AD INFINITUM-Abyss (Album Review)

Por Carolaina Laredo

Alineación:

Melissa Bonny – Voz

Adrian Thessenvitz – Guitarra

Korbinian Benedict – Bajo

Niklas Müller – Batería

UNA FÓRMULA EFECTIVA

La expresión ad infinitum proviene del latín y puede traducirse de varias maneras; una de sus traducciones, es por ejemplo “hasta el infinito.” Probablemente, la fundadora de la banda, Melisa Bonny, quiso, a través de este término, trasmitir la sensación de que su proyecto está en constante crecimiento.

Desde la publicación de su primer álbum en 2020, titulado Chapter I: Monarchy, la banda suizo-alemana no ha parado de componer discos, siendo Abyss su cuarto año de estudio. Por otra parte, realizaron giras que los llevaron por diversos puntos de Europa y Melissa colaboró en trabajos de estudio y/o giras con diversas bandas, como por ejemplo, Kamelot, Pyramaze y Feuerschwanz.

Ad Infinitum es una banda de metal sinfónico, con elementos más “modernos”, en la cual se encuentra al frente de las canciones la voz de la talentosa y versátil Melissa Bonny, quien combina voces limpias, potentes y sensuales de registro de mezzosoprano con voces guturales. Particularmente, en este álbum, encontramos menor presencia de los elementos sinfónicos, tales como los strings, si lo comparamos con sus trabajos anteriores, denominados Chapter I: Monarchy (2020), Chapter II: Legacy (2021) y Chapter III: Downfall (2023).

En Abyss, la voz de la cantante forma parte de una fórmula que incluye, por ejemplo, breakdowns, “machaques” y elementos electrónicos que, por momentos, recuerdan a la música pop. Esta combinación de sonidos electrónicos y frescos, también nos remontan a Amaranthe (lo cual no debe ser casualidad, ya que el esposo de Melissa, Morten Løwe Sørensen, es baterista de dicha banda), así como los últimos trabajos de Within Temptation, especialmente desde el disco Hydra (2014) en adelante. También se refleja cierta influencia de Lacuna Coil, sobre todo a la etapa iniciada con los discos Broken Crown Halo (2014) y Delirium (2016), álbumes en los cuales se agrega mayor presencia de mixturas electrónicas al sonido característico de la banda. Por lo tanto, el disco Abyss, así como la propuesta de Ad Infinitum en general, seguramente le va a gustar a los seguidores de las mencionadas bandas.

Pasaremos a continuación a analizar cada uno de los tracks que conforman este álbum.

ANÁLISIS TRACK-BY-TRACK.

El álbum comienza con el segundo corte de difusión, denominado My Halo. Se trata de una canción con reminiscencias pop, en la cual la introducción está marcada por una suerte de coros con tintes electrónicos, lo cual le da a la canción cierto toque moderno, fresco y sensual. Es una canción relajada e introspectiva, en la que tenemos la voz de Melissa al frente. Cerca de los dos minutos, la canción presenta un breakdown seguido de voces guturales, llevando al tema a “estallar” por unos segundos. En síntesis, se trata de una canción agradable y que queda retenida en la cabeza tras oírla  varias veces.

Continúa el cuarto corte del disco, denominado Follow me Down. Comienza  con una melodía agresiva, con cortes que recuerdan a estilos más “moderno” dentro del metal como el Metalcore, alternados por la voz de Melissa, quien en los coros, ejecuta de fondo sus voces guturales, haciendo nuevamente muestra de su versatilidad.

Presenta una estructura similar a la canción anterior, ya que cerca de los dos minutos nos encontramos nuevamente con un breakdown seguido por los coros y el riff principal, los cuales cierran el tema.

Prosigue el primer corte de difusión del álbum, denominado Outer Space. Es una canción fresca y pegadiza, que nos recuerda la clara influencia de Amaranthe. Comienza de manera potente, con una Melissa gritando con sus voces guturales Out of control! y una base agresiva que nos recuerda al Metalcore, en la que se destaca el sonido del bajo, quizá algo novedoso dentro de estas canciones.

La canción alterna una voz suave con una base de teclados con momentos pesados en los que Melissa utiliza nuevamente los guturales. El estribillo es pegadizo y, cerca de los 2:30 minutos, la canción repite la misma fórmula de los temas anteriores: un breakdown en el cual se destaca la voz de Melissa sobre los teclados. En pocas palabras, la banda ofrece nuevamente una combinación que da resultado, dando como resultado otro track “pegadizo” y llevadero.

Prosigue Aftermath, una canción, que personalmente, me recuerda bastante a Blood, Tears, Dust, track de Lacuna Coil, perteneciente al álbum Delirium (2016), ya que su introducción tiene un sonido de guitarra y bajo similares, sobre los cuales se desenvuelve la voz gutural de Melisa. Posteriormente, el tema se vuelve algo más suave; dejándonos con ganas de que la potencia y la agresividad de la introducción del tema continúen.

Nuevamente, la banda lleva a cabo un breakdown cerca de los dos minutos y el tema finaliza con la repetición del estribillo, demostrando que la agrupación encontró una fórmula repetitiva aunque efectiva.

Continúa Euphoria, que es, quizá, una de las canciones más pop del álbum. La canción está marcada por un estribillo y estrofas pegadizas y sonidos electrónicos que recuerdan a coros, de manera similar a My Halo. La combinación de sonidos electrónicos con una base de distorsión recuerda también a los últimos trabajos de Within Temptation. Cerca de los 2:30 minutos observamos otra vez la misma fórmula: un breakdown en el cual, en este caso, la guitarra juega con la melodía principal, aunque sin llegar a construir un solo. Posteriormente, se repite varias veces el estribillo hasta que el tema finaliza.

El siguiente track es el tercer corte del álbum, denominado Surrender. Es otra canción que nos remite al pop, con una base pegadiza con sonidos electrónicos; es tal la reminiscencia al pop que, incluso, en el vídeo podemos ver escenas de Melissa bailando junto con otras chicas. Posteriormente, toman lugar el resto de los instrumentos y encontramos en algunos momentos la presencia de voces guturales y juegos de guitarra y bajo que nos vuelven a recordar a Lacuna Coil. Repitiendo la fórmula, cerca de los 2:20 tenemos nuevamente un breakdown, finalizando la canción con el estribillo en versión acústica.

Sigue Anthem for the Broken, canción que, si bien no es de las más pegadizas del álbum y genera la sensación de que no termina de “estallar”, cerca de los tres minutos incluye un solo de guitarra, algo novedoso en relación al resto de las canciones. Finaliza con el estribillo cantado por un coro en el que se escuchan voces de niños, recurso que nos remite a Epica, banda que utiliza coros de niños en su último LP, Omega (2021) y en algunos de sus más importantes shows en vivo, como The Symphonyc Synergy, del cual escribí una reseña previamente.

Cerca del final del álbum, tenemos The one you’ll hold on to, canción que tiene una fórmula similar a las que ya vimos y a las que nos propone Amaranth: una melodía llevadera, aunque no de las más recordadas del álbum, “machaques”, una presencia significativa del bajo y elementos eléctricos.

Prosigue Parasite, la cual, si bien no posee una melodía que retengamos en nuestra cabeza una y otra vez, se valora que tenemos mayor presencia de voces guturales, las cuales hacen a las estrofas del tema y, además, cerca de los dos minutos encontramos un breakdown con un pasaje que combina voces guturales y un solo de guitarra. Nuevamente, el track finaliza con el estribillo.

El álbum finaliza con Dead End, otra canción que remite a la fórmula ya explicada: una base con guitarra distorsionada y un bajo potente, bases electrónicas y momentos en los cuales Melissa alterna su voz limpia con sus guturales. Tenemos otro solo de guitarra cerca de los 2 minutos.

En conclusión, en este álbum Ad Infinitum halla una fórmula que es repetitiva pero efectiva. En lo personal, las melodías más pegadizas creo que pertenecen a los tracks que fueron elegidos como cortes de difusión. Además como se explicó, dados sus elementos pop y electrónicos, es un álbum que puede agradar a aquellos que siguen a Amaranth, así como los últimos trabajos de Within Temptation y Lacuna Coil.

Considero que hubiera sido interesante que algunos temas “estallen” o mantengan sus momentos más “pesados” y que, además, el álbum contenga más momentos con pasajes instrumentales. Por lo tanto, no es un álbum que va a agradar tanto a aquellos que buscan estos recursos.

En síntesis, creo que es un álbum del cual voy a recordar principalmente los temas elegidos como corte de difusión.