declaración de principios (e ir mencionando de manera sumamente intencionada el nombre de cada canción en la misma) que han querido dejar más que claros a lo largo de esta potente escucha de 55 minutos, repartidos en 9 canciones de calidad incuestionable.

Obras como este “Eclectia” me siguen convenciendo de que España tiene un “algo” que hace que la música creada allá tenga un sabor tan particular (inclusive cuando se hace en inglés, como en el caso de Dark Moor, por citar el ejemplo que se me viene de primero al recuerdo), y me sigue convenciendo de la injusticia que cometen (y sobre todo SE COMETEN) algunos al pasar de largo la música creada allá, donde hay obras que merecen ser más reverenciadas de lo que son.  Por eso invito a la gente que todavía es víctima del paradigma de hacerle cara fea a la música hecha en nuestro idioma, de darle su chance no solamente a este álbum (que bien lo merece), sino también al amplio abanico de artistas que, no solamente en España, sino también en nuestra América Latina, están haciendo esfuerzos por brindar su granito de arena a esta nunca como se debe valorada profesión que es el arte (sobre todo en su forma más bella a mi humilde parecer, LA MÚSICA).


Sello: Autoeditado
Lanzamiento: 15 de Septiembre, 2021
Género: Heavy/Power Metal

«Eclectia» tracklist:

LETHARGUS – Eclectia

Cuando escucho álbumes hechos en España de tan tremenda calidad como en este caso, no paro de preguntarme sobre por qué tanta gente desprecia y/o desmerita el metal hecho allá, sobre todo si es cantado en nuestro idioma. Invito a todos estos amigos con ese criterio a romper paradigmas y darle oportunidad a esta joya que les brindará momentos de grandiosa intensidad.
9.1

Producción

9.0/10

Composición

8.8/10

Replay Value

9.4/10

Valoración Personal

9.0/10

Michael Prado

De Costa Rica para el mundo. Fan de la música DE VERDAD, hecha con sentimiento y verdadero amor al arte, sin importar el género, aunque debo admitir que doy amplia preferencia a lo que ha sido creado en Metal, Rock, música Celta, Clásica, soundtracks de Videojuegos, Electrónica y demás. Un abrazo y bendiciones para tod@s.