AKHLYS – House of the Black Geminus (ALBUM REVIEW)

Por Adrian Wolfsblut

Si hay algo que caracteriza a las bandas de Black Metal de Estados Unidos, es el hecho de que pueden las mismas siempre resultar algo impredecibles a la hora de encontrar algo nuevo, y algo así y sorprendente fue por ejemplo el caso de Akhlys, banda que compete a la presente reseña, surgida del montañoso estado de Colorado bajo la mente de un músico conocido como Naas Alcameth, quien a su cargo tiene otras bandas o proyectos como Nightbringer, por el cual quizás es más conocido, Bestia Arcana o Aoratos, que pueden destacar por ser los más conocidos entre otros proyectos que ha tenido a lo largo de su historia en este oscuro y místico arte llamado Black Metal:
En el caso de Akhlys, a la cual se menciona como banda competente a la presente reseña, el día Viernes 5 de Julio lanzó su cuarto álbum, House of the Black Geminus bajo el sello francés Debemur Morti Productions, con el cual vienen trabajando desde su segundo álbum The Dreaming I, el cual marcó la transición al terreno del Black Metal, pues anteriormente, con su antecesor Supplication, Akhlys como tal era una banda/proyecto de Dark Ambient, y es por ello que trás el mencionado The Dreaming I, hablamos de House of the Black Geminus como el tercer álbum de la banda como una obra de Black Metal, superando a su antecesor Melinöe y refinándose en los distintos ámbitos, haciendo de cada obra una mejor que su antecesora con un Black Metal que se adentra en los terrenos oníricos, en lo oculto y en la oscura psique de las pesadillas en las cuales se puede uno adentrar saliendo enfermo de este mundo.

Formada en 2009 por Naas Alcameth, quien como se mencionó y se reitera lo anteriormente dicho, tiene bajo su ala bandas o proyectos como Nightbringer, Bestia Arcana o Aoratos, Akhlys surgió como una expresión musical de incomprensibles visiones y fenómenos que ocurren en las tierras liminales, entre los terrenos del sueño y el despertar, sin embargo no surgió como Black Metal sino Dark Ambient, mutando para su segundo álbum en una banda/Proyecto de Black Metal, y cuenta al día de hoy con cuatro álbumes en su haber, y tres de ellos en el ámbito del último mencionado.

El arte de la banda igual que en anteriores obras, apunta a los terrenos de lo onírico, y en el presente álbum, House of the Black Geminus encontramos lo que parece una pálida figura humanoide, una entidad quizás, o un alma atormentada, aterrorizada, la cual se ve como atrapada y petrificada en un marco con cierta difuminación y sangre en su haber. Ya da alguna seña de lo que va a venir cuando se escuche la obra íntegra. Algo que será un viaje a lo más oscuro de lo onírico en ámbitos espirituales, recorriendo ciertos rincones oscuros de la psique creando algo que será la banda sonora de nuestras pesadillas. Será algo que nos transportará a tales sintiéndolas en carne propia.

Acerca del álbum en sí, House of the Black Geminus sigue en la misma línea de sus antecesores dentro del Black Metal, y hablamos aquí de un Black Metal que tiene su sello impuesto por Naas Alcameth. Un Black Metal que no está dentro de los márgenes del sonido tradicional de la segunda oleada nórdica sino de un sonido completamente caótico, oscuro, desquiciado, no existe paz alguna aquí. Hay sonidos sumamente violentos así como también atmosféricos, algo que transporta a lo más oscuro de lo onírico-espiritual vinculado con el ocultismo, algo a lo que Naas hace clara referencia en sus composiciones con sus proyectos.
A nivel vocal, pues Naas ofrece algo a lo que ya nos tiene acostumbrados, su versatilidad sonora donde aplica el manejo de Screams como voces más «cavernosas», mezcladas con el oscuro caos instrumental lo cual nos transporta a un malsano mundo de pesadillas. Cuando escuchamos el álbum sentimos que no parece una banda de Black Metal lo que escuchamos sino una demoníaca manisfestación a través de lo onírico, podemos decir que no es algo humano lo escuchado sino entidades que se comunican a través de insanas pesadillas, algo que está en nuestros sueños conduciéndonos a la locura, a algo que está entre planos y no se puede explicar, y ya de entrada se puede comprobar desde el momento que salió su primer adelanto, Sister Silence, Brother Sleep, que ni bien comienza ya nos va dirigiendo a la locura, el caótico silencio de la Hermana Silencio y el Hermano Sueño quienes por un rato habitan la mente del oyente y similares sensaciones produjo luego su segundo adelanto, Maze of Phobetor que más caótico resulta aún, y si hablamos del álbum entero, pues esto se manifiesta de forma íntegra durante sus 54 minutos.

Puede decirse que si bien está en la línea de Melinöe, House of the Black Geminus mejora lo realizado en el álbum anterior, dando un paso más en cuanto a calidad se refiere; álbum a álbum van mejorando conforme vienen transcurriendo sus lanzamientos y claramente si fue un muy buen álbum su antecesor, pues este le supera, haciéndole hasta el momento el mejor lanzamiento de Akhlys y no se pone en duda que su próximo álbum sea mejor aún.
Un punto en contra aquí es el manejo del Dark Ambient. Es decir, tiene sus cosas buenas su manejo en justa medida, incluso en su tema de entrada, The Mask of Night – Speaking favorece, sin embargo, en algunos puntos se hace prescindible e innecesario, sin embargo su razón de estar allí pues claramente la tiene.
Tiene todo para merecer un puesto entre los mejores álbumes del año.

Como es costumbre, se analizará tema por tema al álbum, sin embargo la idea aquí no es hacer un análisis tan minucioso, pues le quitaría un algo que es necesario a la hora de escucharlo, y es el sentir todo el caos en el que nos mete de lleno Naas y su gente:

1-<< The Mask of Night-Speaking >>: Comienza la primera de las pesadillas. Lo primero que se puede escuchar es un cortante sintetizador, un comienzo de orientación Dark Ambient donde la batería empieza a cobrar su protagonismo, algunos sonidos distorsionados, un túnel nocturno que nos conlleva a lo más oscuro del plano onírico. En este pasaje escuchamos oscuras melodías que contribuyen a una atmósfera envolvente en tinieblas la cual se ve acompañada por el doble pedal de la batería, creando una excelsa y extensa introducción con la cual puede entrarse en estado de trance durante sus 4 minutos para que luego Naas Alcameth al grito de Silence! entre a petrificar el ambiente en continuación del resto de la primera estrofa: «Silence! House of resounding silence! You have called me Unto the place of darkness and ordeal» (¡Silencio! ¡Casa de silencio rotundo! Me has llamado al lugar de las tinieblas y de la prueba). Los que ya conocemos el curriculum de Naas ya sabemos lo que podemos encontrar en su labor vocal. Desde Screams, algo que ronda más cerca del growl, demoníacos susurros. No parece un ser humano sino una pesadillezca entidad quien se comunica a través de Naas, quien puede ser aquí su recipiente corpóreo. Eso nos transmite.
Es un satisfactorio comienzo para la nueva obra de Akhlys que desde el primer instante ya empieza a sumergirnos en la noche, esa máscara de la noche se introduce en el oyente y le proyecta fuera de este plano para entrar en el mundo de las pesadillas, esas pesadillas carentes de explicación abriendonos las puertas a este mundo en un primer tema de una corta (sarcasmo) duración de 12 minutos, los cuales culminan con el mismo sintetizador del comienzo.

2-<< Maze of Phobetor >>: La segunda pesadilla fue presentada previamente como el segundo adelanto del álbum. Maze of Phobetor comienza de forma absolutamente caótica, malsana, retorcida. Una avasallante oscuridad nos invade, nos lleva a los abismos, y si pareciera haber una pausa pues falsa alarma, se torna todo aún más avasallante condimentado de ciertos sonidos disonantes que conducen a la misma locura, la locura que se manifiesta y nos habla a través del mismísimo Naas. Sobre el final se viene una nueva «calma» que es más falsa alarma aún pues suena más avasallante aún y más dementes parece volvernos Naas a través de «susurros» y Screams que transportan a la absoluta locura y a sentir el frío beso de la muerte

3-<< Through the Abyssal Door >>: La tercera pesadilla comienza en forma densa e insana. Hay de entrada algún elemento de Dark Ambient, y no se siente como un tema tan caótico pero si algo oscuro y haciendo justicia al nombre del tema, a través de la puerta abismal. Aquí hay fuerte presencia luego de Dark Ambient la cual se puede considerar como prescindible sin embargo no le hace un mal tema. Una vez resurge la banda, sin piedad lo hace. Naas soltando sus screams en forma caótica mientras que las guitarras suenan oscuras en su haber, y la batería de Eoghan hace lo suyo en forma bien sincronizada con el resto de los instrumentos cobrando más fuerza, llevando a los abismos cada vez más profundos para así trascender y llegar a un demoníaco renacer culminando como en forma de entidad las voces, en forma tal que pareciera estuviera enunciándose una revelación.

4-<< Black Geminus >>: La cuarta pesadilla, a diferencia de las anteriores es de corte instrumental, puede considerarse a la misma como un interludio. Parte de su nombre hace referencia al título del álbum. Aquí hablamos de una pieza que entra totalmente en el terreno del Dark Ambient, no hay Black Metal aquí, solo una pieza ambiental que puede al oyente dejarle en un estado de hipnosis, llegando a quedar en trance, como tratándose de un viaje astral por fuera de este plano.

5-<< Sister Silence, Brother Sleep >>: La quinta y penúltima pesadilla, la cual sirvió como primer adelanto de la nueva obra. Ya comienza con ciertos punteos que luego van acompañados de un grito de Naas que ya de primera recorren desde el cerebro toda la vertebra, la endurecen, endurecen nuestros nervios, es petrificante. Esta enloquecedora evocación a la Hermana Silencio y el Hermano Sueño nos conlleva a oscuros rincones de la psique. Una frase que se viene a la mente aquí es la dicha por el escritor y ocultista Austin Osman Spare, «Oscurece tu habitación, cierra la puerta, vacía tu mente. Estarás en gran compañía«, ese caótico silencio y los sueños pueden considerarse aquí la gran compañía de los hijos de la Madre Oscuridad y Padre Muerte, hijos a los cuales Naas clama que le abracen para así trascender a algo externo a este plano, en pos de un alzamiento espiritual.
Musicalmente hablando pues viene por el camino al cual nos tiene Akhlys acostumbrados. Guitarras totalmente caóticas, baterías aplastantes al ritmo de ellas, que dotan al tema tanto de agresividad como de oscuridad, de pesadillas que son comandadas por Naas tanto con su voz como también manejando las seis cuerdas. Es un tema que puede llamarse parte cabezas y petrificante. Al escucharlo por primera vez, fue un gran indicio de lo que se iba a venir, y ese presagio que produjo el tema pues no fue nada errado.

6-<< Eye of the Daemon – Daemon I >>: La pesadilla final… trás iniciarse en un espectro Dark Ambient, pues demoníacas melodías comienzan a sonar aquí, las cuales dan pie a una oscura y apocalíptica atmósfera que nos trae la noche, nos trae el silencio, nos sumerge en tales, nos conmina a aceptar nuestro propio Daemon, a liberarlo, al autoempoderamiento, ser algo más que mera carne en esta prisión terrenal, ser el espíritu libre que abraza el sendero oscuro y trasciende. Es de un corte oscuro que aquí incluso se va más al lado de Nightbringer, aunque en si son bandas que pueden sonar parecidas tienen su propia personalidad cada una siendo Akhlys una banda y Nightbringer otra banda, eso queda más que claro, pero hay cierta comunión entre ambas al sonar aquí el tema más allá de que Naas Alcameth sea el alma mater de ambas, y a modo de cierre, escucharemos un sonido Dark Ambient que culminará esta obra de pesadillas.

Miembros de la banda:

• Naas Alcameth – Guitarras, Teclados, Voces, Letras
• Eoghan – Bajo, Batería
• Nox Corvus – Guitarras