Review: PATTERN-SEEKING ANIMALS – Prehensile Tales
Por Alejandro Melgar
El término “supergrupo” suele atribuirse a una banda o conjunto formado por músicos de distintas bandas emblemáticas, uniendo sus talentos en algo único y muy esperado por los fans. En el caso de la banda que nos compete, el término adopta una nueva connotación: ¿cómo se le dice a un grupo que está armada por miembros actuales Y miembros pasados de una misma banda? ¿Hay una palabra para eso? Más allá de ese dato anecdótico, lo cierto es que Pattern-Seeking Animals surge de unir talentos de miembros actuales y pasados de Spock’s Beard, banda de culto dentro del movimiento progresivo de los últimos 25 años.
De esta manera PSA une los talentos de los presentes Ted Leonard (vocales) y Dave Meros (bajo), con los ex-miembros Jimmy Keegan (batería) y John Boegehold (guitarra, actual colaborador), resultando en una fusión que se siente por momentos muy familiar con el territorio transitado por la poderosa Barba. De esta manera y sin perder mucho tiempo, el debut autotitulado de la banda vio la luz en Julio de 2019, teniendo una tibia recepción tanto por fans como por críticos, mostrando una faceta experimental y melódica que no se alejaba mucho de las propuestas ya conocidas y se sintió como un inicio correcto pero no descollante. Todo esto cambia de gran manera con su sucesor ‘Prehensile Tales’, donde en seguida nos damos cuenta que todo está potenciado de la mejor manera: arreglos, enfoque cancionero, gancho, interpretación, producción. Cada uno de estos aspectos evoluciona y se enriquece exponencialmente. Sin dudas es el ejemplo perfecto para mostrar el asentamiento de sonido de una banda luego de un debut que no terminaba de definirlo. Si nos mantenemos dentro del mundo del Prog, puede hacerse una comparación igual con Dream Theater: el debut ‘When Dream & Day Unite’ (1989) palidece en comparación con el mastodonte que fue ‘Images And Words’ (1992), y acá tenemos un paralelismo similar.
‘Prehensile Tales’ es editado apenas 10 meses después de la salida de su predecesor, manifestando el deseo de la banda de que el público conozca su enorme potencial, y haciendo sentir ese primer esfuerzo como una mera antesala ante la verdadera carta de presentación. Ya de entrada miramos la lista de temas y nos damos cuenta del enfoque que quieren lograr: menos canciones y más efectividad, con dos temas épicos que sobrepasan los 10 minutos, y cuatro temas más breves y con formato cancionero. Seis canciones en poco menos de una hora para hacernos viajar por todo tipo de climas y atmósferas, sin perder el toque de accesibilidad. De hecho ese era uno de los objetivos de la banda, poder mostrar composiciones ambiciosas y exigentes pero sin perder ese toque de comercialidad y gancho casi radial, en una combinación que se siente homogénea y totalmente cohesiva, la fórmula perfecta para enamorarnos.
El arranque con ‘Raining Hard In Heaven’ ya nos deja extasiados y es un gran ejemplo de lo mencionado anteriormente. La proeza progresiva se mantiene intacta y permite que los músicos desaten todo su arsenal virtuoso mientras que los versos y el estribillo muestran una canción más accesible, rockera y directa, con un Ted Leonard descollante en las vocales, demostrando una vez más que estamos ante una de las voces más agradables y potentes del Prog actual. La producción también se muestra impecable desde el minuto 1, transformando la escucha en un ejercicio de placer y alegría que no queremos que termine nunca. Un arranque por todo lo alto.
El disfrute continúa con ‘Here In My Autumn’, el primer single liberado que ya nos mostró un sonido más cristalino, puro y efervescente con respecto a la placa anterior. Con un estribillo súper contagioso, la canción se desarrolla propiamente como un single hasta que un quiebre nos transporta a atmósferas más melancólicas y guiadas por instrumentos de viento que luego desembocan en secciones virtuosas, cambios de ritmo y momentos muy Spock’s Beard, donde queda demostrado el ADN de todos estos músicos que realmente se notan cómodos y holgados en su tarea. La sección instrumental se extiende por varios minutos, incluído un espectacular solo de guitarra de Ted Leonard antes de retomar la estructura de canción típica sobre el final, con un desenlace sentido con la guitarra nuevamente como protagonista.
En una vuelta un tanto irónica para el mundo progresivo, nos damos cuenta que uno de los temas más logrados y recordados del disco es también su tema más corto. Sin dudas el segundo single ‘Elegant Vampires’ tiene todas las de ganar: una canción fresca, enfocada y exquisita, guiada por una omnipresente línea de bajo de Dave Meros que prueba ser una figura fundamental en una canción con mucho swing y dotada de un estribillo hipnotizante. Y si hablamos de highlights tampoco podemos dejar de nombrar ‘Why Don’t We Run’, la canción más atípica y que se rige más por la “estructura inestructural” del género, paseándote por varios estilos y culturas, en una especie de mezcla entre ritmos del medio oriente y guitarras acústicas españolas, mientras que el estribillo se vuelve una vez más algo totalmente adictivo y que incita tanto al canto como al baile (¡hasta se cuela un solo de trompeta!). Entre este y el tema anterior tenemos una buena representación compacta de lo que es capaz de ofrecer esta banda de cara a un futuro muy prometedor: gancho, performance, producción y composición.
Curiosamente seguimos ejemplificando la ironía en todo este asunto: la próxima canción titulada ‘Lifeboat’ es la más larga del disco, superando los 17 minutos de duración. Uno esperaría que con estas características nos encontremos ante un monstruo progresivo lleno de cambios de ritmo, estructuras dispares y polirritmias vibrantes, pero sin embargo estamos ante una canción bastante lineal y sin demasiados sobresaltos. No digo esto como un punto negativo, sino como una observación de que de repente no es lo que uno esperaría de la que por duración debería considerarse la “épica” del disco. Es también la canción que más recuerda al Spock’s Beard moderno, no tan guiado por la grandilocuencia y la “journey” de altibajos como en las épocas en que el genio Neal Morse era la cabeza detrás de su maquinaria, sino que nos mantenemos en una línea recta y una zona segura que termina por generar momentos no tan memorables.
Para el final se guardaron algo bien jugoso que lleva por nombre ‘Soon But Not Today’, y acá si podemos encontrar la canción extensa y el viaje hacia la locura. Aparecen nuevamente instrumentos atípicos, una sección prácticamente reggae en los versos, juegos vocales especialmente trabajados, secciones pesadas llenas de solos virtuosos, cortes abruptos, secciones melancólicas de piano y voz y todo lo que te puedas imaginar de una épica progresiva bien hecha. Acá nos damos cuenta que el disco se pasó volando y nos dejó una sensación tan agradable que inmediatamente queremos volver a poner play, algo bastante difícil de lograr.
Tenemos entonces una banda que vino para quedarse y demuestra con este segundo lanzamiento que están más preparados que nunca para entrar de lleno en la escena progresiva por todo lo alto, escapando de la sombra de su contraparte en Spock’s Beard y haciéndose un nombre y reputación propia a base de composiciones que se fortifican tanto en complejidad y performance como en inmediatez y formato canción, creando una amalgama de sonidos y canciones que generan adicción y que se sienten totalmente agradables al oído, ayudadas por una producción impecable y un conjunto de músicos que se sienten muy a gusto en esta nueva criatura. Estos animales estaban buscando un patrón, pero con ‘Prehensile Tales’ claramente lo han encontrado.
Tracklist:
- Raining Hard In Heaven
- Here In My Autumn
- Elegant Vampires
- Why Don’t We Run
- Lifeboat
- Soon But Not Today
Pattern-Seeking Animals - Prehensile Tales
-
8.9/10
-
8.9/10
-
8.8/10
-
8.6/10
En Pattern-Seeking Animals tenemos una banda que vino para quedarse y demuestra con este segundo lanzamiento que están más preparados que nunca para entrar de lleno en la escena progresiva por todo lo alto, escapando de la sombra de su contraparte en Spock’s Beard y haciéndose un nombre y reputación propia a base de composiciones que se fortifican tanto en complejidad y performance como en inmediatez y formato canción, creando una amalgama de sonidos y canciones que generan adicción y que se sienten totalmente agradables al oído, ayudadas por una producción impecable y un conjunto de músicos que se sienten muy a gusto en esta nueva criatura. Estos animales estaban buscando un patrón, pero con ‘Prehensile Tales’ claramente lo han encontrado.