JAG PANZER – The Hallowed (Album Review)

Por Santino G. Barbas

Jag Panzer, reconocido como un bastión trascendental en la escena de Heavy Metal de los Estados Unidos, siendo claramente inspirados por el movimiento NWOBHM, siempre ha establecido el estándar para el género desde su formación en 1981. Provenientes de Colorado, la banda tiene más de cuatro décadas de experiencia produciendo Metal clásico y contundente que les ha hecho ganar legiones de fans y un lugar venerado en los anales la internacional escena underground. Su sonido característico, caracterizado por el trabajo de guitarra preciso y rápido de Mark Briody y el impresionante rango vocal de Harry Conklin, ha jugado un papel importante en la configuración del panorama del Power Metal americano.

Aprovechando la crudeza y la energía que durante mucho tiempo ha sido el arma elegida por los maestros estadounidenses, «The Hallowed», su primer largometraje en seis años, demuestra que esta potencia del Heavy Metal sigue siendo una fuerza a tener en cuenta.
El álbum, una pieza conceptual ambientada en un futuro pos apocalíptico, es una desviación audaz de los temas más tradicionales de la banda, pero una apuesta que vale la pena maravillosamente, al igual que «Thane to the Throne» del año 2000. Con una narración única y un enfoque detallado, la banda cuenta la historia desde la perspectiva de los animales, una elección convincente que agrega una capa adicional de profundidad a la música.

Con una formación establecida, conformada por John Tetley (bajo), Mark Briody (guitarras), Harry Conklin (voz), Rikard Stjernquist (batería) y el recién llegado Ken Rodarte (guitarras), ésta nos demuestra que cada uno aporta un toque único que se entreteje en un impresionante tapiz de sonido. La novedad y la creatividad de este proyecto son indicativas de una banda que se niega a estancarse, y es un testimonio de su compromiso continuo con la innovación y la evolución, todo ello manteniendo los estándares clásicos de un sonido consolidado.

El álbum da punta pie inicial con ‘Bound as One’. Comienza con una pequeña y genial introducción de solo de batería con un apropiado efecto de reverb incorporado. El sonido impacta, esos tambores tienen una sonoridad con un dejo a “vieja escuela”, así como las guitarras cuando dicen presente, preparando el escenario con un trabajo rápido de riffs que podría volar las puertas de un tanque, con un guiño a los años gloriosos de los emblemáticos Judas Priest. El baterista Rikard Stjernquist comenta que para grabar el nuevo disco, usó su batería del año 1983 y ese sonido evidencia dicha afirmación. Él también está en llamas a lo largo de este álbum. De hecho, esta es una de las mejores percusiones que ha hecho.

‘Prey’ entra en acción con un dialogo introductorio para rápidamente golpearnos con algunos riffs monstruosos frente a su batería maníaca. Ésta avanza por el lado más thrasher del poderoso estilo de Jag Panzer, con un simple grito de gancho hecho a medida para las multitudes de sus directos, que elevaran los puños en el aire a son de su ritmo. Los licks y solos principales son ejecutados por el “nuevo chico” Ken Rodarte, quien exhibe un trabajo bestial con ello. Su enfoque es un poco diferente al de Chris Broderick o Joey Tafolla, pero puede triturar los tímpanos de igual manera, con una soberbia interpretación.

‘Ties That Bind’ completa la tríada de apertura y es una canción de medio tiempo, una pista con cortes de power ballad que nos retrotrae a sonoridades propias de bandas del movimiento NWOBHM, denotando claramente la influencia que tuvieron en los Panzer. Harry «The Tyrant» Conklin suena como si estuviera en sus mejores años. Sus melodías son tan contagiosas como siempre. Sus gritos son su marca registrada y todavía puede emanarlos con menuda intensidad y energía. Las semejanzas a Saxon son evidentes; Jag Panzer y sus melodías son un digno descendiente de los nativos de Yorkshire.

La cuarta pista del álbum es un clásico y poderoso himno de cinco minutos con un coro contagiosamente épico; el cual podría haberse escapado de «The Age of Mastery» fácilmente. Con claras similitudes a la versión de Accept con Mark Tornillo, en este corte de difusión nos encontramos al Jag Panzer de primer nivel, contando con algunos de los mejores atisbos de la voz de Conklin y juegos de guitarras que recuerdan a los double-axe-attack de bandas como Judas Priest o Iron Maiden. ‘Stronger Than You Know’ está plagado del poder y la intensidad que los fanáticos esperan de la banda, pero también transmite un sentido de urgencia y belleza inquietante que resuena con los demás temas del álbum.

‘Onward We Toil’ fue el primer adelanto lanzado en formato de single. Una canción épica que nos recordó que la banda estaba de regreso y pateando traseros. Ese «Oh, Oh, Oh, Oh, Oh, Onward we laborable», justo antes de ese coro melódico, fue un acierto brillante. Luego, finalmente pudimos escuchar las habilidades de Ken Rodarte y su solo en esta canción que, siendo tan memorable como emotivo y exhibiendo una faceta tan intrincada como intima, demostró que encajaba perfectamente con la banda. También fue una decisión muy asertiva cómo la banda lanzó los sencillos de canciones que estaban más adentradas en el álbum ya que, por muy buenos que sean como sencillos y por tan correcto funcionamiento individual que tengan, están en el siguiente nivel cuando se presentan en el orden correcto.

‘Edge of a Knife’ es una de esas canciones galopantes de Metal con algunos fills y solos brillantes intercalados a lo largo de la canción. El coro es otro pegadizo y melódico monstruo, y hace que la canción se eleve a mayores áreas de genialidad. «The Tyrant» alcanza algunas notas importantes en esta pista justo antes del festival de trituración de Rodarte con ejecuciones de shredding alucinantes. Una pista con un aura triunfante que eleva la valoración del álbum.

Este álbum es verdaderamente el epítome de material destacado y sin relleno. El coro de ‘Dark Descent’ es brillante y los solos son simplemente brillantes. El trabajo solista de Rodarte no es solo machacante e incisivo, sus solos tienen algunas de las mejores melodías y complementan las canciones en lugar de destacarse solamente como un acompañamiento del plato principal. Pero cuando quiere derretirte la cara con sus habilidades para triturar, está felizmente dispuesto de complacerte. Los juegos de guitarras entre el propio Rodarte y Mark Briody están perfectamente alineados y escupen un ideal sentimiento nostálgico.

‘Weather The Storm’ comienza con la evidencia más clara del Power Metal americano de Panzer. Otra pista de medio tiempo, con un trabajo vocal exigente y continuas muestras del carácter melódico en las labores de ambos guitarristas. La ambientación que provocan las sonoridades que manifiestan en sonido del mar ofrece una sensación de calma en lo que concierne al transcurso de todo el conceptual proyecto. Es una pista que puede pasar desapercibida en contraste con el poderoso transcurso de la placa en su totalidad.

‘Renewed Flame’ es otra canción que me recordó a Thane en el verso. Esta es una canción genial con un tempo y una melodía ligeramente extraños pero con mucha energía. Los riffs ejecutados con recursos muteados generan una sensación de crecimiento gradual en la composición, la cual hace parecer a la misma a una canción prototípica de la versión más actualizada de Iron Maiden. Los cambios en los pasajes rítmicos evidencian el lado más progresivo de Jag Panzer en esta obra pero si dejar de lado nunca su marca registrada en el sonido. También tiene una sensación épica y nos prepara de manera atildada para lo que representa el cierre del álbum.

La pista de cierre, ‘Last Rites’, es una epopeya de casi diez minutos que envuelve el álbum de una manera grandiosa y apasionante. Otro gran cierre de álbum que me recuerda a la obra ‘Tragedy of Macbeth’. La canción es enorme y, aunque no alcanza un tempo rápido, logra ser una de las canciones más fuertes del álbum y el cierre perfecto. Con una destacada sección rítmica que atraviesa toda la pieza, liderada por un calibrado trabajo en las guitarras y la justa amalgama entre el alcance épico de la banda y la debida progresión en su composición, ésta concluye una obra sin precedentes en lo que hace a la laureada discografía de Jag Panzer.  
Después de que la música se desvanece, hay una pequeña parte en la que una maestra de escuela del futuro está a punto de contarles a sus alumnos la historia de «The Hallowed» a medida que se desvanece, a la par del álbum en cuestión.

Miembros de la banda:

• Harry «The Tyrant» Conklin – Voz 
• Mark Briody – Guitarra rítmica.
• Ken Rodarte – Guitarra solista.
• John Tetley – Bajo.
• Rikard Stjernquist – Batería.