Review Clásico: THE AGONIST – Orphans
La historia de The Agonist está llena de rabia, sangre, sacrificio y perseverancia. Una historia que parece llegar a una merecida conclusión con el lanzamiento de “Orphans”, el disco que finalmente los pondrá en la primera plana de los lanzamientos pesados a base de una propuesta sólida, llamativa y de una contundencia nunca antes vista en anteriores obras de los canadienses. Pero para saber qué los hizo llegar a donde están y a entregar una placa tan gigante, haremos un pequeño repaso por el estrepitoso camino de una banda que no conoce la rendición.
Tras tener un controlado éxito en los circuitos del under y posterior salto “moderado” a las masas, entre 2007 y 2012 The Agonist lanzó al mercado 3 discos de estudio con su entonces vocalista Alissa White-Gluz. La banda empezó a ganar popularidad más por el carisma, actitud y aspecto de su cantante que por logros meramente musicales, ya que los trabajos presentaban un nivel correcto pero nada descollante ni revolucionario. Cuando en 2014 una gran movida de prensa generó un circo mediático que cubrió la tormentosa salida de Alissa de The Agonist para unirse a Arch Enemy, los medios se hicieron un festín alimentando turbulencias internas y una separación en malos términos. Y mientras Alissa probaba las mieles del éxito con una mega banda ya establecida, The Agonist quedó a la deriva y sin una dirección clara. Es aquí que entra en escena Vicky Psarakis, el ingrediente que estaba faltando para que la banda tuviera el despegue que realmente merecía.
Vicky posee las aptitudes vocales y la actitud necesaria para llevar adelante una criatura que estaba hambrienta de crecimiento, prueba de ellos son sus lanzamientos “Eye of Providence” (2015) y “Five” (2016), que sin ser descomunales logran despegarse de sus antecesores a base de composiciones más arriesgadas, una dirección que apuesta más al Djent y al Metalcore sin olvidar las raíces de Death Melódico, y además presentan a Vicky como una fuerza mayor en el mundo de las vocalistas del Metal. Prueba de las ansias por derribarlo todo a su paso es el hecho de que ambos discos salieron con apenas un año y medio de diferencia entre ellos, una muestra de que quedaba mucho por decir. Pero no es sino hasta “Orphans”, el disco que nos compete, que la banda realmente despegaría compositiva e interpretativamente, tomándose su tiempo para elaborar su ópera prima: el disco que finalmente le hace justicia a su historia.
Hay mucha información en este álbum, mucha furia y muchas ganas por entregar un trabajo de calidad y sin rellenos. Eso se nota desde el arranque: “In Vertigo” es un tour de force que muestra a una banda afianzada y disparando con toda la artillería. Vicky suena incontrolable y mejor que nunca mientras la banda dibuja riffs y punteos de guitarra imposibles. Esto es Death Melódico al siguiente nivel, “djentizado” y con muchos cambios de ritmo, los canadienses están aprendiendo lecciones progresivas para llevar el desafío a la siguiente etapa. A los 4 minutos sentimos que nos pasó una aplanadora por encima y el tema podría haber terminado, pero aparece una sección densa de riffs bien gruesos, donde Vicky canta como nunca con una voz de ultratumba que nos da escalofríos.
Sin bajar las revoluciones aparece “As One We Survive”, el último single liberado, que arremete con todo en un arranque violento para volverse un medio tiempo en un estribillo que potencia las voces limpias de Vicky. El contraste perfecto entre agresividad y melodía aparece durante toda la duración de esta canción. “The Gift of Silence” contiene uno de esos riffs imposibles de corte matemático mientras la batería de Simon McKay destruye todo a su paso. De pronto el tema se vuelve lento y nos entregan un estribillo ganchero y muy melódico, casi popero. En los contrastes esta banda triunfa y esta canción es prueba irrefutable de ello. Acá nos damos cuenta que The Agonist está aprendiendo de la misma escuela que los ucranianos de Jinjer, y eso es algo muy bueno en mi libro.
“Blood As My Guide” arranca con las voces limpias de Vicky en primer plano, pero en corte agresivo y frontal, sin medias tintas. El estribillo se vuelve maquiavélico y extremo mientras coros angelicales se escuchan en el fondo. Un solo de guitarra rápido y virtuoso aparece a desdibujar todo y ni siquiera llegamos al minuto 2. En la mitad la canción se transforma en un medio tiempo intrigante con influencias del medio oriente. Sin dudas un tema experimental a destacar.
En la faceta más accesible tenemos la radial “Mr. Cold”, que con su misteriosa tiempo da paso a un himno rockero y bien construido que recuerda en varias ocasiones a los poderosos Trivium, entrando en los terrenos del Metalcore de calidad. Una canción directa, accesible pero no por eso menos poderosa. “Dust to Dust” sigue con las facetas experimentales para mostrarnos una canción que no me termina de convencer, de cadencia casi rapeada, es un medio tiempo que no termina de despegar, podría decirse que es el tema flojo del álbum.
“A Devil Made Me Do It” vuelve a mostrar toda la fuerza de una banda ajustadísima. Vocales del infierno, punteos de guitarra imposibles y una base de bajo y batería machacadores. Sin embargo el estribillo transforma a Vicky con una voz angelical que podría pertenecer a la diosa Cristina Scabbia. Las idas y vueltas y transformaciones de esta banda no tienen límite, y es en el factor sorpresa que recae mucho del mérito de este álbum: no sabemos con qué nos vamos a encontrar.
Otra bomba llega con “The Killing I”, Death Melódico a las chapas y sin piedad, con cortes progresivos que nos dejan atónitos. Un cóctel de estilos musicales y tendencias donde no podemos hacer otra cosa que caer rendidos y aplaudir. Mención especial para el solo de guitarra en la segunda mitad del tema: virtuosismo, velocidad y buen gusto.
Llega el momento del tema título con “Orphans”, una canción que se caracteriza por tener una sección súper oscura con las voces de Vicky llegando a niveles insospechados de crueldad, para después contrastar con uno de sus momentos más inocentes. Increíble el desarrollo vocal de la cantante en este disco. Otra canción con estribillo directo y memorable mientras los riffs construyen una melodía imposible y nos hacen cuestionar nuestra realidad. Para el final, “Burn it All Down” refleja todo lo acontecido al momento y oficia de resumen y cierre perfecto para el disco, 3 minutos y medio de pura furia vocal en ambas facetas, momentos Djent, Death Melódico, Metalcore y punteos de guitarra infinitos y complejos. Un cierre a toda máquina, que también se convirtió en un acertado single y ejemplifica lo que The Agonist tiene para ofrecer en 2019.
Si nunca estuviste convencido de la propuesta de esta banda, te invito a que le des una oportunidad a “Orphans”, un disco redondo, bien cuidado, extremo y melódico en cuotas equitativas, con performances soberbias y un sentimiento generalizado de que The Agonist finalmente dará el salto de popularidad que necesita para triunfar en un mundo metálico sumamente saturado y competitivo. Sin ir más lejos, con “Orphans” estamos ante el mejor disco de The Agonist, y un gran exponente para el Metal Extremo en 2019.
Tracklist:
- In Vertigo
- As One We Survive
- The Gift Of Silence
- Blood as My Guide
- Mr. Cold
- Dust to Dust
- A Devil Made Me Do It
- The Killing I
- Orphans
- Burn it All Down
The Agonist - Orphans
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8.6/10
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8.4/10
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8.5/10
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8.6/10
Conclusión
Orphans es un álbum con mucha furia y muchas ganas por entregar un trabajo de calidad y sin rellenos. Redondo, bien cuidado, extremo y melódico en cuotas equitativas, con performances soberbias y un sentimiento generalizado de que The Agonist finalmente dará el salto de popularidad que necesita para triunfar en un mundo metálico sumamente saturado y competitivo. Sin ir más lejos, con Orphans estamos ante el mejor disco de The Agonist, y un gran exponente para el Metal Extremo en 2019.