Live Review: BLACK LABEL SOCIETY en Montevideo, Uruguay
El público uruguayo venía de una mala racha (o al menos agridulce) junto a Zakk Wylde. En el año 2011 se programó la primer visita de Black Label Society al país, pero finalmente el show tuvo que ser cancelado por la baja convocatoria, aún con entradas vendidas. Años después, en el 2015, finalmente se pudo dar la visita del vikingo, pero solista y en formato acústico. Un show diferente al que el público no estaba acostumbrado. Si bien colmó expectativas, el plato fuerte aún estaba por llegar, pero faltarían nuevamente otros 4 años.
Mediante la organización de El Lado Oscuro, pudo ocurrir lo que todos esperábamos, y finalmente el pasado 9 de Abril, Black Label Society pisó suelo montevideano, y el mismísimo núcleo de la Tierra vibró con un show electrizante, lleno de actitud, energía y buenas canciones.
Sala del Museo fue el lugar elegido para esta fiesta, recinto bastante amplio y de gran capacidad sonora, ubicado frente al Puerto de Montevideo a la altura de Ciudad Vieja. Un local que en el pasado albergó otros shows de gran calibre como los hermanos Cavalera, Accept, Hatebreed, por nombrar algunos. La respuesta del público fue total, el lugar estaba prácticamente colmado y el público enardecido pedía a gritos la aparición del enorme vikingo a sacudir las tablas.
La noche comenzó con los locales Mafia, a quienes lamentablemente no pude presenciar ya que llegué cuando ya habían concluido su show. Aproximadamente a las 21:15, se apagaron las luces, y comenzó a sonar “Whole Lotta Sabbath” a modo de intro. Ese mashup increíble que mezcla Led Zeppelin y Black Sabbath en un mismo tema ofició de antesala para que Zakk y los suyos irrumpieran en escena, y de golpe y sin anuncio alguno, el show empezó con “Genocide Junkies” y la sala empezó a vibrar. Desde el primer minuto la banda sonó contundente, atronadora y aplastante. Con una formación que incluye al enorme Zakk Wylde en guitarra líder, voces y piano, John DeServio en bajo, Darío Lorina en guitarra y Jeff Fabb en batería, la banda no pudo sonar más ajustada y precisa.
Le siguió otro himno de ese clásico que es “The Blessed Hellride”, y se trató de “Funeral Bell”, con mucho machaque y groove, alborotando al público que no paraba de saltar de un lado a otro. Una gran canción para mover a las masas, a la cual le pegaron “Suffering Overdue” del mismo disco, ese mediotiempo super groovero con el que no podés hacer otra cosa que mover la cabeza y los pies. El vikingo sonaba desgarrador, tanto en voz como en guitarra, derrochando solos virtuosos para demostrar que es el maestro en su instrumento, una máquina de tirar notas, pero con mucho sentimiento.
La noche avanzaba y el machaque no aflojaba. De ese distante 2002 y su “1919 Eternal” nos regalaron “Bleed For Me”, un temazo con un estribillo super coreable que funciona de manera magistral en vivo. Luego vino el turno de “Heart of Darkness”, única representante de “Catacombs Of The Black Vatican”, disco de 2014 que pasó sin pena ni gloria (al menos personalmente es un disco que no me movió nada). Volvemos a un distante 2005 y su disco “Mafia”, del cual nos entregan otro clásico como es “Suicide Messiah”, con una performance sublime y una sala que dejaba todo el sudor en la cancha, en una noche sofocante pero muy gratificante.
Si hay algo que me molesta en muchos shows, es que bandas consagradas eligen dar mucha más representación a los “clásicos”, dejando atrás el presente que en muchos casos es igual o más prolífico. Por eso fue gratificante ver que buena parte del show fue para representar el flamante álbum con el cual están girando, “Grimmest Hits”, editado el año pasado. La primer perlita de ese gran disco vino de la mano de “Trampled Down Below”, un mazazo que te llega directo al pecho. Una gran apertura para el disco, que en vivo agarra aún más potencia y muestra un presente exquisito para la banda, con el broche de oro de un solo de Zakk estratosférico.
Le siguió otra joyita del mismo disco, “All That Once Shined”, donde Zakk homenajea a su mentor y compañero Ozzy Osbourne, con una cadencia Sabbathera que se ve al instante, una canción muy blusera a medio tiempo que sirve para apaciguar el show y viajar en un éxtasis sonoro a algún otro planeta. Continuando con la representación de “Grimmest Hits”, le tocó el turno a “Room Of Nightmares”, tema muy breve pero de gran contundencia, con otro de esos solos de antología.
Y le llegó el turno al show de bajar las revoluciones por un rato, por lo que la banda cambia de formato y presenta 3 baladas muy sentidas. La primera de ellas fue “Bridge to Cross”, del antes mencionado “1919 Eternal”, editado hace ya 17 años. Un tema que agarra fuerza sobre el final, donde Zakk hace sangrar a la guitarra, poniéndole sentimiento a cada nota. Desgarrador.
Ya pasada la mitad del show, nos damos cuenta que Zakk es un hombre de pocas palabras y prefiere dejar que la música hable, jamás dirigiéndose al público salvo en algunas partes específicas de las canciones. Puro sentimiento a través de la música y nada de discursos prefabricados.
Siguiendo con el formato acústico, le toca el turno al vikingo de sentarse tras el piano para demostrar que no sólo es un hombre de hachas, sino que su dominio de las teclas también es admirable. Dario Lorina pasa a ser guitarra principal por un rato, y lo que se viene es “Spoke In The Wheel”, esa gran balada perteneciente al debut de la banda, “Sonic Brew”, que vio la luz hace ya 20 años. Un tema tranquilo, con mucho sentimiento, antesala perfecta para el que se venía.
El momento emotivo de la noche vino cuando las banderolas que adornaban el escenario con el nombre de la banda, pasaron a ser cubiertas con los rostros de los hermanos fallecidos “Dimebag” Darrell y Vinne Paul, ambos grandes amigos de Zakk Wylde, a los que está dedicada “In This River”, un temazo que hace derramar lágrimas, más aún teniendo en cuenta el contexto. Cuando Zakk se levanta y pronuncia la clásica frase “We love you Vinnie, we love you Dime”, no creo que no haya nadie en la sala que no se haya emocionado ni un poquito.
Tal vez como estrategia de transición, la banda vuelve a su configuración original y entregan el tema título de “The Blessed Hellride”, que destila puro encanto sureño y cadencia casi Country. Un tema acertado para perfilar el show a un final a pura pirotecnia. Volviendo al presente, la última representante de “Grimmest Hits” llega de la mano de “A Love Unreal”, otro temazo que muestra la prolífica actualidad de la banda, con un estribillo bien tribunero y uno de esos solos de Zakk que te deja temblando. Una gran canción que tuvo su mejor representación en vivo.
Ya perfilándose al final del show, se vino todo abajo cuando comenzó la intro de “Fire It Up” y sus clásicas voces distorsionadas, que culminó en la presentación de “Concrete Jungle”, otro clásico y única representante de “Shot To Hell” de 2006, donde acá se hizo gala de un solo de guitarra de Zakk extendido hasta el infinito, que pudo mostrar toda su destreza. El tipo no soltaba la guitarra y se la colgó al hombro para tocar sin mirar un buen rato, así como un duelo de guitarras épico con Dario Lorina. El público enardecía y hacía mosh como loco, pero el verdadero final vino de la mano de “Stillborn”, esa joyita que hizo las delicias de los fans grooveros allá por 2003, mostrando que “The Blessed Hellride” estuvo igual de representado que “Grimmest Hits” esta noche, con cuatro canciones de cada uno.
Un final a todo trapo que mostró a un Zakk Wylde prendido fuego, enardecido, y también muy agradecido con la respuesta del público que logró llenar un show muy importante para la realidad metalera uruguaya. La banda también ayudó mucho, ajustadísima y precisa, lograron un sonido descomunal desde el primer momento, donde no hubo lugar a desperfectos ni contratiempos inesperados. Un show de metal con todas las letras, un éxito en convocatoria y una banda que con 20 años de carrera salen a comerse todo a sus pies. Sin dudas, el paso de Black Label Society por Montevideo dejó una huella imborrable y aportó más que un granito de arena a la historia metalera del país.
BLACK LABEL SOCIETY @ Sala del Museo, Montevideo, 09/04/2019
Producción: El Lado Oscuro
Banda invitada: Mafia
SETLIST
- Genocide Junkies
- Funeral Bell
- Suffering Overdue
- Bleed For Me
- Heart Of Darkness
- Suicide Messiah
- Trampled Down Below
- All That Once Shined
- Room Of Nightmares
- Bridge To Cross
- Spoke In The Wheel
- In This River
- The Blessed Hellride
- A Love Unreal
- Fire It Up
- Concrete Jungle
- Stillborn
Review: Alejandro Melgar
Fotos: Velthov Photography