AEVUM – Glitch 🇮🇹 (Album Review)
Por Michael Prado
Durante mis 17 años que llevo de escuchar Metal debo decir que es una dicha el haberme encontrado de manera mayoritaria con una amplísima cantidad de álbumes que se han quedado en mi memoria brindándome gratos recuerdos. No obstante (y por dicha han sido muy poquitos), también hay lugar para situaciones donde simple y sencillamente no logro entender en qué pensaban los músicos que grabaron determinados álbumes.
Esto de ser reseñador de discos en el Metal llega a ser algo lindo, no lo niego. Pero en esta semana he tenido la mala fortuna de toparme con un lanzamiento que, a diferencia de otros tantos que he comentado por este medio y que me han dado tanta alegría y renovado la fe en el arte, en esta oportunidad la mueca de mi rostro va para abajo, pues en definitiva algo falló para lo que vamos en esta ocasión.
Italia es un campo más que fértil para que las bandas llenas de melodía y calidad afloren. Así, tenemos el nacimiento en el 2007 en la ciudad de Turín, Piemonte (ahí tienes, Marty, para que te montes al DeLorean y vayas al pasado a… er-hem, sigamos con la reseña) de una agrupación llamada Aevum, quienes, si bien en la siempre confiable Encyclopaedia Metallum salen consignados como Symphonic Metal, al adentrarme en su propuesta musical me doy cuenta que están muy alejados de esa vertiente (más si lo comparamos con quienes sí son dignos de llevar esa estafeta, como Epica, Nightwish, Sirenia, entre otros). Más bien diríamos que su arte va más enfocado al Industrial y Gothic, con mucha influencia de Pop y música Electrónica.
Pues bien, esta agrupación que es conformada por Danilo “Lord Of Destruction” Molatieri y Emanuele Viglieti, alias artístico «Emanuel La Croix» en las guitarras, Paolo Doleatti AKA «Paul Grey Hunter» en el bajo, Ivan “Ian” Conti en los teclados, Lorenzo Aimo a la batería, y presentando una tríada de cantantes en Richard (quien también maneja el piano), Denis “Hydra” Tucci (quien tiene la particularidad de aparecer con una máscara de demonio, que, siendo sinceros, me da algo de cringe) y la señorita Ilaria Lucille de Santis, de seudónimo artístico “Lucille Nightshade”, llevan en su currículum 2 EP y 3 LP en el mercado, a los cuales se les está por unir este 15 de abril, por medio de DarkTunes Music Group, su cuarto álbum de larga duración que llevará el nombre de “GLITCH”.
Vamos al grano y permítanme ser lo más llano, directo y sincero, porque no me gustan las máscaras (sorry, Denis, jejeje, y sí, lo digo por la metáfora con la hipocresía y por TU MASCARITA DE DEMONIO) ni los elogios inmerecidos. Este disco me ha resultado algo que he sufrido en cada minuto de su escucha.
Para empezar, tenemos el constante uso de efectos de voz realmente molestos en los guturales de nuestro amigo enmascarado, que la realidad, en lugar de darle algún realce en cualquier dirección a sus performances, hacen que quede más en ridículo lo que quieran presentar a través de eso. ¡Vamos, por Dios! No veo a leyendas de los guturales como el finado Chuck Schuldiner, Christian Älvestam (de Scar Symmetry), Peter Tägtren (voz de Hypocrisy), Angela Gossow, Alexander Liiva, Francesco Paoli (el monstruo de Fleshgod Apocalypse), Spiros Antoniou (la fiera brutal de SepticFlesh) haciendo uso de eso en sus gloriosos discos.
Luego, nos vamos al apartado lírico y ¡válgame Dios! Varias canciones apenas tienen con costos 3 estrofas, que aparte sus letras son tan simplonas y pueriles. Y si nos vamos inclusive al caso específico de la canción “The Traitor” o la que da final al álbum, “I Wish I Had Time”, ¡apenas una miserable estrofa! Señores, háganme el favor, que es cierto, no tienen que escribir un poema de Gustavo Adolfo Bécquer o un discurso presidencial en el traspaso de poderes, ¡pero se vale más y mejor creatividad!
Otro aspecto que me echa muy para atrás en intentar darle al menos una nota algo positiva a este lanzamiento son las líneas vocales que interpreta la cantante Lucille Nightshade. Suenan mayoritariamente a Pop pero del que ha hecho quedar en vergüenza a dicho género. Si al menos hubieran apostado por algo más digerible como tirar por el legado de grandes como Madonna, Céline Dion, Robbie Williams, el mismísimo Michael Jackson. Pero se van por las moderneces que provocan en mí más llevarme la mano a la frente en señal de decepción, desagrado y fastidio que otra cosa. Nada más escuchen por ejemplo el incomodísimo “I heard a click” que tenemos a cada paso en la canción “7” (o el resto de sus melodías vocales en esa pieza) y me dirán si no falla todo ahí.
Creo que de las pocas cosas que salvan de un lugar muy parecido en mi lista bottom de álbumes desechables al que tiene el “mítico” aborto de la conjunción de Lou Reed y Metallica llamado “LuLu” (2011) es la decente participación del cantante Fabio Privitera (vocalista de Aeternal Seprium, que estuvo anteriormente en Bejelit y Sound Storm) y las brillantes participaciones que brindaron en cada una de las canciones el batero Lorenzo Aimo (para mí el punto más alto de esta agrupación, y que, en mi humildísima perspectiva, para su bien, debería buscar nuevos horizontes artísticos *guiño guiño*) y el bajista Paul Grey Hunter (la producción le ayudó mucho a que resaltara su instrumento, hay que recalcarlo).
Para ir cerrando el círculo, debo agregar que quizás la única canción que no me provocó lo que ocurre en aquel mítico episodio de la serie de MTV llamada “Fur TV” (“TV de Ciertopelo” para los fans Latinoamericanos) llamado “Lluvia Marrón” (donde la música de Stinkhole, la banda de Death Metal de Fat Ed Tubbs lograba gracias a un azar del destino hallar la “nota marrón”, esa que se dice logra provocar una reacción en el metabolismo que lo invita a ir al baño en carrera) es el instrumental “Glitch” (muy parecido a lo que me ocurrió con “Runa Llena”, el instrumental del olvidable disco “La Ciudad de los Árboles” (2007) de Mägo de Oz). Siempre he creído que si un instrumental resulta ser el punto más destacado en las composiciones del álbum, entonces algo no marcha bien en definitiva.
Dando un remache más, no les bastó con un disco de canciones tan facilistas y lamentables, sino que aparte, aún a sabiendas de que Lady Gaga no goza de mucho aprecio en la comunidad metalera, se atreven a sacar un cover tan indigesto de la canción “Poker Face” (para variar, otra que ha sido blanco de críticas desde todo flanco). Señores, que hemos tenido mejores covers poperos en el Metal (aquí menciono el de “Eloise” que Stravaganzza grabó en su álbum “Requiem” (2008), el de “Oops! I Did It Again” por parte de Children Of Bodom y tantos otros) como para tener algo que nada más va a poner a los haters de Gaga más en su contra.
En fin, no sigo porque no quiero seguir o posiblemente hiriendo susceptibilidades, o seguramente quedándome sin bilis por el día de hoy. He sido lo más sincero posible sobre este disco, y creo que es mejor para estos chicos que se digan las cosas como son (que igual son desde mi perspectiva) en lugar de buscar ser un “queda bien”. Nada más espero que busquen mejorar en esos aspectos donde han flaqueado tanto (o sea, CASI TODO), y que por favor, Denis Tucci se quite esa máscara y le dejen de poner esos efectos de voz tan enervantes, pues eso es algo que mayoritariamente termina de enlodar una escucha ya de por sí no muy alentadora.
Sello: DarkTunes Music Group
Lanzamiento: 15 de Abril, 2022
Género: Gothic Industrial Metal/Electro
«End7eit» track list:
- Lullaby
- Black Swan Theory
- Desire
- What’s In A Name
- Holy Alix
- The Traitor
- 7
- Glitch (Instrumental)
- La Scrittrice
- Lucretia
- #Jump
- Wings Over The Ocean
- Austerlitz
- I Wish I Had More Time
- Poker Face (Lady Gaga cover)
AEVUM - Glitch
Es una dicha que en el Metal la mayoría de discos normalmente sean un disfrute, pero llega el momento en el que se topa uno con creaciones como ésta, que uno simplemente no puede asimilar, dado lo simplón y lamentable de su contenido. Lo siento por los chicos de Aevum, pero no puedo recomendar a nadie su último álbum. Espero que busquen mejorar de cara a futuros lanzamientos.Pros
- La producción realza muy bien el trabajo del bajo y la batería
- Tanto Lorenzo Aimo como Paolo Doleatti son los highlights en esta vorágine de facepalms
Cons
- La producción hace que las performances vocales de Denis Tucci sean tan lamentables como verlo en esa máscara tan patética
- Las líneas vocales de Lucille a veces llegan a ser demasiado cringey
- Letras simplistas a más no poder
- Si alguien se va con la finta de que esto es Symphonic Metal, va a terminar odiando injustamente más este subgénero. (Como no tengo más campo para otros puntos, añado la máscara de Denis Tucci, ¡UGH!)