Guillermo Izquierdo (ANGELUS APATRIDA) y una entrevista explosiva para el recuerdo
Por Alejandro Melgar
Como uno de los pilares fundamentales de la nueva movida del Thrash Metal, los españoles Angelus Apatrida llevan ya más de 20 años de crecimiento irrefrenable, volviéndose una potencia europea y hasta un referente mundial para el género. Pertenecientes a una camada que celebra tanto la vieja escuela como la nueva modernidad, la banda está a punto de presentar su nuevo álbum de estudio autotitulado “Angelus Apatrida” el próximo 5 de Febrero a través de Century Media.
Tuvimos el gusto de compartir una llamada vía zoom con su líder, vocalista y guitarrista, Guillermo Izquierdo, quien contestó un montón de preguntas y se explayó sin problemas de muchas temáticas. Un tipo muy divertido y lleno de anécdotas, como podrán ver en esta entrevista.
Esta próximo a salir su séptimo disco, y esperaron todo este tiempo para autotitularlo como la banda. Muchas veces esto es sinónimo de “declaración de principios”, ejemplificar el sonido de la banda con un disco que mejor identifique la esencia. ¿Este es el caso con ustedes? ¿Por qué esta decisión llega recién a 20 años de su formación?
Pues más o menos es como lo has explicado. De hecho nunca lo planteamos y fue lo último que decidimos. Ya habíamos terminado de grabar y teníamos el master que nos envió Zeuss (productor), habíamos ya hablado para hacer el arte de tapa y nos dimos cuenta que aún no teníamos título. Como tu dices, hace ya 20 años desde que éramos unos niños y nos juntamos a tocar, pasamos por muchas cosas. En este disco quisimos probar algunas cosas distintas, hemos cambiado un poquito la afinación, cambiamos de productora, empezamos a trabajar con Zeuss de Estados Unidos el disco se ha forjado en una pandemia, etc. Nos pareció también buena idea porque hay mucha gente que nos sigue que no habla español y les cuesta pronunciar el nombre de la banda, así que pensamos “si no recuerdas el nombre del grupo, te lo tienes que aprender porque también será el nombre del disco” (risas).
Y sí, es una declaración de intenciones, sabíamos que con este disco nos íbamos a abrir más al mercado, especialmente el norteameriacano con la implicación de Zeuss y de Century Media ya apuntando a algo más global. Nos pareció que sería la mejor carta de presentación para la gente que fuera a escuchar Angelus Apatrida por primera vez. No pierde la esencia de la banda y además hemos recuperado esa energía y ese poder que en los últimos lanzamientos costaba un poquito más encontrar. Ha vuelto y ha vuelto para quedarse. Nos pareció perfecto, esto es lo que es Angelus Apatrida en 2021.
Si, sin dudas en este disco se siente una agresión mayor, como si desataran una furia contenida. ¿Estaban más enojados o con ganas de expresar algo fuerte a la hora de componer este disco?
Sí, desde luego. Aquí hay dos factores muy importantes. El primero es el factor técnico, como te decía hemos cambiado un poco la afinación, siempre hemos tocado en mi bemol y ahora bajamos sólo medio tono a re estándar, esto hace que la música empiece a sonar más grave, más gorda, en tonos un poco más agresivos. La voz también tiene más cuerpo y suena más agresiva, y al trabajar con Zeuss logramos que el disco suene lo más orgánico y natural posible pero con una potencia increíble.
Luego está la parte más filosófica, metafórica y emocional: este disco se ha compuesto, producido y grabado en medio de una pandemia global, con todo lo que eso significa. Especialmente aquí en España, los primeros meses fuimos de los peores países del mundo respecto a la pandemia. Yo lo he vivido muy de cerca ya que mi novia es enfermera y está en la unidad de cuidados intensivos. Cada día era un trama, un drama, mucha gente muriendo, el mundo volviéndose loco, la gente peléandose entre ellos, todo el mundo muy politizado y polarizado. Todo eso hizo que las letras del disco se cargaran de frustración y rabia por todo lo que estábamos viviendo, pensando si esto terminaría algún día.
Yo personalmente pasé muchos días de ansiedad, de situaciones extremas, y eso lo plasmé en muchas letras. Pero no acabó ahí, había días cuando estábamos grabando sentíamos como una energía extra a la hora de grabar, a la hora de gritar. Cuando grababa las voces lo hacía con mucha más rabia porque me acordaba de todo lo que habíamos vivido, no sabíamos que iba a ocurrir. Cada grito e intención se quedó implícita en la música. Esto hace que escuches el disco y digas “oye sí, estaban enojados”. Pero estamos encantadísimos de como salío, eso es el Heavy Metal.
Es que sin dudas esa es la actitud que hay que tener. En el pasado se han nutrido de muchas influencias thrasheras, orientando su sonido hacia el lado más “old school”. Si bien esto está presente en “Angelus Apatrida”, acá se siente una influencia de thrash más moderno, e incluso bandas más grooveras de los 90 como Pantera o Machine Head. ¿Este cambio de enfoque fue buscado o se dio en el flujo natural?
Las bandas que has nombrado como Pantera o Machine Head, son bandas que nos encantan desde que éramos niños. De hecho mucha gente cree que en el primer disco hay mucha más influencia de Pantera que de bandas más clásicas de la Bay Area. Creo que cada canción se compone de una circunstancia en la que estás viviendo, y de la música que estés escuchando. De alguna manera ha surgido esa parte más groove, más cruda, por la afinación, la manera de cantar, la rabia implícita, eliminando un poco esa melodía y esas voces más agudas que pueden recordar a los clásicos de Megadeth, por ejemplo, o a bandas como Exodus o Nuclear Assault.
Una banda que siempre me influenció muchísimo fue Biohazard, y gracias a ellos y otros grupos estaba muy metido en la escena Hardcore y Punk, así que esta influencia también sale, tanto de bandas americanas, brasileras o españolas. Una banda española que para mi fue muy influyente fue Sociedad Alcohólica, una de las bandas pioneras del Thrash y el Crossover aquí en España. Bandas como Sepultura, Ratos de Porao, Agnostic Front… tanto la vieja escuela como las bandas nuevas son influencia, entonces cuando cae esa rabia dentro de la música y nos mostramos como más locos y enojados, es inevitable que al final sea esto lo que salga.
Hay una nueva camada de bandas thrash metal que celebran el espíritu de los 80 pero también dan su propia cuota moderna y llevan la bandera del género a otros niveles. Se me vienen a la mente bandas como Havok, Warbringer, Gama Bomb, Suicidal Angels, y por supuesto ustedes. ¿Sienten que el movimiento está viviendo una especie de “segundo mejor momento”? ¿Cómo ven la escena thrashera mundial?
No creo que exista una escena thrasher como en los 80, que era más exclusiva. Creo que está implícita dentro de la escena metalera general. A finales de la década de 2000 hubo como esa explosión de muchas bandas, algunos con más o menos originalidad que iban replicando la música de la Bay Area, o un Thrash Metal más teutón. Como Suicidal Angels que es una banda más influenciada por el Thrash/Death de bandas como Sodom o Kreator. Te puedes poner a pensar que de toda esa camada de nuevas bandas quedamos pocas, en el sentido de pertenecer a un circuito internacional, moviéndonos de una manera más o menos profesional.
Seguro que hay cientos de bandas buenísimas en todo el mundo que aún no han llegado a nuestros oídos. En Estados Unidos puedes hablar de Havok o Warbringer, podíamos hablar de Power Trip, una banda enorme de la que lastimosamente Riley Gale ya no está con nosotros. Hay un montón de bandas increíbles en latinoamérica y acá en Europa. Gama Bomb acaba de sacar nuevo álbum y es increíble, bandas como nuestros amigos de Crisis, Suicidal Angels, pero hay poquito más. Por ejemplo, Lost Society fue una banda que entró con mucho poder, replicando ese old school Thrash, al final han cambiado de estilo. Y me parece muy bien, yo los apoyo, da un poquito de rabia porque se que lo hacían muy bien, y hoy en día es más como un fenómeno que una banda. Ahora están en un nivel superior y han conseguido mucha fama. Pero es mi opinión, yo los aplaudo.
Hay todavía una escena underground muy potente que hemos visto en muchos lugares del mundo. Para nosotros es un orgullo ser de esas bandas de Thrash que forman parte de una escena global, es todo un privilegio.
Si, sin dudas. Hay muchas bandas under de calidad a nivel global y acá en latinoamérica también.
¡Claro! Y sobretodo, la manera que nosotros tenemos para conocer bandas es girando, ahí conocemos infinidad de bandas. De las últimas bandas que conocimos, con Evil Invaders ya somos amigos. También de Schizophrenia, una banda de Death Metal de Bélgica, Hateful Murder de Brasil o Red Razor, bandas con las que pudimos estar de gira.
Ahora que llevamos casi un año sin girar es más difícil conocer bandas nuevas, hay demasiada publicidad, demasiada información en las redes y es difícil que lleguen cosas de calidad. Por eso nosotros estamos muy contentos al girar, porque al ver en vivo las bandas es donde realmente se demuestra el potencial. Es una lástima que ahora mismo no podamos. Estoy seguro que hay cientos de miles de bandas increíbles en la escena thrasher y que lamentablemente todavía no conocemos.
Si, es verdad, se hace muy difícil conocer todo lo que hay. Yo que soy reviewer y tengo esta página, descubro bandas de calidad todo el tiempo. Uno a veces quiere abarcar todo y es imposible.
Completamente imposible, por eso nosotros nos concentramos en el directo. Ahí ves la verdadera esencia. Hoy en día puedes hacer mucha trampa en el estudio, y hay mucha tecnología que puede sonar bien pero luego falla en directo, ahí es donde se evalúa todo.
Son una de las pocas bandas que en 20 años de existencia han prácticamente mantenido la misma formación, la misma que grabó el debut “Evil Unleashed” (2006). ¿Qué los ha hecho funcionar tan bien como banda y como unidad?
No sabría decirte, yo creo que es porque somos amigos desde pequeños, enseguida que nos conocimos empezamos a compartir la música, y cuando empezamos a tocar un instrumento nos ayudaos entre nosotros a aprender. Cuando conocí a David (Álvarez, guitarrista) nos empezamos a enseñar canciones mutuamente. El me enseñaba canciones de Metallica, y yo a él de Iron Maiden, nuestras bandas favoritas de ese entonces. Con Victor (Valera, baterista) compartía muchísima música, y le enseñamos a tocar la batería, íbamos al local de ensayo de mis hermanos mayores y lo dejábamos tocar allí.
En 2003 la formación que conocemos se consolida y siempre tuvimos la formación. Esto es nuestra vida y no sabemos hacer otra cosa, no sabemos si estaríamos en otra banda si no fuera Angelus Apatrida. Llega un momento en que das todo por esto y es parte de ti, siempre los cuatro tuvimos ese pensamiento. Desde que nos profesionalizamos en 2010, siempre fuimos con todo. Dejamos nuestros trabajos para dedicarnos exclusivamente a la música y ha sido relativamente fácil. Cada uno tiene su familia, vivimos en diferentes ciudades, pero el objetivo común es el mismo. No se si podríamos concebir nuestra vida sin pertenecer a esto. Siempre que decidimos algo, hacer nuevas canciones, grabar un nuevo disco, girar, siempre estamos de acuerdo. El truco es ese, somos cuatro personas que siempre nos entendimos bien, es como un matrimonio.
Qué bueno poder lograr eso, como banda y como personas. Mantener un grupo que se sienta tan unido y siguiendo una misma dirección, es algo que no muchos logran.
Creo que también tiene mucho que ver que no tenemos otros amigos, nosotros somos nuestros amigos. Tenemos más amigos pero son todos de la misma “crew”. Dentro del colegio no había feeling ni amistad, no entendían nada sobre Metal, así que mis amigos estaban por fuera y dentro de la banda.
Como te comenté soy de Uruguay, y ustedes se presentaron acá por única vez (hasta ahora) en 2016. ¡Un show al que no pude ir y hasta el día de hoy no me lo perdono! Fue con la gira del “Hidden Evolution” en un pequeño local que hace poco cerró sus puertas. ¿Tienen algún recuerdo de esa fecha en particular y de su gira por latinoamérica?
Pero, ¡por supuesto! Recordamos toda la gira con mucho cariño pero la fecha de Montevideo en particular, la pasamos genial. Era la penúltima fecha de la gira, al día siguiente viajamos a Buenos Aires. El productor fue Jorge (Polito, El Lado Oscuro), que de hecho también estuve hablando con él para su medio. El vive en Holanda, estuve hablando con él la semana pasada y recordábamos todo. Fue un día increíble, lo primero que hicimos fue ir del hotel a un restaurante. ¡Nos comimos un asado impresionante! Mucha cerveza y vino. Lo pasamos en grande.
Esa noche teníamos que tomar un autobús para llegar al puerto y cruzar a Buenos Aires, fue muy gracioso porque el concierto fue a las 2 de la madrugada, muy tarde. Vino Jorge y dijo “bueno, a las 5 vendrá el bus para recogerlos”, y yo le dije una expresión que se usa mucho acá que es “¿te estás quedando conmigo?”, que significa “¿me estás tomando el pelo?”, y Jorge dijo “si si, por supuesto, yo me quedaré con ustedes hasta las 5!” (risas). Recuerdo que todos dijimos “¡este tío me encanta!”. El concierto fue maravilloso, hubo mucha gente. Había planes de volver al año siguiente pero bueno, ya pasaron más de 4 años y aún no se ha podido.
Si, una de las pendientes que tengo es verlos a ustedes en vivo. Cuando se solucione todo esto esperemos que pueda darse.
Este año no creo pero en 2022 estoy seguro de que vamos a volver a Latinoamérica.
Un amigo uruguayo que estuvo en ese show y charlo con ustedes me sugirió esta pregunta. ¿Cuál sería la situación más bizarra a la que tuvieron que enfrentarse? Momentos incómodos o fuera de lo común en alguna gira.
En una gira en condiciones normales hay muchas pero no han sido muy graves. La que me viene siempre a la mente fue en Venezuela, era la primera vez que íbamos a Latinoamérica y empecé a sentirme muy mal y tuve una gastroenteritis horrible, con fiebre y con unas diarreas increíbles (risas). Éramos el cabeza de cartel del Gillman Fest, tocando para mucha gente allí en Mérida. Habíamos ido solo para esa fecha, era imposible cancelar. Estuve dos días sin poder comer nada, solo bebiendo agua y en seguida yendo al baño, y recuerdo que ese día en la mitad del concierto llamé a nuestro tour manager corriendo y le dije que se pusiera detrás y le dije “¡¡por favor, huéleme el culo!!”, “qué??”, me dice, “Sí, sí, huéleme el culo, ¡creo que me cagué encima!” (muchas risas).
Fue muy gracioso, en mitad de un escenario enorme y con tanta gente, mi tour manager oliéndome los pantalones y diciéndome “no, no huele mal, está todo bien!”, pero bueno yo tenía la sensación de que me había cagado encima, por lo tanto el resto de hora y 20 de concierto que todavía quedaba lo hice apretando las nalgas y sin moverme, llevaba pantalón corto y miraba que no cayera nada (risas). Lo pasé muy mal pero me río mucho cada vez que me acuerdo de eso, pero nadie se dio cuenta (risas).
¡Cuando te pedí anécdota bizarra no me imaginé que fuera tan bizarra! (risas)
¡Es muy buena! Como anécdotas bizarras también te puedo contar situaciones en China, hicimos una gira de 17 fechas por todo el país y cada día fue una anécdota, desde muy graciosas hasta muy malas. Como llegar a una sala y encontrar otra banda haciendo la prueba de sonido, íbamos a tocar y habían anunciado 2 bandas a la misma hora y tampoco había ningún promotor, fue muy extraño. Llegamos y vimos otra banda, que tampoco sabían nada, esa banda no quiso tocar y nos quedamos solos ahí, y la gente del venue nos dijo “si quieren tocar, pueden tocar lo que quieran, aquí no ha venido nadie, no hay entradas, nada”. Vino muy poquita gente, ni pagaron, hicimos una especie de ensayo con ellos, tocamos versiones, etc.
También intentamos pedirle a los chinos que hicieran un “circle pit”, y para muchos de ellos era la primera vez que veían a una banda de Metal. Cuando más o menos expliqué en qué consistía, llegó el momento y todos se agarraron abrazados como grandes amigos y empezaron a saltar. La risa era increíble y fue muy lindo de ver, muy inocente.
La situación global sigue bastante complicada con la pandemia que aún está complicando los shows en vivo y las actividades en general. ¿Qué estrategia tienen planeada para presentar “Angelus Apatrida” y qué planes hay para el resto del año?
Bueno, la estrategia ahora mismo es sentarse y esperar. No sabemos que va a ocurrir, tenemos conciertos confirmados en los festivales de verano, creo que todo el mundo mantiene la esperanza de que la cosa vaya mejor y que los festivales se vayan a celebrar, pero no lo se. Ahora mismo nuestra principal obsesión es girar lo antes posible para presentar el disco y generar dinero para nuestra empresa, estamos hace 11 meses sin trabajar y la situación es peligrosa.
Si la situación lo permite, a finales de Febrero empezaremos una pequeña gira por España en grandes salas en conciertos de distancia social. Intentaremos empezar a hacerlo, lo necesitamos económica y mentalmente. No se si podremos salir de gira por Europa, y ojalá para 2022 podamos ir para Latinoamérica y Asia. Ahora mismo nuestro plan se basa en aprovechar España y girar por aquí.
Tampoco sabemos si podremos hacer algún show en streaming, quizás podamos hacer alguno para nuestros amigos en Latinoamérica o Norteamérica, intentaremos hacer algo para presentar también este nuevo disco.
Buenísimo, yo siempre digo que es mejor ver un show en esas condiciones de distanciamiento, que no verlo directamente. No es lo ideal pero si es esa la modalidad a la que hay que adaptarse, se hace, es mejor que no ver nada.
No es lo ideal pero al final haces algo y tienes un entretenimiento externo, y también sabes que los músicos y los técnicos que dependen de eso tienen una oportunidad para tener un poco de trabajo.
Guille, ¡te agradezco un montón por la charla! Muy divertida, muchas anécdotas interesantes. Éxitos con el disco, lo estuve escuchando y está espectacular, tengo intenciones de hacer una reseña. Estamos en contacto y espero charlar en algún otro momento contigo.
¡Gracias a ti! Y cuando quieras, ha sido un gusto. ¡Estamos en contacto!
«Angelus Apatrida» será editado el próximo 5 de Febrero a través de Century Media Records, encuentra todos los detalles aquí.