ASCENSION – Under The Veil Of Madness 🇬🇧 (Album Review)

Por Michael Prado

---

Yo creo que en esto de la música, si hay una cosa que llega a alegrar mucho a quienes disfrutamos de este arte, es cuando una agrupación que nos dio una buena manifestación del mismo, y que, por la razón que sea, tuvieron que apartarse de este oficio por un determinado período de tiempo (mismo que podría inclusive abarcar una o varias décadas), da la esperada y anhelada noticia de que retornan al quehacer musical, para manifestar su arte en forma de nuevas canciones.

Puede haber varios detonantes que lleven a que un músico o grupo de estos deba tomar esta decisión (muchas veces no deseada por los mismos).  Bien el móvil podría ser que ya el oficio no es rentable para ellos, y más bien termina dejando pérdidas (algo que se ha acentuado sobre todo en la era actual que vivimos, donde la venta de discos no deja tanta ganancia a los artistas como antaño), o bien la separación de algún integrante del grupo por diversas razones (sobre todo si dicho integrante es muy determinante en la historia y quehacer del grupo en cuestión).

Sea como sea, y sin que tengamos que saber qué fue lo que llevó a los escoceses Ascension (a quienes dedicaremos la siguiente reseña) a no traernos un nuevo material discográfico desde su debut “Far Beyond The Stars” (2012), no deja de ser algo que nos llena de felicidad el habernos enterado el año anterior que la agrupación retomaba su parte compositiva con el fin de enfocarse en la escritura y elaboración de lo que ha llegado a ser su segundo LP, que nos ha llegado finalmente este 24 de febrero del año en curso, y que lleva el nombre de “UNDER THE VEIL OF MADNESS”.

Este quinteto, compuesto por el cantante Richard Carnie (integrante también de la agrupación de Power Metal infantil Sharky Sharky), los guitarristas Fraser Edwards (quien acompaña a Richard en Sharky Sharky y además tiene su proyecto solista) y Stuart Docherty (también miembro de Autumn’s Morning y el proyecto solista de Fraser), el bajista Nick Blake (quien también acuerpa a Fraser en su proyecto solista) y el baterista Dick Gilchrist (integrante del grupo de Power Metal chino Barque of Dante), ha decidido dar un impulso mayor a su arte con respecto a lo que presentaron hace 11 años, brindándonos una experiencia que, no solamente presenta una producción de mayor calidad, sino que han aumentado la velocidad en su arte, inclusive pareciendo por momentos que compiten en este rubro con agrupaciones como Dragonforce.

Dicha explosividad tan frenética en su arte para este nuevo álbum se hace presente sin hacerse esperar mucho tan sólo arrancar la primer pieza del álbum, que lleva el título de “Sayonara”, la cual, de manera paradójica, llevando como nombre la palabra que en japonés es una despedida definitiva, nos da el punto de partida a este brillante y muy bien labrado retorno de estos chicos, con una velocidad irreprimible, melodías de guitarra vertiginosas y alocadas, además de una interpretación soberbia en la voz de Richard.

Para “Megalomaniac” la receta de velocidades desenfrenadas sigue en boga, esta vez presentando una distinta y más alta entonación a su predecesora (Fa Mayor, mientras que “Sayonara” fue escrita en Do Sostenido Mayor).  Hasta podemos ver que en algunos momentos Richard Carnie llega a hacer fraseos cantados a una velocidad que busca emparejar con la que desempeñan sus compañeros a los instrumentos (recurso que también Dragonforce solía usar con frecuencia en la era donde tuvieron a Z.P. Theart como cantante).  No perdamos la atención en la interesante parte instrumental, donde inclusive tienen un momento donde suena muy festiva, antes de que llegue el reventar de la velocidad en los dedos de Fraser y Stuart para sacar melodías de las 6 cuerdas respectivas.

“Defiance” nos trae una introducción más pausada, pero que en lo absoluto viene a demarcar el terreno en el que se desempeñarán estos 5 músicos, donde inclusive, no contentos con el elemento de la velocidad, se despacharán con algunos blast beats ocasionales, y sí, hasta ciertos momentos de pausa musical se harán presentes, pero sí, son la calma antes de la tempestad artística que para esta oportunidad se ha vuelto el sello de impronta de estos chicos.

Llegamos a la primera pieza que tiene una duración algo más larga de lo normal, siendo en el caso de “Monsters” que nos acompañará durante 7 minutos y 16 segundos, trayendo una intro de pianos que da la bienvenida posterior a los instrumentos, que entran con sobriedad para seguir nuevamente con la descarga potente, voraz y cargada de una velocidad que no nos dará descanso en nuestros cuellos, para que luego, al ritmo de ese riff que Iron Maiden inmortalizó en “Run To The Hills” y “The Trooper”, Richard inicie sus cantos, que irán incrementando su intensidad en compañía con la tremenda ejecución veloz de sus compañeros de banda.  Nuevamente la sobriedad del piano, acompañada por violín y orquesta de fondo, harán las delicias del público en la sección instrumental de este gran número, antes de que nuevamente arrasen con su poderío guitarras, bajo y batería.

Sin tanta velocidad como en las canciones anteriores, pero sí con una sonoridad bastante alegre, que nos recordará mucho el feeling que crean los grandiosos Freedom Call en sus álbumes, llega el momento para que la muy optimista “Set You Free” haga su aparición en este listado de canciones que componen el álbum.  Dios, que las melodías de esta hermosa canción llegan a impregnarse en la mente de uno conforme la dejemos ser reproducida más de una vez.  Sin dudas será una de las favoritas de quienes lleguen a disfrutar de este disco y busquen melodías bastante felices.  ¡Y ni hablar del solo de guitarra, una oda al Power Metal más melódico de la escuela finesa!

Sin perder mucho tiempo, llegamos a la sexta canción del álbum, y que lleva el farolillo de ser la más larga del álbum, con nueve minutos de duración.  “Last Winter’s Night” prosigue con ese humor entusiasta y cargado de esperanza en su elaboración, algo que su entonación de La Menor (misma que Blind Guardian usó para su legendaria “Mirror Mirror”) viene a acentuar, en otro de esos números que presenta los elementos para tener un nivel de adicción musical bastante elevado, sin importar que dura más de lo normal.  Y cuidado, que durante la excelente sección instrumental, hasta obtendremos momentos en los que destacará el bajista Nick Blake con algo de slapping bastante intenso.

Si creyeron que lo anteriormente disfrutado es de mucha calidad, es porque todavía no han escuchado lo que considero yo el mejor número de este álbum, y que también puede clasificar como una de las mejores canciones de este 2023, no solamente dentro del Power Metal, sino de la música en general.  Y es que lo que estos chicos han creado para la pieza homónima del álbum, “Under The Veil Of Madness”, es para enmarcarlo y presentarlo en los años venideros como una muestra inequívoca de crear una obra de arte en todo el sentido de la palabra, donde ni uno de los 526 segundos que dura esta gran pieza tiene desperdicio de alguna clase.  Interpretación vocal magnífica de Richard Carnie, líneas de bajo acertadas de Nick Blake, fantástica elaboración melódica en las guitarras de Fraser Edwards y Stuard Docherty, aparte de un trabajo bastante competente de Dick Gilchrist, quien no tendrá que apelar tanto a las altas velocidades (ojo, no está ausente este elemento, pero no es el que dicta la pauta a seguir en esta oportunidad) sino más bien a una senda más elaborada y compleja en su instrumento, e inclusive, acompañamientos y melodías de piano que sientan bastante bien al trabajo tan excelso de esta gran canción.

En “Power Of A Thousand Suns”, Richard Carnie tendrá un momento de reposo, mas no así el resto de la agrupación (al igual que nosotros los escuchas), quienes entregarán en poquito más de 3 minutos un maravilloso y bastante virtuoso instrumental, donde la melodía y velocidad que han sabido encompasar tan bien estos chicos se fusionan en tremenda forma, para seguir haciendo donaire de su gran habilidad instrumental.

“Pages Of Gold” inicia tras haber terminado ese hermoso momento sin vocales, para traernos una pieza más enfocada en las guitarras que en la velocidad, comparada a los números anteriores del disco, aunque sí, en el tremendo estribillo tan engalanado de esta pieza, el grupo volverá a soltar amarras y a mostrar que esto es Power Metal del más veloz y cargado de adrenalina, pues si estaban dispuestos a volver, había que hacerlo en gran forma.  Y vamos, que inclusive en el interludio, Richard se despacha con voces líricas muy elegantes, realzando todavía más la calidad de esta hermosa pieza.

“God Of Death” le da un cierre más Heavy que Speed a esta hermosa obra musical, en donde las guitarras seguirán haciendo de ese alarde de melodía, la batería de Dick irá más descansada pero mostrando más matices en su desempeño, y por supuesto, Richard Carney seguirá siendo elemento de gran preponderancia para un número que da un cierre muy digno y hermoso a esta obra.

Uno siempre quedará con la duda de qué será de una banda que retorna tras varios años de no lanzar material nuevo, pues la incertidumbre de que los años puedan pasarle factura a sus integrantes está presente, pero eso no parece afectar en lo absoluto al caso de Ascension, quienes han logrado conjuntar 10 canciones que conforman un álbum que, sin lugar a dudas, va a encabezar muchas listas de discos favoritos que dejará este 2023 cuando sea el tiempo de despedirlo.