ANTHEA – Tales Untold 🇺🇸 (Album Review)
- 🎸 Symphonic Power Metal
- 💿 Rockshots Records
- 🌎 USA
- 📆 26 de Agosto, 2022
Por Michael Prado
¿Qué obtienes si al estilo de Nightwish le pones como voz preponderante una voz masculina? El resultado puede ser interesante. Si a la mezcla le añades un toque de melancolía, obtienes algo como los españoles Stravaganzza. Pero si en lugar de eso le agregas una dosis de testosterona en forma de poder metalero, obtenemos a un grupo que su primer disco es como escuchar un Nightwish más veloz, agresivo y voraz. ¿Será que para su segundo intento discográfico la tendencia se mantiene? Es de lo que nos hemos de dar cuenta en esta oportunidad.
Los chicos de Anthea provienen de Los Angeles, California, y se han descrito a sí mismos como amantes de agrupaciones como Nightwish, Kamelot y Wintersun, además de grandes compositores cinematográficos como Hans Zimmer, John Williams y Danny Elfman. Actualmente la banda cuenta en su alineación con el vocalista y tecladista Diego Valadez (quien también es integrante de los velocísimos Cellador), el guitarrista y cantante gutural Juan Piña (miembro también de Angel Siniestro y Harpokrate), el también hacha Marcos Mejía (que acompaña a Juan también en las mismas bandas, además de integrar a Warwind), el bajista Eric Guerrero y el batero Peter Vásquez (hombre detrás de los tambores también de Angel Siniestro).
Podemos decir que estos chicos decidieron entrar con todo en la música cuando se dio el lanzamiento de su debut “Illusion” hace ya 2 años, dando también la mala fortuna de que no pudieran salir de gira para promocionarlo debido al inconveniente de la emergencia sanitaria que sacudió al mundo en dicho año. No obstante, estos chicos no se amilanaron, sino que se propusieron volver al estudio 2 años más tarde para traer en este 26 de agosto su segundo disco de larga duración, que llevará el nombre de “TALES UNTOLD”.
Las comparaciones siempre serán odiosas, aunque sin dudas deben hacerse si se quiere hacer un análisis objetivo, y en lo que concierne al segundo disco de una agrupación, es algo inevitable que se ponga en balanza con su antecesor, y es lo que más peso tendrá en lo que debemos decir sobre este nuevo álbum.
Pues bien, cuando “Illusion” fue presentado al público, en él hallamos un Symphonic Power Metal con muchísimo poder y entusiasmo detrás de él, trayendo canciones con un tempo desenfrenado, un canto de Diego bastante bien llevado, e inclusive una colaboración con la cantante Chiara Tricarico (voz de Moonlight Haze, Ravenword y Sound Storm). Para este nuevo “Tales Untold” podemos ver un giro de tuerca que, si bien no deja de ser llamativo, podría desilusionar a un sector de la fanaticada que quedó muy encantada con el debut de estos angelinos.
CAMBIANDO UNA PORCIÓN DE MAGIA A CAMBIO DE MÁS PODER, CRUDEZA, TRALLA Y GUTURALES
Yo, que soy fan confeso de la franquicia de manga/anime Fullmetal Alchemist, quiero traer acá a colación una de sus frases más conocidas: “Para ganar algo, algo de igual valor debe perderse”. Parece que esto fue lo que ocurrió con el sonido de Anthea, quienes, en busca de no repetirse y buscar una senda distinta en su segunda producción, pues decidieron no mostrar tanta melodía y magia en su música como ocurrió en su primer álbum, y en su lugar decidieron apuntar al uso de riffs de guitarra más potentes y mayor presencia de los guturales de Juan Piña (algo que se aprecia desde la inicial “Tales Untold”).
Otra cosa que también sentí que ya no tuvo tanta presencia fue canciones que tuvieran como elemento preponderante la velocidad frenética, algo que noté mucho y me hizo muy disfrutable la escucha de “Illusion”. Claro, eso no hace menos el disco en lo absoluto, pero creo que al menos 1 o 2 piezas bien Speed habrían dado un producto todavía mejor de lo que ha salido.
También tengo que acotar el hecho de que por lo visto una banda presume todavía a día de hoy del subgénero “Symphonic Metal” cuando no presenta justamente orquestaciones (aunque sea labradas en computadora), y los sonidos de ese estilo se nota que son más sacados del teclado de quien lo maneje (en este caso del keytar del señor Valadez). O sea, fuera de los strings, no se nota otro detalle orquestal, como címbalos, celesta, flautas (salvo en momentos breves, como la introducción de la potente “The Deceiver”, mi favorita del álbum junto con “In Time”, la entusiasta y hermosa pieza final del álbum), entre otros componentes de una orquesta hecha y derecha. Por más que asuman el tener influencia de Nightwish (y que, dicho sea de paso, sigue siendo algo notable en este álbum, y no me deja mentir la atmósfera que posee la pieza “Song For Winter”, por citar un ejemplo), creo que hace falta más para decirse “Symphonic Metal” (que si por eso fuera, también los suecos Harmony, que tienen muchas “orquestaciones” hechas con el teclado de Magnus Holmberg en sus 2 primeros discos, deberían optar por dicha etiqueta).
Aparte, en este disco parecen dejar más en segundo plano el tema sinfónico que en su primera placa (a esto es a lo que me refería principalmente cuando intercambiaron la magia por crudeza y guturales). Claro, no desaparece del todo, y la canción “Looking Glass” lo evidencia. Pero, seamos francos, esa magia en la mayor parte del disco se siente más artificial de lo que uno desearía. O sea, por ejemplo, todavía en un disco tan vilipendiado como el “Human. :||: Nature.” (2020) de Nightwish, uno siente esas orquestaciones y elementos que brindan la atmósfera mágica como algo que es parte integral del todo. Ojalá estos chicos de Anthea busquen trabajar por mejorar en sus herramientas para crear esos ambientes fantásticos.
Claro, también tenemos momentos algo lucidos e ingeniosos en el álbum que destacan entre el resto de canciones, como lo es el interesante inicio de la canción “Sapiens”, que arranca con unas percusiones de corte tribal y sonido como de arpas de la era antigua. Podríamos decir que es la canción más arriesgada del disco, y donde más destaca también la labor de Eric Guerrero en las 4 cuerdas graves.
Lo que sí debemos destacar bastante del disco, es la búsqueda de un sonido más contundente y enfocado a las guitarras, un detalle que agradará más a los fans de la caña en la música. De hecho, fue el primer detalle que noté de la banda cuando escuché su segundo single, la canción “Empyrean”. Aunque, siento que la banda caería en una frontera algo inexplorada (algo similar a lo que ocurre en el caso de Blind Guardian, que para nadie es un secreto que su arte está en una zona limítrofe entre el Power Metal y el Thrash Metal, algo que provoca que una porción importante de ambos públicos les haga cara fea, los del Power arguyendo que “la voz de Hansi no es tan melódica”, y los del Thrash diciendo que “son muy melodiosos”). Por lo tanto algo similar les podría acaecer, y espero que sepan construir con una maestría sabia en futuras producciones.
Yéndonos al tema de la producción, sí debo decir que me parece un trabajo que por momentos pareciera que arriesga a caer en la loudness war, aunque nunca tenemos ese problema, pero sí se nota que hay álbumes de otras bandas que presentan un sonido más pulido. Creo que hasta resulta curioso que una agrupación del Bay Area tuviese dificultades en ese sentido. Otro pendiente de mejoras para el grupo, donde pues el cantante y teclista Diego Valadez tuvo la responsabilidad de la producción, mientras que la mezcla y masterización corrió a cargo de Jesse Billson.
En líneas generales, el álbum es redondo y conciso hacia lo que apunta, no será la gran revelación del año, pero le va a brindar a la gente que sea fan de este subgénero del metal una escucha disfrutable y entretenida. Eso sí, espero todavía más ambición de este quinteto de cara al futuro, pues a estas alturas del juego, ya Nightwish reventaba el mercado con “Oceanborn” (1998) como su segunda carta de presentación, e inclusive, abundan montones de bandas en este estilo que desde su primer álbum le pegan un repaso tremendo. Digo todo esto porque creo en el potencial que tienen para crear un disco todavía mejor que muestre la evolución de estos músicos de cara al futuro. Vamos, chicos, que madera hay para hacer que un fuego más mágico, potente y grandilocuente arda de esa antorcha en Los Angeles, California.
ANTHEA – Tales Untold
Tras lo que fue su debut hace 2 años, los angelinos Anthea añaden una dosis de caña y potencia a su música, reduciendo su dosis de magia con la que se dieron a conocer, brindando un disco que tiene canciones interesantes, aunque siento que pueden hacerlo todavía mejor de cara al futuro.Pros
- Es interesante escuchar una banda inspirada en Nightwish pero con cantantes masculinos
- Han buscado dar preponderancia al sonido de las guitarras para esta oportunidad...
Cons
- ...no obstante, eso podría echar para atrás a algunos fans que podrían echar de menos la magia del primer álbum
- Las orquestaciones y demás artilugios Nightwishescos suenan más artificiales de lo que deberían
- La producción es mejorable, pero tampoco algo para echarse a llorar