Review: ALESTORM – Curse of the Crystal Coconut

Por Alejandro Melgar

Los piratas escoceses están de regreso con un nuevo álbum bajo el ala, y es notorio el crecimiento exponencial que están teniendo con cada lanzamiento y cada gira, al punto de volverse una de las bandas más populares del Metal más “fiestero” y autoparódico. Como uno de los cultores del Pirate Metal más moderno, Alestorm comenzó su camino siendo una banda más del montón, con un sonido fuertemente arraigado en el Power Metal pero también mostrando esa amalgama con el Folk y la temática pirata de cantos de taberna, cruzadas épicas, búsquedas de tesoros y alcohol, mucho alcohol. Sus primeros discos como ‘Captain Morgan’s Revenge’ (2008) o ‘Black Sails At Midnight’ (2009) abordaban esta temática con desparpajo y tomándoselo todo muy en broma, pero si vamos a lo estrictamente musical, poco había que aportar en este campo y si bien son discos que están llenos de clásicos, su sonido se sentía aún bastante amateur.

Avanzamos el tiempo hasta nuestros días y nos encontramos con una banda más afianzada, totalmente establecida en la escena metalera mundial y con discos cada vez más populares, entrando en los charts europeos y estadounidenses con cada vez más facilidad. Ejemplos como ‘Sunset on the Golden Age’ (2014) y ‘No Grave But the Sea’ (2017) muestran a una banda que sigue diviritiéndose y burlándose de todo y de todos, pero con una madurez musical claramente notoria a través de colecciones de canciones para todos los gustos: desde lo épico y complejo hasta lo bizarro e irrisorio, Alestorm se transformó en el punto de referencia para el Metal más divertido y descontracturado.

El año de la Gran Maldición (también conocido como 2020) nos regala su tan ansiado sexto álbum de estudio: “Curse of the Covid-19”…perdón… Curse of the Crystal Coconut”, y desde el título podemos notar tranquilamente que todo sigue en su lugar y los piratas siguen sin tomarse las cosas muy en serio. Para quien no lo sepa, el título hace referencia a la trama del videojuego ‘Donkey Kong 64’ editado para la mítica consola Nintendo 64 en 1999 (de hecho una edición especial del álbum viene con la propia consola customizada con una ilustración exclusiva… háblame de ediciones de coleccionista), y lo que encontraremos en él no dista mucho de lo que podemos esperar: 11 himnos piratas que siguen destilando irreverencia, frescura y diversión, con una producción que cada vez sube el listón más alto y los encuentra moviéndose con soltura gracias a un gran respaldo por parte de Napalm Records, quienes se dieron cuenta de apostar todas sus fichas (y presupuesto) en la nueva sensación de los Siete Mares.

Tres singles fueron ya liberados al momento de lanzamiento del álbum, el primero de ellos es el que abre el mismo: ‘Treasure Chest Party Quest’, una manera perfecta de abrir el disco con todas las troupes piratescas y descontroladas a las que Alestorm nos tiene acostumbrados: fiesta, alcohol, diversión, dinero, todo simbolizado en un video de lo más bizarro que recomiendo que miren para dar otra magnitud a esta locura de canción. La cosa se pone aún mejor con ‘Fannybaws’, el último single, y una canción que nos regresa a las historias de piratas hilarantes con los clásicos coros estratégicamente colocados para que este tema sea todo un éxito en vivo, garantizando canto, baile y puños en alto, la definición de una fiesta en canción. Otro tema que se disfruta mucho más vivido a través de su videoclip, donde con otra demostración de lo grande que es Alestorm hoy en día, podemos ver que el pirata titular de la canción está interpretado por el carismático Peter Dinklage (Game of Thrones), confirmado por un subtítulo oculto en el mismo video. ¡Totalmente enfermo! Interesante de notar que el Fannybaws es en el universo de Alestorm uno de los piratas más grosos del mundo, logrando hasta derrotar al calamar gigante terrorífico (como ser relata en la canción ‘Death Throes of the Terrorsquid’ del disco ‘Back Through Time’ (2011)). Hay quienes dicen que estamos ante un “Universo Cinematográfico de Alestorm” por la interconexión que se está dando entre las canciones. ¿Será?

Chomp Chomp’ se pone en plan más folky con un intrincado riff pesado casi thrashero, y hasta una sección groovera un tanto extraña en el puente, dando paso a los coros que nos obligan a gritar “chomp chomp” todo el tiempo como unos lunáticos mientras que prestándole atención a las letras podemos escuchar la violenta historia de un cocodrilo que devora todo a su paso. Con ‘Tortuga’ tenemos uno de esos escasos momentos en donde podríamos decir que la banda se sale de su zona de comfort y entrega una canción de lo más interesante, que basa su ritmo principal en un Trap/Pop más caribeño, uno hasta podría decir que serviría como la base de un hip-hop, hasta que nos damos cuenta que.. ¡se incluye una parte rapeada! Locura total por parte del colaborador frecuente de la banda Captain Yarrface. Este tema es un éxito en parte por su simpleza y en parte por la singular mezcla de ritmos y matices. No se queden sin escucharlo (¡y vean su video!).

La pesadita ‘Zombies Ate My Pirate Ship’ (que cuenta exactamente lo que te imaginas, un ataque zombie a un barco pirata, WTF), tiene otro estribillo de esos que resuenan y te hace querer cantarlo levantando tu jarra de hidromiel en una taberna del siglo XVI. Otra característica es que los guturales están cada vez más presentes, pero no a modo de abuso, sino que aparecen en momentos clave y agregan valor a la experiencia global de la canción, dotando de variedad a la propuesta (¡hasta aparecen voces femeninas en una pequeña sección!). El momento Power Metal uplifting viene de la mano de ‘Call of the Waves’, un tema que derrocha positivismo y buenas vibras en toda su extensión. Un gran himno poseedor de un mensaje que nos quedará grabado a fuego para hacerle frente a las adversidades de la vida. Musicalmente recuerda a los primeros momentos de la banda, cuando el Power tradicional reinaba por sobre el Folk y la irreverencia.

El estereotipo pirata más trillado vuelve con ‘Pirate’s Scorn’, tremenda canción para bailar y abrazarse ebrio con tus pares mientras intentan crear ese pasito folky que muestre tus habilidades más estúpidas. Alestorm hace lo que mejor sabe hacer con esta breve incursión muy divertida y tabernera. Y si hablamos de incursiones breves, ‘Shit Boat (No Fans)’ es el colmo de la bizarreada. Con poco más de un minuto de duración, este tema es el equivalente al ya clásico ‘Fucked with an Anchor’ del disco anterior: repetir una frase llena de insultos de una manera tan pegadiza que te quede para siempre grabada. “¡¡Tu barco pirata puede comerse una bolsa de vergas!!” nos muestra como los Alestorm se convirtieron en los dramaturgos literarios más importantes del siglo XXI.

Nos queda poco para encallar el barco, pero antes tenemos ‘Pirate Metal Drinking Crew’ (¿un título más original no había?), que no muestra nada que no hayamos visto incluso dentro de este mismo disco, pero proporciona otra canción divertida y fiestera con un coro totalmente catchy. La joya del disco viene sin dudas con ‘Wooden Leg Part 2 (The Woodening)’, secuela de la bizarra canción incluida en ‘Sunset on the Golden Age’ (2014). Este tema es de lo más épico y ambicioso que haya hecho Alestorm en su carrera, y con sus ocho minutos de duración rivaliza en grandeza a otros cierres de álbumes del pasado como ‘Treasure Island’, ‘Sunset on the Golden Age’ o ‘Death Throes of the Terrorsquid’. Un arranque orquestal desemboca en unos blast beats totalmente inesperados y extremos, ¿esto es Alestorm? Oh wow! Se viene linda la cosa. La leyenda del pirata con pata de palo recorre distintos países y escenarios exóticos mientras la música nos va llevando a todo tipo de climas y reprises de otros álbumes en una canción que engloba toda la esencia de Alestorm pero va aún más allá. Hay hasta una parte hablada en español, y otra en japonés (me tomé la molestia de traducirla y en una parte dice compré 108 latas de Strong Zero”… ¿¿¡qué!??). Ah, y también hay una sección con música de videojuego de 8 bits. Si no te convenciste hasta ahora, ¿qué esperas? De los mejores temas en la historia de Alestorm. Me olvidé que el final real es con la breve canción ‘Henry Martin’, otro cántico tabernero de piratas tradicional que no vale tanto la pena, especialmente si lo comparamos con la super épica que acaba de pasar.

Si nos ponemos exquisitos, ‘Curse of the Crystal Coconut’ no deja de ser otro disco de Alestorm, divertido, bizarro, polémico e irreverente, pero si miramos más allá de la repetición de estructuras y fórmulas que satisfagan a las masas, nos encontramos con un álbum sólido, con ideas frescas, experimentos arriesgados que realmente funcionan y poseedor de algunos de los momentos más inspirados en la carrera de los escoceses. Con una base de fans cada vez más afianzada y un carisma que ha puesto en su bolsillo a fanáticos y prensa por igual, Alestorm tiene todas las de ganar mientras mantengan su constancia y su desparpajo políticamente incorrecto. Eso sí, no pirateen este disco (tenía que hacer el chiste).

Género: Pirate Metal
Lanzamiento: 29-05-2020
Sello: Napalm Records
Alestorm - Curse of the Crystal Coconut
  • 8.5/10
    Producción - 8.5/10
  • 8/10
    Composición - 8/10
  • 7.9/10
    Replay Value - 7.9/10
  • 8.2/10
    Valoración Personal - 8.2/10
8.2/10

Si nos ponemos exquisitos, Curse of the Crystal Coconut’ no deja de ser otro disco de Alestorm, divertido, bizarro, polémico e irreverente, pero si miramos más allá de la repetición de estructuras y fórmulas que satisfagan a las masas, nos encontramos con un álbum sólido, con ideas frescas, experimentos arriesgados que realmente funcionan y poseedor de algunos de los momentos más inspirados en la carrera de los escoceses. Con una base de fans cada vez más afianzada y un carisma que ha puesto en su bolsillo a fanáticos y prensa por igual, Alestorm tiene todas las de ganar mientras mantengan su constancia y su desparpajo políticamente incorrecto. Eso sí, no pirateen este disco (tenía que hacer el chiste).

Alejandro Melgar

Absoluto entusiasta del Metal en casi todas sus variantes y sub-géneros. Melómano, coleccionista de discos y experto en armar documentos, listas y rankings. La estructura me garantiza paz y organización. Amo las series, películas y estoy muy arraigado en la cultura pop, además de disfrutar la naturaleza y el aire libre. Y a pesar de todo esto, soy muy sensible.