ELISA C. MARTIN – Nothing Without Pain 🇪🇸 (Album Review)
- 🎸 Heavy Metal
- 💿 Outono Music
- 🌎 España
- 📆 25 de Noviembre, 2022
Por Michael Prado
Si a mí me preguntan por una artista musical a la que considero que es injustamente infravalorada, inclusive tras haber dejado a inicios de este siglo un legado maravilloso con su voz en el Power Metal, creo que no me viene a la memoria otro nombre que el de nuestra querida “Guerrera del Metal”, Elisa Candelas Martin. No sé, pero para mí Elisa merecía un destino y futuro mejores de los que tuvo tras su partida de Dark Moor en el año 2003, tras grabar el EP acústico “Between Light And Darkness”.
Tras partir de la agrupación comandada por Enrik García, Elisa tuvo su oportunidad de seguir en el Power Metal con Dreamaker, brindándonos 2 discos (y nos ha contado sobre la existencia de un tercero que tiene “bajo llave”, mismo que rogamos llegue pronto el día que vea la luz). También fue la cantante del primer discazo de Fairyland “Of Wars In Osyrhia” (2003). Posteriormente estuvo en una agrupación de Hard Rock llamada Stoned By Truckers del 2011 al 2012, y no olvidamos que es miembro actual de los franceses Hamka. Lo que sí es cierto es que Elisa no ha parado de trabajar con su voz, regalándonos múltiples colaboraciones con un gran número de bandas (destacamos su valioso aporte con el gran proyecto de Marius Danielsen Valley Of Doom o ese gran aporte que brindó en el disco del francés Peter Crowley, “Conquest Of The Seven Seas” (2016)).
LA CONCRECIÓN DE UN SUEÑO
Desde hace años, Elisa había venido anunciando sus planes de lanzar al mercado su debut como cantante en solitario. Desconocemos las vicisitudes que pudo haber tenido en el camino, pero sin dudas ella, como gran guerrera y luchadora de esta vida, no se rindió nunca con tal de materializar ese anhelo de su corazón, y finalmente, el 25 de noviembre de este año que ya está a punto de írsenos, ha llegado ese tan anhelado debut de Elisa en su nueva faceta, con un LP que lleva el nombre de “NOTHING WITHOUT PAIN”.
UNA ELISA MÁS DISTINTA A LO QUE MUCHOS HEMOS ESTADO ACOSTUMBRADOS
He visto una serie de comentarios de insatisfacción alrededor de lo que ha sido este álbum, y es que en el mismo tenemos algo muy distinto a lo que Elisa nos ha tenido acostumbrados desde su gran debut en el Power Metal hecho y derecho con aquel majestuoso (aunque con una producción que dejaba bastante qué desear, eso sí) “Shadowland” (1999).
En esta oportunidad, Elisa nos hace partícipes de un Heavy Metal más directo y variado en su propuesta que, a decir verdad, se distancia mucho de lo que han sido sus etapas más épicas, pero no por eso el disco desmerece en lo absoluto. Más bien podemos decir que acá hay un trabajo bien labrado, en donde, sobre todo, Elisa tiene mayor libertad para explotar sus grandes capacidades vocales, sin estar estigmatizada a un solo estilo de canto, y ya habremos de profundizar más al respecto sobre eso.
ATACANDO CON TODO, PUES ESTO ES METAL
Al arrancar el disco tenemos la primera descarga de buen y potente Heavy Metal con “No Fear”, en la cual Elisa nos muestra una performance más frontal y agresiva de su parte, sin olvidar la elegancia habitual de su voz. Y en la parte instrumental, destacar sin dudas la potencia tan destacada en los riffs de guitarra que nos proporciona Bill Hudson (guitarrista de Circle II Circle, Emphatic, I Am Morbid, Jon Oliva’s Pain, Metal Against Coronavirus y la mente maestra de Northtale).
La fuerza en los riffs sigue haciéndose presente en “Carry On” (no, no es un cover de la legendaria canción de Angra, aunque sí, me encantaría escuchar a Elisa cantándola, ¡no lo niego!). Si bien esta baja un tantillo las revoluciones y hasta tiene partes más suaves (donde suena de fondo el piano interpretado por Damien Rainaud -baterista de Anthropia y Gates Of Paris, además de ser bajista en Once Human-, quien también nos maneja el bajo y batería, además de ser el encargado de producir el álbum), no deja de tener la fuerza instrumental, y acá la interpretación vocal de Elisa resulta más afín a lo que hemos disfrutado de su parte en sus iteraciones más conocidas.
Con una cadencia más “feliz”, por así decirlo, entra en escena “The Winner”, en donde destaca el buen trabajo de teclados, que se lleva el protagonismo en esta oportunidad, mientras Elisa marca un contraste bastante interesante con una interpretación de tonos más rasgados, e inclusive rozando terrenos guturales por momentos. Quizás la pieza más distintiva dentro del redondo por aspectos como ése, y una bastante interesante por lo que propone.
Decíamos que en la anterior pieza destacaron los teclados, ¿no? Pues en esta oportunidad construirán una atmósfera bastante épìca para acompañar otra sublime interpretación de Elisa dentro de lo que es “The End”, que deberíamos decir es la que más se aproxima a lo que hemos disfrutado de la carrera de Elisa, sobre todo al escuchar ese estribillo, donde nuestra guerrera se desata en un show de agudos fenomenal.
Hay canciones que no te basta con una vez para disfrutarlas, y tienes que repetirlas, porque es tanto lo que te gustan que no quieres parar, y eso es algo que me ha pasado con “Take Off The Mask” desde que salió su fenomenal y muy creativo videoclip en Youtube. La verdad que acá Elisa nos ha traído una canción donde no solamente nos brinda una interpretación cantada de gran calidad, sino que también tiene un gran mensaje. Y nada como cuando llegamos a su proclama a la mitad de la canción:
«Todos moriremos algún día y dejaremos esta vida atrás
Pero la muerte a mí no me asusta porque soy una guerrera
Y mis sueños son más grandes que tu odio
Así que, no intentes envenenarme la mente
¡Porque sé quién hay detrás de esa máscara!»
Ahora con “The Chosen One” podemos decir que tenemos una bonita y muy agradable dosis de Heavy/Power Metal que va muy en onda de lo que hemos visto en agrupaciones como HammerFall, y que, como es de esperarse, la brillante labor de Elisa (sobre todo en la construcción de coros épicos, emulando mucho de lo que la agrupación dirigida por Oscar Dronjak nos ha brindado) resulta el gran highlight en una pieza de muy disfrutable hechura.
Elisa, si bien se define como una mujer muy heavy, también tiene su lado suave, el cual dedica mucho para su pareja y su bebé, y bueno, “Songfory” es una carta de amor total para su señora esposa, que ha sido sin dudas un apoyo moral muy grande para ella. Vamos, que hasta los guerreros tienen su corazoncito, y bueno, en esta hermosa balada, Elisa manifiesta su sentir más puro. Al final del álbum tenemos una versión de esta pieza cantada en español, la cual también cumple bastante a cabalidad.
El espíritu heavy heredado de múltiples de escuchas de agrupaciones tan icónicas como Iron Maiden, Judas Priest, Accept, y la misma Doro (ídolo absoluta de Elisa) salen a flote en la brillante “Dear Daddy”, donde Damien Rainaud sale a hacer que la batería ataque con toda la velocidad posible en distintos tramos de la pieza.
El poder del metal sigue activo en gran forma cuando ya estamos adentrándonos en el final del álbum, pues las melodías y riffs potentes de “No More” nos llevan nuevamente en una senda de agresividad y garra, como nos lo ha venido demostrando Elisa a lo largo de este álbum, y donde sus 2 escuderos (Damien Rainaud y Bill Hudson) han logrado acuerparla en gran forma. Podríamos decir que esta pieza también tiene algunos matices un tanto modernosos, pero que en lo absoluto desentonan o malogran la pieza. Hombre, es que Elisa hace que hasta esos subgéneros tan criticados suenen mejor de lo normal.
Ahora vamos a la conclusión del álbum con un bonito número muy hard rock como lo es “My Land”, que tiene un aire bastante nostálgico en su letra, mientras que el canto de Elisa nos hace sentir su anhelo por una época mejor en su tierra natal. Y el estribillo también destaca bastante, siendo uno sencillito pero pegadizo.
Con este disco siento nada más un tanto de pesar, y es que fijo no va a ser valorado por lo que es, debido a que, imagino yo, muchos esperaban un “The Gates Of Oblivion II”, pero Elisa no es Enrik García, y su forma de hacer música, por lo que nos ha quedado claros en este debut discográfico de su carrera solista, es más tirante a los senderos Heavy. Es obvio que uno quisiera más Power Metal de ella, pero no por eso vamos a echarle la lápida a este álbum, como he notado de algunos sectores y en manera injusta, sobre todo si ponemos en balanza lo que ha significado para Elisa el trabajar para que este sueño se consolide. De mi parte, mis respetos y admiración total para ella por dar este campanazo, y que éste no sea el único disco en esta nueva etapa de su brillante carrera.