Review: PRIMAL FEAR – Metal Commando

Por Alejandro Melgar

Si no está roto, no lo arregles”. Esa parece ser la filosofía por la que se mueven los gigantes teutones Primal Fear hace unos cuantos años, perfeccionando al máximo una fórmula que efectivamente funciona pero que poco innova o se sale de su zona de comfort. ¿Y saben qué? Está perfecto. Hay muchas bandas de las cuales esperamos exactamente eso y con Primal nunca salimos defraudados. Es tiempo de analizar los pasos que llevaron a que este ‘Metal Commando’ sea otro de los highlights metaleros de nuestro conflictuado 2020.

Si observamos la trayectoria de estudio de Primal Fear durante la última década podemos observar un patrón de comportamiento que se repite en todos los ciclos. La fórmula “escribir, grabar, girar” nunca tuvo más sentido cuando los engranajes de la maquinaria alemana se ponen en funcionamiento, y eso es algo que Primal Fear tiene muy en cuenta a la hora de construir sus gemas preciosas sonoras. Revisemos por ejemplo los últimos años de la banda, partiendo de su disco ‘Unbreakable’ (2012). Parece ser que cada dos años los Primal caen con una bomba que arrasa todo a su paso: ‘Delivering the Black’ (2014), ‘Rulebreaker’ (2016), ‘Apocalypse’ (2018): todos siguen una misma fórmula y fueron lanzados estratégicamente cada dos años, asegurándose un ciclo de vida que permita darles ganancias tanto por venta de discos (en menor medida) como por sus subsecuentes giras mundiales, el punto fuerte de los germanos. Si vamos estrictamente a lo musical también encontramos que la banda se ha estancado en ese lugar que los posiciona como referentes de ese Heavy/Power alemán tan característico: rudo, potente, sin vueltas y bien varonil. El símbolo de masculinidad y actitud ‘badass’ presente en cada canción, disco, videoclips y giras en vivo. Todo está ahí para que Primal Fear siga ruleando a las masas con esta ecuación infalible.

¿Qué encontramos entonces en ‘Metal Commando’, su flamante nuevo lanzamiento? En una palabra: más. Más heavy, más power, más catchiness, más actitud malota, más himnos de batalla y sobretodo, una excusa más para afirmar que los teutones siguen con a magia intacta. La cosa empieza de lleno con los dos singles liberados hasta el momento abriendo el disco: ‘I Am Alive’ nos recuerda a sus momentos de gloria Power de los ‘90: rápida, breve, efectiva y audaz, una declaración de principios con actitud de antaño pero con sentimiento modernoso, guiado por un estribillo memorable mostrando a un Ralf Scheepers al que no le pasan los años. ‘Along Came the Devil’ muestra ese lado más rocker y contundente, con un medio tiempo basado en riffazos que nos recuerdan a sus coterráneos de Accept. Ralf brilla con sus tonos más agudos e imposibles mientras nos rascamos la cabeza pensando como alguien que ya pasó los 55 años siga cantando de esa manera. Posicionados con la seguridad para hacerle frente al mismísimo Diablo, como relata la letra más directa y cheesy que puedan encontrar, ¿pero qué importa? Seguimos agitando la cabeza re contentos.

Halo’ se vuelve a poner en plan Power Metal recordándonos a viejos clásicos como ‘Jaws of Death’ (1999) y ‘Nuclear Fire’ (2001), batería a las chapas, guitarras filosas y vocales tanto aguerridas como agudas hacen de esta una canción correcta pero poco memorable. Y como siguiendo la misma estrategia formulaica de los temas anteriores, ‘Hear Me Calling’ vuelve a los medios tiempos hard rockeros con mucho groove. Riffs cabeceadores, bajo omnipotente y Ralf cantando por lo bajo anticipando una tormenta hasta que explota el estribillo y es de los buenos, esos bien clásicos que se te quedan pegados. Van pasando las canciones y nos damos cuenta que el patrón está bien definido: temas breves, más cerca de los cuatro que de los cinco minutos, y un sentimiento agridulce de repetición que por un lado nos tira abajo pero por otro lado nos recuerda que es eso exactamente lo que queremos.

Con ‘The Lost & the Forgotten’ tenemos a Primal canalizando ese lado modernoso alternativo que los emparenta más con actos como Five Finger Death Punch y Adrenaline Mob. ¡Hasta Ralf se pone a cantar con voces roncas! Personalmente pienso que esta faceta en Primal Fear se puede obviar, pero admito que son de los temas más pegadizos basados en riffs que destilan actitud, y no podemos parar de cabecear. My Name is Fear’ retoma el poder y los tiempos acelerados, con un estribillo a puro doble bombo al que no le favorece su repetición excesiva. Otro de esos temas que vamos a olvidar pronto. Cada vez que miro la lista de temas de Primal Fear, hago un juego conmigo mismo de tratar de adivinar cuál será la obligatoria balada de turno, basándome en el nombre. Nunca suelo fallar con esto, y efectivamente ‘I Will Be Gone’ marca esa casilla para esta ocasión. Balada acústica de guitarra con Ralf emotivo y sentimental, entrando en la misma categoría que estuvieron ‘Supernova’, ‘The Sky is Burning’ y ‘Born With a Broken Heart’, por citar los ejemplos de discos más recientes.

Ya acercándonos al final, ‘Raise Your Fists’ pone la cuota de Heavy Metal épico, paradójicamente siendo el tema más breve del disco. Una bomba a medio tiempo que hará que no dejes de mover los pies y cabeza, y por supuesto, levantar el puño en alto como indica su título. Seguimos avanzando y cayendo otra vez en el territorio de “nada que no hayamos escuchado antes” se encuentra ‘Howl of the Banshee’, que no deja de ser una tonada agradable que balancea potencia y melodía de manera eficaz. Y bueno, ‘Afterlife’ no es más que un híbrido entre esas canciones modernosas y un Power Metal vieja escuela. Suena vibrante, tiene potencial, pero se queda a medio camino y a esta altura del disco agota un poco.

Todos sabemos que los discos de Primal Fear también incluyen un tema épico que ronda o sobrepasa los 10 minutos y demuestra que la banda cuando quiere también puede ponerse compleja y ambiciosa. En este caso esa responsabilidad recae cerrando el álbum con ‘Infinity’, y como dato geek les cuento que estamos ante el tema más largo en la historia de Primal Fear, superando los 13 minutos. Un comienzo ominoso y etéreo da paso a lo bombástico, y ahí es cuando nos damos cuenta que estamos ante algo que será grandioso, entrando de lleno en el territorio Power Metal (¿notaron que en el disco hay unos cuantos temas de power como antes?). El estribillo es magnífico y nos hace gritarlo a los cuatro vientos emocionándonos junto con Ralf, y la sección instrumental del medio incluye un poco de virtuosismo neoclásico, cortes en seco con coros majestuosos y grandes solos de guitarra extendidos, tanto eléctricos como acústicos. Sin dudas un tema gigante, que cuando parece terminar incluye una sección sorpresa que cierra el disco de la forma más épica posible, entrando en los dominios del Metal Sinfónico. Toda una proeza de canción.

La sensación general que nos deja ‘Metal Commando’ es que estamos ante un disco potente, entretenido y rendidor, que lleva el sello de Primal Fear marcado a fuego, y que no reinventa la rueda pero tampoco lo estaba buscando. Y lo mejor es que tampoco lo estábamos buscando nosotros, quedando muy conformes con el resultado y con el sentimiento tranquilizador de que la esencia de la banda sigue intacta, trabajando para los fans pero también para ellos mismos, cultores y admiradores del Heavy Metal teutón más potente y directo. Seguro, escuchar un disco entero con estas características puede llegar a pecar de repetitivo, más si estamos ante una placa de casi una hora de duración, pero nada nos quita esa sonrisa en el rostro y esos puños levantados que rectifican el honor que sentimos al pertenecer a este gran comando metálico.

Género: Heavy Metal, Power Metal
Lanzamiento: 24-07-2020
Sello: Nuclear Blast
Primal Fear - Metal Commando
  • 8.5/10
    Producción - 8.5/10
  • 7.8/10
    Composición - 7.8/10
  • 8.3/10
    Replay Value - 8.3/10
  • 8.3/10
    Valor Personal - 8.3/10
8.2/10

Conclusión

La sensación general que nos deja ‘Metal Commando’ es que estamos ante un disco potente, entretenido y rendidor, que lleva el sello de Primal Fear marcado a fuego, y que no reinventa la rueda pero tampoco lo estaba buscando. Y lo mejor es que tampoco lo estábamos buscando nosotros, quedando muy conformes con el resultado y con el sentimiento tranquilizador de que la esencia de la banda sigue intacta, trabajando para los fans pero también para ellos mismos, cultores y admiradores del Heavy Metal teutón más potente y directo. Seguro, escuchar un disco entero con estas características puede llegar a pecar de repetitivo, más si estamos ante una placa de casi una hora de duración, pero nada nos quita esa sonrisa en el rostro y esos puños levantados que rectifican el honor que sentimos al pertenecer a este gran comando metálico.

Alejandro Melgar

Absoluto entusiasta del Metal en casi todas sus variantes y sub-géneros. Melómano, coleccionista de discos y experto en armar documentos, listas y rankings. La estructura me garantiza paz y organización. Amo las series, películas y estoy muy arraigado en la cultura pop, además de disfrutar la naturaleza y el aire libre. Y a pesar de todo esto, soy muy sensible.