FORTRESS 🇺🇸 – Don’t Spare The Wicked (Album Review)
Por Michael Prado
No sé si alguien se habrá pasado por la reseña que hice la semana anterior del álbum debut de los neoyorquinos Galaxy, intitulado “On The Shore Of Life” (cualquier cosa, ACÁ pueden leerla). En ella comenté que el disco realmente me dejó una impresión ingrata debido a factores determinantes. Y bueno, hago acotación de esto debido a que, como mencioné en otra reseña que escribí, la cual es del debut de ShadowStrike, el MAJESTUOSO “Legends Of Human Spirit” (2019) (leela ACÁ y pasa IPSO FACTO a escuchar el disco, ¡LO HAYAS HECHO YA O NO!), Estados Unidos es un país donde proliferan bandas de metal, y como tal, resulta ser una caja de sorpresas lo que hallamos en este enorme país. Podemos hallar bandas desilusionantes y, por el otro lado, la fortuna nos sonreiría permitiéndonos conocer ciertas bandas, cuyo estilo y performance nos van a dejar boquiabiertos.
Esa última ha sido, a grandes rasgos, la reacción que he tenido desde el primer minuto que escuché lo que será el álbum debut de una banda originaria de Whittier, California, conocida por el nombre de Fortress (ojo, hay varias bandas en la tierra del dólar que usan ese mismo nombre, algunas que datan inclusive de los años 80). Esta agrupación, conformada por el cantante Chris Scott Núñez, el guitarrista Fili Bibiano, el bajista Damián Rejón y el batero Robert Durán (sí, todos seguramente hijos de inmigrantes mexicanos, nada raro en la costa pacífica de USA), dio sus primeros pasos en el 2016, y se ha ido dando a conocer poco a poco, lanzando en el 2018 su EP inicial “Fortress”, lanzando en el 2019 un single en conjunto con la banda Haunt donde presentaron su canción “On The Streets Again”, y para este año en curso tendremos como su primer LP a lanzarse el próximo 26 de noviembre, al cual han dado el nombre de “Don’t Spare The Wicked”.
Hacía la comparación inicial con Galaxy debido a que Fortress practica un Heavy Metal que, a diferencia de lo que escuchamos en la placa primigenia de los neoyorquinos, sí está bastante bien trabajado, con un trabajo vocal de Chris Scott Núñez bastante destacado, la potencia de la música indiscutible y de altísimo disfrute. Estos chicos te rompen el cráneo desde el minuto inicial de la primera canción del álbum, “Lost Forever”. O sea, no se esperan a intros adornaditos ni nada de esto, ellos tienen claro lo que tienen que hacer y no desperdician tiempo en ello. ¡ESTO ES HEAVY METAL Y HAY QUE REVENTAR CUELLOS, CRÁNEOS, SIENES, ETC.!
SABIENDO HACER LAS COSAS BIEN EN UN GÉNERO EXIGENTE
Sobre la producción debemos decir que sí, suena algo muy old-school, pero, nuevamente siendo un caso aparte al visto en Fortress, sí está bien trabajada y con buen gusto. La voz de Chris Scott trabajada con una reverberancia que le incrementa la prestancia a la misma, esas guitarras que suenan melodiosas a la vez que atronadoras dependiendo del caso, un bajo que está presente y no hay que escarbar entre los instrumentos para hallarlo, y la batería marcando el paso con fuerza arrolladora.
La banda cita como influencias a Ronnie James Dio, Queensrÿche y Riot, lo cual es perceptible en sus canciones. Por ejemplo, siento el legado de la banda otrora comandada por el polémico Geoff Tate en la tremenda pieza “Devil’s Wheel”, especialmente en el tono de canto que Chris Scott nos brinda a lo largo de la misma, mientras que la obra de la banda creada en 1975 por el fallecido guitarrista Mark Reale y el baterista Peter Bitelli brinda su influencia en canciones como la ya mencionada “Lost Forever” o en “Red Light Runner”, tremendos números de Speed Heavy Metal donde la batería de Robert sufrirá el impacto potente de los tamborazos en ráfaga, y las guitarras destilarán melodía como en toda su trayectoria nos la han brindado los veteranos de New York tan conocidos por su legendario “Thundersteel (1988)”.
Volvemos a “Devil’s Wheel” porque en ella el trabajo de guitarras me parece de lo mejor en el disco (y ojo, que las 8 canciones que lo componen destacan bastante en ello). El riffeo muy melódico y ni hablemos del solo de guitarra. Algo que hará las delicias de los que visten de cuero y montan su motocicleta por las noches en busca de aventuras.
Y ya que hablamos de tono de voz, siento la influencia que Dio dejó en el cantante de esta agrupación cuando escucho la canción “Anguish”, en donde su nivel de emotividad queda realmente explícito, dada la naturaleza lírica de la canción. Siempre lo diré, una buena canción con la interpretación vocal acorde se tiene todos los números de la rifa para ser un clásico (¿por qué creen que Iron Maiden ha triunfado tanto?). El solo de guitarra lo sentí algo similar a lo que he encontrado en muchos grupos de Power Metal, y por lo tanto me agradó.
Podríamos decir que el número que busca sobresalir en cuanto a grandilocuencia (o al menos así lo sentí) fue “Children Of The Night”, canción que semanas antes lanzaron como sencillo de presentación del álbum, misma que a mi humilde parecer tiene las luces encima para convertirse en un himno del grupo. Letra y líneas vocales majestuosas, estribillo pegadizo, estructura musical disfrutable, riffs que hacen mover inconscientemente la cabeza a su ritmo, un solo carismático y de notas que recordaremos. En fin, creo que al menos yo estaré volviendo a este disco más que nada por esta pieza (sin desmeritar al resto, que también son muy buenas, y ojo, que ésta en específico no es un número arrollador como “Lost Forever” o “Red Light Runner”, sino algo más pausado pero ejecutado de manera brillante).
Previo a la finalización como tal del álbum, el disco nos presenta un instrumental de guitarra muy tranquilo pero lleno de armonía de nombre “The Passage”, que sirve de conducto a la fenomenal canción final del álbum: “Don’t Spare The Wicked”. Dicha canción es la que le mete turbo de forma más acelerada a lo ya visto en el álbum, y cumple efectivamente con el propósito de darle un cierre de alto calibre y calidad a este pequeño disco.
¿POR QUÉ DURAS TAN POQUITO?
El único pero que le pondría a este disco es que apenas llega a los 28 minutos de duración (por eso lo que dije de “pequeño disco” en el previo párrafo), y que quizás la producción que tira a old-school (y no por carencia de recursos, sino por la dirección artística, ya que es algo muy distinto a sonar como cosa vieja pero por no tener el equipo suficiente para sonar mejor, a hacer un sonido de hace décadas porque se busca amoldarlo al legado de esa época) podría no agradar a quienes buscan un sonido más moderno. Pero en fin, siempre se dice que “es mejor calidad que cantidad” (ojalá en ese sentido los chicos de Lordi nos presenten 7 discos de calidad que debutarán este otro fin de semana y no sean 7 decepciones al hilo, que es lo que temo).
No puedo terminar menos que felicitando a estos chicos por tan buen material para iniciar (eso espero y ruego) una travesía llena de más lanzamientos discográficos, que tienen con qué comerse el mundo a punta de Heavy Metal conciso y preciso. Invito a toda la feligresía fan de la alta velocidad, solos elegantes, voz prodigiosa y demás troopes del Heavy Metal a poner esta preciosidad de disco en sus equipos. Es una media hora de deleite garantizado.
Sello: High Roller Records
Lanzamiento: 26 de Noviembre, 2021
Género: Heavy Metal
«Don’t Spare The Wicked» tracklist: