Review Clásico: Opeth – Blackwater Park (2001)
Por Lestat Von Mondlicht
En la review de «The Dark Melody» de hoy, hablaremos de un verdadero clásico del metal progresivo por parte de una de las bandas que por más de 25 años ha venido conformando una discografía insigne en el género. Por supuesto, se trata de Opeth con su emblemático «Blackwater Park«.
Como siempre, haremos una sinopsis de la banda hasta el punto que nos interesa en esta review. Oriundos de Estocolmo, Suecia, Opeth se formó en el año 1991 por David Isberg en las voces, sumando a Mikael Åkerfeldt como bajista en un principio. La formación de aquél entonces renunció debido a esta inclusión por parte de Isberg, tras lo cual Mikael pasaría a ser guitarrista luego de que su anterior banda se disolviera. Luego de algunas idas y venidas de diferentes músicos en el plazo de tres años hasta 1994, incluyendo la salida de Isberg en 1992, Mikael Åkerfeldt sería el único miembro que permanecería desde el comienzo. Junto a Peter Lindgren en guitarras, Johan DeFarfalla en bajo y Anders Nordin en batería y piano, saldría su álbum debut «Orchid» en 1995, con un estilo orientado al black/death progresivo, con canciones que llegaban a superar los 10 minutos de duración, haciendo gala de numerosos cambios y atmósferas a lo largo de cada una de ellas.
Al año siguiente lanzan «Morningrise«, con un estilo similar al de su antecesor, incluyendo tan sólo 5 canciones, todas por arriba de 10 minutos, en especial su canción «Black Rose Immortal«, que hasta la fecha se mantiene como el título más largo de Opeth con 20 minutos de duración.
En 1998 sale su tercer álbum (y primer álbum conceptual) «My Arms, Your Hearse«, realizando una pequeña inflexión en su estilo, dejando el black de lado para enfocarse puramente en el death progresivo, además de introducir más canciones con menor duración. Éste sería el álbum que daría la bienvenida a Martin López (ex–Amon Amarth, Soen) en batería y Martín Méndez en el bajo, luego de que Nordin y DeFarfalla dejaran la formación. Ya en 1999 saldría «Still Life«, su cuarto álbum, el cual daría un giro en su sonido, evolucionando a algo mejor pulido. Es el primer álbum en el que participa Martin Méndez como bajista (cabe aclarar que Méndez, si bien estuvo durante la grabación de «My Arms, Your Hearse«, fue Mikael Åkerfeldt quien grabó los bajos de ese álbum).
Y finalmente llegamos al protagonista de esta review, el «Blackwater Park«, quinto álbum de la banda. Fue lanzado en el 2001 a través de Music For Nations y Koch Records, y producido por el íconico Steven Wilson, conocido en la escena por ser compositor/guitarra/voz de su antigua banda Porcupine Tree, quien además realizó arreglos adicionales de voces, piano y guitarras para el álbum. Es tenido como uno de los álbumes más exitosos de Opeth, y considerado de los mejores en la historia del metal progresivo.
Es un álbum que marca el punto más alto del camino que fueron trazando desde sus inicios, llegando a un grado impecable de composición y estructura musical, balanceando momentos heavys y calmos en exquisita proporción.
8 canciones componen la edición principal del álbum. «The Leper Affinity» nos introduce en el viaje con una tétrica intro de teclados que aumenta gradualmente su volumen hasta que toda la banda explota con sus clásicos riffs caóticos, ritmos frenéticos de batería y armonías disonantes. 10 minutos de cambios uno tras otro, matizando con transiciones acústicas y voces limpias, para luego retomar el clima heavy hacia su final con una serie de acordes en piano.
«Bleak» es otra de las joyas del álbum, con un feeling similar. Aquí podemos apreciar las voces adicionales de Steven Wilson que se amalgaman con las de Åkerfeldt. En «Harvest» tenemos una de sus composiciones más icónicas y recordadas no solo del «Blackwater Park» sino de toda su discografía. Una canción enteramente acústica con guitarras limpias haciendo leads adicionales, nuevamente con Wilson haciendo su aporte.
«The Drapery Falls» realiza una conjunción de elementos de las canciones anteriores, tomando arreglos acústicos y la complejidad death progresiva a full, con las clásicas transiciones limpias, atmosféricas y voces etéreas. «Dirge For November» nos cautiva el alma con una intro limpia y melancólica para luego romper el molde con la misma explosión metal similar al título anterior, pero quizás con más disonancia y misterio en sus riffs, para terminar en un ending limpio y bastante oscuro.
«The Funeral Portrait» tenemos más de lo ya visto, con Wilson interviniendo nuevamente hacia los últimos minutos, donde apreciamos posteriormente un solo que se vuelve dual previo a terminar la canción en un fade out, llevándonos al instrumental «Patterns In The Ivy» de poco menos de 2 minutos. Otra pieza realmente cautivadora.
Finalmente, con el track homónimo tenemos el máximo despliegue de progresividad y brutalidad al mejor estilo Opeth. En los 12 minutos que dura, tenemos puros guturales de Mikael Åkerfeldt, guitarras cada vez más frenéticas y headbangueras, alternando con alguna que otra transición limpia, batería con full reverb que juega con los doble tiempos y ralentizados (además del doble pedal partemadres), bajos prominentes y una atmósfera trepidante que nos lleva en esa montaña rusa de sensaciones hasta el ending con guitarra acústica.
En resumen, se puede decir que «Blackwater Park» es con justa razón uno de los mejores álbumes en la discografía de Opeth, no solo por su brillante producción, sino por la impecabilidad de su composición, pues no hay carencias ni excesos, sino un perfecto balance los elementos más agresivos de su sonido con los más calmos, proporcionando la debida riqueza a la atmósfera de sus canciones. Si bien la supremacía creativa de estos suecos se ve reflejada en toda su discografía, es con «Blackwater Park» que se da la definición más clara de lo que «metal progresivo» significa, ocupando su merecida palestra en la historia del género.
Aquí abajo tendrás los links para escucharlo. Puedes dejar en los comentarios tu opinión sobre el álbum. Nos encantará leerte!
Sello: Music For Nations/Koch Records
Lanzamiento: Marzo 12, 2001
Género: Progressive Metal
Opeth - Blackwater Park
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9.5/10
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9.2/10
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9/10
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9/10
Un álbum de brillante producción y alto valor compositivo, brindando la definición por excelencia de «metal progresivo», marcando un punto y aparte en la historia de un género en constante desarrollo.