RACHEL MOTHER GOOSE 🇯🇵 – Synra Bansho (Album Review)

Por Michael Prado

Hay un vicio muy particular que tengo con esto de la música, y es que soy un coleccionista algo compulsivo de arte que fue creado en el lejano archipiélago de Japón.  Y es que allá, en la añorada Tierra del Sol Naciente tienen un estilo muy particular para hacer música, que a muchos nos fascinará y a otros les parecerá repulsivo debido a que a veces puede manifestar más dulzura de la que uno considera necesaria.  Dicho elemento llega inclusive a manifestarse en el género Metal, ya sea en menor o mayor medida.

Ahora que hablamos de Metal, en Japón hay una interesante variedad de bandas, donde las más conocidas sin lugar a dudas son los grandes nombres como X-Japan, Loudness, Galneryus, Concerto Moon, Versailles, por mencionar a las que inclusive se han dado el taco de saltar el charco para mostrar su música a sus ávidos fans.  No obstante, también hay bandas que, pese a no tener la repercusión de los ya dichos nombres, también tienen arte que resulta ser muy interesante, como el que entrará en cuestión en esta reseña.

Rachel Mother Goose es una agrupación nacida en el año 1999 en la ciudad de Nagoya, capital de la prefectura de Aichi, y es liderada por el guitarrista Hideshi Ueki, contando además con el bajista Kaz Nakamura (que también integra a la banda Kelly Simonz’s Blind Faith), el teclista Takumi Matsubara, el batero Hiroki Kori y el cantante surcoreano Sung-Hoon Kim (miembro también de Agnes y JesusBand).  Dicho quinteto ejecuta un interesante Power Metal Melódico, y me parece insólito que hasta recientemente no hayan pasado por mi radar que captura prácticamente todo lo que sea hecho en este estilo allá en la tierra del manga y el anime, pero como dicen, “nunca es tarde cuando la dicha es buena”.  Este próximo viernes el grupo hará lanzamiento de su cuarto LP de nombre “Synra Bansho”, que quiere decir “Todas las cosas en el universo”.

Hiroki Kori (batería), Kaz Nakamura (bajo), Sung-Hoon Kim (voz), Hideshi Ueki (guitarras) y Takumi Matsubara (teclados)

Dicho álbum tiene un intro muy bonito de nombre “Rachel In Wonder Land”, donde las fusas producidas por las notas del violín van dando paso a que sea introducida la orquesta y una coral de voces femeninas, que es complementada por su contraparte masculina, acompañada por los tamborazos del señor Hiroki Kori.  Una apertura interesante y épica.

Así llegamos al primer número como tal del disco, nombrado “Under 500 Million”, donde la banda empieza poco a poco a manifestar la imponencia del estilo que vienen manejando desde su creación, con una velocidad más que apropiada para la pieza que ha de ser carta de presentación del álbum.  Sung-Hoon Kim se luce con una soberbia interpretación vocal (aquí entre nos, soy muy fan de los cantantes coreanos de Metal, a veces creo que son más proficientes en este aspecto que los japoneses, cito como ejemplo también a Jeong-Gil Mo de la gran banda peninsular Jeremy), y por su parte Takumi Matsubara llega a lucirse con muchas luces en su parte al llegar la sección instrumental, para no hablar del derroche de semifusas por parte de Hideshi Ueki en las 6 cuerdas.  Como empezaremos a notar, esta banda se maneja en el idioma inglés por completo (algo que hasta ahora he visto en pocas bandas allá; creo que nada más el cantante Leo Figaro es el único que apuesta mucho por esa dirección hoy día).

El siguiente número, “Why So Serious?”, resulta ser una canción bastante entretenida, en donde el peso musical recaerá en manos de Takumi Matsubara y su habilidad en las 88 teclas blancas y negras.  La pieza es de corte más Hard Rockero, contando con una interpretación bastante enérgica por parte de cada uno de los instrumentistas del quinteto.  Me llama la atención el puente interpretado por Sung-Hoon Kim antes de la sección instrumental, con alguito de influencia de las bandas de Psychedelic Rock de los años 60 y 70.

Con una intención sonora algo más desenfadada, llega el turno para que se muestre “KOTODAMAIST” (“Kotodama” quiere decir “espíritu del lenguaje”), pieza que me suena muy llena de influencia de Deep Purple al inicio y va llenándose poco a poco del Heavy Metal que tanto amamos, sobre todo al entrar en escena el doble bombo, que, si bien no será constante a lo largo de la canción, sabe entrar cuando es requerido, como en el puente y el estribillo.  Una de las canciones más melodiosas en este redondo.  No pierdan de vista los geniales solos de teclados y guitarra.  Una delicia, quizás algo extensa, pero delicia al final de cuentas.

La interpretación de Sung-Hoon Kim se vuelve dramáticamente interesante en “AMATSU KAZE” (significa “viento celestial”), recordándome inclusive algunos pasajes del mítico “Metropolis Part II – Scenes From A Memory (2000)” de Dream Theater o inclusive por momentos a la genial canción “Take The Time” del hermosísimo “Images And Words” (1992), en especial la parte final de la pieza.  Si la anterior pieza fue melodiosa, créanme que ésta es un bombón acaramelado de proporciones midtempo sumamente disfrutables, que va creciendo en su intención metalera poco a poco.

Si “KOTODAMAIST” tuvo desenfado, “Summon The Instinct To Fight” no se quedará atrás, siendo quizás la pieza más “badass” del disco, por así decirlo, recordando a grupos insignia del Heavy Metal como Judas Priest en su intención musical, aderezado con el inevitable toque delicado que suelen brindarle los nipones a sus creaciones artísticas, mismo que se disuelve mucho al llegar el intenso estribillo de la canción.  Y el virtuosismo que el teclista y guitarrista de este quinteto llegan a desarrollar en sus solos respectivos no tiene desprecio alguno.

En “My Ascending Day” tendremos como principal protagonista desde el arranque al poder del bajo en manos de Kaz Nakamura, que se hará más perceptible de lo usual en este álbum (no es que sea inaudible o que esté bajo varias capas de sonido, pero acá se muestra más frontal).  La interpretación vocal de Sung-Hoon Kim resulta ser nuevamente soberbia, y el estribillo muy reminiscente de Dream Theater también a mi gusto.  Vaya que los neoyorkinos resultan ser una influencia de peso también para este quinteto nipón.  Y sí, nuevamente Hideshi Ueki se pasa de bueno en su solo de guitarra.  No se pierdan tampoco el previo al final de la canción, una interpretación delicada y muy hermosa en la voz de Sung-Hoon.  Si “AMATSU KAZE” me recordaba a “Take The Time”, ésta lo hace todavía más.

No, tranquilos, gente.  Esto no es “Time” de Pink Floyd, ya que, a pesar del sonido inicial del reloj, “The Clock Is Tickin’” va en una dirección distinta de lo que logró la histórica agrupación británica.  Es una hermosa balada al resonar de las cuerdas de la guitarra acústica, donde los agudos sutiles de Sung-Hoon nos conmoverán las fibras más sensibles del alma, y provocará que en los conciertos de este quinteto las varitas de luz sean agitadas como los encendedores en este lado del Océano PacíficoInteresante cómo la batería de Hiroki Kori se convierte en un elemento importante de esta canción, como si decidiera marcar el tiempo en cada uno de sus sutiles golpeteos.

“The Sixth Sense” creo que es la canción que suena más afín a lo que se acostumbra en Japón, dado que desde el inicio muestra todos esos efectos ornamentales de teclado que se acostumbran usar allá para brindarle una impresión más mágica a la música, similar a lo que hemos visto con bandas como Marchen Station, pero eso es nada más el intro, debido a que poco a poco van apareciendo los instrumentos para darnos otra buena dosis de Power Metal que no tiene desperdicio alguno ni le tiene que envidiar nada a los grandes nombres europeos.  Ya al entrar en ambiente pesado, la canción nos hace sentir como si fuéramos a emprender una aventura.  Nadie duda que en Japón saben construir las atmósferas óptimas para sus composiciones.

Otra apertura delicada, como sacada de película de fantasía, nos espera en “Dainsleif”, donde, al sonar sutil del teclado y la voz del hábil cantante surcoreano, nos adentramos a otra dosis pura y concisa de Power Metal que nos hará agitar la melena al acelerado ritmo de la canción, que resulta ser una que equilibra bastante bien la caña y la melodía, cosa que yo suelo agradecer bastante cuando sucede.  Incluso en la parte previa al estribillo, Sung-Hoon Kim se nos atreve con unos guturales.

Si ya tuvimos una balada basada en la guitarra, para “Tomorrow Is Another Day” el que tomará mayor protagonismo es el señor Takumi Matsubara con su piano y teclados.  Si bien no es tan calma como su predecesora en este álbum, dado que hasta participación del resto de instrumentos tiene, resulta un bonito descanso después de toda la energía derrochada en esta casi hora de duración que ha tenido el disco.  Y como si al álbum no le hicieran falta piezas en entonación de Re Sostenido Mayor (las anteriores fueron “AMATSU KAZE” y “My Ascending Day”), ésta también lo hace, recordándonos nuevamente en su intención sonora a “Take The Time” (vaya que Hideshi Ueki debe amar esta canción y el gran segundo disco de Dream Theater).

Podríamos decir que fue la última canción del álbum, porque “The Earth Bounder” resulta ser el bonus track (o al menos eso es lo que dirá el booklet del álbum), dado que para mí esta melodiosa canción final resulta ser un cierre más apropiado para el disco.  Si querías una canción que bebiera copiosamente del legado de Stratovarius, acá la tenemos (bueno, el resto del álbum tampoco es que esté tan lejano de la banda que otrora comandara Timo Tolkki), pletórica de energía, melodía y letra que nos invitará a seguir adelante, sobre todo con esa afinación de Sol Sostenido Menor que se transforma en Si Menor al llegar el puente.  Ojo, contrario a lo que sucede usualmente, que los bonus son más para el mercado japonés, esta pieza es bonus para los europeos.

Al hablar sobre la parte de la producción del disco como tal, debemos considerar que el disco está bastante bien trabajado, sobre todo si tomamos en cuenta que supieron medir la repercusión que debe tener cada instrumento en distintas canciones.  Buen logro perpetrado por Alessandro Del Vecchio, encargado de la mezcla y masterización del álbum.

Sé que a muchos les llega a cansar tanto lanzamiento de Power Metal (máxime si sienten que el género ya muestra desgaste), pero a los que más bien los emociona encontrarse más y nuevas propuestas en este subgénero, estoy seguro que les va a brindar un muy buen rato de escucha este “Synra Bansho”.  No será un parteaguas en la historia del Metal, y puede que hasta muchos prefieran darle más chance a cosas como el “Union Gives Strength” que Galneryus sacó este año, o el EP “Waiting For You” que también sacó hace unos meses Concerto Moon, pero creo que sería injusto no valorar este lanzamiento solamente por no tener el nombre de esos mastodontes del Metal nipón.


Sello: Pride & Joy Music
Lanzamiento: 3 de Diciembre, 2021
Género: Melodic Power Metal

«Synra Bansho» tracklist:

RACHEL MOTHER GOOSE - Synra Bansho

Japón no se cansa de brindar grupos interesantes, y en esta ocasión nos toca conocer a Rachel Mother Goose, que ya lleva 22 años en la música y están a punto de lanzar un disco de Power Metal bien recargado de energía y melodía. Muy recomendado para potenciar tu día.
8.5

Producción

8.4/10

Composición

8.2/10

Replay Value

8.8/10

Valoración Personal

8.4/10

Michael Prado

De Costa Rica para el mundo. Fan de la música DE VERDAD, hecha con sentimiento y verdadero amor al arte, sin importar el género, aunque debo admitir que doy amplia preferencia a lo que ha sido creado en Metal, Rock, música Celta, Clásica, soundtracks de Videojuegos, Electrónica y demás. Un abrazo y bendiciones para tod@s.