Review Clásico: DIABLO SWING ORCHESTRA – The Butcher’s Ballroom (2006)
Por Alejandro Melgar
Corría el año 2006 y una versión más joven e inquieta de mi persona se encontraba en búsqueda de nuevos artistas que innovaran un poco en el panorama actual. Por ese entonces en mi país (Uruguay), así como en casi toda la región latinoamericana, era poco común tener en los hogares Internet con una velocidad de conexión aceptable, por lo que concurrir a los Cyber Cafés a navegar, bajar material e investigar la World Wide Web era un pasatiempo muy común entre la juventud de aquellos años. Y allí me encontraba yo, surfeando el mercado negro en búsqueda de la nueva banda que me vuele la cabeza, y allí tímidamente aparecieron los newcomers Diablo Swing Orchestra, practicando un género entonces para mi desconocido como era el Avant-Garde Metal.
Su propuesta, contexto artístico, nombre de la banda y también los títulos de las canciones me llamaron suficientemente la atención como para hacerme con ese disco, y allí llegó a mis manos “The Bucher’s Ballroom”, el debut de estos suecos cuyo talento era mezclar cualquier tipo de sonido atípico con un Symphonic Metal grandilocuente y eficaz. Todo surge en 2003 como idea del mastermind, guitarrista y vocalista Daniel Håkansson , con una formación que edita el mismo año su primer EP “Borderline Hymns”, para luego extender la propuesta y generar un puñado de nuevas canciones que formarían parte del LP debut que nos compete. “The Butcher’s Ballroom” significó un antes y después para mi en la forma de concebir la música y en abrir la mente a la experimentación con todo tipo de sonidos y melodías, y ver que todo puede ser compuesto de manera que encaje en un contexto pesado y metalero, si se es lo suficientemente inteligente para lograr una amalgama que se sienta homogénea y no forzada.
El disco se convirtió en una extraña revelación para mi y hubo una época en donde no podía dejar de reproducirlo o recomendarlo. Fue sensación en mi hogar también, especialmente para el oído refinado de mi padre, que quedaba encantado con las distintas mezclas sonoras que estos suecos enfermos eran capaces de lograr. Desde ese arranque icónico con “Balrog Boogie” y que como su título lo indica nos invitan a danzar incesantemente en una pista de baile diabólica, mientras ese boogie de cabaret infernal nos transporta a un paraje etéreo y atemporal, cautivados por las trompetas, contrabajos y especialmente la operística e hipnótica voz de la vocalista AnnLouice Lögdlund. Los mediotiempos enigmáticos se hacen presentes en “Heroines”, otro tema increíble y emotivo con un estribillo sinfónico digno de alabanzas.
La música de mariachis y los ritmos latinos se hacen presentes en “Poetic Pitbull Revolution”, otra oda a la locura que pone a prueba nuestra sanidad. Algo que hace 15 años era difícil de encontrar en el panorama musical corriente. Marchas siniestras continúan su cauce en “Velvet Embracer” que deslumbra con sus influencias clásicas y melancólicas, mientras que “Gunpowder Chant” prueba ser un interludio instrumental cautivante con clara motivación por las melodías del Medio Oriente, dando paso a “Infralove”, una de las gemas del disco, transformando su propuesta en un Surf Rock/Metal de conexiones arábigas increíbles. Una banda que sabe como sorprendernos con cada tema, y el no saber qué esperar es parte de su macabro juego.
Tras un título tan bizarro como “Wedding March for a Bullet” se esconde una de las canciones más pesaditas del disco con una intensidad sinfónica que arrasa con todo, mientras que otro interludio como “Qualms of Conscience” (esta vez con un piano solemne que nos lleva inesperadamente al territorio de la emoción y las melodías intimistas) da paso a otro temón en “Zodiac Virtues”, donde Håkansson toma la posta en las vocales para cautivarnos con su interpretación sentida y la todoterreno Lögdlund nos regala un estribillo a varias voces memorable y épico. Terminamos con dos joyitas como “Porcelain Judas”, un festival rítmico de riffs entrecortados y “Pink Noise Waltz” que proporciona un cierre por todo lo alto con violines y guitarras en preponderancia desarrollándose en extensión en el track más largo del disco, que también es una delicia y nos deja clamando por más.
El avant-garde puede lograr experimentos interesantísimos, y cuando se fusiona con el Metal, nos toca en el corazoncito. Diablo Swing Orchestra surge como idea del mastermind Daniel Hakansson, que logra un debut brillante para una banda que daría que hablar dentro del sub-género más versátil y diverso del Metal. ‘The Butcher’s Ballroom’ es un comienzo increíble que tiene todo para enganchar al más exigente pero también al oyente casual. El “swing” del título de la banda está presente todo el tiempo mezclando música pesada con tonadas cabareteras, electrónica, ópera, mariachis, música española y mucho más, todo de manera cohesiva y homongénea para que no parezcan referencias traídas de los pelos. Un disco arriesgado, diferente y emblemático, justo lo que necesitaba la escena por aquellos tiempos.
Sello: Gillioutine Grooves
Lanzamiento: 17 de Agosto, 2006
Género: Avant-Garde Metal, Symphonic Metal