DUFF MCKAGAN – Lighthouse (Album Review)

Por Santino G. Barbas

Durante más de cuarenta años Duff McKagan ha sido una fuerza creativa imparable, que abarca una multitud de bandas, giras, colaboraciones y composiciones. Ahora, con su tan esperado nuevo álbum en solitario, «Lighthouse», el veterano músico demuestra ser, en el fondo, un talentoso cantautor con una habilidad distintiva para la autenticidad y la introspección.

«Lighthouse» marca ahora la primera colección completa nacida en el estudio de McKagan. Canciones como ‘Hope’ (con el veterano baterista de Paul McCartney, Abe Laboriel Jr y la guitarra solista melódica de su compañero gunner Slash) y la filosófica ‘I Just Don’t Know’ (con contribuciones del viejo amigo de Duff, Jerry Cantrell de Alice in Chains) ven a McKagan dejando al descubierto más de su talento artístico que nunca antes, fusionando elementos acústicos con Rock n’ Roll duro para aterrizar en el punto ideal entre la reflexión introspectiva y la energía pura. La colección de once canciones se destaca aún más por una versión adicional de la canción principal, ‘Lighthouse (Reprise)’, acompañada por el único e inigualable Iggy Pop.

McKagan presentó por primera vez su nueva música a principios de este año con «This is the Song», un EP de tres canciones en honor al Mes de Concientización sobre la Salud Mental. El EP, que fue recibido con aplausos de la crítica en Rolling Stone, Consequence of Sound, Loudwire y American Songwriter, por nombrar sólo algunos, incluye la conmovedora canción principal, ‘This is the Song’, acompañada de un vídeo complementario oficial que se transmite en YouTube.

El álbum estará disponible en varios formatos, incluido CD, CD de lujo con impresión fotográfica desplegable, casete, vinilo negro estándar y vinilo de lujo en una variedad de colores, cada uno con litografías, folleto, calcomanía y púa de guitarra. También estarán disponibles versiones firmadas y versiones exclusivas de la tienda. Su tercer álbum en solitario, «Lighthouse», llegará a todas partes el viernes 20 de octubre a través de GMR Music.

El tema título que da nombre al álbum comienza de una manera frágil y melódica, con un dejo de melancolía que va a caracterizar gran parte del álbum en cuestión. El perfil folk-punk se torna evidente en la pista de introducción la cual, oportunamente, nos entrelaza en un mar de introspección por parte del artista que nos hace sumergir en una declaración de hecho, cruzando el rock punk con el pop y el country. Una pista intrascendente y poco memorable pero agradable a los oídos de los oyentes más “periféricos” hacia su arte.

«Lighthouse» es todo menos una fiesta de lástima y malhumorada. ‘Longfeather’, inspirado en el difunto autor Cormac McCarthy, es una pista de soft rock espectacular con un piano enérgico y una batería propulsora. Las melodías son tan agradables como apacibles, pero McKagan, en su marcado carácter punk le da un toque de rudeza a la pista y al mensaje en cuestión. Su tercer single es un salto cualitativo en comparación con la canción de apertura, y conlleva una mayor versatilidad en su sonoridad estilística.

‘Holy Water’ viene a prolongar lo hecho en su predecesora ‘Longfeather’, pero con un mayor perfil country, aunque prevalece el contorno más rockero de la mano del propio Duff y el minimalista pero efectivo solo de guitarra que desvanece a la propia canción en un claro efecto de fade–out. La tercera pista del álbum es otro muy buen esfuerzo que tiene una vibra positiva, con un poco más de sonido del “viejo Oeste”. Es tenso y centrado y tiene una sensación de rock americano realmente simple. Su voz también te sorprende; mejoran cuanto más los escuchas.

El conflicto bélico entre Ucrania y Rusia dice presente en el segundo corte de difusión del nuevo álbum. ‘I Saw God on 10th St’ Una balada rockera que nos retrotrae a pistas interpretadas por el mismo artista en su etapa de Guns n’ Roses y su álbum de versiones («The Spaghetti Incident?», 1993), como el cover de Johnny Thunders ‘You Can’t Put your Arms Around a Memory’. O también a las composiciones acústicas de su Ep «GnR Lies», lanzado en el año 1988.  La obra folk-punk apenas se molesta en ocultar la desesperación por el estado de la humanidad, pero lo hace con humor y un toque ligero de optimismo y fe.

Una de las secciones más melódicas y sofisticadas del álbum se presenta en la balada ‘Fallen’: pinceladas de country con un riff pegadizo y su estribillo listo para canturrear. La canción captura el espíritu del rock n’ roll con actitud despreocupada, cruda, honesta y a veces controvertida, muestra un enfoque sin concesiones, pero no logra destacar demasiado en sus 4:21 minutos de duración, más allá del correctísimo usufructo del piano en su pasar, el cual le da una sensación de rock para relajarse y respirar profundamente.

‘Forgiveness’ es correcta, pero no mucho más que eso; no es lo suficientemente buena como para destacar sin agregarle algo más de opinión, ni tampoco innova demasiado en concordancia a lo que hace a esta placa discográfica. Los momentos tranquilos y muy emotivos reciben toda la atención, mientras que la sofisticación en la voz de Duff puede lograr adormecer los sentidos.

El lado más hard rock y punk llega en la canción más corta del álbum. ‘Just Another Shakedown’ muestra la faceta más dura tanto del disco como el propio artista, aunque tampoco es para desesperar, puesto que ésta mantiene el perfil soft rock melódico al igual que el resto del material, solo que en esta pista la dinámica se incrementa, mientras que el trabajo solista de las guitarras se interpone dosificando levemente a «Lighthouse» con una pequeña carga de rock duro.

Después de esta trepidante excursión, el álbum continúa con ‘Fallen Ones’ y son nuevamente los momentos profundos y emocionales los que toman el timón. Aquí queda claro que las letras de McKagan tratan sobre problemas sociales y temas emocionales de la actualidad. Al mismo tiempo, «Lighthouse», se ha convertido también en un disco muy personal que invita a la reflexión a lo largo de todo. Cuando McKagan canta “He navegado a través del océano, golpeado por el viento y la tormenta”, entonces es una reflexión muy personal y al mismo tiempo todos han experimentado esos momentos en los que un “faro” ayuda a encontrar la dirección correcta.

Hacia el final del álbum McKagan, quien por cierto también es un excelente cantante, cuenta con el apoyo de un par de compañeros. Sólo un recordatorio de que la ciudad natal de Duff es Seattle, tenemos un grunge tipo Screaming Trees con voces poderosas en el nombre de ‘Hope’; un himno rockero y muy rítmico. Es inconfundible el toque de Slash. Un poco de piano, arreglos orquestales perfectos, y un Mckagan demostrando que puede ser un gran vocalista. Un enorme trabajo del guitarra solista, un coro por debajo de la media y que recalca la colaboración tan especial. Para mí uno de los mejores temas del álbum.

La otra gran guitarra invitada viene a continuación, de Jerry Cantrell de Alice in Chains en ‘I Just Don’t Know’, mucho mejor y con un sonido más personal, durante el cual McKagan canta mejor que en cualquier otro lugar del disco. Incluso suena un poco familiar cuando sube (lo que probablemente hizo que Axl Rose se preguntara por qué su bajista no guardó este para GNR). Se mueve bastante bien entre más veces le es escuchada, y los segmentos orquestales con cuerdas nos transportan a una zona de confort muy tranquilizadora, mientras nos transmiten el mensaje de abordar lo que viene después en la vida y lo desconocido que le espera.

El álbum comenzó con ‘Lighthouse’ y ‘Lighthouse Reprise’ termina este disco muy bien hecho. El disco termina con 92 segundos de una repetición de la canción principal, solo con la estrella invitada Iggy Pop pronunciando una palabra hablada que suena como si hubiera sido entregada a través de un par de cientos de libras de barro.

Miembros de la banda:

• Duff McKagan – Batería, bajo, guitarra acústica y eléctrica, voz, coros.
• Tim Dijulio – Guitarra eléctrica.
• Ryan Burns – Piano, teclados.
• Martin Ferveyear – Sintetizador, melotrón, coros.
• Shaina Shepherd – Coros.