Review Clásico: STEVEN WILSON – Hand. Cannot. Erase. (2015)

¿Cómo se sigue después de una obra maestra? Esta es la pregunta que debió hacerse Steven Wilson… no, pensándo bien, Steven no se preguntó nada, el hace lo que su corazón y genio creativo dicte sin pensar en repercusiones, trabajos pasados y corriente musical. O al menos eso ocurría en 2015, cuando Steven Wilson aún estaba en la cúspide de la música progresiva y cada trabajo era esperado con ansias por la comunidad. Así que volviendo al a pregunta inicial, eso era lo que nos estábamos preguntando nosotros, los fans, luego de escuchar una y otra vez y analizar a fondo su hasta entonces último álbum, ‘The Raven That Refused To Sing (And Other Stories)’ (2013), el que para muchos fue un disco que marcó la música progresiva para siempre (en lo personal, fue mi disco favorito de toda la década de 2010). Hablar de que la vara estaba muy alta sería quedarse cortos a la hora de pensar cómo Steven seguiría su cruzada de discos solistas. Pero vaya que nos volvió a sorprender.

Lo cierto es que al maestro no le gusta repetirse en cada trabajo nuevo, por lo que si ‘The Raven…” se enfocó en homenajear a la época dorada del prog con muchas referencias setenteras y predominancia jazzera en las composiciones, ‘Hand. Cannot. Erase.’ pega un giro importante y se centra en incorporar muchos sonidos más modernos, logrando convertirse en un estándar para el sonido contemporáneo progresivo de ese entonces. Estos elementos electrónicos y hasta poperos que se encuentran en menor medida a lo largo de este álbum, probarían ser fundamentales en incursiones futuras y no tan bien recibidas de nuestro artista favorito. Pero sin adelantarse y manteniéndonos en este álbum, muchos podrían decir que ‘Hand. Cannot. Erase.’ es el último gran disco de Steven Wilson (y la realidad es que la opinión es prácticamente unánime, el maestro no se ha podido superar luego).

El disco en gran parte se considera un álbum conceptual basado en la historia de Joyce Carol Vincent, una mujer que muere en su apartamento, pero misteriosamente nadie se da cuenta de su desaparición y permanece allí por años, a pesar de ser una mujer querida con familia y amigos. Es una historia bastante trágica , y como tal, el buen Steven no hizo más que sentirse cautivado por ella y plasmar sus propios pensamientos a la hora de componer el álbum. Todo comienza con la hermosa y breve intro ‘First Regret’, donde nos adentramos en el origen de toda esta historia de una manera calma y tranquila, como prefacio de lo que vendría, una hermosa intro instrumental de piano con arreglos electrónicos que desemboca en ‘3 Years Older’, un verdadero showcase de musicalidad progresiva que nos deja extasiados desde el primer momento. Cabe aclarar que la formación para este disco se mantuvo intacta con respecto al anterior, y así es que tenemos un lineup de talentos insuperables que incluye a Marco Minnemann (batería), Guthrie Govan (guitarra), Nick Beggs (bajo) y Adam Holzman (teclados), acompañando a Steven en lo que se convirtió en una formación de ensueño derrochando talento, virtuosismo y química creativa. Todo queda demostrado en esta primera incursión de 10 minutos en donde recorremos todo el espectro musical en lo que instantáneamente se convierte en clásico.

El tema título ‘Hand. Cannot. Erase.’ muestra el lado más comercial y straightforward de Steven, demostrando que el músico también tiene talento de sobra para construir hits más directos y de enfoque masivo. Es un tema potente pero de estructura sencilla y con un estribillo que se nos queda marcado a fuego. “La mano no puede borrar este amor…”. ‘Perfect Life’ es un tema totalmente hipnotizante, que comienza con un relato y cuenta la historia de dos mujeres que se hicieron inseparables y comenzaron un vínculo muy importante. Musicalmente volvemos a basarnos en la electrónica pero en plan mucho más introspectivo, como si se tratase de un disco de Lunatic Soul o su otro proyecto Blackfield, y luego Steven comienza a repetir una y otra vez esa frase que no podremos olvidar nunca: “tenemos una vida perfecta”, mientras la canción dibuja una preciosa melodía de ensueño y nos hace participar de un trance totalmente cautivador.

La siguiente es una de las canciones más hermosas y a la vez más trágicas del catálogo del británico. ‘Routine’ te pega en el corazón y cuando descubres realmente de qué se trata, la angustia te invade y te preguntas cómo una pieza musical puede generar tantas emociones. Seguramente ya lo hayan hecho, pero es indispensable presenciar esta canción mirando su videoclip correspondiente, que nos pone en contexto de una historia de desolación y tragedia. Dejamos el video aquí mismo para que puedan juzgar ustedes mismos y meterse de lleno en este relato autoconclusivo que te parte al medio. La participación de la vocalista israelí Ninet Tayeb eleva la canción a otros horizontes y le inculca aún más dramatismo y tristeza. No se si seguir llorando o pararme a aplaudir por esta canción, una de las más fuertes en todo sentido.

Si se necesitaba alguna otra prueba del poderío musical de estos monstruos, ‘Home Invasion / Regret #9’ disipa todas esas dudas de un plumazo, donde tanto su intro extendida como su sección intermedia demuestran ser un showcase de habilidades indiscutido, con mucha química entre las cuatro partes. Punto aparte para los solos de teclado y guitarra que nos dejan en la estratósfera sonora preguntándonos cómo es posible tanto talento. Esta es una de esas canciones que todo fan del progresivo no puede dejar de analizar. Tomamos un respiro con la breve canción acústica ‘Transcience’ con un Wilson en plan intimista y sentido, para abrazar al verdadero mastodonte del disco.

Todas las ideas recolectadas para este disco confluyen en esa obra magnánima de nombre ‘Ancestral’, uno de los mejores temas en toda la carrera del buen Steven. Con una intro que fusiona la modernidad electrónica con los instrumentos de viento que pudieron verse en ‘The Raven…’, la canción arranca de forma misteriosa, anticipando la tormenta. Pasados los tres minutos todo explota y ya podemos anticipar que nos encontramos ante un temazo, la construcción meticulosa que lleva a este momento nos hizo esperarlo con ansias, y cuando llega ya estamos rendidos ante ese magnífico solo de Guthrie Govan. Sobre la mitad de la canción aparece lo que todos esperábamos, los sonidos se tiñen de negro y aparece la pesadez reinante, en plan progresivo de muchas idas y vueltas, cambios inesperados y un Marco Minnemann destrozando la batería. Los últimos minutos de esta canción entran en el terreno metalero y es algo que todos los fans de Wilson recordaremos por siempre.

Luego de la tormenta aparece la calma y una despedida adecuada con ‘Happy Returns’, una hermosa balada con mucho poder, de esas que te hacen emocionar y reflexionar sobre todo lo que ha pasado. Todo entra en un discreto fade out mientras nos despedimos del disco con la etérea ‘Ascendant Here On…’, y de lo que acaba de pasar no nos podremos olvidar nunca. Tuvimos la experiencia definitiva junto a Steven Wilson y ‘Hand. Cannot. Erase.’, el álbum que fusiona pasado y presente de manera perfecta y nos entrega una joya progresiva moderna con todos los ingredientes para convertirse en clásico absoluto. Hoy, parados en 2020 y ya con cinco años a cuestas podemos decir que se transformó en un disco fundamental: el mejor de ese año y el último gran disco de Steven Wilson, quien sabe hasta cuando. Todos estamos esperando ese “regreso feliz” pero lo cierto es que ninguna mano podrá borrar el impacto que tuvo esta obra en todos nosotros.


Sello: Kscope
Lanzamiento: Febrero 27, 2015
Género: Progressive Rock

Steven Wilson - Hand. Cannot. Erase.
  • 9.6/10
    Producción - 9.6/10
  • 9.5/10
    Composición - 9.5/10
  • 9.5/10
    Replay Value - 9.5/10
  • 9.5/10
    Valoración Personal - 9.5/10
9.5/10

Tuvimos la experiencia definitiva junto a Steven Wilson y ‘Hand. Cannot. Erase.’, el álbum que fusiona pasado y presente de manera perfecta y nos entrega una joya progresiva moderna con todos los ingredientes para convertirse en clásico absoluto. Hoy, parados en 2020 y ya con cinco años a cuestas podemos decir que se transformó en un disco fundamental: el mejor de ese año y el último gran disco de Steven Wilson, quien sabe hasta cuando.

Alejandro Melgar

Absoluto entusiasta del Metal en casi todas sus variantes y sub-géneros. Melómano, coleccionista de discos y experto en armar documentos, listas y rankings. La estructura me garantiza paz y organización. Amo las series, películas y estoy muy arraigado en la cultura pop, además de disfrutar la naturaleza y el aire libre. Y a pesar de todo esto, soy muy sensible.