POWER PALADIN 🇮🇸 – With The Magic Of Windyre Steel (Album Review)
Por Michael Prado
Los debuts de todos los grupos y/o artistas en esto de la música suelen ser perfectos lienzos de experimentación donde los que se dedican a este arte llegan a manifestar sus primeras intenciones, y en ellas inevitablemente veremos cosas como referencias a esos grupos y músicos que les han dejado severa influencia y los toman como poderoso ejemplo de cara a la carrera artística que buscan perseguir. Para esta oportunidad tenemos un buen caso de ello.
Islandia es una tierra famosa por ser una isla que, pese a estar algo alejada del continente europeo, se le considera como parte de ella. Y como tal, el legado musical que proviene de allá es muy similar al de esas tierras, para ser más preciso a lo que se ve por parte de las tierras de Escandinavia. En el caso del Power Metal, eso sí, los casos de bandas son bastante reducidos, siendo mencionadas en la siempre confiable Encyclopaedia Metallum únicamente los casos de Earendel y Power Paladin, dicho caso último el que será objeto de comentario a continuación.
Dicha banda es de reciente formación (data del año 2017, cuando se originó bajo el nombre de Paladin). La conforman el cantante Atli Guðlaugsson, los guitarristas Bjarni Þór Jóhannsson e Ingi Þórisson, el bajista Kristleifur Þorsteinsson, el teclista Bjarni Egill Ögmundsson y el baterista Kristleifur Þorsteinsson (buff, los apellidos escandinavos casi que todos son “algo-son”, jejeje). Tras haber sacado hace 2 años su single debut “Kraven The Hunter” (2020), para este arranque del 2022 han debutado su primer LP, el cual lleva por título “WITH THE MAGIC OF WINDFYRE STEEL”, un nombre que, como podemos ver, no rompe con ninguno de los tropos relativos a este mágico subgénero del metal, así como les adelanto que no lo hace su música, misma que de manera notable podemos decir que bebe del legado de otras agrupaciones exitosas dentro del Power Metal, como HammerFall, Stratovarius, Twilight Force, entre otras de ese corte más melódico.
No más arrancar el disco y ya nos encontramos con que sí, esta banda ha creado su primera andanza musical basados en el legado de otros, puesto que el riff inicial de guitarras en “Kraven The Hunter”, pieza que da arranque tanto al álbum como a la carrera de estos isleños, es muy similar a uno que hallamos en la épica canción “Sign Of The Cross” del álbum de Iron Maiden “The X Factor” (1995). Eso sí, la pieza tiene su propio carisma para subsistir por sí misma, más allá de que está muy imbuida no solamente del estilo de Maiden, sino del NWOBHM en general. Esto podría dar un sesgado indicio de lo que estos chicos buscan crear con su música, pues ni es solamente hacer copy-paste ajenos o ser un acto Maidenesco más. La cosa va por otra dirección, y eso lo veremos a detalle.
Ahora la música busca los tintes más épicos desde el inicio de la pieza “Righteous Fury”, con acordes de guitarra acústica que luego se convierten en rasgueos más potentes de guitarra eléctrica, los cuales nos introducirán al estilo más Speedy y melodioso que este grupo nos quiere brindar, donde hasta la voz de Atli se va por una senda más afín al género que cimentó Helloween. El estilo de la pieza podríamos decir que va muy apegado a lo que hemos visto en agrupaciones de corte sinfónico como Twilight Force o inclusive Powerwolf (sin llegar a la oscuridad de los licántropos del Power Metal). Hasta se dan el taco de poner una estrofa con guturales.
Stratovarius es habitual que sea una banda que influencie a otras agrupaciones en este estilo musical, y en definitiva que Power Paladin no escapará de que la creatividad de Timo Tolkki sea motor de inspiración para su música, como podemos evidenciarlo desde la entrada de piano que tiene la potente pieza “Evermore”, misma que tira de ser en un sentir más aventurero y desafiante. Amo cuando las bandas crean música en las “notas negras”, y en esta oportunidad esta tiene la entonación en Re Sostenido Menor, garantía de melodía que llega como manjar dulce a los oídos.
Esta banda está decidida a que su ingreso al estilo musical sea con toda la epicidad del mundo, y con “Dark Crystal” tenemos otra prueba inequívoca de ello. Aunque sí debo decir que esta pieza peca un tanto de tener un inicio demasiado alargado. Pero ya una vez que el poder del metal toma el control, es difícil no dejarse llevar, máxime cuando los riffs de guitarra tienen ese peso y preponderancia dentro de su música. Esta pieza me trae ciertas reminiscencias a éxitos del pasado en el género como la siempre inmortal “Holy Thunderforce”, sin llegar a la copia descarada, dándole los chicos de Power Paladin su propia impronta (y aparte un soberbio performance de Atli a las voces, para mí junto a los guitarras de los puntos más sobresalientes en esta agrupación islandesa). Podríamos decir que si de estribillos enganchantes se trata, esta pieza tiene uno de los mejores en ello.
Sonidos medievales nos dan la bienvenida a una fogata que es el preludio perfecto para el ambiente de la canción “Way Of Kings”, cuyo ritmo ya lo hemos escuchado en obras del ayer como “I Want Out” o “Future World”, pero que Power Paladin imbuyen de más poder para evitar caer presas de señalamientos sesgados de “copiones”, “plagiadores”, etc. Nuevamente la interpretación del señor Atli Guðlaugsson se merece las palmas ante el gran peso de epicidad que le brinda a la pieza, aunque siento que los agudos en el estribillo podían haber sido más acompañados de tonos intermedios para ser digeribles de mejor manera, pues suenan algo irritantes (y fijo este detalle echará para atrás a los más afines a géneros más extremos del metal).
Si había alguien que acusara este disco de faltarle intensidad, pues bueno, la intensidad de “Ride The Distant Storm” creo que es apta, aunque recargada de cojines de melodía que le brindan realce enérgico, algo que podría no caer bien a los que se trauman con que el metal debe ser caña pura y no soportan tanta agudeza y alegría en el metal. Esta canción bien podría encajar en alguno de los 3 primeros álbumes de Sonata Arctica o hasta en cualquiera de las joyas que nos ha brindado desde finales del siglo pasado los germanos Freedom Call, dado el sentir tan optimista que nos conjura desde su entonación en Do Menor, que pese a no ser su contraparte mayor, genera ese ambiente que le levanta el ánimo hasta a una legión de zombies.
Con la recitación de lo que parece ser un viejo mago, arrancan los teclados muy à la Stratovarius con que llegamos hasta “Creatures Of The Night”, que ahora sí, podemos decir que es una canción que en su intencionalidad sí va más acorde a lo que la banda voceada por el buen Attila Dorn le ha brindado a este subgénero, claro, nuevamente Power Paladin brindándole su dosis de felicidad y epicidad aventurera para que no todo sean sombras y lujuria perversa, como en el caso de Powerwolf (es que esos teclados no te dejarán sentir otra cosa).
Siempre la pieza más larga en un álbum es la que levanta las expectativas de ser el mejor número en todo un álbum musical, y para “Into The Forbidden Forest” podríamos decir que estamos ante la más competente creación musical de este disco. Cierto, quizás sus 7 minutos y medio no sean algo que no se haya visto, pero la energía que desprende esta banda con su música es algo que, insisto, será más que indicado para reanimarse tras un día no tan agradable. Vaya que con el sonido de sus guitarras tanto Þór Jóhannsson e Ingi Þórisson, en conjunto con ese maravilloso estribillo cantado por Atli nos instarán a seguir adelante. Hermosa pieza que nos acerca al final del redondo.
Como si ya supiera que nos va a decir adiós, el piano en manos de Bjarni Egill Ögmundsson nos da el punto de partida en “There Can Be Only One” en conjunto con el bajo de Kristleifur Þorsteinsson, creando un ambiente de nostalgia previo a la entrada del riff de guitarra, que empieza algo atrás en la mezcla pero que va agarrando protagonismo para llevarnos de la mano en esta canción que brinda un lindo y digno cierre a un disco por demás feliz y melódico.
Yéndonos a la parte sonora, siento que para ser debut, fue muy bien grabado, sintiéndose como un trabajo competitivo en ese respecto. Por parte de la portada, ésta es genérica a más no poder para lo que este término se refiere, donde hasta el logo del grupo parece ser hecho con WordArt en MS Office, pero bueno, no nos vamos a poner tan minuciosos, es bonita la ilustración de James Child y apta para mostrar de lo que va este disco.
Algunos miembros del staff de The Dark Melody han comentado que sí, este álbum resulta muy genérico y nada que no se haya escuchado en este género (e incluso varios lo acusan de ser muy copión, casi al extremo de «plagiar» obras de otros artistas), y concuerdo con ellos, mas también recalco el sentir de energía y vitalidad con que estos chicos quieren hacerse de un nombre. Ojalá sigan creciendo, que acá hay madera para que arda un fuego que en definitiva se convierta en otro de los jóvenes referentes del Power Metal que tomen la estafeta que dejarán veteranos de batalla como Blind Guardian, Helloween, Gamma Ray, Stratovarius, Rhapsody Of Fire, HammerFall, entre otros.
Sello: Atomic Fire Records
Lanzamiento: 7 de Enero, 2022
Género: Melodic Power Metal