RAGE 🇩🇪 – Resurrection Day (Album Review)
Por Michael Prado
Hay ocasiones que el nombre de un disco logra pegar perfectamente con lo que representa para un grupo, y relativo a eso tenemos en esta oportunidad el caso de los incombustibles alemanes Rage, quienes recientemente han sacado al mercado nada menos que su vigésimo quinto álbum de estudio (si contamos entre ellos al “Prayers of Steel” que sacaron cuando eran Avenger, allá en el ya lejanísimo 1985), cuyo nombre claramente nos hará pensar que acierta sobre ello.
¿Por qué asumimos esta postura? Bueno, tras el final de la era de Rage teniendo al virtuoso guitarrista bielorruso Victor Dmitrievich Smolski, se da la llegada del venezolano Marcos Rodríguez a la banda capitaneada por el gran cantante y bajista Peter “Peavy” Wagner, y durante la estancia del sudamericano a las 6 cuerdas del potente trío creador de Heavy/Power Metal, se dio la salida de 3 álbumes en el lapso del 2016 al 2020, mismos que, si bien no son malos del todo, a una parte importante de su fanaticada (y otros que no son tan fans pero que de igual forma consideran a Rage una banda de respeto) no les convenció la propuesta del grupo, misma que sin duda alcanzó su mejor nivel en álbumes como los muy recordados “Secrets In A Weird World” (1989), “XIII” (1998), “Ghosts” (1999), teniendo para muchos como clímax creativo el lanzamiento de “Soundchaser” en el 2003, y esa tríada de álbumes compuesta por “The Devil Strikes Again” (2016), “Seasons Of The Black” (2017) y “Wings Of Rage” (2020), no más no satisfizo por completo las demandas de quienes han seguido a este grupo durante estos años. Algunos extrañaban más potencia (en especial los que no superan que el «pulpo humano» Mike Terrana no sea más parte de esta agrupación), mientras otros resentían la ausencia del sonido sinfónico que la banda manifestó, especialmente durante la era Smolski.
Pues bien, para “RESURRECTION DAY”, que ha sido el nombre MUY ACERTADAMENTE dado a este nuevo disco, Peavy y su comando, integrado en esta oportunidad por el baterista alemán Vassilios «Lucky» Maniatopoulos (parte también del grupo Tri State Corner) y los recién integrados guitarristas también teutones Jean Bormann (miembro de AngelInc, Rage & Ruins y ex integrante de Dirty Desire) y Stefan Weber (componente de Rebattered, Regicide y Scanner, además de tener un paso por Axxis del 2015 al 2019), además de buscar satisfacer las previamente mencionadas demandas de sus iracundos fans (iracundos, tal como el nombre del grupo, jejeje), asumieron el hecho de que la banda necesitaba un nuevo aire, un respiro de nueva potencia y genialidad que sin dudas hizo falta en esos 4 años tras la partida de Victor. Pues por lo visto lo han logrado y con altas creces, como lo veremos a continuación.
En varios de sus mejores discos, Rage ha optado por poner un intro instrumental para adentrarnos en su nueva obra de arte, y aunque a veces me tira un tanto para atrás esta costumbre por parte de otras bandas, con Rage logra tener buen efecto, y en esta oportunidad, “Memento Vitae”, creación del músico español Pepe Herrero (guitarrista de Stravaganzza, y quien será encargado de esas hermosas orquestaciones que oiremos en esta placa) va creando la atmósfera idónea para prepararnos de cara a lo que se nos viene encima.
Y es que Rage decidió subir el octanaje para esta oportunidad, además de la elegancia orquestal, elementos que se conjugan de manera perfecta en “Resurrection Day”, pieza que además de dar nombre al álbum, nos muestra a un Peavy que muestra un registro vocal más arriesgado de lo que ha presentado en los últimos 20 años, donde ha archivado los agudos que tuvo al inicio de su carrera, y aunque no apela a ellos en este momento, sí se nota que no quiere reservarse tanto en ese respecto, cantándonos una letra de tendencia apocalíptica pero cargada de esperanza, con interesante acompañamiento de una coral en el estribillo. Maravillosa forma de arrancar en este viaje musical.
Qué delicioso suena ese riff de guitarra que será constante a lo largo de “Virginity”, pieza que nos habla sobre la caída del hombre según narra el Génesis al ceder ante la trampa de la serpiente, misma que guarda por un momento las orquestaciones vistas en su predecesora para apostar por un sonido más heavy que además nos trae un estribillo realmente pegadizo (algo que será constante en este álbum, de una vez lo digo). Paren la oreja a los solos de guitarra que Jean y Stefan han creado para esta pieza, calidad brillante en su ejecución. Grandioso volver a ver 2 hachas en Rage (algo que no se veía desde 1999 con el “Ghosts”, cuando los responsables de esa parte eran Sven Fischer y Spiros Efthimiadis).
El momento da para evocar un tanto de sentimiento emotivo sin perder la caña y potencia mostrada hasta este momento, y es algo que nos será presentado en “A New Land”, pieza que nos habla de aquellos aventureros que llegaron a tierras desconocidas, mismas que después fueron conquistadas a precio de sangre de los nativos de estas tierras. En el estribillo tendremos mayor presencia del doble bombo para los ávidos de este elemento infaltable en un buen disco de Heavy/Power Metal, aunque en sí la pieza se va por el lado más pesadito y no tan veloz. Atención al gutural sorprendente con el que Peavy termina la pieza. ¡BRUTAL!
Uno de los puntos álgidos del álbum (a mi gusto) ha llegado con “Arrogance And Ignorance”, de las piezas de sonido e intención más rudas y furibundas, máxime teniendo en cuenta la temática de la letra en este caso, una crítica muy sentida a los nacionalismos que rozan lo absurdo y llevan al hombre a pelearse entre sí, siendo tristemente los “de a pie” los que deben pagar el precio más caro. Brillante y suficientemente directa esta estrofa:
“Arrogance is just a sign
Of stupidity and fear
Ignorance walks hand in hand
Both will bring our downfall here”
Peavy desde siempre ha sido alguien muy crítico hacia el fanatismo religioso, y una vez más lo hace manifiesto en una de las canciones de su creación (donde su bajo va construyendo el inicio con el respaldo de las guitarras, tanto acústica como eléctrica, en un realmente elegante intro), de nombre “Man In Chains”, que resulta ser uno de los números más Speed Metaleros en este álbum, y cuya letra nos hablará de los daños causados por la Santa Inquisición en la Edad Media de nuestra historia, acusando de brujos a quienes resultaran apostatar a sus imposiciones. De veras que la potencia que derrama esta canción se extrañaba a raudales de parte de este grupo. Una pieza que bien podría encajar en discos como el propio “Soundchaser” o el “Unity” (2002), ambos siendo auténticas bombas cargadas de potencia que colocó a estos germanos en un lugar de privilegio en el mundo del metal.
Nuevamente la elegancia en orquestaciones salidas de la mente de Pepe Herrero se hacen patentes en esta séptima canción del álbum, nombrada “The Age Of Reason”, otra pieza que aprieta el acelerador en momentos cruciales para invitarnos a un headbanging en lo que las guitarras, bajo y batería alcanzan velocidades trepidantes teniendo el sonido de la orquesta como fondo apropiado (tal como si fuera algo sacado del hermoso “Ghosts”, mi álbum favorito de Rage). ¿Que de qué trata la pieza? Pues acá Peavy glorifica el conocimiento humano y el desarrollo de la ciencia y el pensamiento como tales. Y teniendo como manifiestos de tales cosas que el arte también se desarrolló en esa forma, eso se manifiesta en el desenfrenado solo de guitarras, de lo mejor en muchos años de historia de estos históricos músicos.
Nuevamente los poderosos riffs de marca “Rage” entran en escena (lo bueno es que cambian los guitarristas pero mientras la cabeza siga siendo Peavy Wagner, no habrá nada qué temer, la esencia se mantendrá) para “Monetary Gods”, pieza Power Metalera que si bien no le mete tanto el pedal a fondo, tiene constante el doble bombo en pies de “Lucky” Maniatopoulos, y una atmósfera irónicamente de celebración, que según las letras es hacia lo que en la imagería religiosa hebrea sería Mammon, el dios de la codicia. Debo decirlo, la producción que han brindado Dany “Dinamita” González Suárez y los 2 guitarristas de Rage para este álbum le brinda un realce muy apropiado a esta pieza.
De todos es bien sabido que estamos en una era donde las redes sociales y el mundo del internet han tomado un auge verdaderamente importante, pero a la vez han alienado y enajenado muchas mentes, y a este respecto es que Peavy ha creado las líricas para “Mind Control”, una pieza que en las melodías introductorias de las guitarras muestra un tanto más de “alegría” por así decirlo, sin perder la rudeza en su intencionalidad, algo que entra nuevamente de pleno al llegar el tremendo estribillo, donde nuevamente “Lucky” nos sube la intensidad con ese doble bombo que resulta tan importante en este estilo musical. Definitivamente otra de las mejores piezas en este discazo.
Si en “A New Land” tuvimos emotividad, para “Travelling Through Time” tendremos eso y más. Las guitarras de Jean y Stefan nos dibujan poco a poco una melodía de tendencia celta que las orquestaciones le crecen tremendamente el sentimiento, y tras la hermosa estrofa inicial, el grupo se desata con todo su poder, retomando la cordura para que Peavy nos siga cantando en esa forma tan épica parida en la orgullosa tierra de Irlanda. Es imposible resistirse a sentir la emoción a flor de piel en esta canción, donde las letras nos hablan sobre la trascendencia del espíritu humano, que bajo la perspectiva de nuestro querido cantante y bajista viajará eternamente a través del tiempo y espacio, algo que le inspiró un viejo tema del compositor renacentista Giorgio Maineiro. Lástima eso sí, que la pieza tenga un final abrupto, siento que daba para más. No obstante, es mi favorita en el álbum.
Si nos fijamos en la lista de canciones, con tristeza veremos que estamos próximos a acabar el viaje de giros del disco en nuestro reproductor. Y esta penúltima pieza del disco, intitulada “Black Room”, que resulta ser una hermosa pero melancólica balada, nos habla de una manera sumamente conmovedora sobre la depresión, una enfermedad que aqueja de una manera tan tortuosa a tantas personas, y que a día de hoy desafortunadamente dichas personas son todavía víctimas de tabúes y prejuicios alrededor de ello. Impresionante el trabajo vocal de Peavy en este número, donde pasa de unos graves que te tocarán el corazón a sus acostumbrados tonos agresivos, pero sin perder el sentimiento apropiado para el tema que se refiere.
El final debe llegar a todo, y de eso habla precisamente “Extinction Overkill”, potente canción que nos hablará sobre la extinción de las especies debido a los excesos de sobreexplotación de los recursos naturales, y donde resaltará notablemente el trabajo en la batería de Vassilios Maniatopoulos de manera muy particular, sin que necesite alcanzar velocidades demenciales. Escuchar su maestría en los platillos y distintos tambores de su equipación resulta digna de ser sumamente loada, al igual que ese MAGNIFICENTE solo de guitarras que nos hará enloquecer una vez más con estos chicos de Herne.
Así termina el álbum en este lado del mundo, porque en Japón (nada raro eso) tuvieron la dicha de que este disco posee un bonus track, ¡y vaya bonus track! Rage grabó el 13 de julio del 2020 un directo para el evento Wacken World Wide nada menos que en una cueva llamada Balver Höhle, la cual es la cueva más grande usada como lugar cultural en toda Europa. Ahí presentaron un tremendo setlist del cual se extrajo para la versión nipona de este álbum la canción “Black In Mind” interpretada en medio de las lóbregas profundidades de esa histórica caverna.
No puedo acabar este escrito sin referirme a la tremenda portada que Rage ha creado para este álbum, donde prosigue el tema del Soundchaser (mascota del grupo) en su forma alada que mostró en el álbum “Wings Of Rage”, pasando ahora a estar en una escena caótica de una ciudad víctima de lo que parece ser una lluvia de meteoritos. Esta obra visual corre por parte de Stan W. Decker, quien, dicho sea de paso, fue el responsable de ambos artes de tapa.
Sin dudas que Rage urgía de un resurgir si no quería sepultarse a sí mismo como grupo en un manto de monotonía que al menos a ellos no les estaba funcionando, dado que el estándar de música que ellos siempre han tenido es muy alto, y por dicha ese resurgir ha sido lo que les trae este “Resurrection Day”, álbum que definitivamente me ha dejado sumamente agradado de ver que el talento y creatividad de Peavy Wagner siguen sin acabarse, solamente que necesitaba rodearse de músicos que le potenciaran más el nivel de inspiración (dígolo sin desmeritar lo que Marcos Rodríguez dio en su paso por esta legendaria banda). En fin, no sigo más y los obligo cordialmente a que se pongan a escuchar a todo lo que dé en sus parlantes este épico y magistral lanzamiento. No dudo que para muchos fans del buen Heavy Metal estará en su top 10 mínimo. ¡Rage ha vuelto y con un poder que se le extrañaba, así que alegrémonos por tan grata noticia, hordas del Soundchaser!
Sello: Steamhammer
Lanzamiento: 17 de Septiembre, 2021
Género: Symphonic Power Metal