TYGERS OF PAN TANG – Bloodlines 🇬🇧 (Album Review)

Por Michael Prado

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No es raro que, en un mundo tan lleno de propuestas muy diversas como lo es el de la música, se nos llegue a pasar por alto artistas y/o agrupaciones que llevan su buena cuota de tiempo en esta industria, ya sea porque le hemos dedicado tiempo a otras que se han apoderado de nuestro interés, o bien porque de plano posponemos el momento para conocer de qué va su propuesta.

En mi vida tengo casos de casos de ese estilo, que si confesara algunos, fijo me apedrearía más de uno.  Y sí, uno de esos es el de la banda cuyo disco nos encargaremos de hacerle su respectiva revisión en este artículo, de la cual ya conocía su existencia, pero que nunca me había dado a la tarea de escuchar material discográfico creado por ellos… hasta ahora.

Hace 45 años, en un lugar de Inglaterra llamado Whitley Bay, 4 jóvenes entusiastas del Rock y Metal decidieron iniciar una agrupación, inspirados en lo que estaba ocurriendo en su país natal con el fenómeno musical conocido como New Wave of Brittish Heavy Metal (NWOBHM).  Dicho grupo llevaría el nombre de TYGERS OF PAN TANG.  Dicho nombre fue tomado de unas criaturas que aparecen en el universo literario del escritor Michael Moorcock (creador de la reconocida saga “El Campeón Eterno”).

Actualmente, de la alineación original, nada más prevalece el guitarrista Robb Weir, quien es acuerpado en la actualidad por el baterista Craig Ellis (quien forma parte del grupo desde el año 2000, cuando el grupo vuelve a la actividad tras haberse separado en 1987), el cantante italiano Jacopo «Jack» Meille (quien se unió en el año 2004 y también canta con Damn Freaks, General Stratocuster and the Marshals, Mantra, Norge y Saint Sinners), el guitarrista Francesco Marras (integrante desde el 2020, y cuya guitarra también resuena en Screaming Shadows y Verde Lauro) y el bajista Huw Holding (el más reciente en el grupo, siendo parte del mismo desde 2021 y con experiencia en agrupaciones como Avenger, Blitzkrieg, Maiden England, entre otros).

A la fecha, y como sería de esperar, Tygers Of Pan Tang tienen en su haber una extensa discografía, que abarca 12 álbumes de estudio, 8 EP, 5 grabaciones oficiales en directo y una extensa cantidad de sencillos y recopilatorios, dentro de los cuales este 5 de mayo ha de ingresar un nuevo miembro, que será el larga duración número 13, al cual han querido bautizar como “BLOODLINES”.

La energía tan atrayente y magnética que posee el Heavy Metal que sale de la gran forja británica empieza a fluir en gran forma con la inicial “Edge Of The World”, que entra con mucha propiedad a cimentar el camino que llevará el grupo en esta nueva iteración, trayendo música machacante, bien estilizada, con un canto de mucha calidad y un fondo de teclados muy llamativo, que le da cierto toque futurista a la música, sin llegar a sonar muy modernoso, respetando siempre la base clásica.  Lo mejor llega cuando Robb y Francesco hacen sus respectivas melodías para los solos de guitarra.  Delicia pura, diría un gran amigo de la web.

En una sintonía más Hard Rockera, pero siempre teniendo la energía en la interpretación instrumental (algo que se logra cuando hay un buen equipo detrás encargado de la producción, donde Tue Madsen logró darle un gran sonido a este álbum) aparece “In My Blood” como segunda pieza del disco, trayendo un estribillo contagioso donde Jack Meille logra unos buenos agudos de backup al llegar dicho momento.

Si alguien venía aburrido de encontrarse con otras bandas de Heavy Metal de allá que nos traen intros descomunalmente largos y un ritmo que podría colmarle la paciencia hasta a las piedras, pues creo que acá van a sentirse a gusto, sobre todo con una pieza que trae toda la intensidad ochentera que tanto se extraña como la hallaremos en “Fire On The Horizon”, la cual viene con ese ritmo más acelerado que nos invita a agitar la cabeza con esa intensidad que, carburada ocasionalmente por el doble bombo en la batería de Craig Ellis, nos darán 3 minutos y medio que uno rogaría que ocurran más en otros lados de mayor renombre.

El que no quería más doble bombo (¿habrá alguien así?) pues ni modo, porque Craig Ellis nos dará más por vena de dicho elemento no más iniciando “Light Of Hope”, que nos engancha posteriormente con ese sensual y casi hipnotizante riff de los instrumentos de cuerda, y luego esa construcción armónica lograda en el estribillo va a terminar de cerrar la puerta a cualquier intención de presionar “Skip” en el reproductor.

Esos coritos que crea con su voz el señor Jack Meille a lo largo de “Back For Good” nos hacen sentir que los años 80 no han terminado, o en su defecto, se renuncian a pasar a la historia y quieren seguir vivos mientras haya gente como esta agrupación, más que dispuestos a que el espíritu heavy que se gestó por esas fechas siga incólume ante el paso del tiempo.  Y es que acá las melodías vocales son el gran fuerte que enamorará a muchos de esta pieza en particular.

No habíamos tenido tiempo de experimentar un momento más calmo de lo usual, pero las notas del piano que resuenan en “Taste Of Love” nos marcan el momento más emotivo del álbum, donde Jacopo saca el lado más sentimental de su repertorio, y la banda busca lucir una instrumentación en conjunto que busque llegar hasta a los corazones más pétreos, logrando una de esas piezas de ensueño para disfrutar en pareja, adornadas con gran elegancia gracias al hermoso solo de guitarra incluido.

“Kiss The Sky” nos trae de nuevo la garra y energía más desenfadada de estos chicos, invitándonos a ponernos el casco y surcar las carreteras en el equino motorizado de 2 ruedas, al compás de su sabroso ritmo de Heavy Metal que tantas alegrías ha brindado desde hace más de 40 años, no solamente esta agrupación, sino todas las que desataron esa movida que fue tan importante en el desarrollo de este género musical.

El ritmo más rockero y riffs más melodiosos, pero igual de potentes y brillantes son los que marcan la marcha a través de los 3 instrumentos de cuerda para el canto de Jacopo dentro de la ganchera “Believe”, que trae una base atrayente, aunque, siento que pudo haber quedado todavía mejor.

Un tanto más acelerada que su antecesora, pero siempre dentro del espectro Hard Rockero, surge de entre la fila de canciones “A New Heartbeat”, que sigue en esa misma sintonía de sonido que invita a quemar la carretera y/o brindar al compás de su buen ritmo y atrayentes melodías, que de vez en cuando son invadidas por el fuego arrasador del doble bombo.

Concluimos este recorrido por las carreteras musicales labradas con melodías y ritmos intensos por parte de Tygers of Pan Tang en esta última canción del álbum, intitulada “Making All The Rules”, la cual inicia con un sentir más tranquilo de lo desarrollado a lo largo del disco, y que va tomando poco a poco más fuerza y consistencia, la cual se hace manifiesta en el siempre confiable trabajo de guitarras de Robb Weir y Francesco Marras.

Quizás esta obra de Tygers of Pan Tang no busque reinventar la rueda ni mucho menos en un género que ya tiene sus tropes establecidos desde hace varias décadas (y algunos se quejan de esto mismo en el Power Metal pero luego los ves besándoles las patas a sus Maiden y Judas de la vida por mantenerse dentro de esos mantras), pero que dará un buen rato de esparcimiento a los amigos que disfruten bastante del sonido más característico del Heavy Metal, hay total certeza de que así ha de ser, en un disco de muy buen sonido, canciones que enganchan e interpretaciones instrumentales y vocales de calidad garantizada.