WARMEN – Here For None 🇫🇮 (Album Review)

Por Michael Prado

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En los recientes años hemos tenido el retorno añorado y triunfal de varias bandas que llevaban un considerable número de años que habían pasado desde su último lanzamiento discográfico.  Podemos enumerar los casos de Freternia, Sanctuary, Insania Stockholm, entre otros, pero creo que estos no impactarán tanto al escucha como el que nos ha dado esta agrupación que es la protagonista de esta reseña.

Hace 9 años que fuimos testigos del 5º LP de los fineses WARMEN, el cual fue “First Of The Five Elements” (2014), y después de ahí fue poco lo que supimos de esta agrupación creada por el insigne tecladista Janne Warman (ex integrante de los siempre amados Children of Bodom, y que en la actualidad es miembro del proyecto solista de Kotipelto).  Eso hasta este 2023, donde han vuelto a la carga, pero dándole un giro de tuerca bastante determinante a su sonido, el cual, desde su primer álbum, “Unknown Soldier” (2000), lo recordamos por ser algo más dirigido a la senda Neoclásica del Power Metal, pero tras haber retomado las armas musicales, para lo que han traído en este año en curso con su sexta placa, intitulada “HERE FOR NONE”, el sonido es muy distinto.

¿A qué nos referimos?  Bueno, podemos decir que Janne, quizás nostálgico de la banda en la que formó parte durante muchos años junto con el tristemente fallecido Alexi Laiho, decidió que, a partir de este nuevo inicio, Warmen ahora tiraría por un sonido que nos rememore mucho a esa épica agrupación.  Y bueno, al parecer no hubo ecos de discordia y/o desaprobación por parte del resto del grupo, que integran el guitarrista Antti Warman (hermano de Janne e integrante de Exlibris y los conciertos de Survivors Zero), el bajista Jyri Helko (miembro de Alcyona Sky) y los más recientes miembros del grupo, que llegaron al mismo este año: el baterista Seppo Tarvainen (responsable de dicho instrumento también con Church of the Dead, Demonztrator, Wretched Path y Daniel Lioneye) y el cantante y guitarra Petri Lindroos (famoso por ser la voz de Ensiferum y también es miembro de Satanic Path), por lo cual dicho álbum es una realidad, y ha llegado el momento de revisarlo como es debido.

Pues vaya manifiesto de retorno a la actividad se tomaron la molestia de componer con “Warmen Are Here For None”, canción que da el puntillazo de partida a este redondo.  Teclados que crearán melodías fascinantes, guitarras con total poderío que es acuerpado con gran fuerza por la batería y bajo, mientras Petri sigue demostrando por qué tiene el currículum que posee gracias a su prodigiosa garganta y sus agresivos guturales.

Guitarra y teclados vuelven a crear melodías de gran calidad al inicio que nos guiará a atravesar la intensa e inmisericorde “The Driving Force”, donde Seppo se tomará la molestia de fustigar tambores y platillos de su instrumento con tal desenfreno que rozará en buena parte de instantes terrenos todavía más extremos que esos ya pactados por estos 5 músicos que serían la senda actual del grupo.

Los riffs furibundos y que amenazan con darle una paliza al que agarren desprevenido son los que lleven la medida artística para que “A World Of Pain” y su poder abrumador avancen en cada uno de los segundos que dura (189 para ser exactos).  Creo que a estas alturas podemos determinar que la banda hoy en día bebe en muy notable medida del legado de Children of Bodom (llegando inclusive a parecerle a algunos que es un plagio con carencia de escrúpulos por parte de los hermanos Warman).

Y vamos, que el bajo de Jyri Helko no se va a quedar sin tener su parte de contribución importante, como la que seremos capaces de percibir sin necesidad de afinar demasiado el oído dentro de “Too Much, Too Late”, pieza que suelta un tanto el pedal de aceleración que hasta ahora tenía a la banda alcanzando velocidades por momentos demenciales, pero trayéndonos consigo también una pieza de mucho deleite, coros oscuros y un estribillo pegadizo.

Creo sin temor a equivocarme, que las mejores melodías de teclado en este álbum nos las trae “Night Terrors”, mismas que buscarán inspirar terror en el oyente, al igual que las aterradoras líricas que nos rugirá con su crepitante voz el buen Petri Lindroos, mientras nosotros hacemos el headbanging al compás del buen y casi incesante ritmo que lleva la pieza.  Aparte, el solo de guitarra que Antti se manda (junto con la contribución de su hermano Janne desde las 88 teclas) es de lo más destacado en este álbum.

Si en este álbum se hiciera competencia para ver cuál pieza busca tener el arranque más arrollador y acelerado de todos, creo que para los que hemos escuchado el álbum en su entereza coincidiremos casi a unísono que la potentísima “Hell On Four Wheels” es la más apta para llevarse ese trofeo, y no solamente el arranque, sino buena parte del desarrollo de la misma, puesto que Seppo Tarvainen hará uso de su habilidad con la batería a límites que harán quedar a Dragonforce boquiabiertos.  Creo que no he escuchado una canción sobre los corceles de acero en 2 ruedas que sea tan veloz como ésta.

Antti Warman y Jyri Helko nuevamente unirán fuerzas para que, en conjunto con las atmósferas creadas por Janne con su teclado y el paso algo más pausado pero firme en su insistencia y consistencia por parte de la batería de Seppo Tarvainen, nos brinden otro rato fenomenal con “The End Of The Line”, la cual lleva el mismo ritmo de grandes canciones como “At The Edge of Time” de Blind Guardian o “March of the Swordmaster” de Rhapsody of Fire, ese ritmo que te invita a marchar con el puño en alto mientras coreas los gritos ácidos de Petri.

Creo que a nadie le gustaría encontrarse con la muerte (especialmente si se considera que está “antes de tiempo”), pero si nos llega a encontrar al ritmo de “Death’s On Its Way”, no creo que a muchos de la audiencia de esta banda (o del metal en general) les vaya a molestar, pues vaya canción creó Warmen para hablarnos sobre esta fuerza de la naturaleza que, como diría Sancho Panza, “igual come carnero como come león”, y si lo hace con la intensidad tan bárbara de esta canción, ¡qué terrorífica es esa señora de capa negra!

“The Cold Unknown” atraviesa senderos más cercanos al Hard Rock por instantes, con algunas esporádicas apariciones de doble bombo que enriquecen la potencia de la canción para determinados momentos, como las secciones instrumentales, donde los Warman aprovecharán para la confección de elegantes melodías de muy deleitoso deguste auditivo.

El álbum cierra páginas con un interesante y bastante intenso cover de “Dancing With Tears in my Eyes” de los muy reverenciados Ultravox, agrupación que ha sido revisitada por otros grupos importantes de este género musical tan potente para darnos versiones bastante interesantes de su música, y ésta de Children of… digo, de Warmen (perdón, es que el tipo de sonido que lleva la banda actualmente puede llevar a confusiones si no sabemos qué dice en la tapa del disco) lo hace con su renovada intensidad que coquetea sin ambages con lo extremo.

Atrás quedó el pasado más melodioso del grupo, donde inclusive tuvimos incursiones de cantantes reverenciados en el Power Metal colaborando con Warmen (siendo el caso más constante y prominente el de Timo Kotipelto de Stratovarius), y esta nueva era, plagada de más furia que se resiste a abandonar la melodía del todo, no cabe duda que deleitará a los que quedaron con sed de más ante la triste partida de este mundo del genio detrás de Children of Bodom.  Eso sí, esperemos que Warmen para lo que sea su futuro logre forjarse una identidad más propia que los desligue de la banda anteriormente mencionada, y creo que tienen con qué lograrlo.