NE OBLIVISCARIS – Exul 🇦🇺 (Album Review)
- 🎸 Extreme Progressive Metal
- 💿 Season Of Mist
- 🌎 Australia
- 📆 24 de Marzo, 2023
Por Michael Prado
En esto del arte surgen cada día (gracias a lo prolífero que es en número la población de este planeta) un sinnúmero de artistas. Muchos pasarán sin pena ni gloria, otros tendrán un éxito moderado, mientras que estarán los que están destinados a lograr componer obras de auténtica grandeza y fastuosidad, ya sea gracias al talento innato, o al que han forjado tras años y años de darle a practicar con sus instrumentos.
No sé muy bien cuál será el caso con la majestuosa agrupación australiana NE OBLIVISCARIS, la cual nos hace citarnos en esta oportunidad. El asunto es que, para este 2023, este conjunto, que agrupa Marc “Xenoyr” Campbell como su líder y cantante gutural (artista que también hace música con Antiqva, Omega Infinity y Spiine), Tim Charles como su cantante de voz limpia y violinista, Matt Klavins a la guitarra (instrumento que también usó en Agommorah), Benjamin Baret en la segunda hacha (a este músico también lo hemos visto manifestar su talento en Vipassi, Primordial Space, Maer, Withdrawn, Unbreathable y los directos de Ad Patres) y Martino Garattoni usando el bajo (tal cual lo hace con Ancient Bards y The Chronicles Project), ha decidido salir al ataque nuevamente, tras 6 años de espera en la que nos tuvo con su tercer disco “Urn”.
Los que los hemos seguido desde la manifestación de su primer grandioso LP, “Portal Of I” (2012), podemos garantizar que estos chicos son sinónimo de grandeza musical en todo sentido, haciendo un Metal Progresivo Extremo de una calidad impoluta, épica y fascinante, que nos llevará a explorar confines inimaginados con tan sólo cerrar los ojos y dejarnos llevar por la explosividad y tremenda originalidad que suelen traer en cada nuevo lanzamiento, como llega a suceder por cuarta vez de su parte, al haber llegado este 24 de marzo del 2023 a las tiendas musicales, un nuevo LP que lleva el nombre de “EXUL” (palabra que en latín quiere decir “exiliado” o “refugiado”).
El banquete de impresionante majestuosidad da arranque con la monumental e imponente “Equus” (Equino), la cual abarca 12 minutos de los 52 que dura el álbum, y donde, entre otros elementos que me llamaron la atención están los momentos en los que, durante el estribillo que canta Tim Charles, su voz se entrelaza con potentes versos rugidos por la desgarradora voz de Xenoyr. También hay que destacar que el sonido del bajo de Martino Garattoni no se pierde en la mezcla, sino que llega a resaltar de forma que no nos perdemos detalle de su excelente trabajo a las 4 cuerdas graves. Finalmente, la parte de elegancia que resalta ante la brutalidad de la música (la cual cuenta con un trabajo fenomenal en la batería de Daniel Presland, quien se retiró de la banda recientemente) la trae Tim con su violín (quien, aparte, nos brinda bellos solos de dicho instrumento a lo largo de la canción), aparte del resonar de guitarras acústicas al avanzar la segunda mitad de la pieza. El solo de guitarra llega al final, pero, sin lugar a dudas, brinda una contundente y hermosa conclusión a este hermoso número inicial.
Este disco trae una interesante duología de canciones intitulada “Misericorde”, cuya primera parte lleva el nombre de “Misericorde I – As The Flesh Falls”. De esta pieza debo sacar como anotación que, de no ser por los ritmos extremos que Daniel desarrolla en la batería, bien podría calificar como un buen ejemplo de Doom Metal, dada la intencionalidad oscura en los riffs y el canto más pausado que tiene, en comparación a lo que suele verse en estas lides extremas. Lo que sí es cierto es que, en la parte melódica, guitarras y violín harán tremendos deleites antes de que el huracán de blast beats traiga de nuevo a flote la dureza artística de estos australianos.
Vaya que el presupuesto lírico de este álbum se ahorró durante la elaboración de “Misericorde II – Anatomy of Quiessence”, pero la verdad tampoco es que hiciera falta hacer mucha ostentación de canto en esta oportunidad (aparte, Tim y Xenoyr vuelven a entrelazar estrofas al mismo tiempo), encima, cuando se tiene músicos tan competentes que quieren también demostrar que son altamente talentosos, pues bueno, para hacer ostentación de dicha proficiencia, han hallado dicho espacio a lo largo de este número de casi 10 minutos de duración, donde principalmente el buen Tim Charles nos regalará el encanto del arco y cuerdas de su violín al encontrarse y rozarse unos a otros, cual dibujando el panorama ante el cual el protagonista de esta duología lúgubre de piezas musicales se despide de esta dimensión para ir al más allá, mientras poco a poco van entrando el resto de instrumentos, adornando más de encanto brutal este brillante número.
Si de querer dibujar con sus notas algo similar al título de la canción, pues lo que ejecuta el violín en el arranque de “Suspyre” bien puede asemejarse a un suspirar previo a la vorágine tempestuosa e implacable de guturales, brutalidad en forma de acordes duros y blast beats que parecieran ser un caballo desbocado a toda velocidad por un desfiladero, inclusive cuando llega el canto más apacible de Tim o nuevamente el encanto que él mismo llega a producir con su instrumento musical de 4 cuerdas. Podemos decir con suma propiedad que esta pieza es la que mejor trae a colación la cara más progresiva del grupo, misma que los ha distinguido durante todos estos 20 años de carrera musical, con momentos de todo tipo (hasta hermosos punteos de guitarra acústica a la mitad de la pieza).
Cual si fuera sacada de recitales mágicos en un teatro de ensueño, y bautizadas con óleos de poderío y devastación sonora que la robustecerán para la eternidad, la hermosura en la estructura musical de “Graal” (Grial) aparece sin esperar mucho para arrasar con su fuerza implacable en cada uno de sus instrumentos (inclusive el canto sereno de Tim Charles busca tener más impulso y notoriedad en su interpretación). Lo mejor llega en el interludio instrumental, cuando las guitarras y bajo deben salir a relucir de nueva cuenta, desarrollando uno de los mejores y más intensos momentos de este álbum, y brindando la garantía de que, un momento tan importante como lo es el cierre de un disco, será sin dudarlo un momento de grata memoria cuando volvamos a hacer que el disco gire en el futuro.
Con un hermoso instrumental de nombre “Anhedonia”, cierra sus páginas dibujadas en pentagramas para cada uno de los instrumentos musicales este fenomenal álbum. El piano y entonaciones vocales muy sublimes de la voz de Tim Charles, combinadas con alucinantes melodías que saca de su violín, son el cierre ideal para una obra que destila por todas sus aristas elegancia y magia, además de la complejidad y brutalidad que la han acompañado a lo largo de su historia.
NE OBLIVISCARIS – Exul
Es algo innegable que, cuando un grupo de talentosos músicos hacen mancuerna, grandes obras artísticas surgen, y en el caso de Ne Obliviscaris, tenemos garantía de que sus discos siempre serán grandiosos, algo que se mantiene de manera innegable en su cuarto LP, que apunta a ser de los mejores en este 2023.Summary