JOE LYNN TURNER – Belly Of The Beast (Album Review)

por Dan Hayer 🇨🇱

  • 🎸 Heavy Metal, Hard Rock
  • 🌎 EEUU
  • 📆 29 de Octubre, 2022
  • 💿 Mascot Records

¡Regresos como estos sí que son para celebrarse! Mr. Joe Lynn Turner es una leyenda viva y vuelve a la carga a sus 70 años con un discazo que ya se lo quisiera sacar de la manga cualquier veinteañero.

Escribir acerca de una figura tan trascendental dentro de la historia del rock no es cosa fácil, porque uno se ve con la carga moral que implica hacerle justicia a una persona que cuenta con créditos de sobra para que su sola carta de presentación ya tenga mucho que admirar, y es que cuando hablamos de este cantante nos referimos a alguien en cuya carrera se cuentan agrupaciones de la talla de Rainbow, Deep Purple, o Yngwie Malmsteen; es decir, un currículum para enmarcar, y más aun si hacemos memoria de los diferentes músicos que han trabajado junto a él a lo largo de los años, Ritchie Blackmore, Jon Lord, Yngwie Malmsteen, Tobias Sammet, Glen Hughes, o Paco Ventura, entre otros. Su nombre también figura en alineaciones de Fandango, Brazen Abbot, Mothers Army, Sunstorm, o The Jan Holberg Project.

Quienes siguen la trayectoria de Turner, saben que se ha manejado especialmente dentro del ámbito del rock y metal neoclásico, blues y AOR, pero lo que ha cocinado en el estudio esta vez es un trabajo de riffs pesados y coros como si nuestro amigo se hubiera encerrado con la gente de Hammerfall a componer cosas, y no es que lo haya hecho, pero esos respaldos corales quedaron inmensos y con mucho toque warrior, que hacen de este un trabajo con una personalidad distinta a lo que habitualmente esperaríamos de JLT.

«Belly of the Beast» se titula este álbum en el que la mano de Peter Tagtgren es a todas luces quien propició en términos de ejecución, sonido y producción el giro de Turner a un estilo más pesado y denso, como apreciaremos en las siguientes canciones.

No hay preámbulo, ni aviso de ningún tipo, la pista homónima se deja caer con todo el peso que jamás alguno de nosotros hubiese imaginado, la voz de Turner avanza con total seguridad y seriedad a través de los versos que todavía nos tienen tratando de creer lo que estamos oyendo, y en pleno ejercicio de aceptación es que nos sacan un coro grandioso y de varias voces al unísono como para dejarnos pegados a la pared, maravillosa carta de presentación, con una sección rítmica solvente y arrolladora, y unas guitarras que aplastan con sus riffs y cortan con el filo de sus solos guitarreros.

Ese tipo de tecladitos sí que nos resultan familiares, «Black Sun» nos trae de vuelta aquel viejo aspecto «Rainbownesco» para rozar esa nota de nostalgia que siempre se agradece, pero la pesadez riffera sigue latente aunque ofreciendo algunas concesiones abriéndose a pequeños cambios de ambiente, pero claramente y pese a tratarse de una mid-tempo, tiene una dinámica caótica. «Tortured Sound», es una de las que más me gustan, comienza dando ese toque de sutileza y serenidad justo cuando uno empieza como a desearlo, Turner va con una voz desgarrada y de pronto irrumpen esas voces «Ohohoh» en una medida muy justa, pero gigantes, un estribillo tenebroso pero majestuoso y encantador, es una pieza épica y de las más logradas en este redondo.

«Rise Up» es dueña de un estilo rítmico enérgico, más o menos cerca de lo que pudieran ser unos Beast In Black o Dynazty, y es que con canciones como estas te animas hasta a bailar un poco, si bien se trata de una canción que no representa gran complejidad, no deja de ser disfrutable. Luego tenemos una semi-balada llamada «Dark Night Of The Soul», estas baladas son tierra fértil para el desplante vocal e interpretativo del norteamericano, ya sabemos lo bien que se le dan, y como Turner se las arregla para cargarlas de emotividad y una pizca de tristeza y oscuridad.

En la sexta ubicación del álbum está otra canción con un pulso similar al de «Rise Up», esta es «Tears Of Blood», la cual sabe ponernos de buen ánimo y tornarse un acompañamiento adecuado para hacer deporte (por ejemplo), es muy gratificante entrar en razón de que alguien de 70 años está haciendo cosas como estas, que reflejan una vitalidad que va a contraluz de los años y nos demuestran que la juventud va en el alma, muy bien en eso JLT. Con aun aire a rock sureño emerge «Desire», y aquí otra vez se asoma algo del viejo Rainbow de la era Dio, por ejemplo en esta el puente, esa sección que une la estrofa al coro, suenan bastante a esas composiciones que salían de la mente de Blackmore en los años más místicos de su carrera.

El heavy de «Don`t Fear The Dark» o «Fallen World», bien pudieran formar parte del catálogo de alguna banda de heavy power, con guitarras aserrantes, y ese grupo de voces guerreras que en este álbum figuran con tanta frecuencia como también presencia, y me atrevería a decir que en el caso de la segunda hasta podría entrar en una categoría como el metal industrial gracias ese ritmo intrincado pero constante que dibujan sus instrumentos. «Living The Dream», es un rock moderno con un coro frío que no deja de tener su encanto, aquí las guitarras ceden espacio para bajar la pesadez y favorecer el carisma y la voz de Turner, los teclados muy bien ensamblados en esta como en cada canción del álbum, llenando espacios, logrando que nunca queden tramos vacíos y pintando atmósferas que por lo general en el disco resultan dotadas de melancolía.

Otra de las canciones que me encantaron fué «Requiem» que es la encargada de cerrar con llave este ábum hasta una nueva escucha, el bajo de Peter Tagtgren asume el mando en esta pieza para dar profundidad al compás sereno de la misma, y la voz de Turner no puede estar en un sitio más preciso que en canciones de este calibre, porque el tipo nació para cantar, y en especial, canciones con un grado mayor de reflexión. El respaldo coral ya lo he venido alabando a lo largo de toda esta reseña y una vez más aparecen aquí para despedirse por lo más alto gracias a este temazo.

Hasta aquí resultará fácil para ustedes determinar que al menos desde la mirada (o la escucha) por parte de este humilde servidor, la conclusión no puede ser otra que calificar esta obra como uno de los mejores trabajos de heavy metal y hard rock de este año, y que bueno que sea Joe Lynn Turner el encargado de demostrarnos que todavía a su edad y con un amplio recorrido a sus espaldas podemos esperar música de la buena, tal y como hiciera otro ex-Rainbow este mismo año, Graham Bonnet.

Sin duda alguna nada es mejor que defenderse en la cancha (hablando en jerga futbolera) y es que últimamente Joe venía apareciendo en la palestra mas que nada por cuestiones extra musicales como su «liberación» del complejo que le significó por años la alopecia que padecía, y en segundo lugar algunas declaraciones no muy afortunadas respecto del Rainbow de Blackmore con Ronnie Romero en la voz. Dejando todo eso a un lado, hoy tenemos a JLT en el sitial que más amamos verlo, desplegando el talento con el que durante décadas ha brillado en el firmamento del rock, y con el respaldo de un productor y un equipo de músicos que han colaborado de forma espléndida en este buen álbum.

JOE LYNN TURNER - Belly Of The Beast

Tenemos a JLT en el sitial que mas amamos verlo, desplegando el talento con el que durante décadas ha brillado en el firmamento del rock, y con el respaldo de un productor y un equipo de músicos que han colaborado de forma espléndida en este buen álbum.
9.1

Producción

9.0/10

Composición

9.5/10

Replay Value

9.0/10

Valoración Personal

9.0/10

Pros

  • El veterano cantante se atrevió con un estilo novedoso dentro de su trayectoria
  • Arreglos corales que alcanzan altos niveles de epicidad
  • La emotividad que logra la interpretación de JLT en cada pieza es la continuidad de aquel sello característico en su trayectoria
  • Instrumentalmente poderoso, con arreglos exquisitos en cuanto a guitarras, bajo y teclados

Dan Hayer

Fanático del metal, músico autodidacta, disfruto de diferentes subgéneros del metal, el rock y el punk, pero el power metal y el neoclásico son mis favoritos. Analizo la música desde el respeto hacia el trabajo que conlleva cada producción, tengo un ranking personal que voy nutriendo con todo lo que escucho. La escena White Metal también es una de mis grandes pasiones.