REVIEW – METAL LORDS (Film): Una historia trillada de jovenes metaleros.

Por: Edwin Bejarano (Josias)

Netflix está probando suerte en un nuevo género de películas orientado al mundo musical, desde el estallido de películas biográficas en el mundo del cine. Hace un par de años nos regalaba una controversial película de nuestros ídolos Motley Crue denominada “The Dirt” (aquí el REVIEW), donde trata de ganar público entre los amantes del género más pesado de la música, el Metal.

Es así que llega la película «Metal Lords», según la sinopsis trata la vida de dos mejores amigos, Hunter (Adrian Greensmith) y Kevin (Jaeden Martell), que intentan formar una banda de metal post-death y convertirse en las próximas leyendas del rock. Sin embargo, los inadaptados luchan por encontrar su camino en la escuela secundaria y tratan de redimirse en la Batalla de bandas de la escuela.

Pero es casi imposible comparar esta película con la clásica “School of Rock” de Richard Linklater, donde participa el actor mítico Jack Black, por muchas similitudes descaradas y notorias que detallaremos más adelante. Se podría decir que es la versión de clasificacion R de imitación de «School of Rock» que no es tan memorable o icónica como el comparado.

Al igual que “School of Rock”, “Metal Lords” sigue la idea de aprender sobre el rock y heavy metal de forma más empírica y con menos ambiente académico. Además, Hunter tiene la misma cantidad de pasión por el rock que Jack Black tiene en «School of Rock», pero los escritores lo expresan de manera diferente para las dos películas separadas. Ambos no tenían una banda completa, pero en “Metal Lords” se agregó un toque de pesades y oscuridad a la música que no se escucha en la mayoría de las bandas de rock, lo cual fue una grata sorpresa. Y como es de esperarse, en ambas historias, no ganan la Batalla de las Bandas, dejando el primer sitio para otra que es mas comercial (perdón por el spoiler).

Los dos mejores amigos, Hunter y Kevin, son casi polos opuestos. Hunter es un guitarrista de heavy metal acérrimo, un rebelde sin causa, y que vive en un ambiente de lujos. Su enfoque principal en la vida es convertirse en un «Dios del Rock» y está dedicado a su banda. Kevin, por otro lado, es más un tipo tímido que intenta meterse en el metal como Hunter, aunque no está al nivel de compromiso de su amigo. Es un gran baterista y apoya totalmente el éxito de la banda, pero sabe que hay más en la vida que solo rockear. Los espectadores notarán cómo Kevin pasa de ser el patiño de Hunter, a emprender en actividades que en cierta forma superan la cotidianidad de Hunter.

El enfoque de la película es la música, por lo que hay muchas referencias a íconos del rock como White Stripes, Black Sabbath, Metallica, Pantera entre muchos otros. En un momento, Hunter le da a Kevin una lista de canciones de rock como «War Pig» de Black Sabbath, «Mr. Brownstone” de Guns & Roses, “Ace of Spades” de Motorhead y otras famosas canciones de metal. También tiene una banda sonora que los fanáticos del metal disfrutarán. Por otra podras ver los cameos inesperados de leyendas como Tom Morello, de Rage Against The Machine, Scott Ian de Anthrax, Kirk Hammett de Metallica y Rob Halford de Judas Priest, es un punto que se agradece, aunque no logra generar impacto en la narrativa.

Si bien la película trata sobre bandas de rock y heavy metal, comienza de una forma aburrida y trillada; con el avanzar de la película, empieza a enfocarse sobre lo incómodo que puede llegar a ser una relación en la escuela secundaria. Kevin comienza a enamorarse de una chica llamada Emily (Isis Hainsworth) y trata de conectarse con ella. En este punto la película fluye de una mejor manera.

Hay algunos momentos en los que los escritores se salen un poco de control. Debido a la idea de dedicarse al estilo de vida del heavy metal, Hunter se rebela al meterse en peleas, persecuciones de autos y, a menudo, discute con su padre. Por supuesto, las películas con clasificación R involucran una variedad de palabras vulgares, pero esta película subió un nivel y el lenguaje se sintió menos censurado que otras películas con clasificación R.

Algo que la gente quizás no sepa es que “Metal Lords” proviene de las experiencias que tuvieron el escritor y productor DB Weiss, quien también es cocreador y productor musical de “Game of Thrones”, y el guitarrista de Rage Against the Machine, Tom Morello. En una entrevista a Entertainment Weekly, los dos discutieron cómo eran fanáticos del heavy metal en la escuela secundaria y aún lo son tan bien como sus hijos, por lo que querían presentar la idea de esta música y personalidad a una nueva generación.

Me gustaría preguntar a Tom Morello porque Skull Fucker se considera una banda de Post Death Metal , ya que dicha categoría no concuerda con el estilo de la banda, de hecho no sé si exista ese género. Y soltar un perfil así, en un público tan conservador como el metalero,  es meterse en camisa de once varas.  

En cuanto a la distribución, la transmisión via streaming de “Metal Lords” fue una mejor opción que ponerla en los cines, ya que dudo que una película de esta envergadura pueda escalar a la cima de la taquilla. Si bien no tiene el componente llamativo que tendría una exclusiva de cine, sigue siendo una buena adición a la variedad de originales de Netflix.

“Metal Lords” es una película arriesgada por varios motivos, la primera es que está orientado a un público amante del Metal, quienes por sus características no suelen dar el visto bueno a películas que hablen de este género, más aun cuando una película sale por medios comerciales y aborda la vida del metalero desde un punto trillado y tonto. Por otra parte es una película para un público juvenil, y seamos honestos, el metal no es exactamente la música que domina en las escuelas de nuestros tiempos.

En síntesis, “Metal Lords”  no es una película verdaderamente memorable y los cameos no son para nada impresionantes. Sin embargo puedes pasar un buen tiempo de entretenimiento, siempre y cuando los veas con buenos ojos.

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