SANGRE DE MUÉRDAGO- O Xardín (Album Review)

- 🎸 Galician Folk/ Forest Folk
- 🌎 España
- 📆 12 de Septiembre, 2025
- 💿 LaRubiaProducciones
- Tracklist:
- A porta
- A chave
- O que mora no lume
- O transo
- O xardin
- O abismo
- A lamia
- A gralla
- De lume e cinza
- A agulla
Por Eliana Giselle Rodriguez
ALINEACIÓN:
- Pablo Caamiña Ursusson: Voz, guitarra clásica, zanfona («hurdy-gurdy»), music box pandero cuadrado de Peñaparda, campanas, pandereta, shaker, guitarra de cuerdas de acero («steel string guitar»).
- Georg «Xurxo» Börner: Nyckelharpa,voz, campanas («bells»).
- Saúl Nogareda: Violonchelo, voz, campanas.
- Xoel López: Clarinete, voz, «pandero cuadrado de Peñaparda», campanas.
Sangre de Muérdago lanzó el pasado viernes 12 su álbum «O Xardín», para detenernos en el tiempo y adentrarnos en su universo simbólico.
Sangre de Muérdago lanzó el pasado viernes 12 su décimo álbum de estudio,«O Xardín», una obra que nos invita a detener el tiempo y sumergirnos en su universo simbólico, profundamente arraigado en lo natural, lo ancestral y lo espiritual.
Antes de poder esbozar una reseña, es necesario hablar de esta banda española (radicada en Leipzig) que aún no tiene el reconocimiento que realmente merece. El ourensano Pablo Caamiña Ursusson lidera esta propuesta que sobrepasa de autenticidad.
El estilo ha sido definido por algunos como Galician Folk, Neofolk o, como prefieren llamarse ellos mismos: «Forest Folk», una etiqueta que transmite un objetivo claro, su profunda devoción y respeto por el mundo natural.
Ursusson comenzó su recorrido musical como miembro de la banda de hardcore punk Ekkaia. Más tarde, junto a Jorge Olson de Abreu, fundó esta banda grabando su primer demo en 2007. El primer álbum de larga duración, homónimo, fue grabado entre 2009 y 2010, ya sin Olson, quien falleció en noviembre de ese año. A lo largo de su carrera, Ursusson también ha formado parte de proyectos como el grupo punk Cop on Fire y la banda de black metal Antlers, dejando en evidencia su amplitud o versatilidad musical.
Sin embargo, lo que se manifiesta en la música de Sangre de Muérdago es una expresión pura, libre, intuitiva y emotiva. No parece simplemente música, sino un canal que une a otro plano, a lo sensorial, a lo simbólico. Es difícil hablar de sus composiciones sin caer en metáforas: Crean imágenes mentales, estados de introspección y esta fuerte sensación de abandono del plano físico para fundirse en el reino natural. Hay una oscuridad latente, una sensación melancólica, sí, pero también una luz que equipara. Pablo explica en una entrevista: Su música puede tener un carácter nocturno o misterioso, una especie de «oscuridad luminosa», pero para él, este proyecto es mayormente luz. Y quizá ahí reside el secreto: en esa constante tensión y armonía entre lo luminoso y lo sombrío, la cual es parte de la vida en sí.

«A Porta» (La Puerta): Una apertura hermosa. Comienza con sonidos de la naturaleza -agua, viento, aves-, sobre los que lentamente emergen los instrumentos: guitarra acústica, flautas, pandero, zanfona. Las capas se suman como si dialogaran entre sí, en una especie de comunión. La sensación es de estar abriendo la puerta hacia un jardín secreto. Nostálgica, calma. La puerta como símbolo de transición y de inicio.
«A Chave» (La Llave) ¿Que abre lo interno?, lo oculto, lo sagrado. La guitarra arpegia de una manera hipnótica. Se suman voces suaves, un clarinete que flota en el fondo, percusión con pandero, campanas tubulares que refuerzan la atmósfera ritual. Es una canción meditativa. Los instrumentos de viento aquí tienen un peso casi poético.
«O Que Mora No Lume» (Lo que habita en el fuego)
Una de las joyitas del disco. El fuego como
elemento purificador y transformador. Aquí los coros se entrelazan con una instrumentación acústica muy cuidada: Violonchelo, flautas y cuerdas, nyckelharpa. Parece una invocación a lo ancestral. Es una pieza profundamente emotiva, al punto de haberme caído una lágrima al escucharla.
«O Transo» (El Trance)
Una breve pieza instrumental (3:11min) inspirada en tradiciones sefardíes, colaboración de Germán Díaz. Utiliza instrumentos antiguos, como la zanfona, y elementos ambientales. Tiene un aire tribal, con percusiones profundas y un ritmo hipnótico. Funciona como puente perfecto hacia el corazón del álbum, hacia la canción que lo es todo; su núcleo:
O Xardín (El Jardín)
La canción que da nombre al disco, la más representativa del universo simbólico de Sangre. Esta canción tiene una belleza indescriptible. Podría simbolizar al jardín como espacio interno, fértil, donde todo florece.
La participación vocal de Priscila da Costa es conmovedora. Su voz, en contraste con la de Pablo, crea una dualidad perfecta. Parece más un mantra que una canción convencional. Los instrumentos de viento dan peso y profundidad.
Hacia el final, el ritmo se eleva, como si algo renaciera ó floreciera. La letra es poesía pura:
«¿Dónde moran mis pensamientos cuando escuchan las canciones de los ancestros?
En una mano el mar, en la otra el pecho,
escuchando las olas de mi sangre…»
«O Abismo«
La pieza más larga del disco. Abre con un tono sombrío, el nyckelharpa que aporta una textura cruda y arcana. El ritmo se construye lentamente, con percusión, coros etéreos, zanfona y cuerdas graves. Super inmersiva. Evoca el descenso a un abismo interior.
«A Lamia»
Instrumental breve (1:36min), que parece narrar la historia de las lamias, criaturas femeninas de la mitologia gallega, bellas y peligrosas, que habitan rios y fuentes. Con canto de aves, guitarra acústica y lo que parece ser un violín (o tal vez nyckelharpa). Crea una atmósfera de cuento, es poético y sutil.
«A Gralla»
Continúa en la misma línea atmosférica. La «gralla» es un instrumento tradicional catalán de viento, pero aquí podría usarse metafóricamente o como inspiración. La música es suave, arpegiada, cargada de nostalgia.
«De Lume E Cinza» (De fuego y ceniza)
Como una bifurcación entre un ciclo de destrucción y otro de renacimiento. Una pieza melancólica, con guitarras acústicas, posiblemente clarinete, violonchelo y percusión suave. Pareciera por el nombre de la canción, que remite a una transformación, lo que queda luego como ceniza fértil. Es una canción que invita a reflexionar sobre el cambio, el duelo y la regeneración.
«A Agulla» (La Aguja)
Una referencia al folklore gallego tradicional. La melodía es hermosa, pero como cierre, me dejó un sabor a que le faltaba más profundidad para finalizar un álbum tan rico.

Comparado con otros de sus trabajos, como Noite (2018) -Disco por el cual los conocí y amé-, el maravilloso Xuntas (2020) ó su anterior A Ilusão Da Quietude (2024), en éste actual, para mí, redoblan la apuesta; suena cada vez más profesional y evolutivo. Mantiene la misma esencia poética y ritual, y yo lo siento un poquito más melancólico/oscuro que los anteriores, algunas estructuras parecen más mantras que canciones tradicionales, consolidando y reforzando su identidad como una de las propuestas más originales dentro del Neofolk europeo.
El vinilo será coeditado por Música Máxica y La Rubia Producciones, quienes han preparado una edición especial titulada «The trees«. El CD-libro, por su parte, será editado por Música Máxica.
O Xardín no es un disco para escuchar de fondo, sino que «debe ser habitado», intervenido. En este jardín florecen emociones, memorias, miedos, la luz y las sombras propias. Es un viaje en donde se dialoga con la tierra, las tradiciones, con los espíritus del bosque, pero más que nada, con nuestra propia interioridad.
Abriendo portales a un mundo antiguo y sagrado -donde la naturaleza, la memoria y el alma se entrelazan-, O Xardín es una invitación a cruzar ese umbral, incluso si ello implica transformarnos y enfrentarnos a nuestro propio abismo. Es un refugio.
No son tantas las bandas capaces de interpelar de forma tan profunda como Sangre de Muérdago. En un mundo saturado de ruido y desconexión, éste disco, se erige como un recordatorio de que no debemos olvidar que somos naturaleza.
SANGRE DE MUÉRDAGO- O Xardín
Abriendo portales a un mundo antiguo y sagrado -donde la naturaleza, la memoria y el alma se entrelazan-, O Xardín es una invitación a cruzar ese umbral, incluso si ello implica transformarnos y enfrentarnos a nuestro propio abismo. No son tantas las bandas capaces de interpelar de forma tan profunda como Sangre de Muérdago. En un mundo saturado de ruido y desconexión, éste disco, se erige como un recordatorio de que no debemos olvidar que somos naturaleza.Summary