TERAMAZE – Flight Of The Wounded 🇦🇺 (Album Review)

Por Michael Prado

El mundo del Metal tiene bandas que quizás no hagan tanta bulla como las más conocidas, pero que tienen su propia historia qué contar, la cual han nutrido con abundante música a lo largo de los años, y que en lo absoluto dichas composiciones llegan a ser despreciables.  Un caso así es el de la banda que nos trae el disco que estamos por comentar en esta ocasión.

Desde Australia (sí, terraplanistas, dicho país EXISTE, por más que berreen y pataleen arguyendo que no) nos ha llegado lo que será el décimo álbum de Teramaze, la banda de Progressive Metal más popular de la isla-continente, que está activa desde 1993 (hay datos de que existían desde antes bajo el nombre de Terrormaze, mismo que abandonaron al abrazar sus miembros la fe cristiana).  Dicho grupo inició con una propuesta más tirante al Thrash Metal en su debut “Doxology” (1995), avanzando a sonidos más afines al Heavy Metal con “Tears To Dust” (1998) y el EP “Not The Criminal” (2001), para luego pasar a un silencio discográfico de 7 años que fue roto con el lanzamiento del recopilatorio “Anthology” (2008) y mostrar su faceta musical en la que actualmente se desempeñan a partir de “Anhedonia” (2012).

Así, el tiempo ha avanzado, y estos chicos han estado en los últimos 3 años bastante activos en cuanto a lanzamientos discográficos se refiere, pues en este período han traído 4 LPs, todos de calidad compositiva muy grata.  Mas esta agrupación que es compuesta por Dean Wells, su líder, guitarrista y vocalista (esto desde el 2020, cuando abandona el grupo su anterior cantante Nathan Peachey); Andrew Cameron en el bajo; Nick Ross en la batería y Chris Zoupa en las guitarras (mismas que ejecuta en su proyecto solista Seventh Dan Counterforce), no parece quedar satisfecha con tanta música que han hecho, y en este 2022 (más precisamente el próximo 7 de octubre), con el respaldo del sello Nightmare Records, tendremos la dicha de ver aparecer en los estantes de las tiendas musicales y el perfil de la banda en cada servicio de streaming musical, lo que será su 10º álbum de estudio que llevará el nombre de “FLIGHT OF THE WOUNDED”.

Primero que nada, quisiera hablar de la llamativa portada del álbum, que sin dudas va mucho con el estilo que podríamos esperar de una agrupación de Prog Metal, con cosas tan peculiares como las que vemos en este caso, de ver un hombre de traje entero y sombrero caminando sobre las nubes teniendo sobre él a una gran ciudad.  Un concepto interesante, si me permiten decirlo, el poner en tan singular forma el mundo «patas arriba».

El álbum arranca con una gran canción que dura cerca de 11 minutos, como lo es “Flight Of The Wounded”, y como no es para menos, cuando la canción inicial dura tanto siempre esperamos que sea algo de calidad memorable, y en el caso de estos chicos, por fortuna es así.  Ya hemos disfrutado de canciones elongadas por parte de esta agrupación en el pasado (siendo su más ambicioso proyecto la pieza “Sorella Minor”, que da título a su octavo álbum, lanzado en el 2021, que tiene una duración de más de 20 minutos).  Las atmósferas creadas por la banda en esta pieza son sublimes, con riffs de guitarras acústicas y eléctricas acordes al sentimiento, un digno trabajo en la batería de Nick Ross y los cambios de ritmo que sabemos son tendencia en este subgénero musical.  Las líneas vocales de Dean son bastante disfrutables.  Vaya que ha mejorado bastante con cada disco que lanza el grupo (sin que tenga que apelar necesariamente a la versatilidad de Brett Rerekura, con quien la banda grabó su primer disco y varios de los de su nueva etapa).

La banda quizás ya no tenga una apología tan fuerte y apegada a su fe en sus letras, pero sin dudas los mensajes que proclaman en cada una de sus canciones son capaces de dejarnos reflexionando por un buen rato, como llega a suceder con “Gold”, el excelente segundo número del disco, que desde mi perspectiva siento que habla sobre las ambiciones humanas, y cómo eso se convierte en el oro de nuestras vidas.  A nivel musical sin dudas es otro golazo del grupo, que, sin tener un tecladista como miembro fijo del grupo, logra hacer un trabajo interesante con dicho instrumento en cuanto al acompañamiento instrumental.

La siguiente canción, “When The Thieves Are Out”, sigue en ese mismo patrón de cumplir a cabalidad con las premisas del Prog Metal dentro de lo que se ha regido el grupo desde este nuevo milenio, y contando con una sección instrumental por demás bastante agradable y bien elaborada, en donde las guitarras de Dean y Chris se llevan el show con eventuales acompañamientos de teclados creando melodías muy acordes.  Quizás el que se repita tanto la frase “I just can’t seem to let you go” me incomode en lo personal un tanto (con todo y que resulta infeccioso y pegadizo), pero de todas formas es otra linda canción que cuenta con mi sello de aprobación.

“Until The Lights” es la balada del disco, que llega a nuestros oídos con la dulzura del sonido del piano combinándose en forma embelesante con la voz de Dean Wells, mientras poco a poco se unen más artilugios orquestales sutiles sumando a enriquecer la atmósfera reflexiva de esta canción, que posee un hermoso estribillo y un trabajo vocal hermoso del único miembro prevaleciente de los fundadores de esta banda.  Poco a poco la pieza va creciendo con la entrada del resto de integrantes de la banda con su respectivo instrumento para darle un cierre digno del Progressive Metal a esta canción.

Ahora entramos a la que se ha convertido en mi canción favorita del álbum, que es “Ticket To The Next Apocalypse”, donde la banda muestra mucho de lo mejor que han acumulado en experiencia durante toda su carrera, inclusive mostrando algo de los elementos que los caracterizaron en sus inicios en cuanto a aspereza en su contenido y la frontalidad de proclamar su fe.  La pieza cuenta con un invitado de lujo en Jason Wisdom, cantante de Becoming the Archetype (cuya reseña de su último disco la puedes leer POR ACÁ), y vaya que su aporte es clave en determinado punto donde ataca con sus excelentes guturales).  Salgo encantado con que hayan rescatado de una de sus canciones del pasado (más precisamente de “Manology”, pieza extraída de su debut “Doxology” (1995)) una de mis frases favoritas:

Sabemos que el Progressive Metal va mucho con el desarrollo creciente de una canción, y este aspecto se manifiesta de manera más evidente que nunca en “For The Thrill”, una de las piezas en las que Dean muestra su mejor performance vocal en estos años de comandar dicho puesto en la agrupación, donde nos canta sobre no rehuir de los temores, menos intentando apagarlos exclusivamente a punta de medicación, lo cual podría llegar a ser peor el remedio que la enfermedad.

A veces podría darse la sensación de que la banda parece quedarse dentro de una zona de confort a nivel compositivo, puesto que por momentos pareciera que las canciones van con un sentir y sendero construido similares, pero desde mi perspectiva no siento que sea algo nocivo, máxime cuando las canciones llegan a ser de una calidad tan buena como también lo logran en “Dangerous Me”, que cuenta con mucha variable de escalas musicales inclusive.  Todo está en no dejarse llevar por la impresión inicial que podría dar una primera escucha y saber identificar cada detalle especial en las canciones que las diferencian de sus compañeras en el álbum, como el hermoso interludio de esta pieza, donde bajan las revoluciones y tenemos un momento muy emotivo.  Aparte, tiene un final encantador.

Los encierros en que muchos países fueron confinados durante esos difíciles tiempos del 2020 y parte del 2021 motivaron muchas protestas a nivel mundial contra las decisiones de los políticos en varios países del mundo, y Australia no fue ajena a ello.  Inspirados por dicha situación fue que surgió la canción “Battle”, que para mí es la más energética en todo el disco, tanto en cuanto a mensaje de sus letras como de ritmo e intención musical.  Es el grito determinado de Teramaze para proclamar su apoyo a quienes luchan por la verdad, la justicia y la razón.

Si el inicio de un disco resulta ser tan bueno como el que ha tenido éste, uno esperaría que la canción final también esté a la altura de cubrir las expectativas, y por fortuna “In The Ruins Of Angels” cumple a total cabalidad con el propósito de darle un cierre digno al disco, en otra canción de calidad compositiva muy deleitosa en cuanto a ejecución, sentimiento y desarrollo de la pieza en cuestión.  Lo único malo que tiene es que nos deja con ganas de más por parte de estos chicos.  Lo bueno es que es muy seguro que no deberemos esperar mucho para ello, si siguen con ese ritmo tan apabullante de lanzar álbumes de manera tan seguida (algo que por dicha no está afectando a la fecha la calidad de sus álbumes).

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