BLIND GUARDIAN TWILIGHT ORCHESTRA – Legacy Of The Dark Lands 🇩🇪 (Classic Album Review)

Por Michael Prado

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OMNIS SATURATIO MALA, AUTEM HYPE PESSIMA (TODO EXCESO ES MALO, ¡PERO EL EXCESO DE HYPE ES PÉSIMO!)

El hype es un elemento que, si se logra manejar de buena manera, beneficiará sobremanera a un proyecto que está por ser liberado a conocimiento público.  No obstante, si ese hype llega a tenerse en el mostrador durante mucho tiempo, podría tornarse en elemento de crítica para dicho proyecto.  Ya hemos visto cosas así en diversos proyectos en índoles variadas.  En los videojuegos, por ejemplo, tengo el recuerdo de 2 casos puntuales, como el de aquel fallido proyecto de crowdfunding llamado Project Phoenix, o bien el tan cacareado Metroid Prime 4, del cual Nintendo únicamente ha mostrado su logo, y eso en el 2017, cuando mostraron Nintendo Switch por vez primera; ya en el caso de la música creo que no hay ejemplo que le haga zaga al que Guns N’ Roses nos vivió vendiendo por casi 2 décadas intitulado “Chinese Democracy” (2008).

Pues bien, no solamente la banda liderada por el polifacético y polémico Axl Rose nos vendió un producto con hype anticipado durante un tiempo prolongadísimo.  Allá a finales de los años 90, la banda alemana Blind Guardian nos comentaba sobre sus intenciones de hacer el soundtrack orquestal para la película “El Señor de los Anillos: La Comunidad del Anillo”, planes que a la postre no llegarían a fructificarse (más que nada por asuntos de tiempo, según declaran los miembros del grupo, algo que se hizo manifiesto al ver cosas como al cantante Hansi Kürsch iniciando su colaboración con el guitarrista Jon Schaffer de Iced Earth en ese querido proyecto llamado Demons & Wizards, a la vez que, un año más tarde, Blind Guardian iniciaría la hechura de su disco más ambicioso a la fecha, “A Night At The Opera” (2002)).

En fin, los años pasaron, y la banda seguía comentando que dicho soundtrack aparecería tarde que temprano.  Con la salida de cada disco de Blind Guardian, en las entrevistas al grupo se preguntaba sobre ese proyecto orquestal, y se mencionaba que habían concluido un par de piezas nuevas para el mismo.  Así las cosas, con el devenir de los años, la dirección del proyecto cambió su hoja de ruta dejando de ser algo concebido para la saga de Tolkien, ahora instrumentando la precuela de una historia creada por un escritor alemán llamado Markus Heitz, intitulada “Die Dunklen Lande (Las Tierras Oscuras)”, lanzada en marzo de 2019.

Así, a finales de ese mismo año (8 de noviembre para ser más precisos), 23 años después de la primera mención por parte de Hansi acerca de este proyecto, el mismo finalmente apareció en los aparadores de las tiendas musicales y en los servicios de streaming, con el título de “LEGACY OF THE DARK LANDS”, al amparo del nombre BLIND GUARDIAN TWILIGHT ORCHESTRA, teniendo simplemente a Hansi y su gran compañero, el guitarrista Andre Olbrich, como responsables de la música y letras de esta obra, música que sería interpretada por la Orquesta Filarmónica de Praga.

Hemos de decir que, tras 4 años de haber sido puesto en circulación este material, opiniones de todo tipo se han suscitado alrededor del mismo, donde tenemos recepciones favorables por parte de gente amante de todo lo que haga el grupo, otros que lo rechazan de lleno por el simple hecho de “no ser metal” (llegando algunos en su momento inclusive a cuestionarse si éste sería el curso a futuro del grupo, pero ¡válgame Dios!, si ya hemos tenido casos de bandas que han hecho una variante en su género con su música –Helloween con aquel recopilatorio “Unarmed – Best Of 25th Anniversary” (2009) o Saurom y sus regrabaciones acústicas en “La Magia de la Luna” (2017)-, y no por eso dejaron de ser las bandas que son, y sus siguientes lanzamientos van en la línea original de su historia).  También están quienes lo escuchan con oído algo más clínico y mencionan que, si bien se nota que hay trabajo en él, no llega a ser tan meritorio de ese hype que a lo largo de los años se creó en torno al mismo.

En fin, vamos a ir comentando, pieza por pieza, lo que trae este viaje al mundo creado por el señor Heitz, para el cual Hansi tuvo a bien dedicar letras muy llamativas, y por parte de Andre, orquestaciones mágicas y atmosféricas (algo más distinto de lo que habitualmente nos suele ofrecer este genio de las 6 cuerdas).

UN BLIND GUARDIAN DISTINTO AL QUE CONOCEMOS, PERO RECONOCIBLE GRACIAS A SU INCONFUNDIBLE VOZ

El álbum arranca con un algo anárquico intro orquestal de nombre “1618 Ouverture”, que anuncia presagios de algo no tan positivo, para pasar posteriormente a un diálogo corto entre Lucifer (interpretado por Douglas Fielding, el mismo que diera voz a Morgoth en “Nightfall In Middle-Earth” (1998)) y el Jinete de la Conquista (cuya voz la brinda Norman Eshley, el mismo que interpretó a Sauron en el álbum de 1998).

Arreglos de cuerda mágicos y armoniosos nos dan la bienvenida a la música como tal del álbum dentro de la introductoria “War Feeds War”, que inicia con un tono melancólico que va tomando fuerza intentando llenarse de esperanza, chocando contra realidades irreversibles, pero manifestando no obstante su deseo de confrontar ese hoy, todo eso hecho manifiesto en cada momento orquestado de la pieza, que concluye de una manera que me recuerda un tanto a la épica “The Poet And The Pendulum” de Nightwish.

Entra en escena un nuevo diálogo de nombre “Comets and Prophecies”, donde los debatientes son ahora el gran astrónomo Johannes Kepler (cuya voz la brinda Douglas Fielding) y el general Albretch von Wallenstein (interpretado por Tom Butcher).  Tras este momento, nos toca viajar a una de las piezas más hermosas en cuanto a melodía se refiere, como lo es “Dark Cloud’s Rising”, que nos habla de un convite al cual han sido llamados todos los nobles del reino, mientras una nube oscura de guerra se cierne sobre el mismo.

Planes oscuros se ciernen entre umbras con el fin de provocar caos entre los pueblos, y de eso trata “The Ritual”, interludio donde un perverso reclutador de nombre Joost von Cramm (en la voz de John Flanagan) invoca a un perverso conjurador (encarnado por Tom Butcher), cuya voz, cargada de odio y desidia, lanza un hechizo perverso sobre el reino, previo al inicio de la tenebrosa “In The Underworld”, pieza que podríamos decir es de las más cercanas a cumplir con los matices acostumbrados en Blind Guardian y el metal en general de abarcar tópicos épicos y a la vez místicos y oscuros.

El paso de la maldad es incesante, pero siempre hay una luz en medio de esas tinieblas bajo el nombre de las rebeliones, como la que manifiesta una joven llamada Eve (teniendo a la actriz Amy Spier como intérprete) hacia un Templario (en la voz de Douglas Fielding) y llamando la atención de un mercenario llamado Nicolas (que es voceado por Norman Eshley) dentro de “A Secret Society”, preludio a la mágica y esperanzadora “The Great Ordeal”, que nos habla de la voluntad de los pueblos a mantenerse reticentes ante la perversidad que acecha y busca sembrar su malignidad a través de decretos que reniegan del pasado armonioso entre las gentes.

El mundo esotérico también tiene sus figuras estrafalarias, como lo es un tal “Bez”, conocido como “el Enano Rojo”, egipcio, genio inventor pero a la vez algo insano de la mente, en cuyo preludio intitulado con su nombre manifiesta sus ambiciones que se harán más claras al oyente a través de la maravillosa “In The Red Dwarf’s Tower”, la cual es, a mi humilde juicio, de las mejores canciones dentro del álbum, apelando a una excepcional interpretación vocal de Hansi y una sólida construcción musical, que da fuerza a los eventos narrados en la canción.

“Into The Battle” es otro corto interludio donde Jackelein, un mercenario amigo de Nicolas, provee a Tahmina, una mística persa, de una armada de gigantes dispuestos a luchar en la batalla que es puesta en escena dentro de “Treason”, una de las canciones que resulta (al menos para mí) en uno de los puntos más flojos del disco, a pesar de que tiene sus momentos donde uno quisiera ser parte de esa armada que defiende los reinos en contra de la maldad que quiere arreciar contra ellos.

Una voz misteriosa (interpretada por John Flanagan) transporta a Nicolas a un lugar más allá de la realidad, conocido como “Between The Realms”, y poniéndolo de preaviso ante la misión de ser figura determinante en la lucha contra la maldad, algo que debate dentro de sí el mercenario en la canción “Point Of No Return” (la cual fue, además, la primera muestra del álbum que la banda proveyó al público, un 6 de septiembre del 2019).  La música presenta cierta tendencia progresiva en su estructura, como si fuera algo sacado de un álbum de Moody Blues o ELP pero sin guitarras y baterías, reconvertido a la magia sinfónica que Andre ha decidido crear para esta obra musical.

Tremenda revelación se nos da en “The White Horseman”, interludio en el cual Nicolas le es manifestado que él es el Jinete de la Conquista que conocimos al inicio del álbum, y que ha sido enviado a “vencer y ser vencedor”.  Esto pone contra la espada y la pared a nuestro protagonista, disyuntiva que se hace manifiesta en la melancólica y apesadumbrada “Nephilim”, donde él debe tomar una decisión, si luchar al lado de los pueblos o guiar a los conquistadores a su triunfo sobre los mismos.

La joven Eve es coronada por el Rey Dorado (cuya voz la brinda John Flanagan), quien es realmente el Jinete de la Hambruna, en el interludio “Trial And Coronation”, para dar paso seguido a “Harvester Of Souls”, pieza que musicalmente es idéntica a lo que conocimos en el álbum “Beyond The Red Mirror” (2015) como la canción “At The Edge Of Time”, pero sin el solo de guitarra, sin las intervenciones de André y Marcus en guitarras, Frederik Ehmke en la batería o Barend Courbois en el bajo, teniendo una nueva letra que nos habla del ascenso al poder del Rey Dorado y la inevitable llegada del Cosechador de Almas, el Jinete de la Muerte, hecho manifiesto en la tempestad bélica inevitable.

“Conquest Is Over” nos trae a la mesa una descorazonadora revelación para Nicolas, quien había sido cautivado por Eve, la cual ahora es Magdalena, la Reina del Sur, quien ha usado al mercenario para sus propios fines bajo una careta de amor falso.  El pesar del protagonista y su deseo de revancha contra esta traición se revelan en el segundo sencillo del álbum, “This Storm”, que carga con rabia y decepción en su letra y musicalización, donde finalmente un despechado Nicolas apuesta ir contra su destino y salvar a los reinos.

La batalla final está por llegar a su momento más determinante, hechos que nos relata “The Great Assault” como un preludio al número final del álbum, la monumental y grandilocuente “Beyond The Wall”, otro de los puntos más altos dentro del disco, cargado de puro sentimiento épico en su forma más efervescente, con un Hansi desatado, coros de gran peso y melodías orquestadas que invitan a marchar al lado de un batallón que dará su vida y alma si es necesario por un futuro mejor, mismo que nos es relatado con mejor detalle en el epílogo de nombre “A New Beginning”.

LAS GRANDES OBRAS REQUIEREN UN GRAN GRUPO DETRÁS DE ELLAS

Sobre las composiciones, debemos decir que a nivel lírico Hansi se lució y quiso dar lo mejor de sí, aunque carga con el defecto de que las letras no tienen ese pegue que habitualmente nos han dejado algunos de los himnos más memorables de Blind Guardian como “Valhalla”, “Mirror Mirror” o “Fly”, por citar algunos.  En la parte musical, las piezas, hay que decirlo, son hermosas, pero uno esperaba algo más movido, y por instantes como que el flujo en este departamento llega a caer en cierto letargo (como sucede en “Treason” o “Nephilim” más en específico).  Eso termina haciendo la escucha algo pesada para algunos oyentes y puede que los termine desenganchando de seguir el hilo de la historia inclusive.  Hay que mencionar que, en este disco, Charlie Bauerfeind fue parte de la composición de las piezas “1618 Ouverture”, “Treason” y “Conquest Is Over”, mientras que Matthias Ulmer dio su granito de arena para las 2 primeras mencionadas, y Tommy Geiger aportó en las letras de “The Gathering” y “Conquest Is Over”.

A nivel de producción, creo que no hay mayor queja al respecto.  Para esta oportunidad, Hansi y Andre colaboraron en este rubro junto a su acostumbrado aliado, el señor Charlie Bauerfeind (no muy grato para muchos fans de la banda), mientras que, en la labor de ingeniería, Charlie tuvo el respaldo de Tommy Geiger (quien luego le ayudaría nuevamente en “The God Machine” (2022) en ese mismo aspecto). Al final de cuentas, el sonido es bastante uniforme, no hay sentir de que se pierdan instrumentos en la mezcla, y Hansi suena muy frontal en la misma, tal y como debe ser.

Siendo un disco tan complejo, en esta oportunidad se iba a requerir de un equipo más amplio para lograr el sonido más apto, y así las cosas, éste fue el resto del staff que colaboró al respecto:

• Cenda Kotzmann en la labor de técnico para la orquesta
• Gregor Bromme y Sander van der Heide para el control de calidad del audio
• Jan Kotzmann y Oldřich Slezák en la ingeniería dentro de la orquesta
• Darcy Proper en la masterización
• Carsten Heusmann como productor y director de la orquesta
• Jacob Steingart, Travis Karpak y John Weston en las grabaciones de coros
• Oliver Thompson en las grabaciones de los diálogos
• Matthias Ulmer como productor de la orquesta y editor del score

Como punto final a destacar, la portada nos muestra una armada de seres oscuros en medio de un cielo penumbroso, nublado y con llamas de fondo, obra creada por el artista gráfico húngaro Gyula Havancsák (quien ha hecho portadas, entre otros, para Stratovarius desde 2009, Serenity desde 2016, Angelus Apatrida desde 2015, Annihilator desde 2004, Destruction desde 2005, por citar algunas de las bandas más famosas que han sido ilustradas por él).

Y LA HISTORIA TERMINA…

Al final, podemos decir que, Blind Guardian ha concebido un trabajo que, si bien no terminó siendo lo que planeaban originalmente, es algo digno de ellos, quizás sin ser su lumbrera más brillante a nivel creativo, pero sí algo de gran ambición, quizás tanta, que podría abrumar a más de uno, o bien dejarlos algo fríos.  Siento que, para disfrutar mejor de esta obra, hay que tener el humor apropiado y escucharlo en un momento óptimo también, teniendo también en claro que en esta obra no hallaremos al Blind Guardian que conocemos, sino más bien a Hansi cantando orquestaciones creadas por su sempiterno aliado Andre.  Hermosa obra, sin dudas, pero cuyo hype creado durante todos estos años le pudo haber jugado en contra al final.