Review: TURILLI/LIONE RHAPSODY – Zero Gravity (Rebirth and Evolution)
Para entender cómo llegamos a este enésimo Rhapsody bajo nuevo nombre, no está de más repasar la historia y los acontecimientos que hicieron que Fabio Lione y Luca Turilli volvieran a unir fuerzas creativas y se despacharan con un enorme álbum de estudio que ganará fanáticos y detractores por igual.
Todo comenzó en 2011 cuando las diferencias creativas hicieron que la banda original se dividiera en dos. Por un lado, Lione continuó junto al tecladista fundador Alex Staropoli bajo el mote Rhapsody of Fire, mientras que Turilli incursionó en su propio proyecto como Luca Turilli’s Rhapsody. Ambas encarnaciones disfrutaron de carreras paralelas y parejas, entregando algunos álbumes muy buenos y otros regulares, pero la confusión se hizo aún más grande cuando en 2016 se anunció un tour que reuniría nuevamente a Lione y Turilli bajo el nombre Rhapsody Reunion, junto a los miembros más clásicos del Rhapsody original (menos Staropoli, que permanecería único integrante emblemático de la primera encarnación). ¿Confuso? Sí, mucho, pero esta introducción nos llevará a entender como ambos universos paralelos coexisten hoy en día.
Llegamos entonces al presente y al álbum que nos compete. Hoy en 2019, el fruto de la reunión se materializó en una nueva banda que recibe el nombre Turilli/Lione Rhapsody, cuya carta de presentación es el imponente “Zero Gravity (Rebirth and Evolution)”, un álbum que apuesta a lo épico y a lo grandioso, que no teme derribar estructuras autoimpuestas, y que mira al pasado de reojo, lo reconoce, lo respeta, pero rara vez lo usa de influencia.
Mientras que Rhapsody of Fire con “The Eighth Mountain” (editado este mismo año) apostó al sonido más clásico y cancionero con las guitarras bien al frente y el sentimiento épico avocado más al riff, Turilli los mira desde la otra punta y se la juega por la majestuosidad, lo cinemático y lo orquestal como base de un todo, más que ser un hilo conductor. Y si Staropoli se aferra a las batallas fantásticas y las historias del medioevo que siempre caracterizaron a los italianos, Turilli vuelve a pararse en el otro extremo de la balanza y nos muestra un costado mucho más futurista, electrónico y grandilocuente, donde la atención al detalle se torna un elemento crucial en la composición.
Así, en poco más de 50 minutos se nos presenta una obra ultra ambiciosa, que sigue por el camino pavimentado por los trabajos de Luca Turilli’s Rhapsody, pero con más énfasis en lo vertiginoso y en llevar la grandeza a niveles estratosféricos, todo magnificado de manera de resaltar la garganta dorada de Fabio Lione, que se mantiene intacta luego de más de 20 años de carrera. Es imposible escuchar la apertura “Phoenix Rising” y no emocionarse con ese regreso a toda máquina, o no cabecear y saltar con el pegadizo single “D.N.A. (Demon and Angel)”, donde presenciamos un dueto de antología de Lione con Elize Ryd de Amaranthe, mientras la canción brilla con todos los ingredientes de un hit futurista.
Hay espacio para la experimentación, como los coqueteos con la música del Medio Oriente en la potente “Zero Gravity” (que también incluye un solo neoclásico de Turilli que pone la piel de gallina), la agresividad en las voces distorsionadas de “Fast Radio Burst” y su fuerte componente electrónico, o las dosis de Metal Melódico de toques progresivos en “Multidimensional”, una canción que quedaría perfecta en la discografía de Kamelot.
Cabe destacar también la emoción que genera escuchar a un Fabio descollante en “Decoding the Multiverse” (con guiño a Queen incluido), otro de los momentos más épicos de un álbum que definitivamente se apoya en las orquestaciones para elevar la composición. Este tema en particular tiene uno de esos solos vertiginosos de Turilli que por breves momentos recuerda a las glorias del viejo Rhapsody. Las influencias clásicas también quedan a la vista durante “Amata Immortale”, una bellísima balada guiada por el piano que amplifica los vocales de Lione y resalta su lado más operístico y melancólico, apoyada también por exquisitos arreglos sinfónicos y corales que logran conmover sin ningún tipo de distorsión.
El cierre perfecto viene de la mano de “Arcanum (Da Vinci’s Enigma)”, donde todas las influencias antes mencionadas se conjugan y explotan en una catarata de experiencias sensoriales que van desde lo más electrónico a lo más virtuoso, a lo más pesado, y a lo más majestuoso, con un estribillo de coros gloriosos que hacen de esta pieza una perfecta manera de culminar un viaje que nos paseó por todo el espectro de la música.
Tal vez éste no sea el disco indicado para los puristas del Power Metal y el sonido del viejo Rhapsody, esas personas probablemente se queden con la propuesta de Rhapsody of Fire, que también han entregado un disco redondo y contundente. Pero mientras que Staropoli presenta un relato fantástico que evoca una época lejana del pasado, Turilli y Lione miran hacia el futuro y muestran un enfoque distópico adornado con los sonidos del mañana. Lo mejor de ambos casos es que, como espectadores, podemos disfrutar de las dos obras en tiempo presente y sacar nuestras propias conclusiones. Está en el oyente determinar cuál de las propuestas es la que más se adapta a sus gustos, pero más allá de las comparaciones, “Zero Gravity (Rebirth and Evolution)” supera expectativas y presenta una obra de gigantescas proporciones donde quedan claras las intenciones de un renacimiento y una fuerte evolución.
Calificación: 8,5 / 10
Album Review: Alejandro Melgar – Gentileza Nuclear Blast Records