ÑU – Yo Estoy Vivo 🇪🇸 (Album Review)

  • 🎸 Heavy/Folk Metal, Progressive Rock
  • 💿 Independiente
  • 🌎 España
  • 📆 21 de Abril, 2023

Por Michael Prado


Hay leyendas que, injustamente no son tan conocidas fuera de su propio terruño como uno quisiera, pero que, a pesar de ello, siguen dejando su estela y legado con grandes discos, canciones muy cargadas de sentimiento y pasión, hechas con gran empeño, y en casos como el que presentamos a continuación, con un estilo característico que les aparta del resto de sus contemporáneos.

Muchos que conozcan a la agrupación madrileña ÑU, y sobre todo a la figura de su sempiterno líder, el cantante y multiinstrumentista (claro, flautista por sobre cualquier otro instrumento del que tenga dominio y maestría) José Carlos Molina, no creerán que este insigne artista desconociera de la figura y obra del escocés Ian Anderson, creador de la icónica agrupación Jethro Tull, cuando decidió iniciar en 1972 su andanza musical junto a otro grande de la música pesada ibérica como lo es el gran líder de la agrupación Leño, el señor Rosendo Mercado, fundando así ambos un grupo que originalmente sería conocido como Fresa, y que mutaría su nombre por el original 2 años más tarde.

Lo cierto del caso es que, a día de hoy, 51 años después de que el señor Molina decidiera tomar su flauta y recorrer las calles madrileñas “a golpe de látigo” (como serían llamados uno de sus discos y canciones más icónicos), el nombre de Ñu es todo un referente para los que allá en la Madre Patria han seguido la historia del Heavy Metal y su concepción como tal.  Más de 60 artistas han pasado durante estas cinco décadas por esta agrupación, siendo Molina el único constante en el grupo, y 18 álbumes de estudio, 7 grabaciones en directo, 5 recopilatorios, además de un sinfín de sencillos, son el legado musical de esta legendaria agrupación, cuyo Heavy Metal que entremezcla con gran encanto y presteza el sonido de la flauta y otros instrumentos ajenos a los terrenos más pesados de la música, quizás no hayan tenido la repercusión suficiente como para llamar la atención más allá del Océano Atlántico, tal cual lo han hecho otras agrupaciones de más reciente historial, pero que, dentro de su terruño, son grandemente celebrados por quienes aman este género musical.

Hoy día, Ñu sigue al pie del cañón, y presenta, además del indiscutible liderazgo del señor Molina, los talentos de los guitarristas Manolo Arias (quien estuvo en Ñu del 2003 al 2010, para volver en 2018) y Luis Calzada (integrante desde el 2016), el bajista César Sánchez (quien forma parte del grupo desde 2018), el baterista Óscar Pérez (miembro también de Patricia Tapia KHY y Ars Amandi, parte de Ñu desde 2018), el teclista y bajista Juan Miguel Rodríguez (quien ha trabajado con Ñu previamente del 1998 al 2001, reintegrándose en 2018) y el violero búlgaro Vesselin Valentinov “Vesko” Kountchev (miembro desde el 2018, con un paso previo del 1995 al 1998).  Esta formación ha sido la encargada de darle forma y vida al disco número 18 de esta icónica agrupación capitalina, que salió a la venta el 21 de abril del presente año bajo el nombre de “YO ESTOY VIVO”, nombre muy apto para una agrupación que sí, podrá haber sido muy ninguneada por algún sector de la crítica, sobre todo quienes le achacan a José Carlos su actitud opuesta al cambio y la evolución dentro de sus composiciones.

Pues vamos, que desde el tema de la producción, José Carlos parece darles una seña del “dedo del medio” a todas esas críticas que para él no dicen nada, puesto que, para grabar este álbum, ha sido requerido el uso de equipo anticuado, como lo es una consola análoga de la marca NEVE modelo 1970 (actualmente nada más quedan 2 de estos equipos en España, uno en manos del estudio Musigrama, lugar donde Ñu grabó el disco).  El resultado nos brinda un sonido bastante fiel al legado más setentero y ochentero de la agrupación, mismo que iremos desgranando poco a poco en esta lectura.

El disco arranca con la pieza que lo intitula, “Yo Estoy Vivo”, la cual parte, como era de esperar, con el sonido tan particular de la flauta de José Carlos, siendo poco a poco acompañado por el resto de instrumentos (donde destaca, sobre todo, el trabajo de teclados de Juan Miguel Rodríguez, con sonidos muy afines al Progressive Rock alternando con teclazos de piano).  La pieza en su letra es un manifiesto directo y sin ambajes del señor Molina contra las injusticias de esta sociedad.

Con una cadencia más influenciada por ecos del sonido de medio oriente en su esquema melódico, es el momento para que la más Hard Rocker “La Sirena Del Lago” haga su aparición, donde nuevamente tenemos una de las armas que José Carlos esgrime con mayor maestría a lo largo de su carrera musical, como lo son esos amores teñidos de leyendas oníricas y cargadas de elementos fantásticos, con gran riesgo para el que busque aventurarse en esas aguas afrodisiacas donde le espera un ser hermosamente peligroso.

El encanto medieval es algo que siempre ha ido al lado de esta agrupación desde sus inicios, y el inicio de la hermosa canción “Luchar A Tu Lado” es uno que, sin pensarlo mucho, queda como uno de los mejores que tienen ese sentir, para dar partida a una pieza más que nos trae otra carga bonita de Hard Rock que nos transportará a esas épocas de hace 4 décadas, donde el rasgueo poderoso de las guitarras eléctricas mandaba en el mundo musical.  De nueva cuenta hacemos hincapié en la hermosa y conmovedora letra, que bien puede relatarse a los incontables mártires de una época que José Carlos vivió muy bien, como lo fue el nefasto tiempo de la dictadura liderada durante 3 décadas y media por Francisco Franco.

Los elementos del Rock Progresivo no son raros a lo largo de la historia de este grupo (y menos cuando José Carlos cuenta que, tras escuchar la música de Jethro Tull, ésta lo cautivó, con la salvedad de las piezas acústicas -ya saben, esos tiempos donde uno se siente el más duro y rechaza lo que no sea música pesada-).  Y bueno, el inicio con esos teclados algo psicodélicos, y la letra algo enrevesada de “Dónde Está El Límite” son muestra de que el señor Molina disfruta mucho de atravesar esas lides más complejas de la música.  Acá podemos escuchar con mayor presencia el trabajo de viola que el señor “Vesko” Kountchev ha grabado para esta oportunidad.

51 años nunca son suficientes para mentes y espíritus incombustibles como los que parecen ser el caso de este sin par genio, nacido hace 68 años en Madrid, España, cuya voz y flauta siguen siendo motivo de gran alegría para sus fans.

Ya apartándonos un tanto de la senda más melodiosa que ha tenido el álbum, llega el momento para que los instrumentos de cuerda (y eso no concierne de manera exclusiva a las 2 guitarras, sino también al bajo) tomen más protagonismo dentro de lo que es “El Eje Del Mal”, que nos habla de esos seres perversos, “atravesados por sombras”, como escribiría en una de sus mejores obras el escritor costarricense Alberto Cañas, los cuales tienen el poder en sus manos, para dicha de su círculo de afines y desgracia de los de abajo.

Si hablábamos de elementos progresivos hace 2 canciones, estos resaltan con mayor preponderancia cuando llegamos a “Estado Peligroso”, para la cual José Carlos nos cuenta ciertas particularidades algo crueles de la vida, ante las cuales siempre hay que mantener la dignidad a pesar de todo.  A propósito de José Carlos, llama la atención cómo se ha preservado su voz a lo largo de todas estas décadas donde ha sido el frontman de este grupo.

Llegamos al momento más desenfadado y sin ambages del disco, como lo es “Santa Bárbara”, pieza donde el grupo apunta sus ballestas directo a la corrupción dentro del clero, tópico nada raro dentro de la música pesada española, y que, para esta pieza, José Carlos abarca con mucha elegancia, pero sin dejar la seriedad del caso.

Tras esto, tenemos la llegada de un interesante y cargado de melodías de flauta número instrumental de nombre “Plaza de Legazpi”, siendo Legazpi el nombre de una zona de Madrid, cercana a las orillas del río Manzanares.

El engaño y la farsa serán algo que, por desgracia, estarán a la orden del día en esta vida, pero qué triste es cuando esos elementos se conjugan para jugar con el pan ajeno, como llega a denunciar la intensa canción “Corre Con La Pasta”, mostrando una vez más la realidad y existencia de esos sinvergüenzas que llegan a aprovecharse del talento ajeno para forjar su propia fortuna.

Para quienes pedían más de la labor del señor Kountchev en la viola, despreocúpense, porque “Santos Van Pasando” trae más de ello, en una pieza con letra lúgubre y fúnebre, que “celebra la debacle de la humanidad” dentro del pesimismo que nos puede generar tantas cosas con las que uno debe lidiar en esta realidad, la cual, ojalá fuera tan hermosa como lo es la hechura musical tan elegante de esta preciosa canción.

La pieza más larga del álbum, y quizás la mejor dentro del mismo, llega al acercarse el final de este viaje musical, y ésta lleva el nombre de “Cabalgando Entre Los Muertos”.  Si bien su inicio presagia algo tenebroso, al ir desenvolviéndose, poco a poco va mostrando ser una de las mejores obras musicales jamás compuestas por el señor José Carlos Molina.  Magia, encanto, una gran letra, melodías elegantes y detalles que nos harán reflexionar, es lo que nos lleva a darle vuelta de nuevo a esta pieza cuando ha terminado.  Aparte, ojo a esa referencia dentro de la letra al inmortal himno del grupo, la grandiosa “El Flautista”, del disco “A Golpe de Látigo” (1980).

“Yo Estoy Vivo (Reprise)” es una versión más épica y baladesca de la pieza inicial del disco, dando un cierre redondo al mismo, y dejando en claro que Ñu, tal cual se llama esta última producción discográfica, siguen vivos y con ganas de seguir brindando más alegrías mientras el flautista siga llegando, como dice el insigne himno previamente mencionado, “por el horizonte, dibujando su figura al sol de poniente”.

ÑU – Yo Estoy Vivo

5 décadas y Ñu no se decide a parar, lo cual es algo que nos alegra, puesto que siempre un nuevo disco de esta insigne agrupación, liderada por el gran José Carlos Molina, es motivo de gran regocijo, y cuando el fruto es tan disfrutable como ocurre en esta oportunidad, la alegría es doble.
8.4

Producción

8.2/10

Composición

8.5/10

Replay Value

8.3/10

Valoración Personal

8.7/10

Pros

  • Ñu sigue vivo, y cada una de las 12 canciones que componen el disco, muestran que sigue en gran forma
  • El logro de tan buen sonido con equipo de grabación de hace más de 50 años

Cons

  • Cómo ha costado que esta banda tenga mayor auge fuera de las fronteras de España

Summary

 

 

 

Michael Prado

De Costa Rica para el mundo. Fan de la música DE VERDAD, hecha con sentimiento y verdadero amor al arte, sin importar el género, aunque debo admitir que doy amplia preferencia a lo que ha sido creado en Metal, Rock, música Celta, Clásica, soundtracks de Videojuegos, Electrónica y demás. Un abrazo y bendiciones para tod@s.