QUEENS OF THE STONE AGE – In Times New Roman… (Album Review)
- 🎸 Alternative Rock/Alternative Metal/Stoner Rock
- 💿 Matador Records
- 🌎 Estados Unidos
- 📆 16 de Junio, 2023
Por Santino G. Barbas
El sonido característico de «Queens of the Stone Age» solo fue posible gracias a un proceso inusual de eliminación. El grupo perdió su lado verdaderamente salvaje, y cualquier rastro de Punk y Metal, tras el justificado despido del bajista Nick Oliveri y después de que Dave Grohl terminara su breve mandato como baterista a tiempo completo. Mark Lanegan se llevó la seriedad del blues cuando dejó la banda y esta bobina mortal.
Como resultado, la música de Josh Homme (y compañía) se redujo a un entreverado cóctel de Darkwave Pop, Boogie Rock y Glam que los ha mantenido en buena posición durante la mayor parte de una década. Y es reconocible al instante, ya que se necesitan tan solo los primeros segundos de ‘Obscenery’, la primera pista de su nuevo álbum «In Times New Roman…», para registrar el álbum como un esfuerzo propio de QOTSA: la guitarra que ha sido procesada para que suene como armas alienígenas o maquinaria industrial; el tono de batería llamativo pero rígido; la producción seca y sin aire. Homme, la banda y el ingeniero de mezclas Mark Rankin han perfeccionado una estética prototípica para esta nueva placa discográfica.
Han pasado seis años desde su último álbum, «Villains», que fue producido por la superestrella del Pop-Funk Mark Ronson. Con su nuevo álbum, han dejado atrás el patio de la escuela de celebridades: es solo la banda, produciendo su propio trabajo desde el propio estudio del líder Josh Homme. Entrar en el búnker y alejarse de las influencias externas fue absolutamente lo correcto, porque este es el Queens Of The Stone Age más vital que ha sonado en años, exudando sin esfuerzo esa singular frescura propia. Siempre se han destacado por crear una sensación de peligro, de algo violento a punto de comenzar en la oscuridad de la noche, y eso se eleva a alturas electrizantes aquí.
Los títulos pueden sonar irónicos, pero las canciones son fervientemente serias. Las armonías glamorosas y las cuerdas inspiradas en los Beatles atraviesan la grasa de la motocicleta, el humo del cigarrillo y los fluidos corporales del sórdido y espaciado ‘Obscenery’, pistas de guitarra apiladas hasta el techo y girando como una habitación a las 4 am después de una noche de malas decisiones. El resultado, una sensación de resaca sonora.
Homme desvió todo el dolor y agitación por su tormentoso divorcio y la pérdida de varias personas cercanas en «In Times New Roman…», dejándolo al descubierto en algunas de las canciones más personales de su larga carrera. En ‘Paper Machete’, escupe un poco de veneno hacia su ex, preguntándose en voz alta: «¿Cada una de tus relaciones termina en dolor y miseria?» y llamándola «cobarde». Homme combina el tenor de sus palabras con un desagradable gruñido de guitarras y un solo que suena como un láser grabando un mándala en su columna vertebral.
En medio del ritmo de stripper de ‘Negative Space’, el frontman de la banda parece resignado y casi aprecia su destino como ser mortal capaz de dejar cicatrices físicas y emocionales. La malicia hierve a través de la pista, el falsete singular de Homme es de características fantasmales y lleno de amargura. Sus riffs entre cortados van guiando, de manera sobria y casi hipnótica, el trayecto de toda la canción. Culminando la misma con canticos cada vez más emocionantes por parte del vocalista.
El Groove se hace presente de manera consistente y pegadiza en ‘Time and Place’. Durante sus cuatro minutos y medio de duración, la pista no denota tener demasiados arreglos compositivos o cambios de ritmos. La voz nos lleva, de manera melancólica y algo sórdida, hacia una zona algo experimental pero poco producida a su vez. El riff principal acompasa las líneas de bajo que guían el ritmo de la canción. El solo de guitarra de Troy Van Leeuwen parece salido de una experimentación de Hendrix en sus años gloriosos. Uno de los mejores trabajos de este nuevo álbum.
El ingenioso ‘Made For Parade’ se parece a una canción prototípica de los neoyorquinos Talking Heads, después de una temporada en prisión siendo corrompido por gánsteres de Las Vegas Strip. Ciertamente, un giro en lo que concierne a la línea musical que veníamos apreciando en el disco en cuestión, dando como resultado una manifestación mucho más alegre y jubilosa en su Melodic Alternative Rock con claros tintes e influencias New Wave.
Aún más intrigantes son los momentos en los que Homme canaliza su Bowie interior, esa entrega ligeramente vacilante cubierta por sintetizadores dentados y bajos distorsionados en ‘Carnavoyeur’ antes de que termine en un subidón de spaghetti-western. Yendo más profundo con una explicación contundente de la depresión y la comprensión de que, mientras Homme gime sobre un ritmo fangoso, incluso en la cima de su éxito, tiene que enfrentarse a la realidad de que “no hay más montañas para trepar.»
El movimiento Post Punk se hace presente en ‘What the Peephole Say’. Con las ya conocidas líneas de bajo de Michael Shuman que guían atinadamente la sección rítmicas de la canción, con una sólida aunque sobria distinción por parte de su baterista, Jon Theodore. La voz de Homme se entrelaza con un cántico algo “torpe” que nos retrotrae a las voces de Jello Biafra (Dead Kennedys), con una letra algo naive y añosa aunque el propio vocalista la haga sonar de manera moderna y vanguardista.
‘Sicily’ es un tema de Rock de corte ambiental y algo psicodélico, que nos traspasa a un ambiente desértico del inframundo. La canción se desangra en una neblina de cuerdas, presagiando el intrigante pisotón orquestal similar a ‘Kashmir’ (de los majestuosos Led Zeppelin). Es una melodía seductora, que no se parece a nada en el catálogo de QOTSA, que evoca una sed de degradación romántica melodiosa.
El principal corte de difusión ‘Emotion Sickness’ es la canción más directa del álbum, una probada real de QOTSA reconocible al instante con un coro de ensueño para contrarrestar el ritmo de nudillos y los riffs aulladores, que asimilan a las sonoridades de la palpitante sordidez de los años setenta, aunque parecen ser las otras pistas del álbum (por algún motivo, intencional o no) las que tienen la verdadera mística musical del producto en sí.
David Bowie e Iggy Pop también frecuentan, de modo influyente, en ‘Straight Jacket Fitting’, un ataque de pánico de nueve minutos en el que las armonías de Homme suenan como las voces en su cabeza que lo atormentan. Con cadenas traqueteando y visiones de una criatura miserable y esposada arañando las paredes, está oscuro, hasta que de repente salimos, parpadeando hacia la luz bajo una suave y relajante salida acústica, la cual le da al álbum un cierre magistral.
Miembros de la banda:
- Josh Homme – Voz, guitarra y piano
- Troy Van Leeuwen – Guitarra y teclados.
- Dean Fertita – Teclados, sintetizador y percusión.
- Michael Shuman – Bajo y sintetizador.
- Jhon Theodore – Batería y percusión.
QUEENS OF THE STONE AGE - In Times New Roman...
Existe la sensación de que Homme y la banda cerraron filas en la creación del nuevo álbum. Queens of the Stone Age produjo la mayor parte del álbum por su cuenta, grabándolo en el estudio de la casa de Homme. Y a diferencia de muchos de los discos anteriores, hay pocas contribuciones externas, salvo la adición de algunas cuerdas y un toque de coros, lo que lo hace un producto propio de QOTSA. Un destacado y soberbio retorno.Summary