WHITE STONES feat. MARTIN MENDEZ bajista de OPETH estrenan el nuevo sencillo «New Age Of Dark»

Como bajista de las leyendas progresistas OPETH, Martin Méndez ha ganado popularidad mundial y ahora regresa con otro virtuoso triturador de death metal que captura el miedo, la pérdida de control y la desesperación del bloqueo en ocho pistas nuevas. Para «Dancing Into Oblivion«, su proyecto WHITE STONES va más allá en el camino del metal extremo progresivo con gruñidos inquietantes, intermezzi inducidos por el jazz y un increíble nivel de perfección técnica.

Hoy, WHITE STONES ha revelado su segundo sencillo que incluye un videoclip con la letra de la canción «New Age Of Dark«. Dominada por una atmósfera amenazadora de miedo y aislamiento, «New Age Of Dark» fue escrita durante el encierro y captura toda la desesperación y la sensación de asfixia que todos conocemos demasiado bien desde que comenzó Covid.

«Dancing Into Oblivion» se lanzará en CD, vinilo (transparente y negro / rojo jaspeado) y en formato digital. Pre-ordena el álbum aquí.

Tracklisting:

«La Menace»
«New Age Of Dark»
«Chain Of Command»
«Iron Titans»
«Woven Dream»
«To Lie or to Die»
«Freedom in Captivity»
«Acacia»

Luego de que el lanzamiento de «Kuarahy» coincidiera con el estallido de la pandemia mundial y todas las consecuencias que ha generado, WHITE STONES, el proyecto de Martín Méndez (bajista de OPETH), están listos para lanzar su segundo disco.

Cuando WHITE STONES lanzó «Kuarahy» se convirtieron en la primera banda española en firmar con Nuclear Blast Records, consolidando su primer álbum como un hito sin precedentes. Ahora, con «Dancing Into Oblivion«, la banda regresa con un sonido más compacto, después de haber estado trabajando duro asegurando la máxima atención a cada detalle para un resultado que es incluso mejor que el primer disco.

Los temas tratados en este segundo disco se basan en los sentimientos que el propio Martín afirma haber vivido durante el encierro impuesto por la pandemia del covid-19.

«Comencé muy tranquilo en marzo cuando ‘Kuarahy‘ fue liberado y comenzó el encierro. Escribí el nuevo disco y fluyó muy bien. Es mi punto de vista, de los sentimientos que tuve durante el período de encierro, en este año extraño. Aproveché el momento y me ilusiona», revela el músico.

Los altibajos emocionales que genera una situación como esta quedan reflejados en este registro. Como dice Méndez «es una mezcla de sentimientos durante el encierro, sentimientos que van del miedo a la incertidumbre además de pasar por la confusión cuando no sabes del futuro y sientes casi como si el tiempo se hubiera detenido. Los músicos pueden ser los últimos en regresar al trabajo y no tenemos señales de un regreso antes, lo que genera una gran incertidumbre. Tengo una familia y tengo que cuidarlos. Esta situación genera una sensación de malestar que se puede sentir en el disco», confiesa, y agrega que «por lo demás, ha sido lindo tener tanto tiempo en casa con la familia y esos pequeños y tranquilos momentos también están en la música. He optado por incluir algunos interludios entre las canciones para que haya un mayor contraste y sea más fácil apreciar los diferentes sentimientos en todas partes».

Los elementos musicales más destacados de este nuevo disco son los géneros dispares que logran convivir. Hay un elemento de agresión, que se puede ver asomando la cabeza en un frenesí instrumental, así como delicados y suaves entresijos que desarrollan una atmósfera que envuelve al oyente. Hay dinámicas distintas entre las canciones, con interludios que permiten a los que escuchan tomar un respiro y apreciar lo que están escuchando.

Al describir el tipo de música, Martín dice que «es difícil definir el estilo de este disco. No me gusta etiquetar la música. Esto es metal para mí. Tiene elementos de mi interpretación del death metal, pero también tiene otras influencias conscientes de otros géneros. Me muestra como músico y despliega mi gusto musical dentro de la inquietud de intentar hacer algo diferente». Al explicar esto, Méndez recuerda el proceso de escritura de este disco «El primero que escribí fue ‘Chain Of Command‘, donde tuve la idea de escribir canciones más atrevidas que en el disco anterior donde me restringí y no quise tocar algo demasiado técnico, solo quería crear algo que fuera más agradable para el oído. En este quería hacer algo un poco más elaborado y técnico, musicalmente, para agregar algo de color».

«La primera influencia que tuve para ‘Chain Of Command‘ fue de un álbum de John Coltrane & Wilbur Harden, mientras que en ‘New Age Of Dark‘ la influencia vino escuchando a Deicide, por lo que las influencias son realmente muy variadas en este disco «. Algo que la banda buscaba deliberadamente en este álbum era brevedad. El vocalista Eloi Boucherie afirma que él y Méndez piensan que «es mejor un álbum que quieras volver a escuchar, que un disco que deseas terminar antes de que termine» y luego «te deja con ganas de más».

El proceso de escritura de «Dancing Into Oblivion» ha sido bastante similar al anterior «Kuarahy» pero con algunos cambios claros. Martín compuso todos los instrumentales del disco pero, como él mismo dice, «he dejado apartados abiertos a la interpretación de cada uno de los demás músicos, tanto en la batería como en la voz. Eloi escribió la letra esta vez y luego las trabajamos juntos mientras trabajábamos las partes vocales para obtener el resultado final en el estudio».

WHITE STONES volvió a grabar en Farm Of Sounds Studios (Barcelona), propiedad de su cantante Eloi. Quedaron satisfechos con el sonido de «Kuarahy» y la experiencia de la grabación de ese disco y la comodidad de hacer todo con sus propias herramientas lo hizo todo más fácil.

«Todo ha sido ‘casero’ porque es una forma de trabajar y una filosofía que me gusta. Tienes más control y puedes hacer valer mejor tus ideas», explica Méndez -quien también creó la portada de ‘Dancing Into Oblivion‘ junto con Sandra, su pareja durante muchos años.

La mezcla final y masterización de este segundo disco la hizo Jaime Gómez Arellano en Orgone Studios (Reino Unido) porque la banda estaba más que satisfecha con el trabajo que hizo en «Kuarahy» y querían repetir esa gran experiencia.

Eloi, como cantante y también el tipo que grabó la música enviada a Orgone Studios, reconoce que «la grabación tuvo más experiencia y una mejor calidad de sonido porque tomamos mejores decisiones durante la preproducción gracias a un mayor nivel de autoconciencia de nosotros mismos como banda. Jaime también nos conocía mejor, así que eso simplificó el proceso y, a su vez, ayudó a que ‘Dancing Into Oblivion‘ fuera lo mejor posible».

El cartel se ha reforzado con la participación del polifacético Joan Carles Marí Tur a la batería (que también toca en otras bandas como Face The Maybe). Los solos de guitarra fueron obra de Joao Sassetti (que ya formaba parte de la formación de gira de WHITE STONES). Sassetti vive en Portugal y no podía estar en el estudio de Barcelona, ​​así que grabó sus solos y los envió digitalmente para integrarlos en las canciones finales. La grabación de los instrumentos ha sido más orgánica y como dice Boucherie. «El sonido original se ha conservado tanto como ha sido posible en todos y cada uno de los elementos» y ha aportado un toque natural/crudo a «Dancing Into Oblivion» tal y como la banda había esperado y esperado.

WHITE STONES son:
Martín Méndez | Bajos y guitarras
Joao Sasseti | Solos de guitarra
Eloi Boucherie | Voz
Joan Carles Marí Tur | Batería

Carlos Castillo

Metalhead a morir, coleccionista de discos, me encanta ver deportes, series, películas; Informático de profesión, entusiasta y aprendiz de Diseño e Inglés.