NÚMENOR 🇷🇸 – Colossal Darkness [Re-Issue 2021] (Album Review)
Por Michael Prado
El Power Metal es un género que ha sido acusado en reiteradas, muy reiteradas ocasiones de ser un género que ya ha dado todo lo que debía dar, que hoy día solamente se repite a sí mismo, que todas las bandas no son más que “clones de Helloween” y un infinito etcétera más de cosas propias de elitistas que son incapaces de reconocer la labor y el esfuerzo de tantos grupos de músicos que hacen su mejor esfuerzo por brindar su muestra artística (que más allá de si suena igual o no a lo que otro hizo, ahí quedó manifiesto el fruto de su trabajo, tanto mental como físico en buscar los acordes, melodías, letras y ritmos acordes para cada canción, y eso implica su dosis de sacrificio de muchas cosas, algo que esta gente criticona no logra ni quiere entender, cerrados y sesgados en que “si la música no es 100% original entonces es basura”).
Pues bien, aún cuando hay una marejada de bandas que sí, todas encajan en casi la misma premisa del género (voces tenores que llegan a agudos desgañitantes, doble bombo a alta velocidad, solos de guitarra con semifusas a granel, melodías que nos llevan de la mano a mundos de fantasía maravillosa), existen casos de ciertas bandas que intentan hacer una amalgama de ideas que no son habitualmente experimentadas dentro de este estilo del metal. Y en este respecto podemos hacer mención de la banda serbia Númenor (previamente conocida del 2004 al 2005 como Franconian Frost y del 2005 al 2009 como Esgaroth).
Practicantes en sus primeros tiempos de un Black Metal Épico muy influenciado por los tremendos austriacos Summoning, los ingleses Bal-Sagoth y los grupos noruegos Arcturus y Covenant, fueron agregando poco a poco en su sonido siniestro la magia del Power Metal, y el resultado de cruzar las voces oscuras del subgénero en el que bandas como Mayhem, Dark Funeral, Emperor, entre tantas otras, forjaron su leyenda, con el sonido tan particularmente épico que se originó en 1985 con la banda de la calabaza, no deja de ser realmente llamativo e interesante. Y eso nos lleva a analizar en esta ocasión el inminente relanzamiento de su primer LP intitulado COLOSSAL DARKNESS, que en su primera edición (producida bajo el amparo de la disquera Stygian Crypt Productions) ya no se encontraba disponible, por lo cual el grupo tomó la acertada decisión, a 8 años de su lanzamiento, de darle una segunda oportunidad en un relanzamiento (esta vez por parte de Elevate Records) que ha recibido un lavado de cara en su sonido y además han agregado 2 covers de bandas muy queridas. Pero nos estamos adelantando mucho y vamos a desgranar poco a poco lo que representa el primer lanzamiento de los pioneros de esto que podría ser denominado como “Symphonic Black Power Metal”:
Con el sonido gótico y misterioso de la orquesta nos introduce a esta aventura el intro “Opus Draconis”, que, si me lo preguntan, a mí me hace sentir como que viajo en un dragón con rumbo a una fortaleza donde están ocultos misterios y peligros, pero en mí tengo el poder y la valentía para enfrentar lo que sea haya en ese lugar (podría ser el castillo que se muestra en la portada de este álbum en su primera edición, portada creada por el artista gráfico Raven Dark).
El sonido acertado y potente de la batería se da inicio a lo bueno, con la canción “The Eternal Champion”, la cual nos introduce a la interesante propuesta del grupo, una canción potente y cargada de sentimiento, donde la voz desgarradora de Marko Despot Miranovic nos narra algo que parece ser sacado de las historias del escritor Michael Moorcock. Como voz invitada en el estribillo aparece el señor Gordan Lazica. Ojo (o más bien oídos) al solo interpretado por el guitarrista Srdjan Brankovic, para alucinar con la magia que viene de sus 6 cuerdas.
Con mucho garbo entra nuevamente la orquesta que, acompañada con coros y sonidos mágicos del teclado en manos de Vladimir Djedovic vamos entrando al siguiente número de este LP, intitulado “The Hour of the Dragon”, que definitivamente suena más siniestra que su predecesora, la cual se sentía más épica y aventurera. Acá sí siento que el grupo peca en algo que se hará notorio a lo largo del disco, y es el repetir estrofas, como si se les agotaran las ideas para las líricas de las canciones, algo que a mi juicio les baja un tantillo de nota en materia de composición.
Con un ritmo similar al inicio, pero endureciéndose con un tanto de blast beats llega el momento para que suene “The Alchemist”, donde los teclados del señor Djedovic se vuelven protagonistas con el elaborar la atmósfera llena de misterio y misticismo alrededor del personaje manipulador de artes mágicos al cual se refiere esta pieza, que cuenta con una muy correcta y potente interpretación vocal por parte de Marko. Nuevamente Srdjan nos regala un solo de guitarra muy notable.
En el ambiente inicial de “Chronomancer” suena de manera sumamente acertada el resonar de relojes, algo que a muchos sin duda nos hará recordar la legendaria canción “Time” de Pink Floyd, aunque de ahí no pasa la semblanza, dado que sigue el sonido tétrico y espeluznante del theremín para que luego la batería marque el inicio de la que a mi criterio es la pieza más disfrutable de este buen disco. Otra vez el teclado de Vladimir Djedovic crea el ambiente propicio para lo que nos quieren contar en esta pieza, aunque debo hacer hincapié en que esas notas tan agudas del teclado parecen querer opacar la labor vocal de Marko. Tenemos dentro de la pieza un interludio más rockero donde podemos escuchar mejor el trabajo que en el bajo hace el señor Srdjan Brankovic, que también toma las 4 cuerdas (y no puedo dejar de mencionar el solo de guitarra en esta pieza, una avalancha de notas veloces cargadas de puro virtuosismo que es tan particular de este bello género). Vaya que me ha gustado la lluvia de ideas tan formidable que destila esta canción.
Con un tanto más de feeling de desenfado viene a escena “Servants of Sorcery”, que presenta una narración breve por parte de Gordan Lazica. Esta es otra canción que peca de repetir las letras, pero que cuenta para compensar esta falla con una buena labor de guitarras muy notable sobre todo en las narraciones. Podríamos decir que es otra pieza donde se siente más sentimiento Black Metalero de forma predominante.
Como si fuera soundtrack de película de terror, retoma el protagonismo la orquesta para la siguiente canción de este redondo, otra de mis favoritas, llamada “While the Gods Laugh”, que aparte hace múltiples referencias en su letra a la magna obra “El Eterno Campeón” de Michael Moorcock (vaya que son tremendos fans de su obra los Númenor). Nuevamente hace acompañamiento en los coros el señor Gordan Lazica. Por otra parte, aplaudir la labor de Vladimir Djedovic, que con sus manos parece crear lo que les toma a decenas de músicos de una orquesta, y más sublime el final que crea para esta gran pieza.
Ahora llega el final del disco en su forma original con una pieza llena de sentimiento baladí, como lo es la mágica “The Sailor on the Seas of Fate”, que nos pone nuevamente en el universo fantasioso creado por el señor Moorcock. Podemos percibir notablemente el sentir del protagonista en esos susurros iniciales de Marko Despot Miranovic, acompañados posteriormente por el sonido de flauta creado por los teclados de Vladimir Djedovic (que indudablemente es de los puntos más altos en materia de performance a lo largo de este álbum musical). De nueva cuenta la voz de Marko se llena de oscuridad y agresividad para seguir con la proclama de cada uno de los versos cargados de epicidad en esta obra tan encantadora.
Si hay algo que me gusta de los re-releases de álbumes del ayer es el contenido extra que las bandas suelen añadirles, y en este caso Númenor tomó la decisión de incluir 2 covers legendarios. El primero es ni más ni menos que uno de la canción “Flash of the Blade” de Iron Maiden, la cual disfrutamos originalmente en su quinto disco “Powerslave”. La interpretación musical es casi un calco de la original, con la diferencia marcada por la voz Black Metalera de Marko.
El segundo regalo de este relanzamiento es un cover de otra canción sumamente legendaria (determinantemente más que la anterior), y resulta ser “Stargazer”, cantada originalmente por el inolvidable “Holy Diver” Ronnie James DIO en el grandilocuente discazo “Rising” de los queridísimos Rainbow. Acá la banda sí consigue imprimir más de su estilo particular para brindar una experiencia más particular con respecto al original, eso sí, la voz de Marko apuesta más por tonos más cercanos a lo que nos brindó DIO en vida.
Para ir cerrando esta reseña podemos comentar también que en este relanzamiento el grupo ha decidido darle también un nuevo arte de tapa al disco, creado por Dobrosav “Bob” Živković. Un arte correcto a secas la verdad, nada impresionante, mostrando en primera plana un guerrero pelilargo de mirada siniestra empuñando una espada que apunta hacia abajo y que bajo su empuñadura parece verse una mirada más tenebrosa que la de su portador.
En definitiva que cuando un grupo que busca hacer algo no visto en un género cargado de bandas que apuntan en una misma dirección (no que esté mal, pero siempre es bienvenido cuando una se sale del molde), su primer lanzamiento discográfico dará mucho de qué hablar, y aunque todavía siento que le hace falta más reconocimiento a Númenor (quizás porque muchos fans del Power Metal no compaginan con el gusto del Black Metal), creo que es bueno poner nuevamente en el mercado su opera prima, para que así más gente conozca de dónde salió esta quijotada de mezclar el sonido perverso del Black Metal con la melodía mágica del Power Metal. Muy recomendado para gente amante de la buena música y que no caiga en prejuicios.
Sello: Elevate Records
Lanzamiento: 25 de Junio, 2021
Género: Black/Power Metal
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