THERION – Leviathan II 🇸🇪 (Album Review)
- 🎸 Symphonic/Operatic Metal
- 💿 Atomic Fire Records
- 🌎 Suecia
- 📆 28 de Octubre, 2022
Tracklist:
- Aeon Of Maat
- Litany Of The Fallen
- Alchemy Of The Soul
- Lunar Coloured Fields
- Lucifuge Rofocale
- Marijin Min Nar
- Hades And Elysium
- Midnight Star
- Cavern Cold As Ice
- Codex Gigas
- Pazuzu
- Aeon of Maat (Alternative Vocals Version)
- Pazuzu (AOR Version)
Por Michael Prado
Si a alguien le presentan el disco “Of Darkness…” (1991), con el que los reconocidísimos suecos Therion tuvieron su debut a nivel discográfico, y luego le ponen a escuchar dentro de unos días cuando salga a la venta (a partir del próximo 28 de octubre) el álbum “LEVIATHAN II”, no creerá que estamos hablando de la misma agrupación. Y no es para menos, pues la evolución a nivel artístico que ha tenido el conjunto que desde 1987 dirige con muy acertado tino el multiinstrumentista, compositor y cantante Christofer Johnsson, ha sido bestial en todos los sentidos.
Claro, en los últimos años se ha vuelto más que perceptible la caída del grupo, carta fuerte en el Symphonic Metal, en una notoria y evidente zona de confort, presentando discos que, si bien son disfrutables, uno siente que estos chicos tienen calidad para dar mucho más, y tocar cumbres como las que alcanzaron en joyas del pasado como “Lepaca Kliffoth” (1995) y el majestuoso “Deggial” (2000), por citar 2 de los ejemplos que más he disfrutado. Hemos llegado a un punto donde estos chicos parece que están nada más cumpliendo con el deber que la discográfica les ha impuesto (algo similar a lo que percibí cuando pude escuchar el “Gaia III: Atlantia” (2010) de los siempre polémicos Mägo de Oz.
Pero bueno, nos estamos adelantando un tanto en ciertos asuntillos que podrían ser tocados con mayor detalle conforme avanzamos. Sumerjámonos por mientras en lo que Therion nos ha traído en el segundo capítulo de su trilogía “Leviathan”, la cual tuvo su primer episodio hace apenas 1 año y 9 meses, por lo cual no será de extrañar que la conclusión de esta saga llegue con prontitud a nuestros equipos de sonido.
Corta pero concisa, durando 2 minutos y medio aproximadamente, aparece abriendo este segundo acto la canción “Aeon Of Maat”, la cual nos muestra la energía más habitual de la banda en combinación con los elementos que la distinguen desde mediados de los 90 como lo son esos coros épicos, en donde las voces de la estadounidense Lori Lewis y el escandinavo Thomas Vikström.
Los elementos que Christopher Johnsson ha establecido para su proyecto musical desde prácticamente su séptimo LP “Vovin” (1998) se hacen manifiestos en todo su esplendor a lo largo de “Litany Of The Fallen”. Coros grandilocuentes, melodías cargadas de majestuosidad, orquestaciones en su punto, y un bonito solo de guitarra del señor Christian Vidal (hombre que también saca magia con sus 6 cuerdas en Luciferian Light Orchestra, el otro proyecto del señor Johnsson), corto pero atrayente.
“Alchemy Of The Souls” es introducida a nosotros con unos riffs melancólicos y reflexivos de guitarra, acuerpados por el bajo de Nalle Påhlsson (otro compañero de viaje de Johnsson en su otro proyecto, aparte de ser también integrante de Experiment No. Q) y poco a poco entra junto a ellos el trabajo de la batería por parte del señor Sami Karpinnen. De esta pieza destaco la inmersiva y onírica atmósfera que le brindan los teclados y el violín que engalana con sus notas la escucha.
La melancolía sigue presente en el aire al iniciar con hermosos pizzicatos “Lunar Coloured Fields”, que, con el permiso de ustedes, hago manifiesto que es mi pieza preferida en este redondo, mostrando el mejor trabajo de melodías y coros, logrando un conjunto muy bien logrado y hasta podría decirse que a la altura de las mejores cartas discográficas de estos reverenciados músicos.
Ya con energía renovada y usando un ritmo más que habitual en lo que ha sido el legado artístico de estos suecos, entran las melodías oscuras e intrigantes de “Lucifuge Rofocale”, donde retoma protagonismo vocal el señor Vikström, mostrándonos matices más siniestros en su amplio abanico vocal, que lo ha llevado a partir de 2009 (teniendo como debut discográfico con Therion el álbum “Sitra Ahra” (2010)) a ser uno de los 2 vocalistas de esta veterana agrupación. Esta pieza bien podría haberse sacado un lugar de pertenecer al legendario “Lepaca Kliffoth” (1995), dada su atmósfera tan tenebrosa, donde inclusive tenemos guturales que nos llevarán en un momentáneo flashback a los tiempos donde Therion hacía un Death Metal muy interesante, al cual Christopher Johnsson poco a poco le añadió las virguerías sinfónicas que hoy los hacen todos unos iconos de esta vertiente tan elegante del Metal. Si hay una pieza en la que don Christian Vidal se luce en la guitarra, pues acá la tenemos.
La opulencia de un muy digno trabajo de teclados ha sido algo que desde muchos años atrás ha sido parte de la esencia de Therion, y si a eso le sumamos un potente trabajo de coros, logramos una apuesta segura de éxito en cuanto a disfrute auditivo como el que nos brindará “Marijin Min Nar”, la cual viene también plagada de melodías que nos harán evocar el Medio Oriente que ya ha sido repasado a nivel melódico en el pasado de esta banda. Podríamos decir que esta es otra de sus piezas más sobresalientes dentro del álbum.
¿Qué tendrán las campanas eclesiásticas, que siempre logran un efecto muy especial en la música y en el ambiente en general? Pues este instrumento de percusión que sirve para llamar a los feligreses a congregarse para el ritual religioso es el que marca el punto de partida en la hermosa y melancólica “Hades And Elysium”, donde Lori Lewis se pasa de buena en su hermosa y colorida interpretación vocal, que es muy bien respaldada con las esporádicas apariciones de Thomas Vikström.
Si algunos les hacían falta algo más de empuje y poder en este disco, pues siéntanse dichosos, porque ya llegamos a la estación llamada “Midnight Star”, donde el grupo se sale del aparente letargo rítmico en el que estuvieron en las últimas piezas y retoman la senda más Hard Rock que buenos réditos les ha deparado en estos últimos años (quizás no a la altura de sus mejores lanzamientos, pero sí suficientes para seguir levantando la mano y decir “seguimos vivos y haciendo lo que amamos”). Ojito a la primera sección instrumental, donde un bonito solo de teclado que nos creó el señor Johnsson engalana el momento antes de que Lori Lewis retorne a la labor vocal, nuevamente acompañada en gran forma por Vikström. Y ni qué hablar de los coros gregorianos que toman protagonismo a partir de la segunda mitad de la pieza. ¡EPICIDAD Y MAGIA COMO SOLAMENTE THERION SABE LOGRARLO!
El frío se apodera de este disco cuando las melodías de flauta y la energía en los instrumentos del grupo se hace presente con “Cavern Cold As Ice”, que aparte nos trae parte de los mejores momentos en backing de los arreglos orquestales que salen de la mística creatividad de Christopher. Acá Lori nos canta en tonos no tan líricos, pero donde sigue demostrando su hermoso nivel vocal, mientras Christian nos trae otra muestra de su virtuosismo en la guitarra muy elegante, como lo es todo en Therion desde hará 27 años, cuando decidieron desviar su viaje a la senda sinfónica, dejando atrás el Death Metal de sus 3 primeros discos.
Ya que la flauta ha entrado a escena, pues saquémosle más provecho. Me imagino que eso fue lo que propuso el señor Johnsson cuando entraron a estudio a darle forma a “Codex Gigas”, otra canción que apela más a bajar un tanto las revoluciones y confiar más en las atmósferas creadas por orquestaciones, riffs pesados, coros ominosos y un desempeño vocal de un Thomas Vikström que muestra ser un gran heredero de una familia que en Suecia es reconocida por haber dejado un importante legado musical, el cual hoy lleva con mucho orgullo. Quizás no será la más sobresaliente del disco, pero nos hará pasar un buen rato.
Si hay un demonio muy popular en la cultura que investiga esos asuntos metafísicos, es uno que tiene un rostro en su vientre. Dicho demonio es el que da nombre a la pieza que da cierre al álbum, “Pazuzu”. Una pieza que sin dudas tiene todo lo requerido para ser un single de mucho pegue mediático. Melodías gancheras, un estribillo pegadizo y los elementos que hacen a Therion ser la fuerza manifiesta en este género musical.
Como bonus tracks, el álbum cuenta con una versión de la abrediscos “Aeon Of Maat” que trae vocales alternativas a su versión original, además de una versión más AOR de “Pazuzu” (que sin dudas se convertirá en un número muy tocado en conciertos cuando arranque la gira de presentación de este álbum).
En resumidas cuentas, el disco es un trabajo bien logrado, con una producción más que loable (los que han acompañado a este grupo desde sus inicios podrán dar cuenta que, si bien las composiciones del grupo siempre han sido majestuosas, el aspecto de la producción les dolía montones en sus inicios), coros que te pararán los pelos de punta, un trabajo vocal imponente por parte de sus 2 cantantes. PERO, uno se queda al final con esa sensación de que Therion puede dar algo más, que están encerrados dentro de su propio círculo de comodidad, y que podrían buscar hacer algo más potente, pues lo admito, algunas canciones podrían parecerles “letárgicas” a algún sector de la fanaticada. No es que todo tenga que ser llevar al límite la labor de la batería ni mucho menos, pero sí tomar los riesgos que se notaba eran capaces de echarse encima a finales de los 90s y el arranque de este nuevo siglo, con discos que fueron de una calidad muy reverenciada a día de hoy.
No dudo que quienes le den su chance a este álbum lo van a pasar bien. Quizás les pase como a mí, que la primera impresión no fue la mejor, pero poco a poco me he acomodado mejor a lo que Christopher quiso traernos en esta oportunidad y hoy tengo un mejor criterio sobre lo que han labrado, dado que ha madurado bastante bien en mí este álbum. No obstante, ¡qué falta nos hace algo a la altura de sus mejores discos, y sé que pueden hacerlo si se lo llegan a proponer! Ojalá el cierre de la trilogía “Leviathan” sea la gran sorpresa que vuelva a poner en la línea frontal a estos indiscutibles pioneros del Metal Sinfónico.