Review Clásico: ANGRA – Angels Cry (1993)

 Por Josias

Al escuchar Angels Cry hoy, es decir, veintisiete años después de su lanzamiento, nos damos cuenta de que el tiempo puede ser mucho menos importante de lo que parece. Escuchar Angels Cry es más que un gesto rutinario; ponerlo en su estéreo, cargarlo en su Spotify es mucho, mucho más que un simple gesto. Significa retroceder en el tiempo, saborear la fragancia de un disco que marcaría nuevos estándares compositivos; significa hacernos niños nuevamente; significa recordar el comienzo de la extraordinaria carrera de un grupo que ha dado un impulso esencial a todo el movimiento del Power Metal, en segundo lugar -para este cronista- después claro de las calabazas de Hamburgo.

Pensar en el Angra de Angels Cry significa, necesariamente, pensar en el ícono del power metal de los 90. Porque Angra en 1996 y en el apogeo de su madurez artística, decidió insertar elementos tribales mezclados con señales progresivas sobre un poder de fondo de alto calibre, es precisamente con Angels Cry que el grupo liderado por el fallecido André Matos, logró elevarse como guía e iluminar durante años el camino a seguir para cientos de bandas. En particular, me refiero sobre todo al uso de orquestaciones y partituras clásicas que, a partir de este momento, se convertirán en un habitual del genero. En resumen, podemos concluir diciendo que Angels Cry ciertamente inició el éxito del power metal en los años 90.

El disco alcanzo la fama universal gracias a la mayoría de las piezas en esta bandeja. Después de la breve introducción orquestal Unfinished Allegro, comienza una de las canciones más famosas, hermosas, famosas y cantadas de todo el repertorio de la banda de São Paulo: Carry On. El tiempo no ha afectado la frescura del riff inicial, la extraordinaria habilidad para escribir canciones, la voz divina de Matos que interpreta maravillosamente una pieza noventera, merecido clásico de la historia musical de la última década. El calibre técnico de los artistas garantiza un resultado fenomenal por decir lo mínimo. La pareja del hacha Loureiro – Bittencourt ciertamente no escatima en las seis cuerdas y derrama una abundante cascada de notas que suben y bajan en una sección rítmica muy sólida; por cierto, ¡cuánto me encanta el tapping inicial de Mariutti en el bajo! Uno de los arquetipos de las canciones rápidas, Carry On es un himno real, un himno a la vida perfectamente resumido en el coro:

Así que, continúa,
Hay un sentido a la vida
que algún día podemos encontrar …
Sigue, es hora de olvidar
Los restos del pasado

Time comienza con un arpegio que desde el principio expresa a la perfección el estado de ánimo melancólico que genera la canción. Una pieza espeluznante en la que es inútil detenerse más, pues hay que escucharla. Absolutamente Angels Cry merece ser respetado, convirtiéndose en otra pequeña obra maestra, resultando ser el diamante brasilero que cautivo a toda una generación de metaleros. La guitarra acústica abre Stand Away , una hermosa pieza donde Matos es el maestro de las voces, alternando con el coro, donde el cantante brasileño alcanza altísimos picos de expresión artística.

Never Understand, otra obra maestra, contiene la semilla que conducirá a “Holy Land” , por lo que es realmente fácil respirar el ambiente brasileño en estos escasos ocho minutos de música. Simplemente brillante.
Bueno, señores, ¿qué pasa con Wuthering Heights? Uno de los cover más exitosas de la historia, aunque Matos no es mujer, logra interpretar esta pieza mejor que Kate Bush aunque no deberíamos decirlo. El caso es que hasta el metalero más curtido se derrite al escuchar esta divina melodía, que evoca a la perfección la convulsa historia de amor entre Cathy y Heathcliff , ambientada en los páramos de Yorkshire por Emily Brönte en 1847.

Streets of Tomorrow se abre con un riff que impone un ritmo acelerado a la canción donde el estribillo es maravilloso. Continuando con altísimos niveles en Evil Warning , una pieza verdaderamente ecléctica, aquí todos deberíamos de coincidir en darle todos los galardones a Angra. Por último, el melancólico Last Child que comienza con unas notas de piano y luego se desarrolla sobre majestuosas orquestaciones que cierran con un récord fundamental para la historia del power metal, este trabajo es de lo mejor que escucharemos en nuestra vida.

Hoy los Ángeles lloran por la pérdida de un gran cantante, como es André Matos, pues sin duda fue uno de los pilares fundamentales en Angra y –por qué no decirlo- la escena Brasilera. Demostrando que este álbum fue, es y será por siempre uno de los discos de power metal más bellos de todos los tiempos

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• Sello: Rising Sun Productions
• Lanzamiento: 03 de noviembre, 1993
• Género: Power Metal