PHIL CAMPBELL AND THE BASTARD SONS – Kings Of The Asylum (Album Review)

Por Santino G. Barbas

Si bien originalmente es una banda formada como un proyecto paralelo durante los últimos años de vida de Motörhead por Phil Campbell, el ex guitarrista y mano derecha de Lemmy Kilmister durante 32 años, la agrupación decidió llevarla a un nivel superior y reveló el nuevo nombre: Phil Campbell And The Bastard Sons, recién en 2016. Dirigida por uno de los guitarristas más respetados del género y completada por sus hijos Todd, Tyla y Dane, la banda surgió en el circuito de giras de 2017 impulsada por un fuerte entusiasmo, un puñado de versiones de Motörhead y una variedad de canciones nuevas que crepitaban con pasión y arrogancia.

Cuando la banda lanzó su álbum debut, «The Age Of Absurdity», en enero de 2018, esta honesta empresa de Rock ‘n’ Roll se había convertido orgánicamente en un negocio bastante importante. El álbum obtuvo excelentes críticas y obtuvo un premio al «Mejor álbum debut» en los premios Metal Hammer de Alemania en 2018. Dos años más tarde, grabado y diseñado durante el encierro por el guitarrista Todd Campbell, el segundo álbum fue justo la tónica que la gente necesitaba: «We’re The Bastards» era más grande, mejor e incluso más estridentemente edificante que su predecesor.

Poco después de que la banda anunciara al mundo la contratación del nuevo cantante principal, Joel Peters, en enero de 2022, la banda ingresó a su estudio en Stompbox Studios, Gales, Reino Unido y comenzó a escribir y a grabar su tercera placa de estudio a mediados de 2022.

Armado con un nuevo vocalista, quien reemplazó a Neil Starr el año pasado, Phil Campbell y sus tres hijos están de regreso con su tercer álbum de estudio de larga duración. Si estás familiarizado con sus primeros lanzamientos, supongo que este no será una gran sorpresa en cuanto a su estilo y su ambición compositiva. «Kings Of The Asylum» verá la luz el primero de setiembre de 2023, bajo el sello discográfico Napalm Records.

El flamante nuevo trabajo discográfico abre con toda su fuerza con ‘Walking in Circles’. El grupo intenta buscar su propia personalidad y podemos apreciar claramente que Peters posee una voz tremenda en un corte agresivo, rápido y con el bajo de Tyla a tope, guiando toda la secuencia rítmica de la canción, pero alejándose de lo que era Motörhead, con toques más melódicos y evidentemente más limpios. Campbell va directo al grano, con riffs rápidos mezclados con las mejores voces de Joe. Tema absolutamente potente y bien logrado.

Usando un tono similar, ‘Too Much Is Never Enough’ hace una buena continuación del tema inicial y la energía continúa, pero esta vez con un “tic tic tic tac” muy pegadizo en el estribillo que lo hace un verdadero gancho a los oídos de quien lo escucha. A golpe de riffs, y de una sólida base rítmica aplastante, estos caminan con calidad y seguridad, con un salvaje Dane Campbell que le da bien fuerte a los parches. Una canción ganadora y cumplidora, de principio a fin.

‘Hammer and Dance’ toma un rumbo diferente. No es tan rápido como las pistas anteriores, pero es la monstruosa batería de Dane Campbell lo que realmente une la canción junto con un más que acertado solo de guitarra a mitad de camino. Evidentemente los leads de Phil son de lo más importante de la obra, pero de verdad que esta vez en materia de composición se han esmerado y que su nuevo vocalista da muchísimo juego. Elegida correctamente como uno de los cortes de difusión (con su correspondiente video clip promocional), ésta se yergue como uno de los puntos álgidos de toda la placa.

‘Strike the March’ es una canción de puro Hard Rock sobre romper las reglas establecidas para ser libre, diciendo que debes prestar más atención cuando “escuchas las voces en tu cabeza”. La letra es genial, un verdadero llamado a la acción contra ti mismo cuando eres tu peor enemigo, y cómo debes tomar el asunto en tus propias manos. Destaca por esos coros en el estribillo en un grupo que nunca suele buscar cierta pulcritud ni ese punto más comercial en la producción de sus arreglos. Más bien, intentan aquí que el tema llegue a ser un himno de directo con un pasaje para que el público cante y Campbell responda con su guitarra. Ya nos podemos imaginar a las masas alzando el puño y cantando al son de esta pieza durante sus futuras presentaciones en concierto. Festiva y optimista, aunque no se aleje de su zona de confort, denotando la predecible formula del éxito.

‘Schizophrenia’ se trata de “perder la comunicación con toda la realidad”, y tiene una apertura que claramente te hace imaginar que estás haciendo moshing en medio de un círculo solo para gritar a mitad de la canción con el puño en el aire “¡¡esquizofrenia!!”.
Musicalmente no es de lo más destacable de la obra, pero mantiene el nivel en una composición un tanto monolítica y cíclica. Campbell senior echa chispas de su guitarra cabalgando a puro ritmo de esa máquina de precisión rítmica conformada por Tyla y Dane. El primer single del álbum nos presenta otra pieza a puro Rock duro, con letras algo básicas pero con estribillos altamente memorables.

Luego tenemos el tema que da nombre al álbum «Kings of Asylum», el tema más singular de todos, con un sonido de blues clásico que se alterna con riffs más pesados y machacantes. Si quitas la voz de Joe Peter y cierras los ojos, puedes sentir un poco de la influencia de AC/DC, especialmente en el bajo y la batería. El resultado de la melodía es igualmente sórdido como penetrante. Es el corte más extenso y ambicioso de la obra, con unas guitarras muy trabajadas, muy buenos perfiles en cuanto a composición, y ese estribillo sorpresivo y melódico que les vuelve a alejar de lo que fue la etapa en Motörhead del maestro Campbell.

‘The Hunt’ es puro Rock duro, y es quizás lo que más suena a Motörhead que Phil Campbell ha lanzado desde la partida del gran Lemmy Kilmister. El comienzo es muy ‘Ace of Spades’ y la batería es muy ‘Orgasmatron’, con algunos solos de guitarra increíblemente rápidos en el medio para hacer de esta pista una favorita instantánea para los fanáticos del Metal. Uno de los detalles positivos es que Dane tira de doble bombo imprimiendo otra velocidad y con un gran Todd Campbell en las secciones rítmicas. Por otro lado, la voz de Joe busca asemejarse al timbre del gran Lemmy (aunque levemente lo logre), para dar una probada de crudeza en el sonido de la pieza. ¡Una canción asesina!

‘Show No Mercy’ es rápida, como la mayoría de las canciones del álbum. La octava pista se encuentra a medio camino entre el pasado y lo que pretenden, asomando carisma y posibilidades realmente sólidas de la mano de un corte de los que te llegan desde la primera escucha. Si esta canción no te llena de energía, probablemente necesites que te revisen. Un Hard Rock crudo y salvaje de la mano de guitarras altamente distorsionadas. Nuevamente, el solo se encuentra en un correctísimo lugar. Otra pieza claramente ganadora.

Por otro lado, ‘No Guts! No Glory!’, es una pieza mucho más gris y que cumple más de relleno que de otra cosa por mucho que haya un buen solo de un Phil que nunca decepciona lo más mínimo. La pista tiene un perfil mucho más Punk que el encontrado habitualmente en el catálogo del artista, denotando su impronta más directa y minimalista.

‘Ghosts’ es lo que su nombre indica, una canción sobre cosas sobrenaturales que te preguntan si eres “supersticioso” cuando sientes “algo acechando”. El tema suena sofisticado, con una gran línea de bajo a cargo de Tyla y en una composición que permite que el enorme Joel Peters se luzca con todas las de la ley. Esta es quizás la canción más Hair Metal o Pop Rock del álbum, pero eso no significa que sea mala en absoluto. La obra es festiva y jubilosa, y muestra a la banda queriendo mostrar su lado más radio friendly, tratando de encajar con las tendencias más comerciales, mas nunca abandonando sus aristas rockeras.

‘Maniac’ es la simpática despedida Rock ‘n’ rollera endurecida y cañera, un poco inspirada por la inmensa ‘Going to Brazil’. Tema festivo y buena rola que puede funcionar perfectamente en directo. Un claro guiño al tema del álbum «1916», y un beso al cielo, saludando (de forma más que apropiada) a la figura, el padrino del Rock, la leyenda Ian Fraser Kilmister.

Miembros de la banda:

• Phil Campbell – Guitarra.
• Todd Campbell – Guitarra.
• Tyla Campbell – Bajo.
• Dane Campbell – Batería.
• Joel Peters – Voz.