FELLOWSHIP – The Skies Above Eternity (Album Review)

Por OzGa

ALINEACIÓN:

• * Callum Tuffen – Batería
• * Sam Browne (POWER FORCE) – Guitarra
• * Brad Wosko – Guitarra
• * Matthew Corry (POWER FORCE) – Voz
• * Ed Munson – Bajo

Pocas bandas logran un crecimiento de popularidad en poco tiempo, siendo una banda nueva sin muchos antecedentes que sirvan como referencia para desear o garantizar calidad en sus producciones, eso claro en la actualidad, pero si bien es cierto que hay bandas grandes dentro del 𝙋𝙤𝙬𝙚𝙧 𝙈𝙚𝙩𝙖𝙡 pero sus inicios prácticamente fueron en el Underground y lo que tienen lo ganaron con trabajo y tiempo invertido, pero gracias a esas bandas  y otros factores como las redes sociales, las plataformas de Streaming es que esto se convirtió en algo explosivo, por lo que ha sido normal que sean odiados o amados por los seguidores, aunque sus números indican que es la mayoría que les adoran.

Nos encontramos con un disco de sonido impecable, muy propio de una banda del estatus que ha logrado y la disquera qué lo fichó. Su temática fantasiosa, alegre, optimista e incluso algunos les llamamos 𝘿𝙞𝙨𝙣𝙚𝙮 / 𝙋𝙤𝙬𝙚𝙧 𝙈𝙚𝙩𝙖𝙡, además de tener ese toque exageradamente 𝙋𝙤𝙥, de 𝙃𝙖𝙧𝙙 𝙍𝙤𝙘𝙠, 𝙅-𝙍𝙤𝙘𝙠, 𝙅-𝙈𝙚𝙩𝙖𝙡, pero no contradigo que sus temas y melodías se te adhieren como pegatinas o pegamento industrial qué ya no se te arranca a menos que te cercenes una parte de tu piel, contagiosos hasta la médula. ¿Calidad?, aquí no hay tantos alardes virtuosos, mucho menos atmósferas complejas, hasta cierto punto son hasta predecibles en cada tema, son lineales, son temas con un promedio habitual, ¡vaya! Pareciera que así hasta sería aburrido, pues no lo es, consideró que es un buen disco para amenizar, ambientar, entrenar, manejar, trabajar, bailar, cosas que no requieran mucha concentración y este disco será un fiel compañero, es para mi como un gusto culposo, pero vayamos a ver más a fondo de que nos hablan aquí y ver si son congruentes con su estilo.

El primer hit es «Hold Up Your Hearts (again)» con un mensaje de fuerza y esperanza para todos aquellos corazones que se han sentido o se sienten afligidos, hay que ir en busca de nuevos horizontes y dejar un buen recuerdo con buenas acciones, la melodía tiene mucho de 𝙋𝙤𝙥 en sus esencia qué se hace fuerte en las partes la limpias e incluso no hay guitarras, hay que decir que eso podría generar conflictos entre los más Heavy’s, pero que esto se mezcla con un 𝙈𝙚𝙡𝙤𝙙𝙞𝙘 𝙃𝙚𝙖𝙫𝙮 𝙈𝙚𝙩𝙖𝙡 muy ganchero y que los teclados juegan un papel trascendente. «Victim» nos habla de un corazón afligido en una persona depresiva con temores muy marcados, aunque su razonamiento le diga que es un Rey o un león, su incapacidad lo aísla, confieso que este es uno de los temas que más me atrae, ya que tiene esa melancolía y esa atmósfera qué saben darle los japoneses a su temas e incluso su ritmo de 𝙈𝙚𝙡𝙤𝙙𝙞𝙘 𝙃𝙚𝙖𝙫𝙮 𝙈𝙚𝙩𝙖𝙡 qué se mezcla con 𝙅-𝙈𝙚𝙩𝙖𝙡 me hace recordar a varias bandas japonesas como A, BLOOD, MEJIBRAY, ARLQUIN, etc. por lo que si eres amante de esas bandas, este es un temazo.

Tratan de redimirse con sus primeros fans y los  amantes de 𝙎𝙮𝙢𝙥𝙝𝙤𝙣𝙞𝙘 𝙋𝙤𝙬𝙚𝙧 𝙈𝙚𝙩𝙖𝙡 con el tema «The Bitter Winds» en un mensaje de fortaleza y carácter al enfrentar a las adversidades y dar la cara para luchar sin desfallecer, a sabiendas de encontrar barreras qué solo hay que vencer, los arreglos sinfónicos de este armonioso 𝙎𝙮𝙢𝙥𝙝𝙤𝙣𝙞𝙘 𝙋𝙤𝙬𝙚𝙧 𝙈𝙚𝙩𝙖𝙡, tienen un aire épico, optimista y de poder, además de un toque japonés en sus melodías y es por eso que este es otro de mis temas favoritos, sin omitir que tiene nuevamente Matthew un toque de melancolía. «Dawnbreaker» nos habla de esa parte que muchos llevamos dentro y que son las cicatrices de nuestras caídas, son quienes forjan nuestro carácter, nuestras decisiones y nuestra vida, si se atreven a asomarse lo que hay dentro de cada quien para saber de qué son capaces, su melodía está vez es una especie de 𝙋𝙤𝙥-𝙈𝙚𝙩𝙖𝙡 por su mezcla como esos grupos de chicos bonitos bailando en coreografía y mezclado de Metal, bueno definitivamente esto es muy Disney o para adolescentes optimistas qué quieren descubrir el mundo, ritmo contagioso, pero frustrante para los que gustamos del Metal.

Su pasión por los ritmos orientales queda manifestada en «Eternity» siendo hora de dejar al descubierto las verdaderas intenciones, así como rotas sus emociones al mostrar su corazón y ver de que es capaz en este mundo caótico qué tantas veces te ha derribado, la melodía qué aquí nos ofrece es un pleno homenaje a la música oriental, con elementos Folk qué muestran esa cultura, su manera de interpretar muy 𝙅-𝙈𝙚𝙩𝙖𝙡, lo hace una pieza que me genera escalofrío, una de mis debilidades. «King Of Nothing» es una declaración de un ser destrozado, ignorado, minimizando al grado del abandono, pero dentro de cada uno hay un potencial que no logra explotar y más aún si no hay una ayuda que le impulse, la melodía nos lleva por un atractivo 𝙈𝙚𝙡𝙤𝙙𝙞𝙘 𝙃𝙚𝙖𝙫𝙮 𝙈𝙚𝙩𝙖𝙡 y algo de 𝙃𝙖𝙧𝙙 𝙍𝙤𝙘𝙠, con un toque de melancolía qué se hace una constante en todo el disco.

Definitivamente la oleada de música juvenil golpea muy fuerte con «World End Slowly», destacando lo importante que puede ser una amistad honesta y fiel al final del día o en el fin del mundo, me parece que este es su peor tema dentro de lo que respecta al Metal, aunque no dejo de reconocer que tiene esa magia de melodías empalagosas, que se te pega a la primera y la andas repitiendo en tu cabeza, como algo accidental está bien, pero como amante del Metal, esto podría resultar algo ofensivo, así que será que mejor pasemos a otra cosa. Ya está cerca la Navidad y pareciera que FELLOWSHIP nos deja una melodía acorde a las fechas próximas con «A New Hope» y su mensaje de esperanza y optimismo qué se ajusta muy bien a su melodía, el miedo será cosa del pasado cuando logremos vencer nuestras adversidades, afortunadamente elevan un poco el nivel en cuanto a Metal se refiere con un 𝙈𝙚𝙡𝙤𝙙𝙞𝙘 𝙈𝙚𝙩𝙖𝙡 y ese toque japonés en sus armonías. Así que al finalizar varias veces ese disco me sentía atraído y decepcionado, lo primero porque su debut fue más enfocado al Metal, lo segundo porque esto empieza a perder seriedad dejando de lado la fuerza de las guitarras, ya que es notorio que solo buscan el éxito a toda costa con melodías predecibles y bastante lineales, además de que es muy pegajoso y «facilón», maldita sea es tan malo y pegajoso que le daré otra repasada.