OPENSIGHT – Mondo Fiction – The Director’s Cut 🇬🇧 (Album Review)

Por Michael Prado

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Resulta bastante interesante y atrayente cuando los músicos le dan a su arte una connotación determinada, misma que marca el rumbo de la agrupación a la que pertenecen.  Los hay que cantan sobre historias caballerescas, otros que hacen música sobre la vida fiestera, también quienes apuestan por temáticas oscuras y malévolas, pero en esta oportunidad nos topamos con un llamativo trabajo que va enfocado a una dirección lírica y musical pocas veces explorada en esto del metal.

Hoy les traemos a la mesa el particular caso de los londinenses OPENSIGHT, una agrupación enfocada en hacer Progressive Heavy Metal, con la particularidad de que su arte está muy enfocado a historias de detectives, misterio y suspenso, poniendo gran importancia en el primer punto de los que enumeramos.  Esa ha sido la dinámica artística que, a partir de su segundo EP “Ulterior Motives” (2015) han querido llevar.

Y para el 2022, la banda, conformada por su líder, cantante y guitarrista Ivan David, el también guitarra Neil McLaughlin (que también es miembro de Drawbridgeman), el bajista Duncan Arkley (cuyo bajo también se escucha en Kromheim) y el baterista Redd Reddington, han decidido iniciar un nuevo compendio de investigaciones cargadas de mucha intriga y tensión, la cual dieron nombre de “MONDO FICTION”, y para este 2023, dicho álbum le ha sido proporcionada una reedición llamada “MONDO FICTION – THE DIRECTOR’S CUT”, misma que es compuesta de las mismas canciones de su primera edición, además de un nuevo bonus track y un segundo disco con las versiones instrumentales de las 11 piezas del álbum.

La música del álbum inicia con intensos golpeteos de la batería, acompañados de breves orquestaciones que parecen salidas de una película de suspenso, para que luego la banda acompañe a su batero en un interesante número de apertura llamado “In Here With Us”, que nos hace sentir la necesidad de ponernos una gorra como la que usó el icónico detective creado por el gran escritor británico Sir Arthur Conan Doyle, tomar la pipa y la lupa para iniciar investigaciones en la escena del crimen.

El enigma empieza a levantar brumas en tanto que los puntilleos en guitarra y bajo marcan la senda que hemos de disfrutar en “The Great Silence”, ocasionalmente condimentados con sonido de metales en el fondo, mientras Ivan David con su apasionante canto nos invita a sumergirnos en otra historia más plagada de enigmas que nos harán menear la cabeza, no solamente por el intenso ritmo de la pieza, sino por el misterio que ella nos narra, aparte de que ese solo de guitarra nos hará sentir quizás ocasionales escalofríos.

Creo con firmeza que si hay un ingrediente que le da gran sabor a una obra de ficción, lo es sin duda un “Plot Twist”, como el que nos narra la tercera canción del redondo con gran maestría en la construcción atmosférica de este nuevo misterio que, aún sin iniciar con tanta fuerza como sus predecesores en la intencionalidad musical, creo que hasta pondría a prueba la paciencia de nuestros 4 “chicos entrometidos” que conducen la Mystery Machine desde los años 70, con la infaltable compañía de su fiel Gran Danés comelón y asustadizo.  Me llaman la atención esos rasgueos de las cuerdas eléctricas que elevan la sensación de suspenso.

Siempre lo he dicho: el sonido del redoblar de un tambor puede construir de manera muy acertada atmósferas que eleven la adrenalina y nos hagan sentir perseguidos por un temor cercano.  Con un inicio así y un desarrollo posterior lleno de la caña tan sabrosa del Heavy Metal británico y algo de complejidad progresiva, llega a ser reproducida “Stained Remains”, otro caso que nos hará alucinar debido a lo complicado que habrá de ser darle solución.  Y ese sentir de incógnita lo acrecienta Neil McLaughlin con su solo de guitarra.

No hemos destacado que, gracias a la buena producción del álbum (muy reminiscente del sonido más ochentero), el sonido del bajo de Duncan Arkley no se pierde, sino que llega a ser muy perceptible, algo que se hace bastante notable, sobre todo en el corto interludio “Another New Beginning”, que antecede a “Primitive Principle”, donde escucharemos ocasionales sonidos de teclados acompañando este número un tanto más dirigido al Hard Rock, y en el cual las guitarras y bajo tienen un gran peso dentro de su esquema sonoro.

Ese sonido tan apelativo a la mejor época del Heavy Metal vuelve a hacerse presente dentro del álbum al llegar a “Curse”, pieza que nos llevará de nuevo a través del pentagrama siguiendo las huellas en forma de notas musicales dejadas en su andar por el bajo y las guitarras, mientras Ivan nos interpreta otro caso que puede llegar a erizarnos los pelos de punta, en tanto disfrutamos la musicalización tan acertada de este misterio.  Y cuidado, que el solo de guitarra nos puede agarrar desprevenidos cual fiera asechando al final de un callejón oscuro y lugubre.

Otro interludio, pero más melodioso (aunque tenebroso) nos aguarda en “Horror Vacui”, cuyo minuto y medio es el preludio perfecto para la genial pieza que llega a ser “Villain”, la canción más larga del álbum (7 minutos y medio de duración).  Las melodías en esta canción tienen demasiado carisma, y hasta podemos decir que tienen cierta influencia de la grandiosa “Fear Of The Dark” de Iron Maiden.  La construcción de la pieza va perfecta para definir al antagonista de una pieza.  Me encanta sobre todo el trabajo vocal de Ivan David.

Con algo de melancolía en su inicio que va desplegándose lentamente, entramos a “Secrecy”, un número que se desarrolla de manera más pausada y con una entonación más etérea que sus predecesoras, dando una sensación de angustia y tensión, misma que podemos percibir en el sonido procedente de las cuerdas y el canto de Ivan David, que se conjuntan bastante bien ante los retumbos de tambores y platillos procedentes de la gran proficiencia de Redd Reddington, quien cuando tiene que sonar como si estuviera en un álbum de Judas Priest o de Threshold, pues le entrará a lo que requiera la pieza.

El álbum termina con un cover del actor británico Tom Jones (alias “El Tigre de Gales”), “Thunderball”, mismo que no rompe en lo absoluto con la intención del álbum, sino que resulta ser una dulce y agradable cerecita al pastel de enigmas, misterios e investigaciones policiales que hemos tenido en este segundo LP de estos británicos, quienes han sabido reunir una deliciosa receta que apela a lo mejor de 2 subvertientes del Metal y conseguir un resultado de muy buen gusto.