CÂN BARDD 🇨🇭 – Devoured By The Oak (Album Review)

Por Michael Prado

Europa es en donde nació y en la actualidad mayoritariamente se desarrolla la actividad del género metal (a tal extremo que en algunos países inclusive es auspiciada por el Estado como actividad cultural -ojalá algún día veamos eso en este lado del mundo-).  Como en todo, hay naciones que destacan por ser muy connotadas en cuanto a materia de lanzamientos se refiere, y tenemos como ejemplos a Reino Unido (donde nació el género), Alemania (cuna del Power Metal), los países escandinavos (famosos por su metal de tendencia extrema), Italia (donde se originó la moda de añadirle orquesta al Power Metal), por citar algunos ejemplos, pero eso no deja exentos a otros países de tener sus agrupaciones y/o músicos que son capaces de crear arte de altísima calidad.

En ese respecto viajamos hacia Suiza, donde un 4 de abril de 1998, en la ciudad de Versoix, nace un insigne Malo Civelli, que con el paso del tiempo se convertiría en un joven con grandes intereses y ambiciones en la música, mismas que lo llevaron a formar parte de la banda de Viking/Folk Metal llamada Kaatarakt, donde estuvo del 2015 hasta el 2018 (o posiblemente inclusive hasta la desintegración del grupo en el 2020, la verdad no poseemos datos precisos al respecto).  Y no satisfecho con solamente eso, en el año 2016 quiso emprender su propio proyecto, teniendo como fiel escudero al baterista Dylan Watson (integrante también de Kassogtha, y que también formó parte de Kaatarakt).  Dicho proyecto lleva por nombre Cân Bardd (que en galés significa “Canción del Bardo”), y en dicho grupo, Malo hace un Folk/Black Metal de corte épico y atmosférico, muy cercano en propuesta a lo que podemos encontrar en agrupaciones ya de prestigio como los austríacos Summoning, con quienes este grupo lleva gran parentesco artístico.

A la fecha cuentan en el mercado con 3 discos de estudio, de los cuales el último que han creado lleva por nombre “Devoured By The Oak”, mismo que prosigue con la senda creciente que este joven de 23 años ha venido mostrando a nivel creativo desde su opera prima “Nature Stays Silent”, lanzada en el 2018, y que consolidó de manera firme con “The Last Rain” (2019).

No es extraño escuchar en discos de este estilo del Metal sonidos que pueden hallarse en la naturaleza, y así, en el arranque de “Echoes Of The Moss”, primera canción del redondo, se percibe una lluvia apacible en la cual resuena el eco algo abrumador de teclados ambientales, que van creciendo en su intencionalidad conforme pasan los segundos, y se devela también el acompañamiento de arpa y violonchelo y posteriormente el eco de cantos de mujer en medio de hermosas orquestaciones.  Glamorosos detalles que aderezan de elegancia este bello intro de 5 minutos que han creado para el disco.

El resonar de coros similares a los tradicionales de Mongolia se abren paso en la espesura sonora…  Ahora sí, entremos en materia como se debe con “Une Couronne De Branches”, número musical con el que nos encontramos lo habitual que Malo ha venido haciendo desde hace 3 años.  Un Folk Metal cargado de sus voces oscuras, coros épicos, avalanchas ocasionales de blast beats, descansos enriquecidos de melodías celestiales dignas de noches a la fogata, todo con una letra en francés que es una oda a la Madre Naturaleza.  Maravillosa la parte donde entona con su voz limpia esta estrofa:

“Son Mausolée sera marqué

D’un ornement mélancolique

Une Couronne de Branche symbolique

D’une vie vécue dévorée par le passé

A jamais gravé dans mon cœur”

La aventura épica no se detiene, y entramos ahora al resonar de la guitarra acústica (que maneja el músico invitado Vladimir Cochet) en “Devoured By The Oak Pt.I”, primera de 2 partes en que se compone la obra que da título al álbum, que en conjunto dura 17 minutos y 24 segundos.  Malo Civelli inicia cantando con su voz limpia de manera calma pero emotiva versos que bien podrían haber sido engendrados en la mente de viejos ermitaños que asientan su hogar al abrigo de las verdes montañas.  Tras esas 2 estrofas, las guitarras empiezan a ganar dureza y el ambiente es invadido por el endiablado blast beat generado por Dylan, recordándonos que esto tiene pesada influencia de Black Metal en su core, y Civelli suelta la furia de sus vocales oscuros, mientras el eco de violines resuena, engalanando más el ambiente atronador.  También tendremos los descansos donde el arpa resonará armoniosa antes de que la tempestad musical arrecie nuevamente, sin que el bosque pierda su armonía pletórica, encarnada en el dulce canto de violines.

Vaya que este dúo musical ha decidido mostrar con su música la fuerza implacable de Natura, y dicho poder se hará notable nuevamente con los blast beats que no esperan a nada para arrancar “Devoured By The Oak Pt.II”.  Dicha bravura dará paso dentro de poco a la armonía musical de arpas, mas esa calma será efímera, pues la bestialidad en la interpretación de Dylan Watson se hace presente de nuevo, para que Malo desgarre todavía más su garganta, aunque dicho ritmo atronador se modera para ser más disfrutable y llevadero, sin que nuestros cuellos corran peligro de un headbanging enloquecido a más no poder.  Una calma más al resonar de instrumentos de cuerdas (y un canto sereno pero oscuro de las 2 últimas estrofas) para un postrer momento de frenesí nos esperan, donde dichas estrofas serán entonadas de manera más violenta y aguerrida, dándole un final potente a esta majestuosa suite doble.

“Crépuscule” aguarda al llegar a la mitad de esta memorable placa, para llevarnos a través de sus casi 10 minutos en otro viaje embelesantemente maravilloso y cargado de momentos serenos y mágicos, que estarán intercalados por las habituales tormentas instrumentales que Malo y Dylan generan con su quehacer instrumental tan violento pero brillante en su ejecución.  La letra nuevamente es en francés (una de las lenguas oficiales de Suiza, tierra donde convergen diversas culturas e idiomas).  Nuestro cantante y multiinstrumentista se despachará a nivel vocal de manera sobrecogedora, inclusive ejecutando gritos brutales y despiadados.  La flauta y los violines se harán presentes en diversas ocasiones, matizando con real belleza los instantes de serenidad.  Nunca antes una puesta de sol había sido presentada de forma tan contrastantemente bella y furibunda como en esta gran canción.

Si bien este dueto helvético ha sabido conjugar muy bien los momentos de reposo y tempestad en cada una de las canciones, han decidido crear como un precioso instrumental regenerativo a “Spleen By The Pond”, donde la belleza atmosférica de los teclados se conjuga con apariciones ocasionales de violines y un piano a la distancia.

Nuevamente la conjugación atronadora de Malo y Dylan se hace presente al arranque de “Autumn Shore”, otro número épico y recargado de bestialidad en forma de blast beats, momentos donde la batería baja la intensidad y entran en escena coros épicos engalanados por los típicos instrumentos Folk (ya saben, violines, flautas, arpas y otros).  Sí, quizás el disco peca de reciclar demasiado esta fórmula de momentos potentes entre momentos calmos, pero la verdad el resultado final resulta altamente degustable, disfrutable y memorable.

El disco termina con una preciosa balada acústica llamada “Blomsterkransen” (“La Corona de Flores”), escrita en danés y cantada por una chica de nombre Linnéa Lindqvist, al acompañamiento de violín por parte del francés Lambert Segura, integrante de Saor.

En materia de producción hay que notar el gran crecimiento que este grupo ha tenido a través de los años.  Su primer disco, si bien no es demeritable, siento que la producción sí era muy mejorable, y me recordó mucho la que tiene también (para variar) el primer redondo de Summoning, “Lugburz” (1995), pero a partir de su segundo álbum mejoró considerablemente, haciendo la escucha más disfrutable.  Y para esta oportunidad, el resultado es prácticamente inmejorable, con los instrumentos perceptibles inclusive cuando el poderío del Black Metal se desata (salvo el bajo, claro, no pedimos algo como lo que vimos en el álbum de First Fragment, “Gloire Éternelle”, pero creo que se podría hacer algo mejor al respecto de este instrumento).  Pero en fin, el señor Vladimir Cochet hizo una labor encomiable con la grabación, mezcla y masterización de este álbum, mejorando lo que logró en el anterior “The Last Rain”.

Sorprende que un joven de apenas 23 años sea el hombre al cual gira en torno a sí todo lo relativo a tan tremendo proyecto que nos ha regalado 3 álbumes de calidad magnífica, y sobre todo que sea alguien que se encarga de las labores de canto, guitarra, bajo, teclados y orquestaciones por sí mismo, siendo acuerpado nada más por su compañero baterista en esta aventura musical.  Pues esto es lo que nos ha mostrado en su corta, pero muy prometedora carrera musical el señor Malo Civelli, del cual esperamos un futuro todavía más fructífero en cuanto a creaciones musicales se refiere.  Tiene todo para disputarle el trono del Folk Metal Épico con gran influencia de Black Metal a una gran powerhouse como la es Summoning, y eso es mucho decir.  Eso sí, ojalá no caiga en que su música se vuelva muy formulaica, que para mí sería casi que el único pecado de este tercer disco de Cân Bardd, el cual tampoco pesa mucho, pero no deja de ser notable.  En fin, bravo por este joven que está dando pasos agigantados en su senda artística y nos ha hecho gozar muchísimo con su arte.  ¡A seguirle dando, Malo!

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Sello: Autoeditado
Lanzamiento: 12 de Noviembre, 2021
Género: Epic Atmospheric Folk/Black Metal