THE RAVEN AGE – Blood Omen 🇬🇧 (Album Review)

Por Michael Prado

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En los conciertos de grandes bandas también se pueden dar descubrimientos interesantes, como el que tuve en aquella memorable cita con Iron Maiden en el Estadio Ricardo Saprissa Aymá de Costa Rica en el 2016, donde la banda vino acompañada de 2 agrupaciones teloneras, siendo una de ellas un acto titánico como lo son los miembros del Big 4 del Thrash Metal de USA, Anthrax, y antes de ellos, entró a escena en aquel maravilloso 3 de marzo una agrupación que, si bien no gustó mucho a un número de gente presente en el reducto de la localidad de Tibás, a mí me llamó la atención su propuesta.

Esta agrupación lleva el nombre de THE RAVEN AGE, que en ese entonces estaba presentando su EP debut “The Raven Age” (2014), y sí, mucho se comentaba alrededor de ellos que viajaban junto a la Doncella de Hierro debido a que el líder del grupo, el señor George Harris, es hijo del gran Steve Harris, bajista y líder de Iron Maiden (algo similar a lo que ocurrió cuando, en la gira del 2008, Maiden tuvo de telonero al grupo solista de Lauren Harris, hija del insigne bajista, que por cierto, tenía como guitarrista al gran Richie Faulkner, quien actualmente forma parte de Judas Priest).

El tiempo ha pasado, y The Raven Age ha ido consolidando más su marca, teniendo actualmente una discografía compuesta de 3 álbumes, a la cual se ha unido de manera reciente “BLOOD OMEN”, álbum que tuvo como fecha de salida el 7 de julio del presente año, a través de Sony Music.

The Raven Age, que practica un interesante Melodic Groove Metal con algunos elementos de Core que le dan un aire modernoso que sí, ha ahuyentado a algunos pero que ha atraído a cierto número de gente, es integrado actualmente, además de George Harris en las guitarras, por Tommy Gentry en la segunda guitarra, Matt Cox en el bajo, Jai Patel a la batería y Matt James como cantante.

Del grupo podemos decir que ha hallado un buen equilibrio entre potencia, agresividad en los riffs de guitarra y melodías notables, aunque uno siente por momentos que George Harris puede hacerlo todavía mejor en materia de solos, los cuales, si bien no son despreciables del todo, se quedan un tanto básicos por momentos.

En el aspecto de la voz, creo que no hay mayor queja, dado el hecho de que Matt James ha sabido darle una impronta más frontal y desenfadada al grupo, algo que noté le hacía falta en su primer vocalista, el señor Michael Burrough (quien fue parte del grupo del 2013 al 2017).  Matt tiene un registro vocal muy variado, donde logra alcanzar agudos que no ocupan de ser muy bulliciosos para demostrar su valía, e inclusive momentos donde “pudre” su canto para generar esa tensión musical.

Otro punto a tomar en cuenta, y que a mí me pareció muy brillante por parte de la banda en esta oportunidad, es el performance que Jai Patel logra en la batería, desplegando un repertorio con ritmos bastante bien conjuntados y que no caen en repetitividades que algunos les podrían parecer innecesarias, e inclusive tiene momentos de gran lucimiento como lo es en la pieza final del álbum, “Tears Of Stone”.

En resumidas cuentas, podemos decir que esta agrupación británica sigue creciendo con solidez bastante bien cimentada, y que, aunque muchos podrían creer que el grupo se vale en cierta forma de “tener a un hijo de Steve Harris en su alineación” para lograr generar el auge que han tenido, yo siento que talento tienen para lograr un disco de buen disfrute como lo es el que nos han presentado en esta oportunidad, y lo mejor es que uno siente que hay todavía más espacio para que estos 5 muchachones sigan labrando una carrera donde no se llegue a hablar más de ellos como “la banda del hijo de Steve Harris” ni mucho menos.